Familia asaltada en la noche.
Una familia es asalteda durante unas vacaciones en una casa perdida en el monte.
Lo que voy a contar ocurrió hace ya muchos años. El suceso nos cambió a mí y a mi familia, es ahora después de tantos años que puedo recordarlo y contarlo sin que me duela.
Mi familia estaba formada por cuatro miembros, mi padre y mi madre de unos 40 y 42 años respectivamente, mi hermano de unos 29 y yo que tenía 18.
Por aquel entonces mi padre trabajaba de en la bolsa, vivíamos bastante bien, pues éramos una familia pudiente. Vivíamos en Madrid pero al llegar el verano nos íbamos de vacaciones a una casa en el monte, allí nos gustaba ir porque solíamos estar solos y pasábamos como mucho una semana.
Llegamos allí con provisiones para bastantes días y empezamos a disfrutar, dábamos paseos por el monte y mi padre se dedicaba a pescar en un lago cercano. La casa estaba bastante bien, teníamos electricidad gracias a un generador, pero no teníamos teléfono y por aquel entonces no existían los teléfonos móviles.
Pasaban los días hasta que una noche escuchamos acercarse un coche. Estábamos todos sentados jugando a un juego de mesa. Mi madre llevaba un camisón, pues era una noche muy calurosa de verano, mi padre y mi hermano estaban en pantalones cortos y el pecho desnudo y yo llevaba un pijama de dos piezas, pantaloncitos cortos y camiseta de tirantes, los dos a juego.
Mi padre al oír el coche se levanto y se acerco para ver quienes eran. Llamaron a puerta y mi padre abrió sin soltar la cadena que la mantenía entreabierta. Pero de un empujón la puerta cedió y mi padre callo al suelo.
Del golpe nos sobresaltamos, cuatro hombres entraron. Mi padre se levanto y se dirigió hacia ellos. Uno de ellos lo empujo y mi padre cayó golpeándose la cabeza con una mesa.
Cundió el pánico, todos gritábamos e intentábamos escapar. Uno de ellos cerró la puerta. Había uno que era enorme, parecía un armario, corrió hacia mí y me cogió del brazo. Otro fue hacia mi madre, ella muerta de miedo no se movió, y otro más cogió a mi hermano y lo sentó en el sofá, junto con mi padre.
Todos estábamos callados, esperando a que aquellos hombres dijeran algo.
-Buenas noches -dijo el que parecía el jefe -no estamos aquí para hacer amigos y no nos andamos con chiquitas, el que se mueva los matamos -y señalo al de la puerta que enseño un arma.
Mi hermana y yo, que estábamos en un rincón, empezamos a llorar. Mi padre aun atontado por el golpe miraba con odio a aquellos hombre, mi hermano parecía esta en shock, no decía nada, y mi madre estaba de pie, delante de uno de ellos que no hacia más que mirarle el culo tapado con el fino camisón.
-Si se portan bien no os pasara nada -dijo otro de ellos.
Digamos que el jefe era el numero 1, el que estaba detrás de mi madre el 2, el que estaba delante de mi el 3 y el que custodiaba el sofá con mi padre y mi hermano en el era el 4.
Empezaron a registrar la casa, no había nada de excesivo valor así que cogieron la vajilla y poco más. El nº 2 se acerco a mi madre.
-Mire jefe podemos pasarlo bien -y le agarro el culo haciendo que mi madre se sobresaltara.
-¡Déjala cabron! -grito mi padre y el nº 2 le cogió del hombro impidiendo que se levantara, eran muy fuertes.
El nº 1 nos miro a todos, y le comento que no había chicas para todos. Al oír esto me entro mucho miedo, pues sabia lo que quería decir, el nº 3 me cogió del brazo, me levanto y me miro de arriba abajo con lujuria.
-Me parece buena idea -dijo riéndose.
Mi padre volvió a protestar y esta vez el nº 4 le golpeo.
