Falsa Novia. VIII

No me engañas, ¿me estabas espiando? -Con una sonrisa de oreja a oreja

-¡Hola! ¡Bienvenidas chicas! Supongo que son invitadas de Gery, ¿no? ¡Jajaja! Pasen, pasen por favor, voy a buscarlo para que las salude.

Aquella alegre chica contagiaba su júbilo, mientras Vico continuaba con la cara incrédula y los ojos abiertos como platos.

-Ok, gracias. Jeje. Que mujer tan agradable. ¿Quién será?-Dirigiéndose a Vico, que seguía muda. -¿Vico?

-Sam, ¿te diste cuenta?

-¿De qué?

-De esa chica, o sea, ¿la viste bien?

-Ammm... Pues es bonita... pero en plan amigable eh, no creas que me gusta.

-No, no, Sam, su cara, ¿la viste?

-¿Te gustó? O sea ni es para tanto eh.

-¡No! No seas tonta.

-¿Qué?

-¡Sam! ¡Esa chica es igual a ti! Tiene tus rasgos, tus ojos, tu nariz, tu boca! A no ser por el tono de piel, el cabello y que ella es súper delgada.

-¿Me dijiste gorda?

-No, tú haces ejercicio y estás en forma... ¡Pero ese no es el punto! ¿No te fijaste?

-Nop.

Vico sintió como la mano de Sam se separaba de la suya a la par que unos brazos rodeaban la cintura de Sam y la elevaban por los aires.

-Ma chérie! Ma petite ami! Ma rouge fleur! Ma jolie amour! - Un hombre alto, bien parecido, de cabello negro peinado hacia atrás, cejas pobladas, ojos profundos, nariz recta y labios finos giraba en el aire a Sam, quien trataba de disimular su incómodo rostro, además de intentar evitar que el corto vestido se le subiera.

-Jaja, hola Gerardo, ¿podrías bajarme? Estamos en la recepción de tu boda, recuérdalo.

-Lo sé guapa, pero no puedo ocultar mi alegría, casi creí que no vendrías, y por lo visto estás cediendo ¿no? Corriste a mis brazos.- Sin soltar a Sam, teniéndola pegada a su cuerpo.

-Emmm... Hola. - interrumpía tímidamente Vico.

-Hola chiquita, ¿eres amiga de Karen? En un momento vuelve... ¿Y cómo has estado? A mi me ha ido muy bien... Pero te he extrañado guapa...- Dirigiéndose a Sam.

-No soy invitada de Karen.- Replicó Vico, haciendo que el muchacho volteara.

-Ah, discúlpame... Emmm... ¡No me digas tu nombre! Eres... Lui... Carr...

-Victoria

-¡Victoria! ... ¿Victoria? Perdóname linda, pero no te recuerdo, refrescame la memoria.-Todavía sin soltar a Sam.

-Tampoco soy invitada tuya.- El muchacho quedó pensativo.

-No quiero sonar grosero, pero sí no eres mi invitada, ni de Karen, ¿quién te invitó?

-Soy Victoria Bettancourt, novia de la mujer que esta estrujando desde hace rato.- Exasperada.

Gerardo levantó una ceja, y suavemente fue poniendo a Sam en el suelo. Ya por fin en tierra, Sam se acercó a Vico, quien no tardo en tomar nuevamente su mano.

-No me dejaste hablar, Gerardo, y bueno, ella ya se presentó.

-¡Jajajaja! Samantha Buenrostro, qué bonitos gustos. Y discúlpeme señorita Bettancourt, no pude evitar emocionarme al ver a esta mujer-señalando a Sam.-Pero permítame presentarme-Tomando la mano de Vico y besándola- Mi nombre es Gerardo Fuentes, empresario, dueño de la pequeña cadena de ropa "Jolie", inversionista, viajero y amante de las mujeres. Bueno, próximamente de una sola. -Viendo a Sam.

-Mucho gusto. -Vico no aguantaba cómo Gerardo veía a Sam, y sus respuestas sonaban siempre a la defensiva.

-Bueno Gerardo, ¿qué no vas a presentarnos a la afortunada?- Habló Sam para disipar la tensión.

