Fantasia 1, La amiga de mi hermana 8 ( final)

El "final" de esta historia. Por fin

Desperté unas 12 horas después en la más absoluta soledad. Arturo se había ido, como ya me había adelantado, y yo yacía en aquella monumental cama, sola, pero con un sentimiento de paz y felicidad extremo. Había olvidado todo mi pasado, los malos ratos, los buenos, mis ligues, Mónica, mi hermana. Todo parecía un sueño al despertar.

Subí las persianas de la habitación y de nuevo vi el magnífico espectáculo que el mar me entregaba. Estaba desnuda, pero aquella sensación de bienestar me protegía y me vestía. Me gire y me vi en el espejo, seguía estando preciosa aun con el pelo revuelto y el maquillaje desecho. Entonces me di cuenta que llevaba muchísimo tiempo con aquel corsé aprisionándome el estomago y decidí quitármelo. Fue una de las primeras liberaciones que experimenté aquellos días, tras tantas horas mi piel estaba enrojecida y las varillas habían quedado marcadas en mi abdomen, pero por el contrario parecía que no quisiera volver a su sitio y durante unos minutos mi cintura seguía siendo estrecha.

Me desperecé y busque algo para ponerme e ir a mi habitación, pero solo había ropa de Arturo o la mía del día anterior. Así que cogí un albornoz de Arturo y salí sigilosamente de aquella habitación hacia la mía. Ya en ella,  me quité todo el maquillaje que me quedaba y con cuidado me di una gratificante ducha.

El agua resbalaba por mi cuerpo, enjabonado con cuidado para no estropear el trabajo del dia anterior, sentía como me renovaba aquella cálida agua. Yo me miraba y sonreía pero ya no me provocaba excitación ver el cuerpo de una mujer, me había acostumbrado a ser Maria, de hecho ya no quería volver a ser Mario nunca más. Había encontrado de golpe mi felicidad, mi bienestar económico y una persona a la que amar, o eso creía yo,  y había disfrutado como jamás lo había hecho. El agua recorría mi cuerpo y se llevaba cualquier resto de Mario que pudiera quedar. Cuando termine enrolle una gran toalla a mi cuerpo y me calcé unas bonitas sandalias de baño y fui a mirarme al tocador.

Mi cara lucía resplandeciente, sin maquillaje, porque el efecto de lo que me inyectaron en la clínica seguía allí y ofrecía un modelaje del rostro increíble aun sin maquillar. Con mucho cuidado de no soltar las extensiones me peiné, y embobada apoyé mis brazos en la mesa y mi mentón en mis manos y me quede mirando un rato, pensando cómo me iba a maquillar, y más difícil, como demonios se hacía, pues no lo había hecho nunca. Advertí que no me había crecido ni un solo milímetro la barba y sonreí.

-          Espejito, espejito. ¿ quién es la nena más impresionante de esta casa?

-          Por supuesto que yo… jajajaja

Era Natalia que había entrado en la habitación. Joder, tenía razón. Ella era sublime y era una mujer de verdad, yo solo era un hombre con prótesis y productos químicos, pero con una nueva mentalidad.

-          Buenos días María, o mejor dicho tardes. Espero que hayas descansado bien. Ya veo que te has duchado…. ¿ Que te apetece hacer, comer algo, desayunar?

-          Creo que solo tomaré un café.

-          Arturo y Miguel han vuelto a la ciudad, algunos problemas en una de las empresas de Arturo requería su presencia.

-          ¡Vaya! – dije ruborizándome.

-          Debes acostumbrarte si has decidido compartir tu vida con él. Su trabajo y su vida son difíciles de llevar para quien quiera compartir su vida con él, y con Miguel. Yo ya estoy acostumbrada.

-          Ya me lo imaginaba, pero …..

-          Si necesitas cualquier cosa me avisas. Junto al desayuno encontraras un portátil al abrirlo tendrás preparado un video que ha dejado Arturo en el que podrás ver y decidir tu futuro y el suyo. Cuando termines, hablamos.

-          Gracias Natalia.