El nº 2 busco en el cuelga llaves de la entrada la llave y cerro la puerta, quitando después la llave.
-Bien, hagámoslo -dijo el jefe. Y empezaron a desnudarse.
Cuando estuvieron desnudos nos ordenaron que nos desnudáramos. Mi madre, muerta de miedo empezó, solo tubo que dejar caer los tirantes de su camisón para quedarse en bragas. El nº 2 se acerco y agarro sus pechos por detrás. Ella empezó a gritar, todos rieron. Yo me quite la camiseta de tirantes dejando mis pechos desnudos, todavía no eran muy grandes y tampoco pequeños. Acto seguido me quite los pantaloncitos quedándome en bragas. El nº 3, que no me había quitado ojos se excito y pude ver su polla crecer, me pareció enorme, pues aun no había visto ninguna.
Mientras mi madre era magreada por el nº2, ella gritaba cada vez con menos fuerza.
Ordenaron desnudarse a mi padre y mi hermano también. Cuando todos estábamos desnudos pude ver el pene de mi padre y mi hermano, ambos estaban bien dotados aunque no los tenían erectos.
El nº 1 dio una voz y todos se quedaron quietos, mi madre pudo librarse de su agresor por un momento.
-Bien organicemosnos -dijo -No hay coños para todos así que tendremos que turnarnos.
Aquello nos helo la sangre en las venas, íbamos a ser violadas por cinco hombres.
Mi madre se acerco al nº 1, este se sorprendió.
-Mire, deje en paz a mi hija y hagan conmigo lo que quieran -dijo ella prácticamente insinuándose.
El jefe rio -no estas en posición de proponer nada zorra.
Mi madre se arrodillo frente a el -les puedo hacer pasar muy bien -y le agarro el pene.
Empezó a masajearlo, mientras mi padre miraba hacia otro lado, no queriendo ver aquello, mi hermano miraba con sorpresa pues iba a ver a su madre comiendo un rabo.
Yo no quería mirar, pero la curiosidad podía conmigo.
Mi madre abrió la boca y se acerco a ese pene, sus labios empezaron a rodearlo, cerro los ojos y empezó a succionar lentamente, como queriendo sacarle todo el jugo.
El nº1 empezó a jadear --joder chicos, sabe hacerlo muy bien.
Sus compinches empezaron a excitarse, el nº 3 se acerco y me cogió por el brazo, yo grite. Mi madre el verlo se separo del pene y le dijo: -Déjala, ven y acércate, puedo con todas vuestras pollas.
Al oír esto todos se acercaron. Mi madre rodeada de 4 pollas empezaba a chupar por turnos. No se oía nada, solamente el sonido de succión de la experta boca de mi madre que se estaba sacrificando por nosotras.
El nº 1 se corrió, mi madre al notar el esperma salir quiso soltar el pene pero le cogió del pelo y la sujeto, pude ver como entre lagrimas mi madre tragaba el semen de que hombre.
Le siguió el nº2 este se sentó al lado de mi hermano que miraba entre asombrado y derrotado la escena, ahora podía ver a su madre chupando ese pene en primero línea.
Mi madre abrió los ojos por un momento y vio a mi hermano, sus miradas se cruzaron un segundo. Tras un rato el nº 2 se corrió en sus tetas.
El nº 3 se acerco por detrás, mi madre se giro, y vio un pene enorme, lo miro pensando como empezar por ese trozo de carne gigante. Lo masajeo un poco y el glande se puso brillante, le dio unas lamidas, como si fuera un helado y abrió la boca lo mas que pudo, el pene logro entrar. El tipo puso su mano detrás de su nuca e hizo fuerza para que se lo tragara más. Mi madre cada vez que el pene entraba lo máximo que podía emitía un sonido.
-Arrg, arrg, arrg.
