Fantaseo con el día que...
Fantaseo (últimamente a menudo) con encontrarte masturbándote cuando llego a casa
Fantaseo con el día que...
Fantaseo (últimamente a menudo) con encontrarte masturbándote cuando llego a casa. Me pondría muy cachondo que un día cualquiera, después de haber terminado de trabajar, después de llamarte al salir hacia casa como hago siempre, tu decidieras desnudarte, sacaras algunos de tus juguetes sexuales de los que te he ido regalando a lo largo de estos años, te pusieras en la tele de nuestra habitación alguno de los videos porno que sabes tengo en el disco duro portatil, te recostaras cómodamente y empezaras a estimular tu cuerpo, para ponerte cachonda.
Para que te encuentre yo caliente a más no poder al llegar a casa. Entrar al recibidor y no verte en el comedor o la cocina, llamarte y oir tu voz apagada desde el otro lado del piso, tu tono distinto, entrecortado, vacilante. Extrañado, presto más atención al ruido que proviene del fondo del pasillo mientras me desnudo de mi ropa de trabajo. Los zapatos, la corbata opresora, la camisa, los pantalones y por último los calcetines van cayendo pieza a pieza cual fichas de dominó mientras, incrédulo, me doy cuenta de que lo que oigo es una mezcla de gemidos y jadeos, algunos tuyos y otros no. Mi boxer empieza a abultarse mientras recorro los últimos metros de pasillo.
-Has tardado mucho cari - me ronroneas con voz caliente.
Yo me quedo embobado contemplandote, desnuda, recostada sobre un par de almohadas, sujetandote firmemente un pecho con tu mano, tu índice y tu pulgar pellizcando tu erecto pezón, frotandolo, tirando de él. Tienes las rodillas flexionadas pero los muslos cerrados, sujetando el estimulador del punto G entre tus labios bien pegadito a tu clítoris. De vez en cuando un espasmo que nace en tu entrepierna sacude tu cuerpo, tu gimes cada vez que lo notas, cierras los ojos, a veces te muerdes el labio de esa manera tan sexy, otras me miras con deseo, con lujuria, casi con vicio.
A estas alturas mi polla está empalmadísima como es normal, la tremenda erección que me provocas al verte así es más que evidente bajo la tela que la cubre. Empiezo a sobar mi polla despacio sin dejar de mirarte, tu aprietas tu pecho con mas fuerza mientras me miras traviesa, juguetona.
-Era esto lo que querías? Encontrarme desnuda, cachonda y sobandome mientras veo porno, para que me encuentres caliente como una perra, deseosa de que me magrees, me chupes y me hurgues por todos mis agujeros?
Yo estoy idiotizado, mirandote con vicio; caigo en la cuenta del porno de la tele al oir gritar a una de las actrices. Has puesto un vídeo de dos parejas, ellas jovencitas, rubia y morena, a cuál más buena de las dos. En ese instante ellos, un par de chicos atractivos, de buen cuerpo pero mejor polla (vaya par de trancas gastan los cabrones) están haciendole un "bocata" a la morena, puesta a 4 patas, una polla hendiendo su húmedo y totalmente rasurado coñito mientras la otra dilata su esfínter anal, entrando y saliendo de él como un taladro percutor. Ella gime y jadea con las dos pollas que la llenan a la vez, pero su voz queda ahogada por tener la boca pegada al coñito de la rubia, despatarrada al lado del trío. Ella también gime como una perra cachonda de lo bien que le estan comiendo el coño mientras no para de masajearse esas tetas enormes.
Me quito el boxer y me agarro la polla dura, tiesa, pajeandome para ti. El porno está muy bien, pero verte a ti haciendote un dedo es mucho más excitante. Tu por fin abres las piernas, mostrandote, exhibiendote para mí, dejandome ver ese coño hinchado, caliente y mojado que pide que lo dejen bien follado. Dejas el estimulador, pasas a masturbarte con tus manos, acariciando tu clítoris reluciente con tus dedos, mientras la otra mano te penetra, con uno, dos o hasta tres dedos. Salen mojados, brillantes, pegajosos por todo el flujo que rezuma de tu rajita abierta.
-Vas a venir o te quedaras mirando todo el rato? Me preguntas entre excitada y molesta.
-Tan ansiosa estas? - Te contesto travieso, sin dejar de machacarmela despacio con una mano mientras masajeo mis huevos con la otra.
-Llevo cachonda toda la mañana, me esta costando no correrme y quiero sentir tu polla hasta el fondo.
Mientras dices eso coges el vibrador, uno negro, bastante grueso y de más de 20cms que te regalé hace tiempo y lo metes despacio entre tus labios, mojandolo rápidamente y penetrandote con él hasta hacerlo desaparecer casi por completo. Sueltas un largo gemido de placer al notar cómo te abre, cómo te llena y te dilata, y empiezas a follarte con él, mirandome con vicio.
-Si no me follas tu, me tendré que follar solita,no...?
-Eso quieres?
-Siiiiiiii -jadeas tu
-Pues dime lo que eres, y qué es lo que quieres...
Pones tu voz mas erótica, esa que me atrae a ti inexorablemente y me dices:
-Soy tu putita viciosa, y necesito que me folles con esa polla dura y tiesa bien hasta el fondo para que me corra como una perra cachonda...
