Fabiane

Fabian viaja a Vinarós a pasar las vacaciones con su madre y su hermana. Un plan en principio muy aburrido, que mejora día a día

FABIANE

¡Eres una cría y no entiendes nada! y se fue subiendo a su habitación. Estaba cabreada. Le había gritado a Marie, y en realidad ella no tenía la culpa de su cabreo. La culpa era de su madre, por haberle fastidiado las vacaciones. Que además le hubiera dicho que no podía ir tan rápido, había sido lo peor. Y la cara de Edith cuando le dijo que no le acompañaría, que no podía ir había sido un poema.

Lo habían planificado todo, ir de vacaciones juntas a la casa de los padres de Édith de Niolon, junto a Marseille, y allí haber pasado unos días solas, sin padres, con sus primos. Además estaría Pierre, el primo menor de Édith, que acababa de cumplir 19 años, y estaba deseando que pasara algo con él.

Y además, se había comprado un bikini que su clásica madre jamás aprobaría, para poder estrenarlo allí. Y en vez de todo eso, su madre, la que nunca se había ido de vacaciones con ellas desde que se separó de su padre, había decidido que tenían que volver a Vinarós, un pueblo de España del que no recordaba nada y al que no había ido en diez años. Es más, ni siquiera tenía interés en el idioma, y aunque Marie si chapurreaba algo de español y le gustaba intentar hablar en Español con papá, no me iba a poder ni comunicar. Doce días, nada menos, había alquilado mamá el apartamento, y teníamos que ir en autobus desde casa, más de 6h.

Así que le había gritado a Marie en la comida por una tontería y ella había pagado el cabreo con mamá. Se disculparía luego, cuando no estuviera mamá. A Marie como era más pequeña y no tenía plan, esto encima le apetecía, por ir a la playa todos juntos. Pff, menudas vacaciones, durmiendo todos en un apartamento pequeño, pasando calor en Vinarós.

JAVIER

Estaba harto de Vinarós. Era el pueblo del padre de su mujer, y aunque este había fallecido hacía años, seguían volviendo cada verano. Cuando iba de novios, si ninguna atadura, estaba bien. Iban y venían, se acercaban a Valencia, a bucear... ya solo era estar detrás de los enanos. Que también tenía su gracia, está claro que era otro estilo de vida, pero en cualquier sitio distinto de Vinarós. Y este año, aun peor: Su cuñado estaba con sus hijos en la casa de su suegro, así que Gemma había alquilado un apartamento cerca, en vez de tomar uno al lado de la playa. No solo les costaba el dinero, sino que no aprovechaban la playa al 100% y había que estar a las afueras de Vinarós, en la Avenida Libertad. Al menos se había asegurado que tendrían piscina, que sin ser muy grande, al ser unos apartamentos pequeños no tendrían que compartirla con demasiada gente, y tendrían unas bonitas vistas a la nada y a la montaña (monte, llamarla montaña era demasiado).

FABIANE

El apartamento era, efectivamente, minúsculo. Una pequeña sala de estar con TV y una mesa, una cocina, un baño antiguo que por no tener no tenía ni cortina de ducha, y una habitación al final del pasillo que compartiría con su hermana pequeña. Para mi la cama del fondo! Grito Marie. Daba igual, estaban tan contiguas que no había ni una mesilla de noche entre ellas, porque no cabía. Fabiane sabía que su madre no pasaba por su mejor momento económico, y no se quejó, pues el estar de vacaciones con ellas sería un esfuerzo. Antes su padre les llevaba a casa de sus primos españoles en Gijón, pero este año no había podido ser. Este apartamento al estar alejado de la playa, entraba en el presupuesto, y había 15m andando hasta la playa, tampoco era para tanto. Al menos la playa era genial, eso no se podía negar, nada que ver con Niolon que estaba todo lleno de piedras. Y aparte, el calor que siempre hacía aquí, eso no lo había olvidado. Pues para rematar, solo la habitación con la cama de matrimonio donde dormiría su madre tenía aire acondicionado :( empezo a chatear con su amiga Edith y que le contara qué tal le iba a ella con sus primos.

JAVIER

Se fijó en ella al poco rato de estar nadando en la piscina con los niños. Una chica joven, morena, el pelo rizado con un precioso cuerpo, tumbada tomando el sol al fondo de la piscina con una revista. Aparentaba querer estar sola, pero más cerca del agua se encontraban una mujer que rondaría los cuarenta y algunos, guapa, y una chica más joven que sería su hermana por su parecido, aunque todavía la naturaleza no había hecho lo que tendría que hacer para convertirla en una mujer tan guapa como su hermana. Las escuchaba de fondo, hablaban en Francés. Yo no tengo ni idea de francés, pero parecía que la mayor estaba enfadada, si bien la menor se lo pasaba de lo lindo charlando con su madre. Estuvo un rato nadando y saltando en la piscina, y rápidamente los niños quisieron jugar también con ella, que rápidamente les hizo caso, y aunque no se entendían mucho, se lo pasaron bien. Yo no pude evitar mirar de refilón cuando mi mujer no se fijaba, el cuerpo en crecimiento de esta chica, que nos dijo se llamaba María, y chapurreaba algo de español, pues su padre era Español. El bikini que llevaba no enseñaba nada, pero se le pegaba al cuerpo como un guante, y su pecho en erupción en breve tendría el esplendor de su hermana. Dejo de mirar, le daba apuro con sus niños, estar mirando a lo que no hay que estar.

