Fantasía aérea
Relato 3 del Libro 3 (Chanzas y Fantasías)
A la mañana temprano, iba a viajar en avión desde Salta a Buenos Aires, por eso decidí retirarme a dormir muy temprano, para estar lo suficientemente despabilada y lista en el momento que el taxi que había contratado para ir hasta el aeropuerto local, pasara a recogerme (recogerme: del verbo "recoger", sinónimo de "levantar", de "tomar alguna cosa desde un lugar"; no sean mal pensados).- Enseguida logré conciliar el sueño.-
Estaba ahora, esperando el llamado a embarcar, en la confitería del aeropuerto, sentada en una mesa próxima al mostrador del lugar, sobre el que estaban acodados tres uniformados; imaginé que podían ser los pilotos del avión que yo abordaría.-
Una vez a bordo, acomodé mis petates en la gabeta sobre mi asiento y me dispuse a disfrutar del viaje y de las atenciones del personal de a bordo.- En los vuelos de cabotaje, ya en el aire, es habitual que el personal de cabina invite a algún que otro pasajero a visitarlos en su recinto (la cabina del avión), para observar allí el paisaje terrestre, desde los 10.000 mt. a que suelen elevar el avión para realizar la travesía.-
Yo nunca había sido invitada, aún siendo asidua pasajera, en ninguno de mis viajes anteriores, por eso, cuando la azafata vino a comunicarme que la elegida ese día era yo, salté de mi asiento como impulsada por un resorte y dije un "SIIII...!!!", que resonó en toda la carlinga del avión y obligó a mas de un pasajero curioso, a dirigir sus miradas hacia el lugar desde el cual se había proferido semejante grito.-
Una vez en la cabina, hechas las presentaciones de rigor (los tres navegantes de este avión, eran aquellos uniformados que estaban acodados en el mostrador de la confitería) y luego que ellos evacuaran todas las tontas preguntas que una mujer puede hacer sobre sus tareas aeronáuticas, el Comandante me dice:
"Señora, hemos tenido la gentileza de invitarla a nuestro recinto de trabajo para que disfrutara del paisaje aéreo, ahora es Ud. quien debe retribuirnos a nosotros con alguna gentileza.-"
YO: "No entiendo, ¿como podría retribuirles?, ¿que les interesaría?".-
COMANDANTE: "Señora..., muéstrese desnuda para regocijarnos viéndola".-
YO: "Pero..., ¿como pretenden eso?..., es que acaso..."(no me dejó terminar).-
COMANDANTE: "es una ley del aire, señora..., ¡cúmplala!".-
Por lo que así conminada, no tuve mas remedio que aceptar y aún a disgusto..., cumplir.-
En cuanto me presenté desnuda a la vista de esos tres hombres, el Comandante me dice:
"¿Desea conducir el avión?".-
YO: "Y, bueno..., si se puede...".-
COMANDANTE: "Desde ya que se puede.- Venga, siéntese sobre mí".-
Y yo, desnuda como estaba, pero con la emoción de saber que conduciría un avión de gran porte por primera y talvés única vez en mi vida, presurosa me senté sobre las piernas del Comandante, sin percatarme que el muy pícaro, había desnudado su pene; por lo que al depositarme sobre su regazo, sentí que su sexo invadía mi cola (el muy turro, me había penetrado por el culo aprovechando mi entusiasmo por pìlotear ese avión), no obstante no le dije nada y me aferré del timón del avión y lo giraba de un lado hacia otro emocinada (así como los chiquilines mueven el volante del auto, cuando el chofer los deja conducir sentando al niño sobre sus piernas); enseguida, el Comandante corrigió el curso del avión al que yo hice bambolear repetidas veces y me dijo: "Así no, al avión debe conducírselo lo mas sereno posible".-
Mientras tanto, él empezó a bambolearse suavemente debajo mío, con lo que me hacía sentir su pene, dibujando círculos en el interior de mi ano.-
Enseguida, el Copiloto le dice: "Señor Comandante...; ¿puedo?".-
COMANDANTE: (mientras mueve hacia atrás el asiento sobre el que estábamos ambos) "Si mi segundo, ¡adelante!".-
Entonces el Copìloto, se aproxima a mí por delante, en el espacio que el Comandante había construído al correr el asiento hacia atrás y clava en mi pequeña "rosita", su por demás temible espada, con lo que al sentirme penetrada por mi sexo (y estando además con mi cola perforada por el falo del Comandante), propalo un tan fuerte grito, que obliga al Comandante a ordenarle al navegante y tercer piloto: "¡Navegante, haga callar a esta mujer!, ¡cubra su boca para que no grite mas!".-