-Ah, sí. La iré a buscar. No se muevan.

-Aquí estaremos.-Respodió Sam.

Gerardo se alejó entre el gentío que había.

-Muy efusivo su saludo.

-Ya, no te pongas celosa.

-Jaja! Quisieras Sam.

-Pues ante sus ojos eres mi novia, así que qué mejor que esa acertada reacción tuya Vico. Creo que deberíamos besarnos.

-¿Ahorita?

-Ya practicamos un poco en el aeropuerto...-Tomándola de la cintura y acercándola a su cuerpo.-Y nos salió muy bien. Además, ya sabes el protocolo, mírame como sí me quisieras Vico, ya de lo demás me encargo yo.- Sam acercó sus labios a los de Vico dando un casto beso. Luego se miraron fijamente, rodeándose con los brazos una con otra.

-Jajajaja, creo que ya no será necesario pedir una prueba para confirmar su relación- Ambas chicas se separaron. -No, no se suelten, me gusta el amor entre mujeres.- con una sonrisa en su rostro.

-¿Y tu novia Gerardo?- Preguntó Sam.

-Debe estar por ahí, no la encontré, ya después se las presentó. Mientras tanto, quiero presentarte a mis papás Samantha.

-¿A mí?

-Sí, vamos.- Tomándole la mano y llevándosela. Vico miró a Sam alejándose.

Vico se quedó parada en medio del gentío. La chica que abrió la puerta llegó con ella.

-Hola! Otra vez, jejeje, ¿has visto a Gery? Dijo que me presentaría a alguien.

-Ah, sí, bueno, se llevo a Sam a presentarla a sus papás.

-¿Sam? ¿Samantha Buenrostro vino?

-Sí, venía conmigo.

-¡No es posible! ¿Cómo no la reconocí?-La chica se veía preocupada.

-definitivamente, no es posible.-Dijo Vico sabiendo que compartían el mismo rostro aquella chica y Sam.

-¿perdón?

-¿Estás bien?

-Sí, es que me la describió, siempre, ¿por qué no la reconocí?

-Bueno, te casas en dos días, debes tener los nervios de punta, es entendible que estés un poco distraída.

-Sí, tienes razón. Pero, ¿aparte de ti, venía con alguien más?

-Amm... No, sólo nosotras dos.

-¡Demonios!

-...

-¡Vino sin pareja!

-Bueno...

-¡Ya no me voy a casar!-Con lágrimas en los ojos.

-Es que...

-¡Yo lo amo!

-Sí, es que...

-¡Y ahora ya no porque esa mujer se presentó sin una pareja!

-Yo soy su pareja.

-¿Ah?

-Jaja... -Nerviosa- Yo soy la novia de Samantha.

-¿Cómo? ¿Sam es...?

-Gay.

-¿Qué?

-Gay, lesbiana, bollera, tortilla...

-Sí, eso lo entiendo, pero... ¿Cómo? Gery nunca mencionó eso.- Limpiándose sus lágrimas.

-Veo que no.-Entregándole un pañuelo.

-Gracias.

-No hay de qué.

-Entonces, ¿cómo tuvo una relación con él?

-¿Relación?

-Gerardo me dijo que tuvieron un romance de un año, pero ella lo terminó por su trabajo, que no tenía tiempo para una relación. Pero que después ella volvería.

-Eso no me contó Sam, pero bueno, esa historia no me corresponde corregir a mí.

-¿Pero si tuvieron una relación no? ¿Ella y Gery?

-Pues, relación, no precisamente, fue algo así como una fase de Sam. Lo creas o no, Sam es una mujeriega.

-¿Lo es?

-Bueno, era, era.

-Hasta que te conoció.

-Algo así.

-Se parece tanto a Gery. Él también era así.

-Hasta que te conoció.

-No, somos amigos desde hace años. Un día se quedó mirándome y me dijo que quería intentar algo conmigo. Claro, yo ya sentía algo por él, y me puso tan feliz que se diera cuenta.

-Vaya...

-Sí. ¡Qué tonta! Ni siquiera me he presentado.

-Eres Karen.

-¡Sí! ¿Cómo lo sabes?