FABIANE

Estaba leyendo mientras estaba tumbada, y se fijo en algo que le llamó la atención. El señor que estaba con los niños que jugaban con Marie, aunque pretendía hacer como si no, estaba mirando a su hermana. Le miraba las tetas, y también el culo cuando salía por la escalera para volver a saltar con sus hijos. Vaya cosas, un viejo mayor, que tendría por lo menos cuarenta, mirando a su hermana pequeña. Marie ya no era una niña. Recordaba perfectamente la primera vez que la piropearon a ella, con el vestido azul, tendría también más o menos la edad de Marie. Le había encantado sentir que los hombres la miraban ya de ota manera, no como su madre, que seguía pensando que tenía 12 años. Además su cuerpo acompañaba para que se dieran la vuelta a su paso. A veces, incluso había visto a alguna chica que le miraba de reojo el escote. Estaba orgullosa de su cuerpo de sus piernas, de su pecho... y aquí en Vinarós sin nada que hacer.

El señor disimilaba mucho su mirada, cuando su hermana miraba o su mujer podía verle, disimulaba y le hablaba a los dos críos que correteaban por allí, pero luego se fijaba. Bueno, era normal, su hermana estaba creciendo y era algo que tenía que pasar. Pero por un instante le fastidió que miraran a Marie y no le miraran a ella, que, a pesar de lo que dijera su madre, ya era una mujer. Se tapo un poco con la revista bajándola a la cintura para que no se fijaran, y se miró las tetas.

Tenía un pecho precioso, aunque todavía Pierre no lo hubiera visto. Del tamaño ideal. Miró a la piscina para asegurarse que nadie mirase (no tenía que preocuparse por edificios colindantes, el estar en las afueras les daba tranquilidad y privacidad porque no había ninguna casa alrededor, incluso se veían las montañas), levantó ligeramente la parte superior del bikini con la mano derecha, y se miró el pecho. un pequeño pezón rosado que escondía adecuadamente su bikini de flores, en un pecho del tamaño perfecto, ni grande ni pequeño, ojalá no siguieran creciendo mucho más. Volvió a colocarlo, no fuera a verla su madre. Y su cintura y ombligo sabía que también eran preciosos. Se le marcaban, aunque poco, las abdominales, y el ombligo hacía una forma bonita. En cuanto mamá me de permiso, me pondré un pendiente en el ombligo, penso.

FABIANE

El segundo día fue una repetición de la jugada, y Javier (ya se habían enterado del nombre, su madre había hablado con el y su mujer) no podía apartar la mirada de su hermana. Era muy disimulado y cortado, pero la miraba. ¡Le voy a enseñar a este lo que es una mujer, para que deje de mirar a mi hermana y vea lo que hay que ver! penso. Y además así fastidiaré a Marie, aunque no sepa nada de lo que ha pasado :) seguro que ni por un momento ha visto a este hombre, que no deja de mirarla.

Me acerqué a la piscina y baje, lo más lentamente que pude por la escalera. Aunque vi que Javier, no estaba mirando, así que no valió de mucho. Nadé un poco tratando de acercarme disimulando, pero estaba más pendiente de que no se ahogaran sus hijos dando saltos, que jugaban con mi hermana. Tenía que idear otra cosa. Salí del agua pero por la escalera que salía mi hermana, y esperé antes de hacerlo a que su hijo estuviera jugando con su esposa. Así, al salir, se que tendría vía libre para mirarme. Me acerqué a la escalera, le pedí que me dejara pasar, con mi bonito acento francés -excuse-moi-, y subí despacio los escalones. Me paré en el segundo, cuando mi culo ya estaba fuera del agua, para colocarme el pelo con una goma, y terminé de salir del agua. En el último momento y de manera rápida, miré hacia atrás girando solo la cabeza. ¡Ajá!, me miraba, me miraba!!, y de pronto vió que yo también le miraba, y se sonrojó como un tomate. Le sonreí, y me fuí hacia mi toalla sabiendo que había ganado su atención. Marie seguía a lo suyo con los críos, nadie se había percatado de nada salvo él y yo. Me llenó una sensación de triunfo completamente infantil :)

FABIANE

Se subía por las paredes. Edith no dejaba de contarle lo bien que se lo estaba pasando, que iban a bajar a la playa por la noche, y viendo las fotos, su primo estaba muchísimo más bueno de lo que ella esperaba. Quería fastidiar a su madre, y no sabía cómo. Y además quería contarle algo a Edith, y en realidad, no había nada que contar.

