FAMILIA FELIZ I:2ª parte de nunca debio pasar

Si habéis leído la primera parte de mi relato recordareis como empezó todo esto, como mis sobrinas Elena e Isabel se propusieron acostarse conmigo y lo consiguieron.

UNA FAMILIA FELIZ I

2ª PARTE DE NUNCA DEBIO PASAR

Me llamo Manuel tengo 37 años, rubio, ojos grises, mido 1,87mts., peso 82Kgs. y complexión atlética.

Si habéis leído la primera parte de mi relato recordareis como empezó todo esto, como mis sobrinas Elena e Isabel se propusieron acostarse conmigo y lo consiguieron.

Después de tener un noche memorable con ellas , llega la hora de las explicaciones por su parte.

Resulta que Isabel siempre ha estado enamorada de mi desde que era una pre-adolescente, yo nunca me dí cuenta, si noté que estaba mucho por mi pues cuando iba de visita lo dejaba todo para estar conmigo pero siempre lo achaqué al cariño que me tenia como tío suyo, cuando Elena cumplió los 13 años pilló a Isabel masturbándose con una foto miá que tenia en ordenador donde se me veía en la ducha totalmente desnudo no se cuando la tomó ni desde donde pero lo que es seguro es que si la llego a pillar la mato.

Desde ese momento Elena cogió las riendas y habían probado el sexo lesbico, el vouyeorismo espiando a sus padres como tenían sexo y los tríos con algún compañero de estudios.

Cuando murió su padre y yo me traslade a vivir con ellas, empezaron a insinuarse me pero de verdad, yo debía estar tonto o muy inmerso en ayudar a mi hermana que nunca noté nada así que planearon todo esto para llamar mi atención y vaya si lo consiguieron.

Paso a describiros como son ellas por si no habéis leído la 1ª parte.

Mi hermana, se llama Maria Isabel aunque ella prefiere que la llamemos Mabel, actualmente tiene 51 años, viuda desde hace 8 años, rubia, ojos azules, mide 1,75mts.,pesa unos 70Kgs. y para su edad se conserva muy bien aun después de haber tenido dos hijas, tiene las caderas un poco anchas debido a los partos cosa que en vez de desmerecerla la hace más atractiva si eso fuera posible, unos pechos grandes aunque no en exceso creo que gasta una 110 o algo así, un culo redondo casi rozando la perfección y unas piernas largas.

Elena tiene 18 años, morena de pelo aunque no de piel (extraño verdad porque todos en mi familia somos rubios hasta el punto de que nos llaman los suecos), ojos marrones, mide algo más que su madre 1,77 mts. aproximadamente, pesa entre 65 y 70 Kg., unos pechos ya para su edad grandes sin ser excesivos gastará la 115 creo con unas aureolas bien definidas de un color rosa algo más oscuro que su piel y un pezón pequeño, su pubis depilado casi en su totalidad dejando una rayita de pelo negro en el centro que contrastaba con el blanco de su piel, unas caderas estrechas (para mi gusto) y unas piernas largas bien contorneadas sin un gramo de celulitis.

Isabel tiene 21 años, pelo rubio (como todos excepto Elena), ojos azules, piel blanca como la leche, mide 1,76 mts. aproximadamente algo menos que su hermana y algo más que su madre, unos pechos normales ta vez gasté la 95 con unas aureolas casi invisibles rosas muy clarito y un pezón grande para el tamaño de sus pechos, las caderas eran algo más anchas que las de su hermana sin ser grandes, no se notaba si estaba depilada pues el pelo del pubis se confunde con su piel tan blanca, unas piernas largas contorneadas con un poco celulitis muy poco pero que en vez de afearlas las hacía atractivas pues le daban algo más de forma.

Habían pasado unos meses en los que nuestros encuentros eran cada vez más frecuentes y el control que teníamos sobre nosotros cuando estábamos en casa cada vez era menor, llegando a meterse en mi habitación de madrugada alguna de ellas o las dos juntas.