-Bueno, eres la novia. Tu nombre venía en las invitaciones.

-¡oh cierto!

-Yo soy Victoria.

-Un gusto.

Vico no podía creer el parecido de aquella chica.

-¿Tú y Sam no tienen algún parentesco?

-No.

-¿Segura?

-Jajajaja, sí, toda mi vida la he pasado en este lugar y todos mis familiares son de por aquí, ¿por qué?

La plática se vio interrumpida por Sam que llegó molesta con Vico.

-Nos vamos Vico.

-¿Pasó algo?

-No, nunca debimos venir.-Sam se veía muy enojada.

-¡Samantha! Era un broma, venga, no te pongas así. -Gerardo venía detrás de ella.- ¡Karen! Amor, diles que no se vayan.

-¿Qué le hiciste Gery?

-Nada, nada. Una bromilla, nada más, ya me conoces amor. -Besó a la chica fugazmente.

-¡Nos vamos Victoria!

-Sam, cálmate y no me grites. ¿Nos permitirían unos segundos?-Dirigiéndose a la pareja de novios.

-Por supuesto.-Gerardo se retiró con Karen.

Vico tomó de los hombros a Sam y la miró. Sam huía de los ojos de Vico.

-Te ves bonita enojada.

-No es gracioso Vico.

-Sam.

-¿Qué?

-Parece que tienes 10 años. Así se comportan los niños de mi clase cuando los molestan con algo. ¿Qué te molestó?-Sam suspiró.

-Me presentó a sus papás.

-¿Y?

-Ya veníamos de regreso, intentó besarme.

-¿Y eso te puso mal?

-Me dijo que te dejara.

-¿...?

-Que sólo quería provocarlo. Que sí se lo pedía, inmediatamente te sacaban de aquí.

-Wow...

-¿Wow? ¿Sólo puedes decir eso?

-No me iría sin ti Sam. Incluso sí me sacaran de la casa, me quedaría esperándote allí afuera. Prometí acompañarte, y sin tí, no me voy.

-Gracias Vico.

-De nada. Además es chistoso Sam.

-¿Gerardo? No, es muy raro.

-No, es chistoso que se parezcan tanto.

-¿Yo a ese tipo?

-Sí. Necios, arrogantes, presumidos y taaan egocéntricos. Bueno, él más que tú, se enamoró de alguien tan similar a él. Imagino que sí pudiera, se hubiera casado con él mismo. Es más, se va a casar con alguien que se parece demasiado a ti, eso ya no es gracioso, es como espeluznante.

-Pero yo soy adorable. -Haciendo un puchero.

-Jaja, sí Sam, lo eres.- Acariciando su rostro.- ¿Aún quieres irte?-Sam asintió. -Bueno, vamos por nuestras cosas.

-Samantha, no nos han presentado. Yo soy Karen, la prometida de Gerardo. Por favor discúlpalo, suele ser muy bromista. -Trayendo a Gerardo de la mano. -No se vayan, ya hicieron el largo viaje hasta acá y el gasto. Además, ya simpaticé con Victoria. Y Gery quiere disculparse, ¿no amor?

-Sí.

-¿Sí qué Gery?

-Perdón Samantha.

Sam lo miró aún molesta. Volteó a ver a Vico.

-¿Qué dices?

-Lo que tú decidas amor.

Sam se quedó pensativa. Por un lado, como decía Karen, ya habían hecho el viaje, por otro, esta era una oportunidad única para conquistar a Vico, y mientras más lejos la mantuviera de Elizabeth, todo iría mejor.

-Nos quedamos.

-Excelente Samantha.- Gerardo se veía muy feliz.-Ahora hay que continuar la fiesta.

La pareja se alejó de Sam y Vico.

-Sam, si no te importa, me iré a acostar. Me siento cansada, toda esta semana estuve como loca.

-Sí, eso me contaste. Vamos entonces.

-No, tú quédate, no quiero arruinarte la fiesta.

-Jaja, no me arruinas nada. No conozco a absolutamente a nadie, y con Gerardo no quiero hablar.

-Puedes platicar con Karen.

-Si mal no recuerdo, la que hizo amistad con ella fuiste tú.