Vale. Decidido. Lo voy a hacer, pensó. Su última discusión con su madre, había afianzdo su decisión. Desde que le vino la regla y su cuerpo empezó a cambiar, su madre había sacado un tema a colación, en no menos de tres o cuatro ocasiones, que siempre la fastidiaba, y no quería hablar con su madre. Pero ella insistía, las pocas veces que su madre la había visto desnuda, volvía otra vez a sacarlo: No se te ocurra depilarte nunca "ahí debajo" que es como su madre le hablaba del sexo. Ahora la gente piensa que es una moda, pero tu siempre tendrás que vivir con tu cuerpo, y cuanto más te depiles, más fuerte saldrá, y las que se depilan son porque quieren enseñarlo, y tu tienes que reservarte para tu futuro marido, y patatín. Que afeitarse el chocho es de guarras y estaba mal visto, vaya. Eso es lo que pensaba mi madre, y lo que me llevaba diciendo desde que recuerdo tener vello. Pues tu hija se va a depilar el chocho mamá. Porque tengo ganas de que se me marque todo en el bikini, y quiero que Javier lo mire. Solo de pensarlo me excita la idea :D y si no, pues haberme dejado ir a Niolon.

FABIANE

Esperé a que mamá se bajara a la playa por la tarde. Eso me daría por lo menos dos horas. Y me quedé tumbada en mi cuarto, esperando que Marié durmiera la siesta. No siempre lo hacía, a ver si había hoy suerte. En la comida había dicho que me ducharía después de comer, y así tendría un poco más rato de intimidad en el baño. No solo estaba el tema del qué, sino también del cómo. Había buscado en internet, y en francés apenas había nada interesante, solo unos cuantos posts en foros femeninos. En inglés, tenías de todo. En wikihow hay un shave-your-pubic-hair que me vino perfecto, no me atreví a cargar videos para no llamar la atención de mi hermana a mi móvil. La gente hasta se depila el ano! Bueno, esa parte no la necesitaremos, esto va de marcarlo todo en el bikini y mi culito se marca igual sin depilarme por ahí :)

Al cabo de un rato mi hermana parecía a punto de dormirse y me metí en el baño, cerré la puerta, y llevé las cosas junto al plato de ducha. Tijeras, maquinilla, jabón y crema. El baño del pestillo no funcionaba bien, eso era un problema. Si mi hermana entraba me vería. No era algo muy normal, ellas tenían cada una su baño en casa y no lo compartían, pero debía darse prisa para que Marié no despertase. Si entraba sin avisar, al no haber cortina de ducha estaba vendida.

Empezó como decía en internet, recortando con las tijeras, dejando caer el vello púbico en el suelo de la bañera. En realidad no tenía tanto, no al menos como su madre que aunque hacía que no la veía, si la recordaba  con una gran mata de pelo ahí. Lo tenía haciendo forma redondeada hacia el ombligo, que no le subía demasiado hacia arriba ni hacia los lados, por lo que cuando se depilaba para el bikini, nunca le había resultado un problema. Ahora iba quitando poco a poco la parte de arriba, dejándose algunos trasquilones mientras recortaba con su mano derecha, y cogiendo el vello con la izquierda. Se estiró el borde de sus labios hacia la pierna tal como decía internet, para tratar de cortar con las tijeras los bellos más largos que le salían de ahí, y cuando más o menos terminó con las tijeras se salió de la ducha para mirarse al espejo.

Solo con lo que ya había hecho, su sexo destacaba muchísimo más, también debido a que sus labios estaban algo más hinchados con el toqueteo. Se imaginó a Javier mirándole embobado el coño, las ganas de deseo que tendría, y le encantó. Mira lo que tengo para tí Javier -pensó- echando hacia adelante la pelvis y abriéndose los labios mostrando el interior. Quiero que me chupes, quiero que me comas todo! Se sonrió, jamás había hablado así a nadie. Le excitaba imaginar que le comieran el coño. Nunca lo habían hecho. Édith decía que era genial- la cabrona siempre hacía todo antes que ella, había besado un chico antes que ella, la habían magreado las tetas antes que a ella, le habían acariciado ya todo... quizás era por su madre. En el momento de la verdad, se agobiaba con los chicos, la primera vez que le tocaron "ahí abajo", y solo por encima del pantalón, el respingo que dió asustó al muchacho pensando que le había hecho daño. No se había atrevido todavía a caricias directas, solo por encima de la ropa, y jugando a como si estuvieras follando pero sin quitarte la ropa, sientiendo el sexo por encima del pantalón.