Me acerco a la cabecera de la cama, polla en mano aún, y tu casi te abalanzas sobre mi, apartas mi mano bruscamente, me la agarras, y sin dejar de follarte ni de mirarme te la metes todo lo que puedes en la boca, empezando a mamármela como si hiciera meses que no la probaras. Yo deslizo mis dedos sobre tus labios, calientes, casi encharcados, te froto, te masajeo y masturbo tu clitoris con fuerza, velozmente. Eso te hace gemir con mi polla metida casi hasta la campanilla, pero tu te la metes más aún, hasta que mis huevos se pegan a tu barbilla, y cabeceas rápido, tanto como yo froto tu coño.
Me monto a horcajadas sobre tu pecho, de espaldas, para que sigas chupandomela (cuando estas así de cachonda la chupas de vicio...muuuuucho vicio). Sin sacar el Pepe de tus entrañas (así llamamos al pollón negro que te hace ver las estrellas, no sé porqué) pego mi boca a tu sexo, empiezo a comerte el coño con fuerza, con ganas, lamiendo tus pliegues, frotando tu duro e hinchado clítoris, sorbiendo los restos de flujo que perlan tu entrepierna, tus muslos y tu ano a la vez que el enorme falo de plástico se hunde una y otra vez dentro de ti, follandote como te gusta, duro y fuerte.
Empiezas a gemir, jadear, tu respiración se entrecorta, luchas por sacarte mi polla de la boca pero no te dejo, así que terminas corriendote entre espasmos que retuercen tu cuerpo mientras un delicioso chorro de squirt brota de tu vagina, empapandome la cara, la boca, la barba y parte del pecho. Bebo de tu orgasmo todo lo que puedo, sorbiendo y lamiendo todo ese flujo que te "ensucia".
-Follame de una vez cabrón, necesito tu polla de una vez !!!!
-Pidemelo como me gusta.
Tu te das la vuelta, pones el culo bien en pompa, abierta por completo, la cara y los hombros contra la cama, y mirandome de reojo mientras con tus manos abres tus nalgas y tu coño me contestas
-Follate a tu puta a cuatro patas, clavamela hasta el fondo y dame duro!!!!!
-Eso quieres puta? Quieres que te folle y te use como la perra viciosa y cachonda que eres?????
-Siiiiiiiiiii follate a tu putaaaaaa!!!!!
Te la clavo sin miramientos de un fuerte empujón. Tu gritas, cachonda y satisfecha de sentirte llena. Empiezas a frotarte el clítoris y los labios con ganas, mientras mi vientre y mi pubis impactan sin parar contra tus nalgas haciendo ese ruido de piel contra piel al follar duro.
Te sobo el culo, te agarro los cachetes, los abro para ver como mi tiesa polla se hunde y resurge de tu coño una vez tras otra; noto el pubis, los huevos y las ingles empapados por tu flujo que no para de fluir de tu coñito cachondo cada vez que te la meto. Es una sensación deliciosa, tu sexo está ardiendo de excitación, la hinchazón que me indica tu próximo squirt aprisiona mi miembro erecto dentro de ti, mientras se desliza deliciosamente por lo lubricada que estás.
-Vamos cabrón, vamos dame duroooo - me suplicas excitada
-Necesitabas que te follaran duro eh? Hoy si que estas como me gustas, cachonda, mojada y ansiosa de polla... -gruño yo, mientras me esfuerzo en cabalgarte fuerte y rápido, como tu necesitas, como deseas ser follada, como mereces ser follada.
Mis embestidas se suceden, una tras otra, sin descanso, cada vez que empujo mis hinchados y duros huevos golpean tus labios y tus dedos, con los que no paras de frotar, presionar y estimular tu clítoris.
-Vamos cabrón follame duro, necesito correrme yaaaaaaaa
-Dime qué eres
-Soy tu putaa
PAAAAAFFFFFF un sonoro azote en tus nalgas, que tengo abiertas y bien agarradas con mis dedos
-Más nena más
- Soy tu puta, soy tuuu puuutaaaaa soyyyy tu PUUUUTAAAAAAAAAAAAAAAAdiossssssmecorrrooooooooosiiiiiiiiiiiiiii
Una serie de contracciones estrechan tu coño y hacen que te estremezcas entre gritos, gemidos y jadeos al tener un tremendo orgasmo, eyaculando profusamente. Yo no paro de clavartela, embistiendote y zarandeandote con cada dura penetración mientras varios chorros de flujo manan de tu sexo, empapando tus muslos, los mios, mi vientre, mis huevos, las sábanas, todo. Yo clavo mis dedos en tus nalgas, mientras te follo con frenesí, sintiendo cómo mi leche sube a presión desde mis huevos. En un último y casi salvaje empujón te clavo la polla hasta el fondo de tu encharcado coño, un denso borbotón de leche espesa y caliente llena tu sexo, no paro de bombear, otros dos chorros de semen te inundan por dentro.
Cuando por fin terminamos de corrernos los dos retiro despacio mi cada vez más fláccido miembro de dentro de ti, tu gimes entre complacida y contrariada al sentir el vacío que te dejo dentro. Exhaustos nos tumbamos en la cama, sin darnos cuenta nos dormimos, rendidos del frenesí y del placer que acabamos de sentir.