Familia caliente (2)

Me tiro a su madre, a mi novia y a su sobrinita...

Esta es la segunda parte del relato "Familia Caliente".....aca me tiro a todas las chicas...es delicioso....ya saben cual es mi correo.... principe_lu2003@yahoo.com ...chauuuuuuuuuuuuu

Al llegar a casa de Alexia, fui recibió por una señora.

  • Sí?... Tu debes ser Juan Pablo no?

  • Sí.

-Pasa. Yo soy la tía de Alexia. Matilde.

  • Mucho gusto.

-Desde que llegue, estas dos mujeres me hablando de vos...

  • Espero que bien.

  • Esta tranquilo que fue así.

  • Hola Juan Pablo. Siéntate que ya viene Alexia.

Esa tarde conocí a la tía de Alexia. Ella como después me entere hacia un mes que se acababa de separar, y había venido a Buenos Aires, con su hija con intenciones de pasar las vacaciones de verano en casa de Josefa.

Tania, era el nombre de la hija de Matilde, chica de trece años, inocente como ahí pocas, quizás por la crianza de provincia en un pueblo alejado de la ciudad.

Mi vida transcurría en la escuela y en la casa de Alexia, en mi casa eran contadas veces las que estaba, lo que no extrañaba a mis padres, por que conocieron a la familia de mi novia y les dieron su aprobación, mientras que mi noviazgo no interfiriera en mis estudios todo esta bien.

Una de las tantas noche que me quedaba a dormir, en la sobremesa que muchas veces se prolongaba hasta el fin de una película. La hermana de Josefa se viene a despedir y su hija también.

-Bueno hasta mañana. Mañana parto mas temprano que tú, quiero llegar primera y salir primera de todos lados. Me acompañas Alexia?

  • No me mires a mí, por no hay ningún problema, así aprovecho a estudiar.

  • Bueno, tía pero me despiertas tú, por que yo soy una roca.

  • Bueno, Matilde otro día viajamos juntas. Mañana ya tienes compañía.

  • Hasta mañana, sino quien me despierta.

Se despidieron a las dos con un beso.

Es mi hermana pero que horrible gusto para la ropa interior, el camisón que le compro a Tania, la hace parece una vieja.

  • Hay mamá... voy a buscar mas café.

  • Si es verdad no? Juan Pablo.

  • Si la verdad le queda horrible, pero es una nena todavía.

  • Y ahora que no esta Alexia te digo, viste el cuerpito que tiene la niña, parece que allá se alimentan bien no?.

  • Y viene de familia le dije mirándola.

  • Hay Gracias.

  • Bueno quien quiere mas café tú Juan Pablo?.

  • Sí.

En ese momento no le di importancia al comentario, pero me sentí bien por haberme animado a decirle un piropo tan abiertamente cara a cara.

La mañana siguiente, al despertar ya se habían ido Alexia y su tía.

Para mi sorpresa fui despertado por Tania, que llevaba puesto solamente un calzoncito pequeño color piel y una remerita que no le llegaba a cubrírsela, pero si le pronunciaba tus dos tetitas, por lo visto a madre la quería hacer mas nena de lo que era, por nunca llevaba corpiños.

-Despiértate, Juan Pablo, la tía ya viene con el té.

-Te gusta esta remera?

  • Sí. Atine a decir, no pudiéndole sacar los ojos de su calzoncito, que me permitía dejar adivinar su pubis todavía sin pelitos, totalmente virgen.

  • Fue idea de la tía. No le gustaba mi camisón y me dijo que mañana me va a comprar otro mas lindo.

  • Aquí vienen las tostadas y el té.

Mi sorpresa fue mayor, Josefa llevaba un camisolín transparente, que era igual que nada y un conjunto rosa viejo, estaba deslumbrante, como los rayos de sol que se filtraban por la ventana. Ambas sentadas a los costados de mi cama coronaban esa maravillosa mañana.

  • Sabia que te iba a gustar, este desayuno. No le quedaba feo el camisón, párate Tania y date vuelta muéstrale al tío tu figura.

Tania se paró pero se quedo quieta.

  • Tania es media tímida, pero como yo le dije, estamos en familia. No, Juan Pablo?

Sí por supuesto.

  • Como ya te dije Tania si pensas que a tu mamá no le va a gustar el camisón que mañana te voy a regalar, no te preocupes va ser nuestro secreto, entre tía y sobrina que te parece.

  • Sí tía.

  • Bueno muéstrale al tío que esta esperando.

En el preciso instante, Tania comenzó lentamente a darse vuelta. Josefa deslizó una mano debajo de las sabanas y comenzó a pajearme lentamente. Su cara reflejaba una calentura infernal tratándola de disimular por la nena.

Cuando quedo de espalda.

  • Ves que el camisón no la favorecía, no ves que linda colita que tiene mi sobrina. ( Al decir estas palabras aceleraba el vaivén de su mano).

Levantándose un poco la remerita, Tania me brindo una buena visión de su colita, la cual seguía elogiando su amada tía.

Su diminuto calzoncito se metía en los cachetitos. A lo que mi suegra acotó.

  • Mi amor, sácate el calzoncito de la colita.

Ver como lo hacia casi me hace acabar, por que la paja continuaba, oculta por las sabanas. A Josefa le encantaba pajearme y lo hacia con una mezcla de lujuria y ternura conmovedora. La inocencia angelical de Tania, calentaba mucho mas mi semen, a punto de desbordar. Pude ver que Josefa se había llevado su otra mano a la entrepierna y hacia presión en ella.

-Me saco la remera, tía?

  • Bueno dale linda total estamos en familia?

  • Mira tío ya me están saliendo las tetitas te gustan?

  • Veni Siéntate Tania para que el tío pueda verlas mejor. Tania me los mostró anoche y le dije que cuando sea grande las va a tener hermosas.

  • Déjaselas tocar al tío, como yo te dejo tocar las mías.