Y a Édith hacía unas semanas, su novio le había comido el coño por primera vez, y durante una semana solo hablaba de eso. Javier, cómeme el coño, que dice mi amiga Édith que voy a disfrutar. Y también se imaginó que ella le chupaba la polla a Javier, algo que ni Édith había hecho todavía (a pesar de que su novio insistía mucho en ello, Édith solo le masturbaba con la mano. Yo también le había hecho una paja a Roberto en aquella fiesta, aunque al estar todo a oscuras, había sido algo un poco raro. En realidad, fue tan rápido, que apenas le pudo contar a Édith). Seguro que Javier tenía una gran polla, no como la de Roberto. Y seguro que no se corría en cuanto le tocabas un poco. La verdad es que su primera experiencia con una polla fue decepcionante, pero seguro que Javier tendría una gran polla y seguro que le encantaría que Fabiane, la francesita que no hablaba español, se la comiera.

Cuando se quiso dar cuenta, se dió cuenta que se estaba masturbando. Joder, a la ducha a terminar!. Me metí de nuevo en la ducha, y aparté hacia el fondo de la ducha los pelos del suelo. Turno de la maquinilla. Se echó el jabón para depilar en las manos e hizo espuma, que distribuyó por todo su sexo. Se acarició una vez más el clitoris (estando en el cuarto con Marié, no sabía si iba a tener oportunidad de masturbarse en todo el viaje..) y abrió la maquinilla..

MIERDA! No puede ser, JODER!. Tendría que haber revisado antes, era una maquinilla que había usado días antes para depilarse las piernas, y ya estaba usada. La primera norma que había leído: maquinilla nueva para afeitarte el coño, a la porra. Bueno, pues si esto es lo que hay, pues es lo que hay. Comenzó por la parte de arriba, lentamente para no cortarse, y bajando hacia los labios poco a poco. Iba despacio, pues claramente la hoja no cortaba bien. Se estiraba los labios hacia arriba para tensar la piel, con la mano izquierda, y con la derecha deslizaba la hoja dando muchas pasadas cortas sobre la zona. Estaba con la parte del pubis prácticamente terminada, cuando casi la dió un infarto con el susto, y se hizo un pequeño corte:

-FABIANE, te queda mucho en la ducha?? Tengo que pasar, que me estoy meaaaando!! gritó Marie desde el cuarto. JODER JODER JODER, ahora qué hago? corrió fuera de la ducha a tirar los pelos que cogió con las manos del suelo al inodoro, y volvió rápidamente a la ducha. AHORA MISMO VOY MARIE, YA MISMO TERMINO! Abrió el agua, se metió en la ducha y se limpió el pequeño hilillo de sangre del corte que se habia hecho en el pubis. PERO AHORA TE METES EN LA DUCHA, NO TERMINABAS YA? EL corazón de Fabiane iba al 120%, la voz de su hermana sonaba al lado de la puerta. SI ya termino, dame solo cinco minutos! -No aguanto más Fabiane, entro!- y la puerta se abrió. De manera instintiva, Fabiane se giró hacia la pared para que no pudiera verla, y Marié entró al baño.

-Joder, no se puede tener ni un poco de intimidad en este pueblo de mierda!?

-Fabiane tía no te pongas así, que me estoy meando, se lo que te gusta tirarte media hora en la ducha, no aguanto más.

Fabiane escuchaba con el corazón al 120% debajo del agua de la ducha, mientras su hermana se sentó en el inodoro y comenzó a mear. Escuchaba el ruído de la orina esperando que su hermana se fuera cuanto antes.

-Esta noche podríamos ir por las bares del puerto, si nos deja mamá, le dijo.

-Como vamos a ir si a ti no te van a dejar pasar, si eres una cria. Hay que tener al menos 16 años.

-No estoy hablando de ir a beber, decía a dar una vuelta, muermo!

Escuché el ruído del rollo del papel higiénico, genial se iba a ir y no se daba cuenta de nada.

-Y si no, pues podemos... silencio.

-Y si no, pues podemos qué? Le conteste. No me dijo nada. Me giré lentamente intentando mover solo la cabeza, y vi que miraba los pelos de mi coño que había en el inodoro. JODER, qué mala suerte! pense. Y luego ella me miró a mi, extrañada, y yo me giré azorada mirando hacia delante.

-Fabiane... qué estabas haciendo?

  • Haciendo de qué?

-Eso mismo te pregunto. Te estabas depilando, y nunca he visto estos pelos en tus piernas.. a ver? Y se acercó hacia la ducha buscando mirarme.

-LARGATE Y DÉJAME EN PAZ! trataba de cubrime pero era evidente que me había pillado. -TE ESTABAS DEPILANDO EL CHOCHO!- qué fuerte tía, ¿por qué te estás depilando ahí?

