Fantaseando con la universitaría zorrita

Un sábado mientras él estaba leyendo, decidí vestirme como una inocente universitaria que tenía que terminar sus deberes de dibujo

Para los que me leáis por primera vez os recomiendo una lectura previa a mi primer relato “

el juego empezó un fin de semana

”, donde podréis saber un poco más de mí y donde intento explicar cómo empezó una vida nueva, llena de travesuras morbosas y juegos de complicidad.

Desde entonces, las fantasías y los juegos morbosos se convirtieron en habituales entre nosotros. Yo intentaba complacer todos sus deseos, caprichos y fantasías. Reconozco que me encantaba hacerlo, era un juego sensual, excitante y que lograba recuperar la pasión perdida.

Durante el día me sorprendía a mí misma recordando algunos de nuestros juegos, mi imaginación, al igual que mis hormonas, andaba algo alterada y en mis sueños algunas escenas se repetían y en otras llegaban mucho más lejos.

En mi último relato “ sola en casa, navegando por internet ” os contaba como pasaba las noches cuando mi marido viajaba por cuestiones de trabajo. Pero internet tan solo era una forma de calmar mi soledad y yo lo esperaba ansiosa de retomar nuestros juegos.

Me subía por las paredes deseando que llegara el día en que regresara. En ocasiones me sentía tan desesperada que me ponía a pensar en regresar a ese “ sex shop donde descubrí lo que era un glory hole” …Tan solo de recordar esa enorme polla negra aparecer por el agujero ya mojaba mis braguitas…

Y cuando finalmente llegaba el ansiado día de su regreso, sentía mis hormonas revoletear impacientes por descubrir alguna nueva fantasía que “ despertara mi lado más morboso ” o algún nuevo juego como el que hizo sentirme “ puta por una noche

Una de sus fantasías preferidas consistía en encontrarme disfrazada cuando el llegara. No importaba mucho el disfraz que me probara y aunque entre sus favoritos estaba el de una “seductora profesora”, también le gustaba que me disfrazara de “enfermera atrevida”, “chica playboy”, “caliente azafata”, “complaciente geisha” …para mi todos eran divertidos y por supuesto ya me encargaba yo de darle ese toque atrevido que él deseaba.

Un sábado mientras él estaba leyendo, decidí vestirme como una inocente universitaria que tenía que terminar sus deberes de dibujo…

Me puse una blusita blanca semitransparente, un jersey gris abierto de botones y una minifaldita muy corta de color gris que combiné con unas medias de color gris perla y unos mocasines negros de medio tacón…como ropa interior escogí un tanga minúsculo de color negro y un sujetador negro transparente.

Así vestida me senté en el suelo del salón, dispuesta a empezar con mi “dibujo” y sin que aparentemente me diera cuenta de que las trasparencias de mi blusita o esa faldita traviesa provocaban las miradas de mi marido desde su sillón…

Yo me sentía juguetona y divertida haciendo el papel de una estudiante de dibujo artístico, pero me hacía falta el modelo que dibujar…así que le pregunté si me podía ayudar posando para mí.

Tras algunas risas por la ocurrencia, el accedió a convertirse en mi modelo…así que yo pase a ocupar su lugar en el sillón y él se colocó frente a mí, a corta distancia, totalmente desnudo.

Retomé el papel de estudiante, y coloqué el bloc de dibujo sobre mis muslos dispuesta a dibujar una “pequeña” parte de su cuerpo

😉

que por supuesto miraba con mucha atención…

Mostrándome tímida e indecisa para empezar, me preguntó que ocurría y yo le respondí que se encontraba demasiado lejos y que no la veía bien…el volvió a reírse y se acercó a muy pocos centímetros de donde estaba yo sentada, plantando su polla frente a mis ojos golosos…ahora si que la veo bien le respondí agradecida como si fuera una dibujante profesional…

Puse el bloc sobre el apoyabrazos del sillón para poder dibujar mejor y segura de que sus ojos estarían fijados en el escote de la blusa y en esa traviesa faldita que mostraba descaradamente mis muslos…

Yo seguía mirando descaradamente su polla, al tiempo que con mi mano izquierda la iba cambiando de posición como si necesitara encontrar un mejor ángulo…al tiempo que veía como se le iba poniendo morcilona

😉

Eso ya es otra cosa dije con voz triunfante sin soltarla y empezando a dibujar unos primeros rasgos sobre mi bloc…

Poco a poco sentía como su polla seguía creciendo en mi mano que ahora la rodeaba con mis dedos…mmm…me encanta esa sensación de sentir como va creciendo y se va poniendo durita, sentir como se hincha, y como se pone muy calentita…

Así de grande será más fácil de dibujar dije contenta al ver la reacción que provocaba mi juego…

El me respondió que todavía podría estar más grande y que me sería mucho más fácil de dibujar…

Le respondí incrédula, con un interrogante como si no lo supiera… sentía como su excitación seguía creciendo en mi mano que ya había empezado a masajearla… complacida, le respondí que tenía razón que ya estaba más grande y que eso me ayudaría mucho…

El seguía mi juego… y me pregunto si aun quería verla más grande…yo me seguía comportando como una universitaria inocente, indecisa…en manos de un perverso profesor que hacía de modelo para aprovecharse de su estudiante de dibujo…y tímidamente le respondía que si…

De forma decidida me abrió la blusa y me levanto descaradamente la faldita sin encontrarse con ningún tipo de resistencia... sus manos empezaron a acariciar mi cuerpo al tiempo que su polla balanceaba frente a mis labios…

Sus dedos lograron apartar el tanga y sin dificultad se colaron en mi intimidad…yo me sentía mojadita por la excitación… y él lo aprovechó para cambiar un poco el juego tratándome de estudiante calentorra …A mí no me importaba que me llamara así pues entendía que era parte del juego de complicidad que habíamos creado.

El continuó llamándome zorrita, mientras su polla ya rozaba mis labios y mi deseo por sentirla en mi boca crecía por momentos…

Pero el llevaba otras intenciones y levantándome del sillón me colocó a cuatro patitas en el suelo como una gatita en celo. Yo deseaba que me subiera la faldita, que me arrancara el tanga, necesitaba sentir su polla dentro de mí, que me penetrara de forma salvaje…

No se hizo esperar, el estaba tan ansioso como yo y no tarde en sentir su polla explorando mi coño antes de que sentir como entraba de un empujón…

Gemí de placer al sentirla dentro de mí y mis caderas respondían deseando acelerar el ritmo.

Sus empujones eran fuertes y mis pechos se balanceaban. Mi cuerpo se estremecía de placer sintiendo como crecía en mi interior el primero de varios orgasmos…a cada nueva embestida yo respondía con nuevos gemidos como una clara señal de que deseaba sentir más polla y mis orgasmos se repetían…

El también se sentía próximo al final, no iba a resistir mucho más y sus gemidos eran también una clara señal de que se iba a correr de un momento a otro… sus manos me cogieron por la cintura, lanzando un profundo gemido que me hizo sentir como explotaba de placer dentro de mí.

Y con esa imagen tan sensual os dejo hasta un próximo relato…

o con mis anteriores relatos

Espero que os gusten mis relatos y que me hagáis llegar vuestros comentarios a lynda.bcn@hotmail.com