Hasta tres veces me maquillé y desmaquille, debía de aprender mucho aun, pero al final me vi decentemente arreglada, tonos suaves y discretos para verme un poco mas femenina y poco más. Pensé en usar la piscina o ir a la playa así que me puse un biquini color verde pistacho, que me quedaba perfecto para el cuerpo esculpido que poseía. Por encima de él me puse un pequeño vestido ligero de color blanco casi transparente, que dejaba al completo mis piernas al aire, para mis pies no había mucho donde elegir, así que aquellas sandalias también pistacho con una plataforma no muy alta me daban un toque de distinción, a la vez que resultaban cómodas. La verdad es que yo no recordaba ver muchas chicas de esa guisa por la playa pero también es cierto que no frecuentaba lugares con mucho glamur precisamente.

Tenía el café preparado en el precioso jardín, junto a la piscina y en una zona de sombra. Como me había dicho Natalia junto al servicio de café se encontraba un ordenador portátil y una pequeña nota firmada por Arturo.

“Buenos días cariño, he de decir que ha sido una noche realmente espectacular, mucho mejor que lo que recordaba de ti, mira el video y toma tu decisión final. Te quiero.”

Abrí el portátil y pulsé el ratón para comenzar a ver el video. Allí estaba Arturo.

María, en estos minutos te voy a describir tus próximos meses y años y como va a ser nuestra vida en común si definitivamente decides compartirla conmigo, cosa que yo deseo.

Lo primero que has de saber es que soy una persona que lleva muchos años viviendo la vida solo y no me he privado de nada, esto no cambiará. Es decir quiero convivir y compartir mi vida contigo pero no quiere decir que nos vayamos a atar mutuamente. Tendremos una vida en común pero cada uno podrá hacer lo que le parezca, siempre que no afecte al otro. Te aseguro que lo pasaremos muy bien ambos, cuando estemos juntos o cuando estemos separados.

Conocerás a muchas personas muy influyentes y que de cara a la sociedad son personas con una recta moralidad, pero de puertas adentro nos gusta disfrutar de absolutamente todo lo que la vida y nuestra capacidad económica nos permite, no te asustes porque lo vas a pasar muy bien, les vas a encantar.

Si decides seguir hasta el final, pasaras unos días más con Natalia, desaparecerá poco a poco tu aspecto femenino pues es primordial que salgas del país con tu identidad actual, vas a viajar como Mario al extranjero, allí pasaras unos meses en la mejor clínica de cirugía estética del mundo, con los mejores profesionales en psicología, endocrinología y cirugía estética. Volverás siendo físicamente una mujer completa o no, eso lo decidirás tú y ni a mí ni a nadie nos va a importar tu decisión, te lo aseguro. Pero tu identidad será nueva y para el resto del mundo serás una mujer. Para ello tendremos que “matar” a Mario en un desgraciado accidente. Todo esto está preparado y no va a suponer un problema. El dinero hace estas cosas muy fáciles.

Si decides seguir despídete de quien desees porque para ellos morirás en el extranjero, se que es algo difícil, pero imprescindible para tu nueva vida.

Te iré a visitar en cuanto me lo permita el trabajo, espero que tomes la decisión que me hará muy feliz. Hasta pronto María”

Lo tenia clarísimo, en seguida le dije a Natalia que seguía adelante, ella sonrio y me beso en la mejilla.

-          Bienvenida a la familia.

Pasamos un par de días, como dos buenas amigas, yo le ayudaba en casa a hacer su trabajo para poder irnos a pasear y tomar algo por el paseo marítimo. Era excitante ver cómo nos miraban los hombres a las dos.

La tercera mañana Natalia me despertó temprano.

-          Maria, despierta, todo está listo para tu marcha. Has de volver a ser Mario por unas horas.

Trajo consigo lo necesario para quitar aquellas prótesis y piel artificial. Comenzó por la “vagina” . Aquel producto diluyo en instantes todo el trabajo y mi pene volvía a estar liberado de la opresión.

-          Ya tenía ganas de ver yo esto. Dijo Natalia.

Comenzó a limpiarlo con sus propias manos y utilizando agua y jabón comenzó a acariciarlo a la par que le quitaba cualquier resto de la piel sintética. Lógicamente yo tuve una erección instantánea. Natalia se rio y dijo que seguía siendo un hombre. Me ruboricé pero le dije que si, que siempre seria bisexual.

Me llevó a la cama, allí estaba yo con el aspecto todavía femenino pero con mi polla en esplendor, ella se quito la bata y me ofreció un espectáculo sublime.