-LARGATE DE UNA VEZ!! me estaba agobiando, tenía que salir del baño cuanto antes, cerré la ducha, y traté de alcanzar la toalla. Todo me salía mal. Estaba en una casa minúscula con un baño microscópico, y no llegaba desde donde estaba a la toalla.

-Me acercas la toalla, por favor Marié? Marié tomó la toalla del toallero y me la acercó. -Bueno, cuéntame qué te traes entre manos, o mejor debería decir, entre las piernas - se partía, mi hermana encima encontraba muy divertida la situación. ERES UNA CRIA Y NO ENTIENDES NADA, DÉJAME TRANQUILA! Le decía mientras me envolvía en la toalla.

-Bueno, pues tu sabrás lo que le quieres explicar a mamá ahora cuando llegue, no te creerás que a mi no me ha dado la charla del "jamás en la vida se te ocurra afeitarte que eso es de guarras".

Me dió un vuelco el corazón. Si se chivaba, entonces si que se iba a liar. A ver qué le explicaba a mamá. -Marié, NO se lo puedes contar a mamá, por favor, no se lo cuentes a mamá!- implore.

-Cuéntame de qué va al historia, y ya veremos. Salí del baño limpiando antes los pelos en dirección a nuestro cuarto, con Marié detrás mío. me puse las bragas como buenamente pude con la toalla puesta para que no pudiera verme.

-Si te cuento porqué lo he hecho, me prometes que no se lo dirás a mamá?

-Lo haremos al revés, Fabiane, si no me lo cuentas, entonces es cuando puedes tener claro que se lo voy a decir. Joder. No me quedaba otra.

No sabía ni como empezar, bueno Marié, el otro día en la piscina, ya sabes, con los chicos estos que juegan contigo.. - Carlos y Miguel? - Si bueno, no se como se llaman, los niños, pues su padre -en ese momento se le contrajeron las pupilas a mi hermana- Qué pasa con su padre!? Preguntó asustada mi hermana. - No, no, no, no es nada raro ni eso, tranquila!, no no.. verás, pues que Javier, le he visto en la piscina estos días, y.. bueno, pues que se fija mucho en mí. También se fija en tí, cuando no miras, nos mira las tetas y el culo, cuando no mira su mujer o sus hijos, y.. pues llevo un par de días jugando a una tontería, le busco y se cuando me está mirando..

  • Por eso el otro día te pusiste junto a mí en el borde tumbada con el culo en pompa??- Joder, mi hermana se había dado cuenta perfectamente. -Si, por eso el otro día estuve ahí, es una tontería, pero me gusta que me mire.. que no estoy buscando que pase nada, si es un viejo, pero me hace ilusión que me mire... me parece guapo.

-Y qué tiene eso que ver con que te depiles el chocho?

-Bueno pues... me parecía que sin los pelos, se me marcaría mucho más el bikini y a el le molaría. EL otro día que tu dices de la piscina, dejé el movil grabando hacia la piscina mientras me tumbaba, y tendrías que ver la cara que pone mirando mi culo.. -ENSEÑAMELO!- -EL QUÉ?? Pregunté extrañada. Pues qué va a ser, el video de Javier, no va a ser tu culo... Me quité la toalla, me puse una camiseta interior blanca cubriendome las tetas, y fuí de nuevo al baño a por el móvil.

-QUé fuerte, mira como te mira! a mi hermana le encantaba la situación. Con lo cría que era, ya le molaba este jueguecito. En un momento mi hermana pasaba cerca del borde, y Javier dejó de mirarme a mi para mirarle a ella. -Mírale, me está mirando las tetas! Dijo, mientras instintivamente se apretó su juvenil pecho con las palmas de la mano, subiéndolas hacia arriba. Qué fuerte, no me había dado cuenta de nada! Una sonrisa cruzaba su cara.

Y qué piensas hacer ahora? Si tanto se marca, mamá también se va a dar cuenta! - No, no se dará. Primero porque no se fija, segundo porque con los bikinis que tengo, con la tela adicional que llevan en la braga del bikini, y sin apretarlo hacia arriba, no se notará nada. Tengo otro bikini, uno blanco que no me he atrevido a ponerme con mamá, que me queda bastante más justo, y seguro que con ese me va mucho mejor para la exhibición - Curiosamente, me gustaba hacer cómplice a mi hermana de la situación. Era un secreto donde yo le enseñaba que yo ya era una mujer mayor, y ella seguía siendo una cría. AUnque Javier también le dedicara alguna mirada, yo iba a tener el 95% de su atención.

Pues... me temo que algo no has hecho bien... mi hermana me señalaba las bragas. Se veía una mancha roja en un lateral del pubis, el corte seguía sangrando. - Me quité las bragas- es que con el susto que me has dado, y metida ahí en la ducha esa minúscula como buenamente podía, todavía estaba a medias con la depilación. Y además no tenía todo el material que hacia falta..