Al palpar sus dos pechitos fue un lujo que le voy deber a mi suegra toda la vida.

  • Ayer Tania durmió conmigo y la picara me pidió que le diera de mamar como cuando era chica, pero yo ya no tengo leche. Pero me las chupo igual.

  • Tía! Me da vergüenza.

  • Con el tío no tienes que tener vergüenza Tania.

A tu tío le puedes decir como a mí que es lo que te gusta, por que yo lo quiero mucho sabes?

-Yo también te quiero tío.

  • Lo sé mi amor.

-Sabías que Tania, siempre cuando viene, ella sabe que le puede pedir a la tía todo lo que a la madre jamas le pediría. No es así Tania.

-Sí tía... puedo?

-No sé, pídele permiso al tío.

  • Tío?

  • Sí mi amor (su inocencia era increíblemente excitante.)

  • Puedo tomar la teta de tía.

  • Si mi vida al tío le gustaría ver como yo te doy de tomar la teta.

Josefa corrió la bandeja con el desayuno. Ven Tania ubícate en medio de los dos. Ella entra en la cama, sin darse cuanta que mi verga esta de lo mas levantada.

Josefa me la había dejado latente faltando la estocada final que pronto llegaría, mi corazón estaba en un salto no podía creer lo que estaba viviendo.

Mi suegra corrió el bretel de su camisolín y corpiño a la vez dejando verme por primera vez sus pechos y tomándolos como lo hacen las madres con sus dedos y ofreciendo sus hermosos pezones, a los cuales Tania se prendió como una beba, acomodándose en la cama, dejándome su virgen culito cerca de mi verga latente.

Solo unos instantes y Tania estaba en un éxtasis tal, que me sorprendió.

Y el cual conocía bien Josefa por que espero ese momento, para después hacer cualquier movimiento. Josefa la arropo contra ella y mirándome corrió las sabanas.

Yo la miraba a Tania que con los ojos cerrados, si no fuera por el imperceptible movimiento de sus labios se diría que estaba dormida.

En tanto Josefa fue bajándole su pequeño calzoncito y tomándome en sus manos nuevamente, paso la punta de mi verga por la rajita de su sobrina, pajeándome a mí y pasando ella misma sus dedos entre los cachetes de Tania, ella aceptándola con un gemido y acomodándose aun más cerca de su tía y levantando su colita para facilitar el trabajo de su tía. Por mi parte ya no pude mas, Josefa lo comprendió con una sonrisa y apresurando sus masajes me hizo acabar en la rajita de Tania, en tanto ella como si nada, solo tenia sentidos para los pechos de su tía.

Josefa al ver que me iba a retirar, me dijo por lo bajo.

  • A Tania le falta un poco. Quédate, deja que se te vaya bajando de a poco entre la leche y su colita. Te va gustar mucho ya veras?

Que más me iba a ofrecer esa mujer, me acerque a sus labios y la bese con una ternura, que despertó en ella un sentimiento que se podía palpar en aire.

Josefa paso nuevamente sus dedos por la rajita de su sobrina y mojándolos en leche se los llevo a la boca.

-Un pañuelo por favor Juan Pablo.

Con él empece a limpiar las sabanas y parte de la colita de Tania.

-Tania... Tania...

-Sí tía que te parece si dejas un poco para mas tarde eh!

  • Pero tía!

-Hoy le digo a tu mamá que te deje dormir otra vez conmigo.

-Bueno.

-Tania seria Bueno si laváramos, mientras el tío, calienta el té nuevamente. Te parece?

-Sí tía.

-Anda al baño que ahora voy yo y te ayudo mi amor.

-Ya venimos tío.

-Anda mi amor.

Josefa tomó el pañuelo para lavarlo.

-Es una pena en pañuelo, en un calzoncito es diferente. No te parece?

-Y si es tuya mucho mejor.

-Primero no descuides a mi hija, y si no dices nada vamos a tener más cosas como las de recién. Por que parece que te gusto no?

  • Mucho y a ti?

  • Que te pareció. ( Remarcando lo dicho con una sonrisa.)

  • Tía vas a venir ayudarme?

  • Voy Tania.

Momentos mas tarde ya saliendo del baño.

-Ahora ponte la remerita, que se enfrían las tostadas.

-Me untas una con dulce Tania.

  • Sí tiiito.

Desde ese momento los tres de alguna manera implícita fuimos cómplices. De lo que más adelante vendría.

Al otro día Josefa me contó toda una verdadera historia.

  • Te gustaron los secretos que tienen algunas mujeres?

  • Estoy fascinado.

  • Tania siempre tuvo atracción por mí, como vos con mis calzones, solo que ella comenzó a los nueve años. Cuando jugaba siempre trataba de meterse en mis faldas y en vez de retarla como la madre. Un día le dije, si le gustaba ver debajo de mi pollera, a lo cual con miedo respondió que sí.

  • Yo te dejo si tú quieres pero no tiene que saberlo nadie sabes?

-Mamá siempre me reta si la miro a ella.

Viste, si tú mantienes el secreto yo te voy a mostrar todo lo que quieras ver y saber mi

amor. Como te podrás imaginar yo ya estaba toda mojada. Te lo cuento y ya me mojo de nuevo al contártelo.

-Yo te puedo ayudar, si tú quieres mientras cuentas?

-Eres super asqueroso y me encanta. Ven que nos hacemos una pajita mutuamente mi amor.

Para que vayas sabiendo me fascina tu leche, me encanto que te pajearas con mis calzoncitos, pero cuando vuelva mi hija no me la vas a desatender, me entiendes quiero una hija bien cojida y feliz, por mi parte de mí vas a tener todo y cuando yo digo todo es todo. Desde ya que siempre te voy a dejar una calzoncito usada en el baño para que no me extrañes.