Escuchamos eso sonido durante un buen rato y entonces se corrió, el tipo la sujeto y el esperma empezó a salir por la comisura de sus labios, era mucha cantidad de semen. Mi madre Intentaba gritar entre lágrimas, pero solo emitía un gemido: mmmmm.
Cuando hubo terminado el nº4 se le acerco, ella le indico que esperara mientras cogía aire.
Cuando se recupero empezó a mamarlo sin problema pues este pene era más normal.
Mientras el nº 1 se me acerco me levanto y me sentó sobre sus rodillas sobre una silla.
Mi madre dejo de mamarla y me dijo que me soltara.
-Tranquila, tú sigue que solamente nos vamos a hacer amigos.
El nº4 la agarro y mi madre volvió a su trabajo.
Mientras yo, podía sentí el pene de aquel hombre rozándome. Estaba algo flácido pero empezaba a estar otra vez duro por momentos.
-¿Porque nos hacéis esto? -le pregunté.
-Mira, aunque tengas 18 años aun no sabes nada de la vida.
-Ya se todo lo que hay que saber –le increpé.
-¿A si? -dijo él -¿eres virgen?
Esta pregunta me incomodo y me puse colorada, el lo noto y rio.
Me cogió la mano y la puso sobre su pene, yo la aparte pero el volvió a colocarla.
-Tranquila, si nunca has tocado uno esta es tu oportunidad.
Mi mano empezó a tocar su miembro. Algo curiosa lo observe, vi como crecía y su punta rosada. Entonces vi a mi madre que ajena a nosotros, aun se la chupaba al último.
Este último cuando se corrió lo hizo en su cara, mi madre cerró los ojos y la esperma le salpico dejando su cara llena de semen blanco y caliente.
Uno de los tipos le tiro sus bragas para que se limpiara, ella se limpio y se seco las lágrimas.
Mi madre se levanto se dirigió a mi y al nº 1.
-Bien, ya esta, ahora déjanos y marchaos, no diremos nada a nadie.
El nº 1 se echo a reír, mi madre miro a mi padre que parecía tener un poco de esperanza en que se fueran.
-No se si sabes contar pero no nos la has chupado a todos -dijo él señalando a mi padre y mi hermano.
-¡Estas loco! -grito ella -a mi marido se la chupo si quieres pero no a mi hijo.
El nº2 se le acercó, la cogió con fuerza de los pelos, mi madre grito, y la coloco de rodillas frente a mi hermano. Mi padre al ver eso intento separarla. Ella cogió el miembro de su hijo y entre sollozos se lo metió en la boca. Mi hermano se sobresalto al sentir los labios de su madre acariciar su pene.
Mi madre empezó a mamársela por propia voluntad, sacaba su lengua y lo chupaba, lo besaba, lo succionaba, hasta que el pene creció dentro de su boca.
Yo observaba la escena sentado en las rodillas del nº1 que empezaba a tocarme las tetas, su pene estaba duro como una piedra y lo podía ver latir.
Mi hermano empezó a gemir levemente, los asaltantes miraban la escena excitados, mi hermano tenía los ojos cerrados, mi madre le chupaba el pene con lágrimas en los ojos. Entonces mi hermano se corrió y mi madre se separo derramando el semen sobre el sofá. Después solo tuvo que moverse un poco para encontrarse con el miembro de su marido que para su sorpresa estaba duro como una piedra. Lo cogió y sin mediar palabra empezó a mamarlo.
Yo seguía en las rodillas el nº 1. Los demás me miraban con deseo pero nadie se atrevía a decirle nada a su jefe, esperarían a que terminara conmigo.
Mi padre al fin se corrió, parte de su semen entro en la boca de mi madre y el resto sobre sus pechos.
Mi madre se levanto pensando que ya se irían, pero se equivocaba.
-Bueno ya esta. Ahora marchaos -dijo mi madre.
-De eso nada, ahora viene el segundo acto -dijo el nº1.
