Familia

Hassan tenía los pechos de Alba despojados del bañador, mientras una de sus manos le acariciaba su coño por debajo de sus bragas, y notaba como la respiración de Alba comenzaba a agitarse mientras su coño se encharcaba.

Alba, viuda de 35 años que llevaba viuda 1 año, se había levantado de cama pensando en todas las tareas que tendría que hacer antes de que su hermana y cuñado llegaran a casa para pasar el fin de semana. Tendría una de las habitaciones para ellos, y la otra para sus dos sobrinas. Su hijo estaría todo el fin de semana fuera y no tendría con quien discutir por las tareas de casa, pues su hijo se pasaba todo el día pegado al ordenador. Juan, un joven de 18 años, hijo de Alba había preparado toda la casa con unas micro cámaras, acopladas a un disco duro que tendría la capacidad suficiente para los tres días que estaría fuera. Carla llegó a las doce, en el momento justo que Juan conectaba todas las cámaras y las ponía a grabar. Antes de comer tantos las niñas como los adultos se fueron a la piscina para darse un baño. Carla lucia un pequeño bikini que la hacia mas hermosa, pues marcaba su cuidada figura; mientras que su marido; hassan, lucia un bañador que se ajustaba lo suficiente para dejar entrever que su polla era de unas dimensione bastante considerable; la fama que los hombres de color tenían . Alba, que era un poco mas pudorosa, lucia un bikini tapado con un pareo, aun así, dejaba entrever una figura estupenda.

-Hassan, ¿no te parece que mi hermana esta estupenda?- le dijo Carla a su marido cuando Alba se alejaba hacía la cocina.

-La verdad que esta bastante buena

-La pobre tiene que estar necesitada, desde que se murió el marido, mi hermana no ha catado a un hombre, tiene que tener unas ganas de echar un polvo, ¡ podrías ayudarla!

-¿ Que quieres decir con eso?

-Que podrías ir a la cocina a “echarle una mano”

-Nena, lo de acostarse con otras personas no pensé que también sería con los de familia

-Por favor cari, quiero verte follar con mi hermana, eso me pondría muy cachonda.

-Lo intentaré, pero no depende de mi solo, tu hermana también tendría que poner de su parte y no se si estará dispuesta.

-No te has fijado como te miraba la polla, en cuanto la calientes un poco te la follas en la misma cocina, llevando el tiempo que lleva sin probar una polla en cuanto la toques se derrite de gusto.

Hassan se levanto y se dispuso para ir a la cocina donde Alba estaba preparando un poco de comida. Al llegar la cocina Hassan se fijo en las duras tetas de Alba, las cuales permanecían iniestas y duras. Se coloco detrás de ella apoyando su polla contra su culo mientras disimulaba coger un cuchillo del fregadero.

-Voy a hacerles un poco de macedonia a las niñas para después de comer.

-Me parece bien, están estupendas.

-Alba, ¿puedo hacerte una pregunta personal?

-Claro Hassan, dime.

-¿Desde que murió tu marido has estado con algún hombre?

-La...verdad...es que...no.

-Eres una mujer hermosa y cualquiera estaría dispuesto a estar contigo, hacerte disfrutar- mientras le decía esto ponía su mano en su abdomen, y apoyaba su polla ya dura en su culo.

-No...soy...tan...hermo...- noto como Hassan apretaba su polla en su culo y sus manos subían hasta apoyarse en uno de sus pechos; y su bikini se humedecía sin poder oponerse pues su deseo de ser poseída era superior a su raciocinio-...sa.

Hassan tenía los pechos de Alba despojados del bañador, mientras una de sus manos le acariciaba su coño por debajo de sus bragas, y notaba como la respiración de Alba comenzaba a agitarse mientras su coño se encharcaba. Mientras esto pasaba en la cocina, las imágenes que allí se sucedían se iban almacenando en un disco duro guardado en la habitación de Juan.

Alba notaba como su coño se mojaba sin remedio debido a las caricias de su cuñado, y aunque sabia que lo que estaba haciendo no debería estar sucediendo, se dejo llevar por las oleadas de placer que su cuerpo hacía tiempo que no tenía, y con estas ideas en la cabeza llegó su primer orgasmo; un orgasmo tan intenso que Hassan tuvo que sujetarla para que no se derrumbara en el suelo de la cocina. Ahora arrodillada, veía como su cuñado sacaba aquella enorme polla de su bañador y se ponía delante de los labios, que ella abrió para ubicarla dentro, comenzando a hacerle una mamada. Después de un par de minutos:

-Levántate y apóyate en la encimera que te voy a follar como hace tiempo que no lo haces.