Una de esas noches al pasar Elena por delante de la puerta de la habitación de su madre oyó unos gemidos y llena de curiosidad fue en busca del lugar desde el que podía ver el interior viendo, a su madre acariciándose las tetas mientras se metía un consolador de gran tamaño en el coño eso la excitó mucho y también se masturbó mientras espiaba a su madre, después cuando su madre se quedó dormida vino corriendo a mi habitación pues se había quedado con ganas de más.

A la mañana siguiente aprovechando que su madre había salido a hacer la compra, sabiendo que tardaría un par de horas, estando en la piscina tomando el sol nos contó a Isabel y a mí lo que había visto la noche anterior.

Desde ese momento y muertas de curiosidad se dedicaron a espiarla y a buscar el consolador pues según Elena era grande, todo me lo contaban y empecé a recuperar fantasías olvidadas de mi infancia con mi hermana.

Elena tuvo la idea de que su madre necesitaba un hombre y se propusieron encontrarle uno, decidí mantenerme al margen pues no me parecía correcto que se inmiscuyeran en su vida intima pues aunque no sabía si tenia algún amigo intimo, lo dudaba ya que siempre estábamos en casa y salvo en las ocasiones en que por motivos de trabajo hacia algún viaje no tenia más vida social.

Propuso que cada uno escogiera un candidato y si todos estábamos conformes iniciaríamos un plan para que acabaran juntos, yo como ya os he dicho me negué a participar, pero ellas quedaron de acuerdo y se emplazaron para la semana siguiente haber quien era capaz de elegir el mejor.

Así iniciaron una carrera entre ellas donde trataban a los hombres como ganado puntuandolos de 0 a 10 según su criterio, cuando las escuchaba llegué incluso a sentirme ofendido pues me parecía denigrante los comentarios que hacían de alguno de ellos, eso hizo que se enfriara un poco nuestra historia y con la excusa del trabajo me quedaba en mi apartamento más de una noche, hasta que un día Elena me llamó para decirme que tenia algo que decirme que si iba a ir esa noche a casa pues al día siguiente su madre se marchaba a una feria de turismo durante una semana, cosa que yo ya sabía pues habíamos estado ultimando los detalles esa misma mañana mi hermana y yo, quedando en que los últimos tres días iría yo con las chicas en unas mini vacaciones sorpresa, por supuesto no tenia intención de dejar solas a mis sobrinas en casa mientras su madre estaba fuera pero para hacerla sufrir le dije que no lo sabia pues tenia mucho trabajo.

Así que sobre las 8 de la tarde las llamé y diciéndoles que se prepararan que pasaría a recogerlas a las 9 para salir a cenar los cuatro que teníamos mesa para las 10 de la noche en un restaurante de la costa.

A la hora fijada llegaba a la puerta de casa con el coche y sin darme tiempo a abrir la puerta Isabel salió y echándome los brazos al cuello me dio un beso rápido en los labios, llevaba varios días echando de menos el olor a jazmín que desprendía su pelo cuando se separó vi que llevaba un vestido azul celeste que hacia juego con sus ojos, con un gran escote y la espalda descubierta, entré en la casa cuando Mabel mi hermana bajaba por las escaleras con un vestido negro no tan escotado como el de Isabel pero que le quedaba estupendamente, por fin y después de esperarla durante unos minutos apareció Elena con un vestido blanco que me resultaba familiar aunque con las diferencias físicas entre las hermanas parecía otro pues ella lo llenaba más por el pecho que Isabel y menos por la caderas, les hice el comentario de que estaban muy guapas las tres que iba a ser la envidia de todo los hombres teniendo al lado mio a tres bellezones como ellas, a lo que Mabel me contestó entre risas que eso lo diría por estas refiriéndose a sus hijas pues parecen haber salido de una revista de modas entonces se cogió de uno mis brazos mientras nos dirigimos a la puerta y Isabel más rápida que su hermana se cogió del otro quedando Elena con cara de disgusto se tuvo que conformar con abrirnos la puerta entre bromas como si fuera nuestro mayordomo inclinándose hacia delante lo suficiente para que pudiera verle las tetas hasta el punto que siguiendo la broma su madre le dijo que si seguía así me iba a enseñar todo.