Mi madre furiosa, se abalanzo sobre él, yo caí al suelo, mi padre se levanto e intento abrir una ventana, supongo que para poder gritar aunque no serviría de nada, estábamos abandonados a nuestra suerte.
El nº 4 que nunca había soltado el arma disparo al techo haciendo que todos nos quedáramos quietos, menos mi madre que seguía luchando con el jefe.
El nº 3 se acerco y la golpeo por detrás, ella cayó al suelo semiinconsciente.
Después, apuntaron a mi hermano con el arma, el cual seguía sentado cagado de miedo, Y a mi padre. Los cogieron e hicieron girones una sábana, los sentaron en una silla y los ataron.
Mi madre estaba tirada en el suelo, el nº 2 se acerco a ella que estaba atontada, coloco su polla a la entrada de su coño y empujo.
Mi madre grito, saliendo de su letargo, yo me asuste.
El nº 1 me cogió me llevo al sofá. Me tumbo y pude sentir que estaba mojado con la esperma de mi hermano.
-No me hagas daño -le dije.
-Eso solo depende de ti.
-Vale hare lo que quieras. -le dije pensando que si seria sumisa me trataría bien.
Mientras mi madre seguía en el suelo siendo follada. Ya no gritaba ahora emitía unos leves gemidos.
Mi padre y mi hermano estaban atados a unas sillas contemplando toda la escena.
Se tumbo encima mío, pero sin penetrarme. Podía sentir su pene duro sobre mis bragas. Sentía que empezaba a estar mojada. Entonces acerco sus labios y me beso.
Sentí su lengua entrar en mi boca, sus manos manoseándome, se retiro un momento y de un tirón me arranco las bragas.
Me miro a los ojos, coloco la punta de su pene en mi coño y empujo.
El grito que di alerto a todos. Mi madre me miro un instante pero estaba siendo follada por un buen rabo y no pudo decir nada. Mi padre me miro, y en su mirada vi algo, creo que estaba excitado.
Mi hermano miraba más a mi madre.
Sentía el pene abrirme en dos, lo sentía deslizándose por mi interior. El jefe empezó a follarme despacio para ir aumentando hasta sentir su pelvis chocar con la mía. El pene daba con un tope dentro de mí, lo que me producía un gran placer.
Cuando llevábamos un rato follando, el que le daba a mi madre se separo, había terminado supongo que corriéndose dentro de ella y el de la polla descomunal le sustituyo. Se coloco y lentamente la fue penetrando. Mi madre abrió la boca peo no emitió ningún sonido.
Cerró los ojos y se abandono a la penetración.
Mientras el nº 1 me arrancaba gemidos su polla seguía penetrándome. Le mire a la cara.
-Por favor no te corras dentro.
-Vale pero tendrás que tragártelo todo -me dijo.
Yo asentí, el se separo y coloco su polla frente a mi cara, yo abrí la boca y cerré los ojos. Al rato sentí como una corrida inundaba mi boca. El sabor era raro, pero no me desagrado.
El nº 4, al terminar conmigo el nº 1 se me acerco, tenia el pene lleno de esperma palpitante. Yo me limpie la poca de esperma que había caído fuera.
Me arrodille y empecé a comerle la polla. Cuando se hubo hartado me llevo frente a mi hermano lo desato y le dijo que me follara.
Yo, sumisa me coloque encima de él, mí hermano no sabio que hacer, le mire a los ojos y le dije: hazlo, no nos queda otra.
Empezó a acariciarme la espalda deteniéndose en mi culo, su pene creció, empezó a comerme los pezones, yo me levante levemente y me penetro.
Así estuvimos un buen rato. Mi madre penetrada por un enorme pene y yo follada por mi hermano. Mientras los otros se servían una cerveza fría y contemplaban sonriendo la escena. El que follaba a mi madre se levanto y el nº 4 le sustituyo.
Ella ya no hacia nada simplemente miraba a un rincón con la mirada perdida.