Sabes siempre me gusto ser manoseada en los lugares más extraños me vuelve loca así que desde ya tienes permitido meter tus manos debajo de mi pollera cuando quieras, así podrás sacarte las ganas cuando lo desees, para eso va estar mi cola siempre dispuesta, por que como te has dado cuenta soy muy pero muy pajera. Y hasta decirlo me calienta.

Te cuento que no es la primera ves que yo me subo a un tren sin luz, como la ves que volvíamos del cine, es mas yo siempre busco subirme donde no hay luz y me fascina ser manoseada por todos lados, te cuento que una vez baje del tren bañada en leche, con tres guascazos sobre mi calzoncito, tan mojada estaba que la leche me comenzó a caer por mis piernas, por suerte llegue a casa antes del papelón, también tenia que cuidarme de mi esposo, en ese entonces estaba casada todavía, aunque varias veces tuve dos leches diferentes sobre mis calzones y el nunca se dio cuenta. Bueno pero esa es otra historia que en otra oportunidad te voy a contar.

Te sigo relatando lo de mi sobrinita Tania, yo llevaba una pollera amplia acampanada, imagínate que para ella todo un juego clandestino de descubrimiento, a mí de excitación.

  • Esta bien Tania pero no le vayas a contar a tu mamá, porque no te dejo mas ver mas debajo de mis faldas. ?

  • No tía.

  • Bueno esta bien, vamos a mi dormitorio. Pero solo un ratito, apúrate antes de que venga tu mamá.

-Ven, métete debajo de mi pollera.

Y levantándola la cubrí dejándola de debajo de ella. Yo ya tenia toda la calzoncito mojada de la emoción.

No te imaginas lo puta que me sentía, teniendo a mi sobrinita manoseándome debajo de la polera.

Tania te gusta estar mirándome la calzoncito, a tu tía.

Si me gusta tía.

Que color de calzoncito tengo.

Blanca.

Tania si tú queres puedes tocármela, acariciarme toda debajo de la pollera y darme besitos sobre el calzoncito acá donde esta mojadita mi amor.

Ya sentía su cuerpito entre mis piernas, pero cuando empezó a acariciarme las piernas, fue hermoso y nunca me cálente mas que cuando sus manitas llegaron a mis bragas, abrí mis piernas para que sus manos jugaran libremente en mi intimidad, torpes por su inexperiencia, cuando paso sus deditos por la zona de mi conchita estalle.

-Así Tania pásame las manitas por ahí, así de nuevo mi amor.

-Tienes pis tía?

  • No mi amor nosotras las mujeres nos gusta tocarnos allí mi amor y nos mojamos el calzoncito, pero tócame un poquito mas ahí, así despacito... tócale el tajito a la tía. Así.

La apreté contra mí estomago y acabe.

-Te gusto Tania.

-Sí pero no sabia que te mojabas.

  • La tía después te va hacer cosquillas y vas a ver como tú también te vas a mojar y te va a gustar mucho. Pero ahora muéstrame tu calzoncito.

  • Mírame tía.

Bajándose el pantaloncito que llevaba puesto, me la mostró.

-Sí quieres que me la saco tía?

En eso siento la puerta de calle era Matilde que regresaba.

-Súbete el pantaloncito Tania, viene tu mamá, después te hago cosquillas, pero ojo es un secreto.

-Sí tía. ( Me abrazo y me dio un beso)

Ese día fuimos al cine todos. En mitad de la función Tania pide ir al baño, la madre la reta por que no se acordó antes.

  • Yo la llevo, la tía te lleva Tania.

Ya en el baño Tania me llama.

-Tía no hay papel...

Entre en el baño, ella tenia la pollerita levantada y su calzoncito en los tobillos. Busque en mi cartera y con un panuelito le seque su conchita y ella con sus piernitas abiertas me miraba como la secaba como si fuera un juego entre ella y la tía.

Antes de salir me dice.

  • Tú tía no haces pis

  • No mi amor. Pero al ver su carita me di cuenta de lo que quería.

  • Tú quieres verme hacer pis..

-Sí. Respondió con una vergüenza inevitable.

-No ahora no, mi amor. Pero te voy a mostrar el calzoncito que me puse para venir al cine, es transparente y tiene puntillas. Te gusta Tania.

-Sí tía.

-Bueno si te gusta, tócamela toda, tú sabes que la tía te deja. (Dicho esto me di vuelta dejando mi cola al alcance de su manito, la cual comenzó a acariciarme los cachetes)

-Que linda tela y que suave.

-Pon los deditos, por la conchita, (llevándole la mano a mí entre pierna). Así mi amor, tócamela, así.

-Querrás ver mi tajito, míramelo. Corriendo la prenda con dos dedos, quedo mi concha frente a sus ojos que no lo podían creer.

-Cuántos pelitos tienes, tía?

-Cuándo tú seas grande los vas a tener también mi amor, pero ahora corremos un poco los

pelitos, ves. Te gusta verle la conchita a la tía.

-Sí tía.

-A mí también me gusta hacerte cosquillas en tu tajito mi amor. (Pasándole un dedo entre sus labios todavía vírgenes.)

-Mete un dedillo en mi agujerito. Así, mételo y sácalo. Así Tania calienta a la tía.

  • Bueno será mejor qué volvamos a la sala ahora no tenemos mucho tiempo ni estamos en casa, otra vez te muestro mi tajito y nos vamos hacer cosas lindas las dos juntas.

-Bueno, pero no te olvides.

  • Te prometo que no me olvidaré.

-Vamos a jugar a algo, no te pongas el calzoncito, y vamos a ver la película, cuando te sientes, dices que no puedes ver y yo te subo en mis piernas, y vas a ver te va a gustar. Te voy hacer caricias en la conchita, mientras mamá no te ve, la tía te promete que te va a gustar mucho.

-Como te imaginas en la oscuridad le metí la mano debajo de la pollera y ya sin calzoncito, tenia facilidad de movimiento para manosearle el tajito y como mi sobrinita a pasar de su edad, la estoy haciendo muy calentona, rápidamente me mojo mis dedos de flujo. Mis dedos completamente lubricados llegaron a recorre hasta la entrada pequeña de su culito, ahí en la oscuridad del cine Tania recibió su primera pajita hacha por su querida tía.