Al llegar al restaurante tanto Elena como Isabel fueron más rápidas que su madre y se cogieron cada una de uno de mis brazos, y Mabel siguiendo la broma anterior de Elena inclinándose hacia delante nos abrió la puerta entonces esta le devolvió la puya diciéndole que no se debía preocupar pues ella no iba a enseñar nada refiriéndose al escote que tenia aunque si lo suficiente para que viera que tenia un sujetador negro de encaje entre bromas entramos y pedimos nuestra reserva, la cena transcurrió entre las puyas de Elena y Mabel en las cuales Isabel no entraba hasta que se dieron cuenta y llamándola mosquita muerta empezaron a meterse con ella era divertido ver como se picaban entre ellas y como alguno de los comensales nos miraba de reojo muerto de envidia por estar rodeado de tan bellas mujeres, entonces Elena fijándose en uno vio como en diversas ocasiones tiraba cosas al suelo para poder admirar las piernas de su madre pues el vestido tenia un corte que llegaba hasta casi el culo y con las bromas había resbalado hacia el interior de sus piernas dejándolas completamente al aire de lo cual no se había dado cuenta Mabel, se lo hizo saber a Isabel y las dos no hacían más que reírse, cuando ya habían pasado una hora desde que llegamos y estábamos en la tertulia las tres decidieron ir al baño, al levantarse se les notaba que el vino de la cena les había echo efecto.

Yo como tenia que conducir bebí mucho menos, al volver del baño Elena intercambio el asiento con su madre y al sentarse metió el vestido de forma descarada entre sus piernas ahora la que se reía era Mabel viendo como el señor que antes la miraba a ella ahora no podía apartar los ojos de las piernas de su hija, yo no entendía en ese momento nada pero Isabel me hizo ver lo que estaba pasando y un poco mosca me giré y mirándolo fijamente con total descaro le obligué a pedir la cuenta y marcharse, al tranquilizarme y mirar a mi hermana esta se reía ahora de mi pues me había comportado como un marido y padre celoso de su harén, las bromas siguieron pero ahora a mi costa diciéndome que le había quitado la oportunidad de ligar, haciendo el ademan de levantarme le dije que si quería iba a buscarlo y le invitaba a nuestra mesa a lo que entre risas y sujetándome de los brazos Elena e Isabel impidiéndome que lo hiciera mientras Mabel me retaba a hacerlo entre risas, se notaba el alcohol que había corrido en la mesa.

Tenia intención de llevarlas a bailar pero viendo como estaban decidí volver a casa pues Mabel debía levantarse muy pronto y había cogido carrera no se como hubiera acabado la noche así que ante las quejas de las tres y teniendo que ayudarlas a llegar al coche inicié el retorno a casa al cabo de unos minutos Mabel sentada detrás estaba dormida y Elena sentada a su lado casi que también, Isabel que parecía más fresca sentada a mi lado delante alargó la mano y poniéndomela en mi paquete me lo acariciaba por encima del pantalón después buscando la cremallera me sacó la polla y disimuladamente me empezó a hacer un paja, era una situación peligrosa pero a la vez muy morbosa de vez en cuando miraba el retrovisor que moví para poder ver a mi hermana ante la posibilidad de que se despertará en cualquier momento y pillará a su hija haciéndome una paja, le costó bastante pero al final consiguió que me corriera y susurrándome al oído me dijo que por fin su postre llevándose a la boca su mano llena de mi corrida, al llegar a casa estaban las tres dormidas así que despertandolas una a una las metí en casa dejándolas en el sofá aprovechando el momento para meterles mano con la excusa de ayudarlas a entrar me centre en mi hermana pues sabía que no me faltaría tiempo para estar con sus hijas, somnolienta Mabel se agarraba a mi cuello mientras yo le acariciaba el culo llegando incluso a levantarle el vestido comprobando que con el tacto que llevaba un culot de encaje muy fino esto me estaba poniendo burro pero debía controlarme así que subí mi mano y por debajo de su brazo la pasé hacia delante cogiendo su teta notando como su corazón latía fuertemente la deje tumbada en el sofá y al apartarme pude admirar sus piernas pues el vestido caía de lado dejándolas al aire enseñando las medias negras que llevaba no pude resistirme y levantando su vestido me puse a mirar su culo cubierto por el culot negro que contrastaba con su piel blanca, entonces se removió un poco le bajé el vestido no fuera a pillarme en esta situación difícil de explicar, me dedique a Elena la traje desde el coche con una mano dentro de su vestido pellizcándole el pezón esperando una respuesta por su parte, no se dio pero al dejarla en el sofá le abrí las piernas y subiéndole el vestido pude admirar el tanguita de hilo que llevaba puesto acaricié su sexo por encima a lo cual si que reaccionó pero muy levemente, entonces le llegó el turno a Isabel para se momento ya estaba completamente salido le ayudé a salir del coche y cogiéndola desde atrás con mi polla totalmente pegada a su culo intenté caminar pero el roce era más fuerte que yo y levantandole el vestido y con mi polla fuera se la puse entre los cachetes de su culo buscando que se despertará al menos lo suficiente la incliné un poco hacía delante y apartando el tanga hacia un lado se la metí de un solo empujón no estaba muy bien lubricado pero enseguida empezó a moverse buscando que mi polla le entrara mejor estuvimos así unos minutos pero no era plan estábamos en la calle justo a la entrada de casa algún vecino podía vernos aunque era muy tarde, así que sacándosela ante el disgusto de ella y mio la ayudé a entrar en casa con la promesa de acabar lo que había empezado.