-Qué necesitas? dijo Marie. Pues una maquinilla nueva, que tenía una usada.. Yo te presto una espera- y sacó del armario su neceser, pero al ir a mirar no tenía ninguna. Bueno, continuaré con la antigua. Me levanté para irme de nuevo hacia el baño, cuando me interrumpió - No hace falta que te vayas allí, depílate en el cuarto, total, ya no tienes nada que ocultar.

  • Me acababa de ver las tetas y el coño medio depilado, tenía razón. Traje la toalla y la puse en el borde de la cama, y lo primero me puse un poco de agua oxigenada para cerrar el corte. Traje agua en un vaso, y volví a hacer jabón con las manos, y me tumbé en el borde de la cama con la maquinilla. Mi hermana me miraba desde la entrada a la habitación, mientras me embadurnaba de nuevo con jabón y recortaba de nuevo el pubis.

-Voy a cerrar la puerta de casa, metiendo la llave, para que mamá no pueda entrar y que te vuelvas a cortar! Se sonrió con la idea mientras su hermana iba a la puerta. Tenía toda la razón, sería el último susto que me faltaba.

-Con la maquinilla trataba de ir muy despacio, pero los pelos pequeños costaban mucho, especialmente en los labios. Trataba de apartarme los labios y estirarlos todo lo posible, pero por abajo donde apenas me veía por la postura, me resultaba complicado. Fue entonces, cuando mis vacaciones dieron un giro tremendamente inesperado.

-¿Quieres que te ayude a depilarte? Dijo Marié. Me quedé atontada, sin saber qué decir. No sabía que responder, me daba corte, pero era mi hermana, y en realidad qué mas daba, si ya estaba mirando todo... pero no sabía... -bueno.. vale..- Respondí. Si no te importa..

Se fue a lavarse las manos y yo mientras no sabía ni como sentarme. Estaba nerviosa, esto no es como en un centro de belleza que te depilan las piernas..

-échate hacia atrás, que ya no hace falta que estés al borde, y túmbate. Me recosté hacia atrás en la cama, subiendo la toalla hacia  arriba debajo de mi culo, y abrí las piernas hacia los lados.

-Flexiona las piernas y súbelas, para que suba un poco hacia arriba y pueda depilarte mejor- Flexioné las piernas, y vi como mi hermana se echaba jabón en su mano para hacer espuma. Marié delicadamente deslizó la espuma por el pubis, bajando por los laterales y llenando todo de jabón. La sensación que tuve cuando me acarició los labios la primera vez, una mezcla entre vergüenza y sorpresa, la recordaré toda la vida. Mi corazón se aceleraba por momentos. Ella sin embargo, actuaba como si le tocara el coño a su hermana mayor todos los días.

-Ya casi no tienes nada por la parte de arriba. Tenemos que quitar todo lo que hay al lado de los labios. Me estiraba la piel con la mano izquierda e iba bajando mucho más despacio de lo que yo iba con la derecha, poco a poco, para evitar cortarme. Miré un poco hacia ella desde donde yo estaba tumbada y la ví totalmente metida entre mis piernas, ella estaba apoyada en la cama pero con las rodillas en el suelo. Esta era una situación tan extraña, que no pude evitar pensar que seguro que a Édith, su hermana pequeña nunca le había depilado el coño, ahí ya la había ganado, lo que me sonrió.

-Bueno, lo de arriba ya está, paso a los laterales- Y ahí fue cuando lo empezé a pasar mal. Mal, porque cuando me estiraba el labio izquierdo hacia la derecha, para quitarme de ahí el vello, apoyaba su mano en todo mi sexo. La notaba en el clitoris, en los labios menores y en las piernas, y era una sensación tan extraña, tan rara, mi propia hermana tocándome el coño, que ni sabía qué me pasaba. Era una terrible mezcla de excitación, placer, pudor, y algo extraño que no se describir con palabras. Y además, cuando iba terminando, pasaba los dedos índice y corazón por la piel, para asegurarse que no dejaba pelos, lo que me daba un escalofrío y un no se qué extraño.

Luego pasó al otro lado, que estiraba con la mano izquierda, con el pulgar hacia abajo y los otros dedos hacia arriba, un poco menos agobiante porque no tenía contacto directo con mi clítoris. -Jé, je, tienes un lunar en el labio del chocho, igual que yo!- Anunció, mirándome a la cara en ese momento. Yo sonreí como si eso fuera lo raro, y no que mi hermana tuviera su cara a 10cm de mi sexo, que no me disgustara que estuviera hurgándome, y que el tamaño inflado de mis labios no fueran lo que llamara su atención.