La mañana siguiente estando yo en el baño me golpean la puerta.

Soy yo tía, puedo entrar.

  • Pasa mi amor

  • Si tu mamá te ve sin camisón se va a enojar?

  • Mamá salió. A vos té molesta que ande en calzoncito

  • No mi vida, a mí me gusta verte así desnudita. Y como yo sé que a vos te gusta verle el calzoncito a tu tía me voy a sacar la pollera.

Quiero hacer pis.

-Yo te ayudo, te saco el calzoncito y la tía te va hacer unos masajes en el tajito para que hagas mejor. Así mi amor...

-Saca la mano por que te voy a mojar tía.

-No mi amor, méame toda la mano, tu tía quiere sentir el pis calentito de su sobrina querida. - Méame Tania. Así méala toda a la tía. Mientras me meaba la mano mis dedos recorrían su conchita y le llegue a meter la puntilla del índice en su agujerito. Ella no pudo mas y se recostó en el inodoro con sus piernitas bien abiertas, parecía estar acabando.

  • Ahora hace pis tú tía.

  • Bueno, mírame la conchita que tu tía sabe que te gusta. Con tus deditos aparta los pelitos y vas a verme el tajito. Así... mete un dedo en el agujerito, despacito y vuelve a meter despacito así... así me gusta Tania. Te voy a mear mi amor.

  • Si tírame el pis tía.

-Tú mueve la manito Tania, que yo te la meo.

Acabé mientras la meaba toda, la empape tanto que temí que se asustara, pero ella resolvió mis dudas.

-Te gusto tía, a mí me gustó, y que calentito que es el pis.

-A la tía le gusto mucho, lo hiciste muy bien.

-Después vamos a hacerlo otra vez, cuando no esté mamá, tía.

-Sí mi amor otra vez te voy a enseñar como podemos hacemos pis las dos juntas, pero ahora vamos a lavarnos antes vamos a bañarnos antes de que llegue tu mamá.

-Te quiero mucho tía. Y me gusta las cosas que me enseñas.

Josefa voy acabar. No doy mas...

Desde hoy llámame mamá, por que desde hoy quiero pasar a ser tu segunda mamá, una mamita un poco degenerada, pero sé que a ti te gusta mucho.

-Esta vez acábame en la boca. Demuéstrame que tanto te calienta tu nueva mamita.

Acelerando el movimiento de su mano llevo a su punto limite la estupenda paja, llevando mi verga a su boca y abriéndola me dijo:

-Mira a la mamá de tu noviecita té esta pajeando y mira como me manoseo debajo de mi pollera, Dale tírale la lechecilla calentona a tu mamá.

Mamita te la mama toda mi marchito.

El primer chorro fue a sus lentes y los siguiente los mamo con la destreza de su boca, hasta dejarla limpia.

Sigue mira cómo me la chupo toda... mira como acabo también, me corro por tu leche. Y así termino o terminamos, poco antes que golpearan la puerta Matilde y su hija.

Nuestra vida continuó igual, Tania me fue tomando cariño y fue bien visto por la madre.

Mi relación con Alexia era muy buena. A Tania no la vi mas vestir así como aquella mañana, y de esto hacia ya una semana.

Estando en mi casa y disponiéndome a salir para el colegio, llama la madre de Alexia lo cual me extraño.

  • Hola Juan Pablo.

-Sí, Josefa como esta?

-Bien escucha atentamente lo que te voy a decir. Mi hermana tiene que regresar a San Juan, y ella es dando vueltas, tratando hace unos días de convencer a Alexia, para que la acompañe a la provincia para no sentirse sola, para que conozca San Juan.

Como verás Alexia no acepta del todo por no dejarte a vos, yo por mi lado convencí a Matilde que dejara a Tania conmigo esos cinco días, pues yo pediría permiso en mi trabajo para estar en casa, que igualmente un descanso ya lo venia planeando y no me vendría nada mal, y que mejor si lo paso con mi sobrina y con vos. Por que de noche me voy a sentir sola no te parece?. Escúchame ahora deseo que tú cuando vengas esta noche, le digas a Alexia que tus padres te necesitan, unos días para algo, eso lo dejo en tus manos, De esa manera Alexia se decidirá inmediatamente, ya que en realidad le gustaba la idea, Entendiste todo Juan Pablo.

-Si no se preocupe.

  • No me falles que yo no te voy a fallar, chau.

Esa noche le conté, a Alexia que tenia que ir a Mar del plata con mis viejos a ayudar a poner en condiciones la casa, que allí teníamos, pues en Febrero ellos la iban a utilizar.

Alexia se animo entonces a contarme, todo lo que yo ya sabia.

Dos días después ya la estaba despidiendo en la terminal, tras una intensa despedida al mejor estilo de Alexia, como ella siempre decía.

La despedida en si fue normal, solo unas lagrimillas de Tania, que su tía enseguida supo apaciguar.

Como es de imaginar Josefa me pidió delante de Tania que me quedara esa noche con ellas, para no estar solas. Invitación que inmediatamente acepte, pues en realidad yo no iba a viajar a ningún lado y los tres íbamos a estar cinco días juntos, como lo había planeado la madre me mi querida noviecita.

Ese día al regresar en la escuela, me dirigí a casa de Josefa. Estaban terminando de comer, pero el cambio era evidente e infartante. Josefa le había comprado el camisolín y un conjunto que Tania en su inocencia ni bien me vio, corrió a mostrármelo.

  • Te gusta tío?

Era un camisolín transparente que le llegaba dos dedos debajo de la colita, así que de cualquier forma que se sentara se le vería toda pero toda la calzoncito era realmente una preciosura.

-Muéstrale el conjunto mi amor, creo que al tío le va a gustar.