-¿Estas celosa Sam?

-Sí, un poco.

-¡Jajaja! Ay como te quiero.

-¿Me qué?

-Me oíste.

-No, no. Repítelo.

-Te...

-Sí.

-Quie...

-Ajá

-Ro decir que ya me voy a dormir.

-Ash.

-Jajajaja, vámonos.

-¿Pero a dónde nos vamos?

-No sé Sam.

-Pregúntale a tu amiga Karen.- Burlonamente.

-¡Jajaja! Tienes razón.

Vico y Sam empezaron a caminar hacia donde se había ido Karen. Entonces se encontraron con el muchacho que se había llevado sus maletas.

-¡Hey, chico!- Gritó Sam al delgado muchacho.

-¿Dígame señorita?

-¿Podrías decirnos dónde están nuestras maletas?

-¿Su habitación?

-Sí, eso.

-Acompáñenme.

El chico las dirigió al segundo piso. Caminaron a lo largo de un pasillo que parecía interminable. Por fin se detuvieron en una de las habitaciones.

-Aquí es señoritas.

-Gracias... Emmm...

-Jorge.

-Gracias Jorge.

-No hay de qué.- Y el chico se retiró.

Vico y Sam entraron a la enorme habitación. Era de color café oscuro, con una cama igualmente enorme, un tocador con un espejo de dos metros de largo. El suelo estaba cubierto de una alfombra roja y en un costado de la habitación estaba un clóset.

Colocaron sus camas a un lado de la cama. Vico la acomodó encima de la cama, sacó el bolserío sin desempacar de la ropa que compraron hacia días. Y del fondo de la maleta sacó una prenda. Se dirigió al baño.

Después de un rato salió con un blusón, y en sandalias. Vio a Sam de espaldas al lado de la cama. Sólo traía un top y un bóxer.

-Buenas noches Sam.

-Buenas noches Vico.

Ambas se metieron en la cama, y ambas estaban acostadas de extremo a extremo, dándose la espalda.

-Vico, ¿estas dormida?

-No Sam.

-Oye, emm, si llego a tocarte o besarte de una manera que no te agrade, o te sientas incómoda, por favor avísame.

-Claro Sam.

-¿Hasta ahora algo te ha incomodado?

-No Sam.

-¿Segura?

-Sí.

Sam se dio la vuelta y vio la espalda de Vico.

Estiró su mano, estaba a punto de tocar su cabello y de pronto, se detuvo.

Del otro lado, Vico sentía que el corazón se le salía.

No hicieron nada más y terminaron durmiéndose.

A la mañana siguiente, Sam fue la primera en despertar. Su sorpresa fue encontrarse abrazada a Vico, con la cabeza en su pecho. Le dio un beso en el cabello y se levantó lentamente. Abrió su maleta y sacó su ropa y zapatos. Los acomodó en el clóset de la habitación. Repitió la acción con las cosas de Vico.

Vico no tardó en despertar, pero al abrir sus ojos no se encontró con Sam. Salió de la cama y se asomó en el baño. Nadie. Recorrió la habitación completa. Nadie. Abrió la puerta para ver hacia al pasillo y no había nadie. Revisó el reloj de la habitación, tan sólo eran las 8 de la mañana.

-¿Habrá sido capaz de irse sin mí?

Algo triste, y con ese pensamiento en mente, Vico abrió el clóset para sacar lo que se pondría ese día. Se encontró con toda su ropa (y un poco más de la que recordaba haber escogido) puesta ahí. Sus zapatos en orden y en uno de los cajones su ropa interior. Se sonrojó un momento, ¡Sam había visto su ropa interior! Bueno, ella ya lo había hecho una vez, y se encontró con una sorpresa poco agradable. Escuchó pasos que se acercaban, inmediatamente saltó a la cama y se cobijó fingiendo estar dormida. Por la puerta entró Sam con un pans; caminó a la puerta del baño y se detuvo para empezarse a desvestir. Vico estaba disfrutado de aquel espectáculo. Sam quedó en bóxer y top, y antes de meterse al baño, fue hacia el clóset. Vico siguió inmóvil en la cama, y decidió cerrar los ojos.