Ya dentro de casa nos quedamos con las ganas pues Mabel aun medio dormida y bajo los efectos del alcohol se había sentado e intentaba levantarse para ir a su habitación, no tuve más remedio que dejar a Isabel en el sofá y acompañarla mientras decía incongruencias, la ayudé a acostarse aun vestida y bajé tan rápido como pude al salón pero llegué tarde pues Isabel había sucumbido al alcohol y al cansancio quedándose dormida podía haber intentado despertarla pero sabiendo que teníamos cuatro días por delante preferí dejarla y me fui a acostar pues mi hermana saldría muy pronto por la mañana y habíamos quedado en que la llevaría al aeropuerto.

Al amanecer casi no había podido dormir, llamé a Mabel para que se arreglara cosa que me costo bastante, mientras preparaba el desayuno ella se metió en la ducha y envuelta en una toalla se sentó junto a mi en la cocina, la toalla le cubría lo justo desde sus tetas hasta un poco más abajo de su culo al sentarse la toalla se le desplazó un poco dejando ver el triangulo que formaban sus piernas y su vientre, yo intentaba que no se diera cuenta de que la espiaba así que echaba miradas de reojo aprovechando cada segundo que ella se despistaba, cuando terminamos de desayunar ella subió a vestirse y partimos hacía el aeropuerto dejando a las chicas en el salón sin despertarlas.

Al volver de dejar a Mabel paré en una panadería a comprar unos bollos para el desayuno de las chicas, les preparé unos batidos de cacao y las desperté, Isabel reaccionó enseguida pero a Elena la tuve que zarandear un poco respondiendo de mal humor por la resaca, después de tomarse el cacao y los bollos se subieron a ducharse, bajaron con unos bikinis muy pequeños habían decidido quedarse en casa todo el día y me pidieron que hiciera lo mismo pero no podía así que con todo el dolor de mi corazón (es decir de mi polla) las dejé y me fui al trabajo quedando para comer con la promesa de estaría toda la tarde con ellas y que al día siguiente no iría a trabajar me dejaron marchar de mala gana.