Mi corazón latía a mil revoluciones. Ella se levantaba en pequeño camisolín quedando ante mis ojos sosteniendo, mostrándome el calzoncito que Josefa le regalo, era rosa, con un triángulo en la zona del pubis el cual era totalmente transparente y dejaba ver su tajito sin pelitos.

Josefa se levanto y pasando enfrente de mí aprovecha para manosearme mi verga que estaba paradita al ver semejante espectáculo. Mientras me decía:

-Viste mi amor a Tania no le salieron los pelitos, te gusta.

  • Tú, Tania, mientras le muestras este conjuntito, yo me voy a pegar un buen baño, así que conmigo no cuenten para el desfile de modas chau...

-Ah. Sí, después vamos a dormir, sabes Tania, así que jueguen ahora todo lo que quieran después ya sabes a dormir.

  • Sí tía.

Dicho eso Josefa nos dejó solos.

  • Mírame tío.

Me quede hipnotizado, por el calor reinante había ido en mi pantalón, y se me empezó a formar el bulto.

-Viste se me ve el tajito sin bajarme el calzoncito. Te gusta? A mi sí, y más por que me la regalo la tía. Mírame.

Tania abrió las pierna separándolas con las manos.

  • Todavía no tienes pelitos.

  • No estoy esperando que me crezcan, la tía dice que pronto me van a salir y voy a tener como ella.

-La tía te mostró los pelitos de ella.

-Si son rubios, se mojan por sus juguitos. Quieres fijarte si me creció alguno tío.

-Bueno. Ven, párate, te voy a mirar.

La hice parar, me puse de rodillas y le baje un poco el calzoncito, y con las dos manos hacia que estaba inspeccionando la zona, pero en realidad ya la había comenzado a manosear, incluso la di vuelta pasando mis dedos por sus nalguitas y rayita.

-Haber agáchate un poquito Tania.

  • Así tío. (Y sin que yo lo dijera separo un poco las piernitas.). Que también crecen en la cola?

  • A veces también...

  • Así vas a ver mejor tío. ( Con sus dos pequeñas manos separo sus cachetes para que su tío, pudiera verla mejor.)

En esa posición llegue a pasarle toda la mano, tocándole la conchita con los dedos, fregándoselos siguiendo el movimiento hacia atrás, terminando por toda su rayita, la ocasión me llevo también a hacer presión en sus dos agujeritos que podía ver a la perfección. Mi corazón estaba en un salto y le subí la calzoncito.

-No todavía no tienes linda. Pero que bien, que té queda el calzoncito que te regalo la tía. Suerte que tu mamá no esta sino, no sé si te la dejase usar. ?

Tania se sentó bien y se puso seria.

-Tío la tía me dijo que yo podía jugar con vos como jugué siempre con ella sin que lo supiera mi mamá.

  • Si mi amor podes jugar conmigo.

  • Sabes a mi mamá no le gusta nada. Y yo con la tía he aprendido muchas cosas lindas.

-Desde cuando juegas con la tía.

-Cuándo ella va a casa, duerme en mi cama. Y un día me enseño todos los juegos que se, pero me dijo que a mamá no le gustaban, y desde siempre ese fue nuestro gran secreto y yo estoy contenta por que la quiero mucho sabes?

-Sí tú me cuentas, yo también te voy a enseñar juegos que tenemos yo y la tía y te van a gustar y quizás juguemos los tres...

-Si la tía me dijo que ella también jugaba con vos, pero no le vas a contar a mi mamá verdad?

-No mi amor. A ver (y con mis manos le separe sus piernitas) mostrame de nuevo tu calzoncito nueva.

-Sí.

Y repitiendo los movimientos anteriores, tenia las piernitas nuevamente abiertas.

-Mira con las calzoncitos que me compra mi mamá, no me pasa esto y es que se me mete un poquito de tela en la rayita.

Haber, y pasándole un dedillo entre los pequeños labios, note que tenia un poquito de flujo.

  • Y por eso me gustan las calzoncitos de la tía, no ves enseguida me empieza a rozar la rayita y me empieza a salir juguitos del agujerito y me gusta, y sabes que si me paso el dedito así me mojo toda el calzoncito como cuando jugamos con la tía a las cosquillas.

  • Siempre juegan a las cosquillas.

  • Bueno cada, vez que podía la tía yo siempre le pedía, pero ella solo jugaba bien cuando estabamos solas.

-Si es verdad mira me mojaste los dedos con tus juguitos, son ricos?

La tía dice que si, mete me un dedito y después te lo chupas como hace la tía. Mientras ella se corría con la mano las braguitas hacia un costado yo metía un dedito, al sacarlo no sin antes moverlo un poco, que a Tania le gusto, pero al mirar tenia sus ojos puestos en mi verga que ya sobresalía del pantalón pues yo ya me había bajado como al descuido el cierre.

-Nunca habías vista una, Tania?

  • La de mi primo pero él es muy chico, la tía un día me mostró unas fotos, pero en ese entonces me dijo que ya me iban a gustar.

-míra Tania, dame la manito, ahora ves tócala así tócamela bien.

-Así tío... que caliente esta.

-Ves es tan calentita como tu conchita. Te gusta como te toco la rayita mi amor.

-Si tío... pero yo no sé tocarte, enséñame quieres, tío?

-Tania cerra tu manito y agárrala así bien y ahora despacio subí y baja, y así la vas a poner cada ves mas caliente y grande.

-Así esta bien tío?

  • Si linda seguí...

-A mí cuando más me gusta es cuando me empiezo a mojar toda y parece que me hiciera pis pero no es pis. Y tú?

  • Ahora vas a ver. Ves ese agujerito por allí sale un liquido y parece leche, no te asustes, tú seguí bajando y subiendo, mientras salga la leche.

  • Y es rica tío.

No termino de decirlo que le tire cuatro lechazos uno en su manito y los otros sobre sus piernitas.

  • Te gusto tío?

-Sí mi amor... lo hiciste muy bien.