De pronto sintió que Sam se subía en la cama y se colocaba encima de ella en cuatro.

-Estas despierta.

-...

-No me engañas, ¿me estabas espiando?-Con una sonrisa de oreja a oreja

-¿Q... Qué?- Fingiendo un bostezo.

-A mi no me engañas Victoria. Se te olvidó cerrar el clóset.

-¿Es alguna clase de chiste?

-!Jajajaja! ¡Lo ves! Buenos días, ¿cómo amaneciste?

-Bien... ¿Dónde estabas?

-Salí a correr.

-¿Es que tú no paras?

-Nop.- Dándole un beso en la nariz. -Me voy a bañar. Apesto un poco.

-A mi no me huele tan mal.

-¿Está coqueteando conmigo señorita Bettancourt?

-Por supuesto que no doctora Buenrostro, y mejor métase a bañar, el ejercicio le sobrecalienta la cabeza.

Ambas rieron. Y Sam se metió al baño. Vico suspiró. No iba a durar mucho sin hacer nada con Sam.

Salió Sam en toalla. Vico entró rápidamente al baño.

Al cabo se un rato Vico también salió del baño, fue directo al clóset y volvió al baño. Sam desde la orilla de la cama, ya vestida con una bermuda, una blusa tipo polo y unas sandalias, seguía sus pasos. Por fin salió Vico vestida con unos mini shorts y una blusa de tirantes.

-Sam.

-¿Sí?

-¿Por qué hay más ropa de la que compramos?

-¿Sorpresa?

-No Sam, quedamos...

-Es un préstamo, recuérdalo. Me la vas a devolver después.

-Ok, tienes razón.

-Vamos a desayunar. Muero de hambre.

-¿A dónde?

-Vi unos locales a 10 minutos más o menos, es como un pueblito. ¿Vamos?

-Sí Sam.

Salieron y se dirigían a la salida de aquella casa.

-¿Tan pronto se van?

-Buenos días Gerardo; no, íbamos a desayunar.

-El comedor es por allá. - Señalando la dirección contraria.

-No queremos incomodar.

-Ay Samantha, si para eso están aquí, para ser atendidas.

-Entiendo, pero...

-¡Vicky!- Se oyó desde lejos. Karen iba bajando las escaleras. Al llegar a Vico, la abrazó.-¿Durmieron bien?

-Hola Karen.- Intentando safarse.

-Las chicas se quieres ir amor, ¿qué opinas?

-No no, nada de eso, Vicky y Samantha se quedan a desayunar. Así sirve que no desayunamos solitos. Nadie se ha levantado, todos se fueron tarde y siguen dormidos. -Explicaba la obviamente más joven chica de ahí. Vico volteó a ver a Sam, y ésta se mantenía seria.

-Pues... Vamos.- Soltó Vico.

Todos terminaron en el enorme comedor de 18 sillas. Se podían observar platillos simples, como fruta picada, hasta complicados, y elaborados, pues había una persona en una plancha rodeada de ingredientes para preparar en el momento.

Sam y Vico se sentaron juntas, enseguida de Karen que estaba a lado de Gerardo.

-Bon appétit. - Invitó Gerardo.

Las chicas se levantaron para servirse.

-¿Vicky? -Decía burlonamente Sam en voz baja.

-Cállate Sam.

-No sabía que eran tan íntimas.

-No lo somos.

-Tampoco sabía que ya se conocían.

-No lo hacemos.

-Parece que sí.

-¿Es un reclamo?

-No, no, para nada.

-¿Sam?

-En serio.

El desayuno transcurrió relativamente normal, dejando de lado la insistente mirada de Gerardo buscando los ojos de Sam. Sam sólo conversaba con Vico, a pesar de estar fingiendo, parecían una completa pareja.

Al transcurrir el desayuno, más gente empezó a llegar, hasta que la mesa por fin se llenó.

-Muchas gracias por el desayuno.- Vico a Karen.

-No tienes nada que agradecer Vicky.

-La alberca está a su disposición mujeres. - Gerardo aún viendo a Sam.

-Ok.-Sam tomando la mano de Vico y levantándose de la mesa.

Continuará.