Fall. Prólogo.

-Será interesante ver la manera en que tus tantos intentos por evadir el amor se volverán nulos, éste llegará a ti de la misma manera que las olas rompen en tus pies cuando estás en la orilla de la playa -Decía Luke sonriendo-.

-Será interesante ver la manera en que tus tantos intentos por evadir el amor se volverán nulos, éste llegará a ti de la misma manera que las olas rompen en tus pies cuando estás en la orilla de la playa -Decía Luke sonriendo-.

Comencé a sentir mi cuerpo tensarse y supe que estaba despertando, hacía frío y yo verdaderamente no quería abrir mis ojos, pero lo hice. Rodeada por mi desorden, sólo iluminada por aquella lámpara que mantenía encendida por las noches, mis manos apretando la cobija y mi cuerpo sin un ápice de energía. Rodé en la cama, sobresaltándome un poco por el intenso frío que había en ésta, notando que el único lugar caliente en la cama era donde había dormido y volví a posarme en éste. Miré el reloj en mi mesa de noche, 5:00 AM. Desperté 30 minutos antes de que mi padre me despertara, no era raro en mí. Me levanté de la cama y camine hasta el interruptor de la luz, para después encenderla. Comencé a ordenar mi habitación, no había visto cuan desordenada estaba, así que al ver aquel desastre en su máximo esplendor me desesperé un poco.

-¡Luke y Ana, 5:30! -Escuché gritar a papá en el pasillo-.

Suspiré, había logrado ordenar mi habitación en esos 30 minutos.

-¡Despierta! -Grité-.

-¡Despierto! -Ésta vez el grito vino de Luke, mi hermano-.

Entré al baño de mi habitación y comencé a desnudarme con algo de frío aún, al terminar, me acerqué a la ducha y abrí el agua caliente. Entré en la ducha y sentí cómo mis músculos se relajaron al momento en que el agua comenzó a rociar mi piel. Me apliqué el shampoo y me llené toda de jabón, cuando supe que estaba limpia, comencé a deshacerme de aquellos químicos y al terminar, tomé mi toalla y enrollándola a mi cuerpo, me paré frente al espejo y comencé a cepillarme.

Salí del baño y abrí mi armario, tomando el uniforme que se encontraba colgado a la izquierda, evitando que la demás ropa lo arrugara y lo tiré sobre la cama. Me coloqué el pantalón color kaki y después la camisa blanca, por ultimo busqué mis medias para ponerme los zapatos.

-¡Chicos, bajen a desayunar! -Escuché de nuevo la voz de mi padre gritando-.

-¡Voy en camino! -Mi voz y la de Luke se escucharon al mismo tiempo, justo al momento de abrir la puerta de nuestra habitación, las cuales estaban una frente a la otra- Hola, tonta -Me saludó-.

-Hola, idiota -Respondí comenzando a bajar las escaleras mientras acomodaba mi mochila en mi hombro-.

-¿Resaca? -Preguntó burlonamente-.

-No, solo tuve dolor de cabeza al despertar, no muy intenso -Dije-.

-¿Te sientes bien, mi niña? -Preguntó mi padre quien escuchaba desde el umbral de la cocina-.

-Sí, papi, es sólo que...-Iba a continuar pero fui interrumpida por mi hermano-.

-Sólo que Anastacia se tomó unas copas de más anoche -Hizo gesto de beber- Bailó mucho -Comenzó a bailar de manera exageradamente vergonzosa- Y se besuqueó con medio New York -Golpeé su hombro antes de que siguiera burlándose de mí-.

-Sólo tomé un poco -Rectifiqué y me adentré en la cocina en busca de mi desayuno-.

-Lo sé, cariño -Dijo papá sentándose en la cabecera del comedor- Luke, siéntate para que desayunes -Dijo serio al ver como mi hermano no quitaba la vista de su teléfono- ¡LUKE!

-Ya, ya -Dijo Luke bloqueando su teléfono y sentándose-.