Entonces sentí a mi hermano correrse dentro. Nos separamos y su polla brillante salió de mí con restos de semen. El nº 4 se corrió encima de mi madre.
Ahora todos estábamos exhaustos de follar. Nos cogieron y nos encerraron en un cuarto donde no había ventanas, había dos camas pequeñas donde nos acomodamos mi madre y mi hermano en una y mi padre y yo en otra. Vi que mi madre estaba llorando, hundida, mi hermano y mi padre querían aparentar ser fuertes pero se notaba que estaban jodidos.
Serian las tres de la madrugada, cuando la puerta se abrió y uno de ellos me saco del cuarto. Ninguno dormíamos pero nadie impidió que me sacaran de la habitación, supongo que pensaron que no serviría de nada.
En el salón estaban viendo un partido de futbol, con unas cervezas. Al llegar yo todos aplaudieron el jefe me dijo que querían follarme todos. Yo asentí derrotada y me tumbe en el suelo.
El de la polla grande empezó a penetrarme por el coño. Yo cogí aire y ahogue un grito, seguidamente el jefe se colocó al lado mío, pude ver su polla muy cerca de mi cara, abrí la boca y la polla entro. Estuvimos así cerca de 10 minutos. Cuando se corrieron uno dentro de mi y otro en mi boca se separaron y yo escupí algo de semen.
Los otros dos que quedaban me cogieron y me pusieron a cuatro patas, sabia lo que venia ahora. Uno de ellos cogió una crema del baño y me la esparció por el ano.
-Por lo menos me lo lubrican –pensé.
Coloco la punta de su pene en la entrada y poco a poco fue metiéndola. Grite, seguramente me oyeron mis padres y mi hermano. Empezó a bombear. Al principio me escocía un poco luego relaje el ano y entraba con facilidad. Mientras el que quedaba se acerco pidiendo la ración de mi cuerpo. Repto debajo de mi, coloco su pene en la entrada de ni sexo. El que me daba por culo paro un rato y me dejo caer sobre el miembro de su compañero que me empaló. Y después siguió dándome por culo. Sentía las pollas follarme, rítmicamente cuando una entraba otra salía. Empezamos a jadear, me abandone a ellos que me besaban y manoseaban mi cuerpo.
Empecé a sentir algo, como un cosquilleo, al correrse dentro de mi tuve un orgasmo que jadee bien alto, algo que seguramente también escucho mi familia.
Me quede desnuda sobre el suelo ellos me miraban jadeantes.
-Joder jefe, mira que hemos follado tías pero esta a sido la mejor.
Me levante y el jefe me indico que me acercara a el.
-¿Lo has pasado ben? –me pregunto jocoso.
Yo asentí con vergüenza, me sentía una puta. Me dijeron que podía irme.
Me dirigí otra vez al cuarto, abrí la puerta y entre.
Mi madre y mi hermano seguían tumbados en una cama y mi padre estaba tumbada en la otra. Me tumbe al lado de mi padre que al verme me abrazo, aún se le notaba jodido.
-¿Qué te han hecho pequeña? –me pregunto en voz baja.
-Me han follado los cuatro –respondí.
Escuchamos como nos volvían a cerrar con llave. En la oscuridad el cansancio me pudo y logre dormir un poco.
Cuando desperté ya era de día. Los asaltantes ya se habían marchado llevándose lo que vieron que podían vender, algunos electrodomésticos pequeños y cosas por el estilo. La puerta del cuarto estaba abierta. Salimos sin decir nada. Por turnos nos duchamos, recogimos nuestras cosas y nos fuimos a la ciudad.
No volvimos a hablar del tema aunque se que mi madre tuvo que ir a un psicólogo. Mi hermano creo que también fue, mi padre y o nos negamos, no queríamos remover la mierda.
El tiempo pasó y todo volvió a la normalidad, o por lo menos todo lo normal que pudimos llevar nuestras vidas.