Y ahí vino el Navegante, blandiendo su pene y tomando mi cabeza, me obliga a girarla hacia donde estaba e imperativamente a contenerlo en mi boca casi por completo...-
Por un momento, cubiertos todos mis puntos de abordaje hacia el interior de mi cuerpo, me sentí ultrajada por estos tres hombres que abusaban de mi, dado mi inocente desconocimiento del precio que debía pagar por la invitación tan esperada...; no obstante, enseguida, sintiéndome invadida al mismo tiempo por mis tres vías de acceso (algo de lo que antes nunca había disfrutado), decidí participar del juego, para alcanzar la satisfacción orgásmica a la que me arrastraba la situación.-
Y empecé a disfrutar de estos tres hombres que a la vez, se esmeraban en su cometido, el que si bien era gozar de mí, también me propiciaban a mi el gozar de ellos tres a un tiempo.- Fue así que me dejé arrastrar al delirio sexual, en esa orgía en la que participaba con los tres hombres, siendo yo la única contendiente femenina.-
Así fue, que aumentando mi excitación, por sentir los tres penes que me invadían, comencé a tensionar mis músculos todos y a "sufrir" el mas extremo goce que alguna vez pude haber alcanzado.- Y fue así que estirando todo mi cuerpo entre los dos cuerpos que me aprisionaban, apoyé mis pies sobre unos soportes que se ubicaban entre los asientos de los dos pilotos...; sentí que me daba vueltas la cabeza y tuve la sensación que el avión daba un brinco hacia abajo, por lo que como pude intenté espiar por las ventanillas... y grande fue mi susto y alarma, cuando me dí cuenta que el avión había bajado su trompa y se precipitaba a tierra (era que yo me había apoyado sobre los comandos que lo hacen elevar hacia el aire o bajar hacia tierra, según se tire de ellas o se empuje... y yo empujaba).-
Veía que el avión raudamente se acercaba a la tierra..., quería gritar para avisarles a mis "partenaires", pero no podía mas que emitir sonidos guturales por tener mi boca llena de pija..., quería desprenderme de los hombres, que me tenían clavada por la concha y el culo y no prestaban atención a mis guturaciones, pensando que eran muestras de satisfacción por el placer que recibía de ellos y me bombeaban con mas ahínco... y seguíamos acercándonos raudamente a tierra.-
El impacto era ya inminente..., los hombres seguían sin prestar atención a mis sonidos guturales y se esforzaban por cojerme con mas frenesí, pensando que era lo que yo prentendía con mis "ruidos"...- ¡Nos estrellábamoooossss....!, entonces en un esfuerzo tonto pero supremo, para liberarme de ellos, me revuelvo sobre mí misma y como puedo, casi ya en el último instante antes del impacto, me arrojo al suelo dentro de la cabina y caigo...., justo en el momento en que el avión se estrella contra la tierra.-
Cuando reacciono, siento mi cuerpo todo dolorido..., el dolor se acentuaba en mis codos y en mis rodillas..., mis caderas y mi cabeza me dolían un poco menos, pero también me dolían...,mis costillas también...y estaba todo oscuro..., no se veía nada, me refregaba los ojos, pero seguía sin ver; "¿donde estoy?", me preguntaba a mi misma...; "¿estoy muerta?"..., "¿estaré en el limbo?"...- "¿Porque no se escucha nada?"...,"¿que es esto..., que nos pasó?...".-
Con miedo, empecé a mover mis brazos... tanteaba el aire..., el vacío..., me atemorizaba mas..., hasta que doy con mis manos, contra algo que me pareció era madera..., traté de serenarme y comencé a palpar eso..., llegué hasta un plano superior y tocando ya sobre él, encuentro algo que se asemejaba a un soporte, desde el que emergía lo que era como un caño..., subo mis manos por él y encuentro algo que se me ocurrió era una especie de perilla..., la oprimo y casi de inmediato se iluminó todo el ambiente.-
Cuando me aclimato a la luz, me veo en el suelo de la habitación del hotel... y ahí reaccioné: No me había arrojado al suelo desde el asiento del avión, sino que lo había hecho desde la cama..., me había cagado de un golpe contra el piso, por una tonta fantasía aérea, soñada la noche antes del vuelo.-
Pero por las dudas, esa vez, viajé a Buenos Aires en omnibus.-