Por último pasó a la parte del monte de venus, justo encima del clítoris. Estiró hacia arriba mi raja, lo notaba perfectamente, y eso levantó y mostró mi clítoris completamente. Mi hermana no decía nada, simplemente trabajaba, con cuidado de que la cuchilla no me hiciera daño. Miraba su cara, y en un momentó me miró a mi y me sonrió - ya mismo termino-.

POr último tomó su almohada, y me pidió que levantara el culo para ponerme más alta. Así atacó al vello de más abajo de mis labios, y en unos 5, 7 minutos, mi coño no tenía ni un pelo. A mi me pareció como una hora.

-Bueno, listo, vamos a hidratarlo un poco, qué crema tienes? -tengo la de depilar, la normal- contesté. Mejor usamos la de mamá de Aloe Vera, que irá mejor. Fue al baño y trajo la crema hidratente de mamá. Se la echó en la mano derecha, y me masajeó por todo el sexo. Mis labios estaban muy marcados y rojos, entre el depilado, el toqueteo, y mis pensamientos encontrados. Y además, antes con la cuchilla se preocupaba de no tocar ni acercarse a la vagina, ahora era todo lo contrario. Me esparcía la crema por todas partes, y yo no pude evitar disfrutar ese momento, cuando tocó mi clitoris, y el borde de mis labios, que deslizaban perfectamente con la ayuda de la crema. Me estaba gustando. Me estaba gustando mucho. Tumbé la cabeza y la dejé trabajar, mirando al techo. Me masajeaba con un movimiento circular, por los laterales, por las piernas, por los labios y subiendo hacia el clítoris, que no llegaba a tocar, y luego bajaba de nuevo.

Bueno, listo, ha quedado precioso- Anunció. Si Javier te viera tal y como estás ahora, ten por seguro que le seducías! jajaja! Me reincorporé en la cama y me miré. Tenía el coño hinchado, los labios marcados, el clítoris marcado, y con la crema de Aloe brillantes, la verdad es que era terriblemente sensual. Y no entendía nada. Me había encantado, me hubiera gustado que mi hermana hubiera seguido masajeando.

-Bueno Marié, que tampoco era la idea seducirlo...

-Ah, no? Pues tu chocho dice la contrario ja jaja--- Solo escuchar a mi hermana hablando así me resultaba turbador.

-Anda calla que eres una cría. Vámonos a prepararnos que mamá llegará en un rato.

-Espera un momento, que ahora me toca a mí! Dijo. Yo no entendía, la miraba sorprendida, y entonces cuando se quitó las bragas ya entendí a qué se refería.

-Peero.. peero.. que tu también te quieres depilar.. peero - no sabía como salir de ahí - si eres una cría, cómo te vas a...

-No hay peros que valga. Yo también me depilo, que también me apetece no hacer caso a mamá. Venga date prisa que mamá no tardará. Y con eso se tumbó en la cama como estaba yo al principio. -Simplemente ve con cuidado con la cuchilla como he hecho yo, y ya está. Estaba flipando. Estaba flipando.

Mi hermana abrió las piernas y las flexionó, mostrando ante mi su sexo. Tenía tanto pelo como yo, sus tetitas estarían todavía creciendo, pero su sexo ya era otra cosa. Se puso la almohada en el culo subiéndolo hacia arriba y se acercó al borde.

-Espera, primero necesito las tijeras, que todo el pelo largo hay que quitarlo antes dije, y me fuí al baño a por las tijeras. Estaba en shock. Hacía apenas una hora, estaba intentando que mi hermana se durmiera para hacer algo que no debía, y ahora en la misma cama, habíamos pasado a que yo le iba a depilar el chocho a mi hermana, pff. Esto si que no se lo iba a contar a Édith.

Volví a la habitación, y me tumbé como mi hermana estuvo antes. -Espera, he traido una toalla de las que había en el apartamento, no uses una nuestra, que se va a llenar de pelos. Se cambió la toalla por una de baño de las del apartamento, y se tumbó. Madre mía, estaba al lado de su coño. Lo podía oler. Así que mi hermana había estado así conmigo hacía un momento. Tenía que intentar disimular y aparentar que no estaba turbada hablando de lo que sea.

-Bueno, que empiezo- Y empecé a coger el vello de mi hermana con la mano izquierda, y cortarlo con las tijeras tratando de que los mechones no se escaparan. COgí la papelera del cuarto para manchar lo menos posible y los eché ahí. Al principio no tenía apenas problemas, pues no tenía ni que tocarla, tomaba el vello del monte de venus, y lo recortaba con las tijeras, con exquisito cuidado para no dar ningún tirón que le doliera. Mi hermana tenía más o menos el mismo vello que yo, y mi frase habitual de eres una cría, desde luego no aplicaba en este caso, su sexo estaba tan preparado como el mío.