Desayunamos en armonía, al terminar nos disponíamos a lavar los platos pero papá insistió en que nos fuéramos ya para no llegar tarde. Como si el primer día de clases fuera importante. Nos despedimos de él y al salir, le entregué las llaves del Jeep a Luke, no tenía ánimos de manejar.

Al desactivar la alarma rápidamente me acomodé en el asiento de copiloto e inclinándolo me dispuse a descansar. Despierta aún, sentía las bruscas frenadas que hacia Luke, incluso cuando estacionó la camioneta me sobresalte.

-Llegamos -Dijo. Abrí mis ojos con pereza y miré alrededor- Andando, ya vamos tarde.

-Lo dices cómo si la culpa fuera mía -Respondí abriendo la puerta-.

-Tan mal no conduzco, ¿O sí? -Preguntó mientras rodeábamos el frente de la camioneta-.

-Conduces pésimo, Luke -Me burlé y él colocó su brazo en mis hombros, para después darme un beso en la mejilla-.

-¿Ya tienes tu horario?

-Sí, y el tuyo también –Me aparté de él para abrir mi mochila y busqué la carpeta donde los había guardado- Los descargué desde el correo de papá -Dije entregándole el suyo-.

-Tengo Francés a primera hora -Dijo después de leer- Nos vemos más tarde, Ana -Dejó un beso en mi frente para después salir corriendo-.

-Y yo Literatura -Dije en voz baja, comenzando a caminar hacía las escaleras-.

Subí hasta el segundo piso y caminé hasta la puerta que se identificaba como la número 17. Me detuve frente a ésta y la golpeé dos veces.

-Ana, ¿Cosas mías o el verano te volvió más bella de lo que ya eras? –Volteé a ver a la dirección de la que provenía la voz-.

-Jared, ¿Cosas mías o el sol del verano te quemó las neuronas? –Respondí. El rubio rodó los ojos y comenzó a alejarse-.

-¡El verano sigue sin quitarte lo borde! –Gritó casi al final del pasillo-.

Acerqué de nuevo mi mano a la puerta, dispuesta a tocarla de nuevo, pero cuando lo iba a hacer justo se abrió. Una mujer desconocida para mí me miraba con el ceño fruncido.

-¿Nombre? –Preguntó sin borrar su ceño-.

-Anastacia –Respondí-.

-Nombre completo –Corrigió. Y su cara se tornó más seria-.

-Anastacia Larkin –Dije ya algo molesta-.

-Llega tarde –Dijo haciéndose a un lado, así dándome espacio para pasar-.

-¡No es novedad, profe! –Escuché gritar a Martin-.

-¿Sabes qué tampoco es novedad? Que una prostituta te contagió de herpes –Respondí sentándome en el único asiento vacío que había en el salón-.

-¡ANA! –Exclamó Martin ofendido-.

-Silencio –Pidió la profesora parada al lado del escritorio- Como puedes ver, soy tu nueva profesora de Literatura, mi nombre es Kim. Si hubieras llegado temprano habrías escuchado la charla de motivación que les di a tus compañeros, pero ya que. Espero que éste año sea productivo, tanto para ustedes como para mí. No me decepcionen y todo estará bien. Hoy no tenemos ningún trabajo por hacer, así que retírense al patio y esperen su siguiente clase –Dijo tomando su carpeta y caminando hasta la salida-.

Todos comenzaron a tomar sus cosas para retirarse, pero yo me apresuré en buscarla. La encontré justo cuando iba a bajar las escaleras.

-Profesora –Dije y ella volteó-.

-Diga.

-Entonces, ¿Se supone qué estoy insistente en su clase? –Pregunté- Solo llegué 20 minutos tarde.

-Sí, exactamente –Dijo restándole importancia. Se disponía a bajar nuevamente pero la detuve-.

-¡Eso no es justo! –Exclamé-.

-Tampoco lo es la vida –Respondió sonriendo y ésta vez sí bajó las escaleras-.