Cuando Alba se apoyó, Hassan se la metió de un solo golpe en su encharcado coño, provocándole otro intenso orgasmo, para luego notar las intensas embestidas que le proporcionaban los 25 cm. De su cuñado.

-Dime que te gusta, dime que te folle.

-Si...fóllame...me encanta...me corro otra vez...dios.

-Te voy follar hasta agotarte, me encanta tu coñito.

-Es todo tuyo, pero no...te...pares.

Después de estar 10 minutos follándosela salvajemente, Alba estaba agotada de tanto orgasmo, estaba a punto de desfallecer cuando Hassan le quito la polla de su coño, y haciendo que se arrodillara y abriera la boca se corrió en el fondo de su garganta, obligándole a tragárselo todo.

-A sido maravilloso, pero...mi...hermana...

-Si tu no le dices nada, todo quedara entre los dos.

-Pero yo...-ya no pudo decir nada mas, pues por la puerta entraba su sobrina mas pequeña, que tenia 4 años.

-Papa, dice mama que vayas.

-Vale nena, le haces compañía a la tía y le ayudas a cocinar.

-Siii

Las siguientes horas pasaron con una normalidad rota de vez en cuando por algún tocamiento de Hassan, tanto a su mujer como a su cuñada. A las cinco de la tarde aparecieron los padres de Alba y Carla para llevarse a las niñas a su casa, dos calles mas debajo de la de Alba, con lo que esa noche quedarían solos los tres adultos.

A las once Alba se levanto del sofá donde estaban viendo una película, para irse para cama.

-Me voy para cama, estoy muy cansada, ya nos vemos mañana.

-Hasta luego cuñada, que tengas dulces sueños.

-Hasta mañana Alba.

Cuando Alba cerró la puerta de su habitación:

-Cuéntame lo que pasó en la cocina.

-Nada, lo que tu querías- y le contó como sucediera todo.

-Me has puesto toda cachonda, y veo que tú no te quedas atrás.

Carla le quito la polla a su marido del pijama y se la metió en la boca comenzando a hacerle una gran mamada, comenzando Hassan a gemir debido al gusto que le estaba dando su mujer, cuando se dio cuenta que la puerta del cuarto de Alba se abría y a través de las sombras del pasillo la vio apoyada al marco de la sala, desde donde estaba viendo toda la escena, aunque su hermana no la veía pues le daba la espalda, y sin saber por que se quedo alli mientras colocaba su mano en su entrepierna comenzando a acariciarse. Hassan agarro la cabeza de su mujer, comenzando a follarse literalmente la boca de su mujer, mientras miraba directamente a los ojos a Alba. Luego le subió el camisón a Carla, mostrándole a su cuñada el coño desnudo de su hermana y mientras una de sus manos seguía en la cabeza de su mujer, con la otra introducía dos dedos en el coño de su mujer, soltando esta un gemido de placer. Alba seguía masturbándose sin poder moverse del marco de la puerta. Dos minutos después Hassan alzo a su mujer del suelo y de un solo golpe le clavo su enorme polla en su húmedo coño mientras le tapaba la boca para que esta no gritara de placer, hasta que Carla se la apartó.

-Fóllame cabrón...párteme en dos.-pero Hassan se acerco a su oído y le dijo que su hermana estaba en el marco de la puerta.

-Si cabrón, dime guarradas...pero no al oído. Quiero que me partas mi culito.- y mientras decía esto se levanto y apoyo el capullo en su culo y se lo fue metiendo poco a poco.

Cuando solo llevaba 10 centímetros, Hassan la agarró de las caderas y acabo de metérsela de un golpe.

-Joder... Que gusto, me...corro...dios...sigue..así.

-¿Te gusta putita? ¿te gusta que te parta ese culito que tienes?-le dijo su marido mientras observaba como su cuñada se corría en silencio.

Luego cambio de posición a su mujer y poniéndola a cuatro patas apoyándola en el sofá de espaldas a su hermana se la volvió a meter por el culo mientras ella se acariciaba el coño.

-Joder que gusto...me voy correr otra vez...sigue partiéndome hijo de puta.

-Ya no aguanto, me voy correr.

Carla se puso de rodillas y se metió la polla en la boca esperando la corrida de su marido, y en la posición en la que estaban Alba lo veía todo, así que cuando Hassan se corrió observo como su semen resbalaba por la barbilla de su hermana. En ese momento ella también notó otro orgasmo recorrer su cuerpo y un escalofrió recorrió su cuerpo y explotó en un orgasmo tremendo, le daba la impresión que se meaba y notaba como su corrida caía en el suelo mojando todo la plaqueta fallándole las piernas y cayendo al suelo medio desfallecida, en ese momento su hermana y su cuñada se giraron para que era el ruido y se encontraron a Alba tirada en el suelo encima de su propia corrida.