-Qué bien... puedo probarla puedo.

Si toma le lleve un dedo en leche a la boca y sacando la lenguita lo chupo.

-Ahora tú dame a mi tu juguitos. Y Como en un juego se metió dos deditos en su conchita y me los llevo a la boca.

-Eh! Chicos todavía están aquí.

  • Si tía estabamos jugando con el tío.

Creo que los dos tuvieron mucho por hoy.

-Vamos a dormir Tania, dale un beso al tío.

-Hasta mañana tío.

-Chau. Linda.

En la mañana, me despierta Tania.

-Tengo frío puedo acostarme con vos.

-Sí pero la tía.

-Me dijo que me pase a tu cama, que ella iba de compras y al banco, al medio día esta de vueltas.

-Sí tienes frío por que no usas tu camisón?

No me gusta siempre que me quedo con la tía, puedo andar por toda la casa como quiera, la tía me deja, hasta estar desnuda.

Ella se metió en la cama y quedamos bien juntos.

Tío jugamos a las cosquillas.

-Ahora?

-Sí dale...

-Bueno, sácate el calzoncito.

-Como se ve que estas dormido, tengo puesta la otra que me regalo la tía, mira se puede abrir toda por abajo. La tía me dijo que es especial para cuando jugamos cosquillas así no me la tengo que sacar. No esta buena.

-Tú tía Josefa si que sabe de todo. ( Mientras pensaba en lo puta qué era Josefa.)

Entonces me la acomode a Tania, poniéndola de espaldas a mí y abriendo su calzoncito le puse mi verga entre las nalguitas y trayéndola contra mí me pegue a su cola, ella paro un poquito su colita.

-Así te gusta tío?

-Sí mi amor, así ahora puedo hacer cosquillas.

Pasando mi mano por encima del calzoncito y metiendo los dedos por el agujero que dejaba la prenda llegue a su conchita sin pelitos la cual ya tenia un poco mojada.

-Ayer le conté a la tía de tu leche.

-Y que dijo. Que a ella le gustaba tomar tu leche

-La tía me contó que ella te dejaba sus calzones para que te limpies cuando te sacabas la leche solo, por que le gustaba sentir tu olor. Ella dice que le encanta el olor a macho.

Te gustaría que te deje tu calzoncito, manchada de leche para que sé la mostres después a la tía.

Si tío, enséñame como te sacas la leche la tía

-Está bien Tania pero por que no me contas que más te gusta hacer con la tía.

-Y después yo puedo limpiarte, me vas a dejar tío.

-Sí pero tú contame.

Yo mientras ella hablaba, pasaba mi dedo alternativamente por sus dos pequeños agujeritos y frotaba tiernamente mi verga entre sus cachetes.

-Las cosas Que la tía me enseño todas me gustan, me gusta el día sucio.

Me gusta mucho, mi mamá ni siquiera me deja jugar en el suelo, por que mancho la ropa.

Y como se juega.

-No puedo decirte, la tía me dijo que mañana vamos a jugar y hoy te va explicar ella. Pero es lindo y divertido.

-La tía me dijo que le gusta tu leche y te dijera qué me enseñes a mamártela, como hago con sus tetas.

-Desde cuando le chupas las tetitas a la tía.

-Desde los ocho años. Pero tía me dijo una vez que ella desde que yo era chiquita. Ella sin que mi mamá se diera cuenta me daba la teta y también cuando me cambiaba besitos en la conchita, dice que desde chica me gustaban, por cuando me los daba yo me quedaba quieta y abría las piernitas.

-Tania lo que haces con la tía, no lo sabe nadie?

-Mi mejor amiga.

Con ella también juegas, allá en San Juan.

-Sí.

-Y como empezó todo con tu amiga.

-Una vez con ella jugando a los novios, nos besamos y nos gusto mucho. La mamá nos

Vigilaba mucho, pero cuando estaba el padre, Él nos dejaba encerrarnos juntas en su pieza y allí nos tocábamos y contábamos cosas que nos calentaban mucho.

Tania date vuelta, mientras tú me cuentas, con una manito me acaricias acá. Así mi amor, muévela despacito hacia arriba y hacia abajo.

Si Tania comenzó a pajear a su tío, teniendo su verga sobre su panza, y sin dejar de hablar.

Un día que la madre salió, el padre entro en la habitación justo cuando nosotras dos teníamos los ojos cerrados y las manos en nuestras conchitas.

Que edad tenias, la vez que eso ocurrió mi amor.

Mi amiguita tenia diez y yo tenia nueve.

Cuando lo vimos, mi amiga se quedo muda y yo me subí el calzoncito y estaba roja de vergüenza.

Chicas que están haciendo. Rebeca si se entera tu mamá te mata, y a vos te harían lo mismo si se entera tu mamá Tania.

No digas nada papa, te prometo que no lo hacemos más.

Vamos hacer una cosa chicas, pero me tienen que decir la verdad, yo no voy a decírselo a nadie y ustedes tampoco. Si les gusta tocarse cuando no este mamá yo las voy a dejar, yo también me toco no es cierto Rebeca.

Si papa.

Rebeca no te contó Tania.

No señor.

Bueno seguro después te va a contar. Miren mamá esta por llegar, así porque no se ponen las mallitas y vamos los tres a la pileta que les parece.

A mí después del papelón todo me parecía bien.

Viste Tania que mi papa es macanudo.

Sí. Es verdad que el también se toca.

Si después te cuento ahora vamos a la pileta.

  • Quien es la señora Marta.

-Querrás qué te cuente tío.

-Si pero antes mira, Tania me va a salir la leche, pone tu boquita y chúpala como si fuera los pezones de la tía.

-Así mi amor, tráguese toda la leche y dame un beso como se lo diste a tu amiguita.

-Así esta bien tío.

-Sí mi amor.

-La tía tiene razón tu leche es rica y muy caliente.

-Quién era la señora Marta.