Aún inconforme, continué bajando las escaleras y me dirigí hacía el patio. No había muchas personas fuera, creo que solo las personas de mi salón.

Sentado en una banca divisé a Roger con sus audifonos puestos y me acerqué a él.

-Roger -Saludé y él rápidamente se quitó sus audifonos-.

-Ana -Sonrió y se levantó a abrazarme- ¿Cómo estás, cariño? -Preguntó mientras volviamos a sentarnos-.

-Bien, creo. Desperté con dolor de cabeza -Dije y se echó a reír-.

-La resaca -Se burló y yo rodé los ojos.

-Aparte ya tuve mi primera inasistencia -Comenzó a reírse aún más-.

-Hoy simplemente no es tu día y eso que apenas está empezando -Dijo y yo asentí-.

-¿Tú por qué no estás en clases? -Pregunté recostandome en su hombro-.

-Porque el profesor Thaedan no vino.

-¿Has visto a Rose? -Pregunté-.

-Creo que está con Jack en el Titanic -Respondió y rodé los ojos- No tomas una broma. No, no la he visto, ¿Qué pasa con ella?

-Nada.

FLASHBACK.

Tomé a Rose del brazo y con fuerza la halé hasta su habitación, cerrando la puerta de ésta con tranca.

-¿Por qué abofeteaste a Jason? -Pregunté con desespero-.

-¡Porque me hizo enfadar! -Respondió con un poco de dificultad debido al alcohol que previamente había ingerido, mientras se sentaba en su cama-.

-¡Es tu hermano, no lo abofeteas porque te hace enfadar y ya! -Exclamé molesta-.

-¡No lo entiendes! -Gritó y sus ojos se cristalizaron- ¡No lo entiendes, Ana! -Noté su desesperación- Él, él...-Trataba de hablar pero algo se lo impedia, así que me acerqué a ella y la abracé mientras pasaba mi mano por su espalda tratando de tranquilizarla-.

-Él qué, Rose -Dije con suavidad-.

-Él se acostó con Jenn -Dijo antes de romper en llanto-.

FIN DEL FLASHBACK

- ¿Cómo qué nada? -Preguntó sin creerme-.

-De alguna u otra manera te enteraras así que te lo contaré yo; Jenn y Jason se acostaron -Dije y su boca se abrió por la sorpresa-.

-¡No! -Exclamó sin creer y asentí- ¡QUE MALDITO! -Gritó-.

-Lo sé -Dije y él seguía mirándome sorprendido-.

-Es una bestia, no le haces eso a tu hermana. Sólo, no lo haces -Negaba con su cabeza en señal de desaprobación-.

-Pobre Rose, pero ya estará bien -Comenté y Roger me miró mal- ¿Qué? -Pregunté sin entender-.

-Tu no puedes llegar a imaginar cuando duro debe ser que tu hermano se acueste con tu novia, la mujer con la que soñabas casarte. Eso simplemente es jodido, Anna. Demasiado -Respondió- ¿Qué harías si Luke se acostara con la chica de la que estás enamorada? -Preguntó-.

-Fácil; yo no me enamoró, eso es. No habría problema alguno porque Luke y yo tenemos gustos distintos, él es un romantico empedernido y yo soy...

-Muy zorra cómo para una relación que conlleve de por medio sentimientos alguno -Me interrumpió- Pero ya llegará quién te tenga a sus pies, que ponga tu mundo de cabeza y no hagas más que bajar la cabeza y convivir con ello.

-Que no, Roger.

-Ya lo veremos, Anastacia. Quizá éste año el amor llegue a tu vida, ¿Hueles eso? -Preguntó-.

-¿Oler qué? -Pregunté confundida-.

-El amor está en el aire -Respondió y rodé los ojos-.

Hello, it's me.

Ahq, hola, espero que ésta historia les vaya a gustar, soy algo nueva en ésto, pero trataré de dar lo mejor de mi.

Besos, nos leemos luego.

-E.