Cuando llegué del trabajo el cual había dejado listo para los próximos cuatro días, ellas habían preparado la comida, me fui a mi habitación a cambiarme y cuando estaba en la ducha entraron las dos ya desnudas y empezaron a jugar conmigo Elena se puso delante mio y acariciándome el pecho me enjabonaba mientras Isabel desde atrás hacía lo mismo, mis manos volaban de una a otra acariciándoles las tetas o el culo, buscando su bocas con la mía me estaban volviendo loco pues no sabía a quien atender, cuando vieron que ya estaba totalmente fuera de mí entre risas me dejaron allí con un empalme brutal saliendo del baño corriendo, esto me cabreó un poco y prometiéndome que a la primera que pillará le iba a dar unos azotes antes de follármela por calienta pollas salí en busca de ellas aun con el jabón en el cuerpo, a la primera que encontré o se dejo encontrar fue Elena escondida detrás de un seto que había en piscina, como lo prometido es deuda la atrapé y allí mismo apoyándola en mis piernas clavandole mi polla en su barriga le dí unos azotes en el culo que se puso rojo al instante, cuando la iba a poner en situación de meterle la polla salió corriendo entre risas tapándose el culo en dirección a la piscina metiéndose en ella allí estaba Isabel que no podía parar de reírse viendo como, al perseguirla y por efecto del jabón resbalé con la suerte de caer de un forma cómica en el agua esto produjo más risas entre ellas huyendo de mi como de la peste, cuando me repuse del susto atrapé a Isabel justo cuando intentaba salir de la piscina y obligandola a meterse otra vez en ella pegada a mi cuerpo de espaldas a mi noté como se acomodaba para que mi polla le entrará en su coño, Elena al ver a su hermana ya empalada se puso detrás mio pegando sus tetas a mi espalda acompañando los movimientos que hacíamos al follar, con la calentura de la noche anterior, mi imaginación de toda la mañana, el tratamiento de la ducha y los días que llevábamos sin estar juntos fueron demasiado para mí y me corrí enseguida llenando su coño de leche, aunque mantuve la erección no al mismo nivel pero casi, Isabel continuó moviéndose metiéndose mi polla una y otra vez agarrándose al borde de la piscina para ayudarse a subir y bajar se corrió, Elena hizo que sacará mi polla del coño de su hermana y girándome para que estuviera de frente sujetándose de mi cuello me atrapó con su piernas por la cintura y intentaba meterse mi polla en su coño cosa que no conseguía hasta que yo sujetando mi polla la orienté hacia el mismo con una mano mientras con la otra se lo abría, cuando ya la tenía en la entrada de su coño la sujeté por la cintura y la obligué a bajar hasta metersela toda entera (la verdad es que es muy difícil mantener un ritmo dentro del agua si no tienes donde apoyarte) así que aprovechando que Isabel se había echado a un lado pegué mi espalda a la pared de la piscina sujetando con ella las piernas de Elena lo cual limitaba sus movimientos pero agarrándola del culo la ayudé a subir y bajar sobre mi polla marcandole el ritmo que me gustaba a mí, sus pezones se clavaban como cuchillos en mi pecho de lo duros que los tenia al cabo de unos minutos ella se venció sobre mi hombro y se corrió pero yo que ya me había corrido antes dentro de su hermana aun no, así que sin dejar que se moviera y tal como estábamos intenté salir de la piscina cosa que me costó bastante, a cada escalón que subía ella daba un suspiro pues la obligaba a subir y bajar sobre mi polla, cuando ya estaba ella a la altura del borde de la piscina la senté en el mismo y bajando metí mi cabeza entre sus piernas buscando su coño para comerlo entero a lo que ella respondió abriéndolas permitiéndome alcanzarlo fácilmente, noté como Isabel se acercaba por detrás y cogía mi polla pajeandola suavemente al principio y más fuerte al final cuando la avisé de que me iba a correr me pidió que lo hiciera sobre las tetas de Elena cosa que hice con gusto y saliendose de la piscina corrió a comerle las tetas limpiando mi corrida que había llegado hasta su cara y llegaba a su boca la cual limpiaba sacando la lengua para recoger mi leche, con este tratamiento Elena tuvo un orgasmo muy fuerte quedando tumbada en el borde de la piscina con parte de sus piernas en el agua.

Después de este desahogo que los tres necesitábamos, desnudos nos fuimos a comer a la cocina en la cual ya tenían preparada la mesa, no habían pasado ni 40 minutos desde que había llegado de trabajar, era un buen comienzo de los cuatro días que pasaríamos juntos.