-Era mi profesora de particular, una señora muy cariñosa conmigo me abrazaba todo el tiempo y me llenaba de besos y a mí me gustaba mucho y la quería mucho.

Me gustaba la maestra Marta, pero lo que a mí me gustaba mucho, era mirar las cosas que mamá me decía que no debía mirar. Y como ella estaba embarazada, un día se puso un vestido demasiado corto para su estado, que por la panza tenia que abrir bastante las piernas

Dejándome ver todo su calzoncito. Ella se dio cuenta y todos los días que iba se ponía vestidos cortos.

Y me fui dando cuenta que no solo a mí me gustaba mirarla si no que a ella le gustaba que yo la mire, dando muchas posibilidades de que yo sacara gusto de mi debilidad por sus prendas intimas. Y al ver que me distraía de los deberes me dijo que debería prestar mas atención a los deberes si no se lo tendría que decir a mi mamá. Por que si yo no mejoraba en el colegio mi mamá no me dejaría ir mas a que ella me enseñara lo que no comprendía del colegio.

Allí mismo le tuve que prometer que iba a prestar mas atención.

Yo creo Tania que tú te distraes por que te gusta verme las calzoncitos que yo uso.

Yo baje la vista y no dije nada tenia mucha vergüenza.

Te gusta verme las calzones Tania.

Sí.

Bueno mi amor, si tú me prometes que vas a sacarte buenas notas en el colegio y que no selo vas a decir a nadie. Yo te voy a dejar que siempre cuando vengas me veas las calzoncitos que tanto te gustan.

Ven vamos al sillón, si tú me prometes que no se lo vas a contar a nadie y que vas hacer los deberes en tu casa, yo te las voy a mostrar.

Entendiste, bien.

Sí, señorita.

Así esta mejor. Mira esta me va chica por la panza. Nunca viste una chica embarazada desnuda y levantándose el vestido, me dijo.

Tócame la panza pásame la manito por donde quieras que este va hacer muestro secreto.

Ella con el tiempo hizo tocarle la conchita, explicándome que por allí salen los bebes y con la explicación ella también me tocaba a mí y me gustaba por ella era muy suave.

Cuando tuvo él bebe con mamá fuimos a verla al hospital, mientras ella la amamántaba le pidió a mamá que fuera abajo a cómprale una gaseosa y mamá me dijo que me quedara.

Te gusta Tania mira como toma la leche de mis pechos.

En los dos pechos tienes leche.

Si mi amor en los dos mira antes de que venga alguien.

Y tomando el otro pecho se apretó los pezones y le salió un hilo de leche unas gotas iban cayendo por sus pechos que ahora aprecian más grandes.

Están más grandes por que están cargados de leche, él medico me dijo que tengo demasiada leche y que podría darle a otro chico si quisiera. Así que para que no te pongas celosa de la nena, cuando vengas a casa te voy a dejar que tú también me tomes la leche de mis pechos mi amor. Mojando un dedo con gotas de leche, me dijo que lo chupara para que le vaya tomando el sabor.

Días después la fui a visitar, cuando llegue a su casa salía el marido.

Te buscan Marta.

Si es la hija de Rebeca que viene a visitarme y ver él bebe, chau mi amor.

Pasa Tania, como andas.

Bien.

Yo sé a que viniste ven, Siéntate acá qué nadie nos va a molestar. Mira primero me doy un masaje en los pechos así, ves tócalos con tus manos y apretalos despacito si se me va calentando la leche. Ahora pone la boquita en el pezón y comienza a chupar mi amor así, vas a ver como me caliento y la leche sale más fácil y en cantidad.

Ese día le gusto tanto que me contó que desde que tenia leche era la mujer más feliz, chúpame los dos, mira toda la leche que tengo hoy te baño el leche Taina chúpala a mamita. Sabes hasta él medico una noche que le pedí paños por que me estaba empapando en leche el pícaro me pidió un poco y me chupo de las dos tetas a la vez como tú ahora y me las vacío por esa noche y yo también de chupe toda su leche y me la trague toda, estaba tan caliente que después me di cuenta que le había sido infiel a mi esposo por primera vez.

Y esa fue la primera vez que probé a leche. Eso es todo tío.

  • No me terminaste de contar, que té había dicho tu amiguita Rebeca, después que los sorprendió su papa. Ah! También me vas a decir, como es eso del día sucio que jugar con la tía.

No, eso te lo va adecir la tía.

Bueno, esta bien, pero que te dijo tu amiguita.

Al día siguiente Rebeca me contó como empezó todo, resulta que un tío que tiene ella vino a pasar unos días de vacaciones ala casa de ella. Al tío le gustaba acariciarla debajo de la pollera y Rebeca no decía nada por le gustaba cuando él la manoseaba. Una noche viendo televisión todos en el living, todos estaban en los sillones menos el tío que estaba sentado en la mesa y Rebeca fue a sentarse como siempre lo hacia en las piernas de su tío, con las luces apagadas con tan solo el resplandor del aparato de tv, el tío pasado un tiempo ya le había metido la mano debajo de la calzoncito y le tocaba la rajita. Ese día Rebeca estaba más nerviosa por que estaba su papá a unos metros viendo la película con su mamá.

Que esté la madre no le preocupaba, por que una tarde después de comer, ella siempre esperaba la ocasión, cuando mamá lavaba los platos y ella quedaba sola con su tío y le pedía que la subiera en sus piernas. Para lo cual siempre estaba preparada.

-Me dejas subir tío.

Y tu mamá.

Esta en la cocina.

Bueno ven, a ver linda antes de que vuelva tu mamá. Te gusta lo que te hace el Tío, mi amor.

Sí.

Bueno, sabes que vamos a hacer, antes Sácate el calzoncito y dámela.

Por el costado del short saco su verga totalmente parada. Mira lo grande que la tengo hoy Rebeca. Ven Súbete qué te hago cosquillas en la conchita.

Si tío, que linda y calentita la tienes hoy.