-          Tienes lo mejor de cada sexo María, eres una belleza, esas tetas preciosas todo feminidad y un rabo que puede volver loca a cualquier mujer.

Me cogió de las muñecas y así me sujeto, tumbándose encima de mí. Sus tetas chocaban con las mías y su vagina estaba apoyada en mi pierna, que tenía un poco levantada. Así noté como estaba de mojada, pero no solo ella, yo estaba desprendiendo líquido pre seminal y mi ritmo cardiaco estaba a 1000 por hora. Metió su lengua en mi boca y nos besamos apasionadamente, yo mire al espejo y vi dos mujeres preciosas amándose y me puse aun mas loca. Ella grito que no podía más, que quería mi rabo. Y ella sola se sentó clavándose mi rabo en su chocho sin miramiento. Entonces empezó a saltar encima de él y yo cuando caía levantaba mi pelvis para clavársela aun más profunda. Las dos chillábamos como cerdas, estaba siendo sin duda el polvo de nuestras vidas.

-          María, no sé qué estarás pensando, pero….. por favor ni se te ocurra deshacerte de esto, es miooooooooo. Serás mi reina, mi ama, mi señora. Y me vas a hacer la mujer más feliz del mundo.

En ese momento tembló, tembló como nunca había visto a una mujer, y notar ese orgasmo, esa electricidad, pasó de su vagina a mi polla, y reventé, reventé chillando como una histérica. No como un hombre, como una chica teniendo un orgasmo brutal.

Estuvimos besándonos mucho rato, abrazadas, acariciándonos las tetas, la espalda, dándonos besitos dulces. Creo que aquello que empezó aquel dia no fue solo sexo, ni el mejor polvo de nuestras vidas, empezó otra cosa que el tiempo nos haría ver.

Al final del día, ya no tenía mis tetas, me había cortado el pelo, había desaparecido el aspecto femenino por completo y estaba preparado para volar a mi nuevo futuro.

Embarque hacia mi destino sin problemas, Mario subía a un avión con la firme convicción que no volvería jamás. Me fui solo, avise de mi marcha tanto a Mónica como a mi hermana y pase de mis padres que me habían repudiado al verme travestida la primera vez.

Fueron varios meses de médicos, psicólogos, personal shopings, asesores, todo como una reina, nada más llegar a la primera clínica Mario volvió a desaparecer pero esta vez para siempre. Vinieron a verme de vez cuando Arturo, Miguel y Natalia, pero en realidad prácticamente fue un retiro total.

Por fin un día me dijeron que todo había terminado y que se daban las circunstancias idóneas para mi vuelta a casa.

Vino a recogerme Miguel, nos dimos dos cordiales besos, se intereso por mí y yo por él y subí al coche. Esperando en el aeropuerto vi la noticia de la desaparición en un accidente de coche de un ciudadano español llamado Mario y la foto de mi anterior ser. Me dio un respingo el corazón pero entonces, ladee la cabeza y vi el reflejo que aquellas cristaleras del aeropuerto ofrecían y me vi.

Era una mujer imponente, alta, caderas de lujo, cintura de avispa, pechos espectaculares, una larga melena rubia platino, y sobre todo, elegancia, era una señora.  Y me reí de Mario, al poco tiempo encontraron mi adn o el de Mario mejor dicho y fue dado por muerto.

Yo saque mi documentación cuando me fue requerida y sin mayores problemas accedí al avión junto a Miguel.

Ya en España, me interese por el funeral de Mario y tuve los arrestos suficientes para ir a mi propio entierro, allí vi a mi madre, mi padre, mi hermana, Mónica , la culpable de todo y me entro llorera. Todos me miraron raro, no sabían quién era. Mi madre lloraba desconsolada y me acerque a ella, le susurre al oído que lo sentía, que no se preocupara que sabía que su hijo no había sufrido y que estaría bien. Le cogí la mano, me miro a los ojos y dejo de llorar.

-          ¿ Quién eres hija mia?.

-          Me llamo María, y fui muy amiga de su hijo.

Entonces mi hermana dio un respingo habló con Mónica y ambas me escudriñaron con la mirada.

Pasaron muchas cosas después, pero eso ya es otra historia.

FIN.