Al acabar la comida nos fuimos a la piscina a tomar el sol tumbandonos sobre el césped en una gran toalla en la que cabíamos los tres, por supuesto a mi me dejaron en medio quedando Elena a mi izquierda y Isabel a mi derecha, después de un rato viendo que el sol apretaba y sabiendo que con nuestra piel tan blanca nos quemaríamos enseguida les dije que me pusieran crema protectora en la espalda ellas ni cortas ni perezosas se pusieron a ello embadurnándome desde el cuello a los pies cosa que Elena aprovechó para acariciarme los “guevos” desde el culo a lo que le pedí estuviera tranquila pues teníamos cuatro días para nosotros, en ese momento fue cuando les comenté que no iría a trabajar hasta el próximo jueves entonces se pusieron a saltar de alegría haciendo que sus tetas botaran, luego hice que Isabel se tumbará y entre su hermana y yo le extendimos la crema por toda su espalda entreteniéndonos en su culo acariciándolo a cuatro manos haciendo guerra de manos haber quien alcanzaba su sexo desde atrás, cosa que a ella le estaba poniendo algo más que cachonda pues se removía con cada caricia que le llegaba al coño cuando terminamos con ella le tocó el turno a Elena que en vez de ponerse boca abajo se puso mirando al cielo con las piernas entre abiertas, poniéndonos uno a cada lado de ella empezamos a extender la crema por su cuerpo al principio esquivábamos sus pechos y sexo para hacerla sufrir pero en cuanto ella agarró mi polla y metió la mano en el coño de Isabel, comenzamos yo a repartir la crema en sus tetas acariciando con la punta de mis dedos sus pezones y su hermana devolviendole las caricias que esta le daba en su coño, enseguida empezó a reaccionar apretando mi polla y arqueando su espalda, al cabo de unos minutos y viendo que casi estaba apuntó como si nos hubiéramos puesto de acuerdo Isabel y yo dejamos de acariciarla a lo que ella respondió apretando con fuerza mi polla y tirando de los labios del coño de su hermana reclamando que acabáramos lo empezado nos costo un poco pero resistimos y entre risas la dejamos a medias la obligamos a ponerse boca a bajo y le estuvimos poniendo crema en la espalda y sobre todo en el culo yo me situé entre sus piernas abriendoselas mientras Isabel se ponía con las piernas abiertas cerca de su cara entonces la hicimos incorporarse un poco hasta quedar a cuatro patas y mientras su hermana le daba besos en los labios y metía la lengua en la boca yo le metía mi polla entera hasta el fondo de su coño mientras le acariciaba el culo más concretamente su agujero pasando los fluidos que recogía de su coño a su culo para lubricarlo y hacer más fácil el meter mis dedos dentro ya tenia dos dedos que fácilmente entraban en él cuando noté como una lengua golpeaba mis “guevos” Isabel se había metido debajo de su hermana y le estaba comiendo el coño mientras yo me la follaba entonces le saqué la polla del coño a Elena a lo que ella respondió con un gruñido de desaprobación que le duro poco pues la lengua de su hermana ocupó mi lugar, por unos segundos me quedé contemplando la escena de un 69 perfecto entre ellas, después puse la cabeza de mi polla en la entrada de su culo y empujando viendo como se achataba en un principio y tras un movimiento de Elena para acomodarla mejor se metía toda la cabeza fácilmente dentro cosa que aproveché para despacio ir llenandole el culo hasta que mis testículos chocaban con su coño cosa que Isabel aprovechaba para darles mordisquitos muy suaves pero increíblemente excitantes a estas alturas mi control cada vez era más difícil aunque quería hacer que la follada del culo a Elena durará más el tratamiento que su hermana me estaba dando lo hacia imposible y con un fuerte empujón metiendole la polla hasta el fondo del culo se lo llené de leche quedándome echado encima de ella con la polla haciendo de tapón evitando que se saliera mientras Isabel seguía comiéndole el coño hasta que ella se dejó caer encima de su hermana en un orgasmo brutal haciendo que mi polla casi ya totalmente flácida se escapara con un sonoro plof de su culo liberando toda la leche retenida que resbalaba por su coño hasta la boca de Isabel que sin hacerle asco recogía con ganas sacando la lengua y paseandola por todos sitios hasta alcanzar el culo de Elena arrancando gritos de placer de esta, yo me había dejado resbalar hacia un lado pues estaba casi sin fuerzas de momento y admiraba la falta de escrúpulos que demostraba Isabel pues junto a mi leche salían restos de heces de Elena.

Estábamos los tres sudorosos así que sin pensarlo nos tiramos a la piscina agradeciendo la frescura del agua y planeando lo que íbamos a hacer los próximos días.