-Qué piensas ahora hacer con Javier- Me preguntó mientras recortaba.

-Hacer, de qué?

-pues para "mostrarte", el bikini del que hablabas, cómo harás para que no lo vea mamá?

-Bueno, no lo tengo pensado. Está claro que por la mañana el plan playa y piscina es difícil. Contesté. Por la mañana solíamos ir a la playa, y antes de subir a comer estábamos en la piscina. A Javier y su familia en la playa los habíamos visto paseando, pero no se ponían donde íbamos nosotros. Y cuando íbamos a la piscina, ya solían estar ahí.

-bajan a la piscina después de comer y por la tarde. Igual ese es el mejor momento- Pues mamá siempre se bajaba de nuevo a la playa por la tarde, y luego se daba un paseo antes de volver. Además por la tarde no bajaba la mujer de Javier, solo él y los niños

-O a última hora de la tarde. O incluso por la noche.. la piscina cerraba a las 12 de la noche, y estaba iluminada. Al ser de un apartamento privado con tan pocos vecinos, no tenía vigilante.

-Eso no va a ser tan fácil, porque igual Javier sale con los niños o algo, tendremos que ver qué hacen dijo Marié.

-TENDREMOS?- No me gustaba el tono que había adoptado esto.

-Claro, tendremos, ya soy parte de esto, y quiero que Javier flipe mirándote! y empezó a reir. Me sonreí. Iba a aliarme con mi hermana pequeña, para seducir a un tipo mayor con hijos, y todo era un juego que había empezado por una bronca por mi madre. Si ella supiera....

-Bueno, paso a la cuchilla. Aparté las tijeras, y me eché el jabón en las manos para hacer espuma. Se lo empecé a echar por el monte de venus, y bajé por los laterales de sus labios. No podía dejar de pensar si mi hermana tendría sensaciones parecidas a las mías cuando acariciaba su sexo. La miré a la cara desde donde estaba. No era consciente de la vista que mi hermana había tenido de mí, todo mi sexo expuesto, espatarrada, y al final la cara de mi hermana con los ojos cerrados. COn un detalle adicional que me llamó muchísimo la atención. Mi hermana llevaba una camiseta que usaba para dormir, y no llevaba puesto el sujetador. EL pecho de mi hermana, mucho más pequeño que mis tetas, tenía los pezones erizados. Y yo sabía bien que el rollo ese que se marcan los tíos de que los pezones tiesos son que estás excitada, no tiene mucho que ver con la realidad y que más bien se te ponen duros por el frio, porque te das con algo o simplemente porque sí, pero miré sus tetas de otra manera.

Eché la espuma y la extendí con la mano, como ella había hecho conmigo. Toqué por primera vez sus labios menores y su clítoris, aunque lo hice muy rápido y rápidamente pasé a la cuchilla. Marie seguía con los ojos cerrados mirando al techo. La fuí depilando primero por arriba, luego por lo s labios, apartándolos con mucho cuidado. Su vagina era rosada, y al tensarla se mostraba el interior de su vagina que se abría ligeramente. Ya había terminado un lado, y pasé al otro. Su vagina era bella. Quizás más que la mía, la suya era como más delicada. Sus labios no eran tan grandes como los míos, Al cambiar de lado, tenía que estirar apoyando mi mano en su clitoris y sus labios. Se que deje mi mano intencionadamente ahí , más de la cuenta. Pero FABIANE!! Te estas volviendo loca!?! Acabe rápidamente, sin saber qué me pasaba.

-Has visto el lunar?? Me sobresaltó Marie. -Mira, está aquí. Y se apartó el labio mayor ligeramente hacia su derecha, para mostrarme un lunar en su labio menor, -igual que el tuyo! :)

-Si, igual conteste, limpiando con la toalla los restos de vello y de espuma, levantándome para ir a limpiarme.

-Espera, la crema! Ostris, la crema. Se volvió a reclinar con los ojos cerrados. Me eché la crema en la mano en la posición que estaba, le masajeé con mi mano derecha y con tres dedos, índice, corazón y anular estirados por toda la zona del vello, y lo menos que pude, por su clítoris y sus labios, que ahora sí, con la crema y el masaje habían ganado tamaño. Esto ya estaba terminado, pense, pero Marie, en vez de terminar y levantarse, como yo esperaba... abrió aun más las piernas,bajando las rodillas, mientras decía ¡Qué masaje más bueno! Con sus ojos cerrados.

Se hizo el silencio. Ahora era yo la que no sabía que hacer. Le estaba masajeando el chocho a mi hermana, que ya tenía su crema por todas partes.. y aunque estaba azorada, la situación me daba mucho morbo. Pero mi educación ya me pudo, y dije, -bueno ya estás, me meto en la ducha! y salí zumbando para allí, dando por terminada esta extrañísima situación.

CONTINUARA