Ella le gustaba, sentir en frote de sus labios contra ese pedazo de carne caliente que tenia su amado tío. Ese día estaba tan caliente que se había mojado como nunca todo su tajito y su pollerita formaba una carpa con la verga parada de su tío, y la falda blanca ya se había manchado con los flujos de la verga del tío.

Ambos estaban tan caliente que no se dieron cuenta que su mamá, había regresado y los estaba mirando desde el marco de la puerta.

Telma por favor no le cuentes a mi hermano.

Mamá, solo estamos jugando.

A ver, que están haciendo.

Su mamá arrodillándose frente a ellos, levantó la pollera de su hijita.

Y tomando la verga de su cuñado comenzó a pajearlo lentamente.

Mi amor te gusta sentir la verga del tío sobre tu conchita, no?

Sí mamá. Cuando jugamos me mojo toda, con el juguito que me sale por el tío.

Ah!, mi amorcito, las cosas que dices, vas a ser tan calentona cómo tu madre.

Donde esta tu calzoncito.

La tiene el tío mamá.

Bueno si así es el juego yo también le voy a dar la mía.

Ella miraba como la madre, se subía la pollera y se bajaba la calzoncito.

Así que, también le pides los calzoncitos, para pajearte por la noche.

Claudia yo...

Nada ahora, me vas a chupar las mías cochino. Y tomando la parte baja de su calzoncito, se la ponía en la boca a su tío.

Chúpala mientas yo termino esto. Mi amor estas toda mojadita.

Y con una mano le tocaba la rajita a Rebeca y con la otra continuaba pajeando a su cuñado.

Sus manos iban de la conchita de la hija a los huevos de su cuñado.

Mi amor Súbete el vestido qué tu tío le gusta mucho verte la conchita mientras mamita le hace masajes en su verga, Súbetelo así ves como mamá le saca leche con los cariños que le hace.

Dale cuñadito tira toda tu leche sobre la pancita de tu sobrinita...

Dale que desde hoy todo va a cambiar, le lo aseguro.

Me vas hacer caso en todo, no?

Sí, Claudia.

No te preocupes que yo también te voy a dar cosas, no te estoy dando a mi nenita.

Ahora dame toda tu leche, si no quieres que se entere tu hermano. Así, escupe toda que me hago pis encima guacho, tira esa leche sobre la nena, te gusta mi amor.

Sí, mamá.

Ella quedo con cuatro chorros de leche sobre su pancita y su mamá se hizo pis de verdad sobre el piso del comedor.

Pero como te iba diciendo anteriormente ese día esta nerviosa por que estaba su papa.

Justo en el momento que su tío le manchaba toda su calzoncito y parte caía por sus piernas, el padre al levantarse, vio que ella se dirigía al baño y que su hermano se subía el cierre del pantalón. Al entrar Rebeca al baño fue seguida por su papa y cuando entro vio Rebeca con la calzoncito baja sentada en el inodoro limpiándose con papel la leche de las piernas.

Escúchame Rebeca, lo que papa te va a decir yo sé que tú lo haces por curiosidad, pero en ves de pedirle explicaciones al tío me las tendrías que haber pedido mi amor. Papa siempre te va a aclarar las dudas que tú tengas, sé que querías saber como era un hombre, papa también es un hombre y puede explicarte todo lo que tú quieras saber, me entendiste.

Sí, papi.

Bueno, ahora termina de limpiarte mi amor y mañana seguimos hablando te parece. El tío al otro día se fue y su mamá se quedó un poco triste y ella también.

Al otro encuentro con Rebeca la mamá vino a la habitación y nos dio permiso para jugar en la pileta, y que si necesitaba algo, se lo pida a él padre que el se iba a quedar a cuidáramos, por qué estaba de vacaciones.

Ni bien se fue la madre apareció el papa de Rebeca en la habitación.

Bien, vamos a cambiarnos yo las ayudo, y esto va hacer nuestro secreto.

El papa de Rebeca nos desnudo a las dos, nos hizo poner una cerca de la otra por que mientras nos bajaba las calzoncitos, nos manoseaba toda la colita, a mí me gustaba pero más me gustaba verlo manosearse con su hija, y Rebeca no decía nada.

Rebeca tócale la conchita a Tania como se tocaban cuando entre el otro día.

Rebeca comenzó a tocarme el tajito y yo deje que me tocara, en eso el papa me toma la mano y la lleva a la conchita de su hija. Las dos paradas tocándonos y fregándonos y el sentado en la cama nos acariciaba la cola a la dos.

Nos pusimos las mallas, nos sentó sobre sus rodillas, nos dio un beso y dijo que lo ayudáramos a desvestirse, pero él nos sentó en la cama y solo se saco la remera, el pantalón, y quedando en calzoncillos se nos acerco y me pidió que se lo bajara, cuando se lo baje pego su verga en mi cara y se río.

-Nunca viste una Tania.

No señor.

No me llames señor, vanos hacer una cosa, como tú no tienes papa, cuando estemos los tres solos como ahora me vas a llamas papa como Rebeca esta bien. -Sí papa.

Rebeca enséñale a Tania como le chupas la verga a tu papito.

Y Rebeca empezó a pasarle la lengua en la cabeza roja y gorda y con los ojos abiertos me miraba, ahí me di cuenta que no era la primera vez que ella le hacia eso al padre.

Ven Tania chúpala con Rebeca las dos juntas.

Así mis nenitas pajeen a su papito que ya les tiro la leche calentita, nos dijo que nos diéramos un beso como en los teleteatos y mientras nos besábamos nos tiro la leche entre nuestros labios y nos ordeno que la tomáramos, pero algunas gotas me habían salpicado hasta las piernas. Es día estuvimos en la pileta y nos manoseo y nos hizo tocársela, hasta que llego la mamá de Rebeca.

  • Y te gusto la leche Tania.

  • Era diferente a la de la señora Marta. Pero esa es otra historia.