Extraño
"Bonito vestido" leo en el mensaje que acabo de recibir de un número desconocido. Miro en todas las direcciones en mitad de la calle en plena hora punta intentando ver alguna cara conocida. "No te molestes" leo cuando vuelve a sonar en mi mano y veo el "escribiendo..." del Whatsapp, "no me vas a ver".
Extraño
"Bonito vestido" leo en el mensaje que acabo de recibir de un número desconocido. Miro en todas las direcciones en mitad de la calle en plena hora punta intentando ver alguna cara conocida. "No te molestes" leo cuando vuelve a sonar en mi mano y veo el "escribiendo..." del Whatsapp, "no me vas a ver".
Deduzco que es alguno de mis amigos a los que les gusta gastarme alguna broma, así que decido hacérmela tonta y les sigo el juego. "¿Vas a decirme que qué ropa interior llevo?" tecleé mientras una sonrisa estúpida se dibujaba en mi cara, la que desapareció en el acto al leer el siguiente mensaje "No hace falta, me encantó ese conjunto negro con encajes que elegiste del primer cajón de la cómoda".
Esto ya empezaba a no hacerme gracia. ¿Cómo sabía ese detalle? Vivo sola, y nadie sabe, lógicamente, mi ropa interior. Volví a buscar a alguien familiar, que me supusiera una pista de quien me estaba gastando una broma. Podría ser casualidad y alguien, que conocía mis gustos por la lencería, había acertado de potra. "No sabes quien soy, pero yo sí sé quien eres" , volví a leer.
Avancé despacio mirando el móvil, me dio por mirar las redes sociales, que apenas visitaba, a ver si podía sospechar de alguien. Nada. Mi vida en la red era un poco pobre y casi nunca destacaba. Vi como el aviso de un nuevo Whatsapp aparecía en mi pantalla y el "envió una foto" se mostraba. Era una foto mía, de esta mañana levantándome de la cama, otra lavándome los dientes, otra tomándome el té, otra... desnuda eligiendo la ropa interior que me había asegurado que llevaba.
" ¿Quién eres?" pregunté rápidamente mientras mis dedos escribían sin control. "¿Qué buscas de mi?"."No estás en condiciones de interrogarme tu a mi" recibí un mensaje desde otro número de teléfono, completamente desconocido. Usaba varios números lo cual me empezaba a perturbar aún más, si es que eso era posible. "Busco jugar un poco...divertirme, puede que incluso, nos divirtamos juntos". Tragué saliva pensando en las ideas macabras de quién fuera el que está al otro lado de la línea. Si era una broma no tenía ninguna gracia. "Ya, seguro que es eso...¿Quién te ha dicho que hagas esto o quién eres? ¿alguna amiga mía quizás?" "Mira tu Facebook" Sin entender el último whats miré mi muro y me quedé helada al ver que supuestamente yo, había publicado dos fotos mías, una levantándome de la cama y otra lavándome los dientes. "En tu mano está que se publiquen las demás, y...¿No creo que quieras, no?"
No sólo tenía mi móvil, fotos mías sino que encima tenía acceso a mi red social con la que me chantajeaba. Me costaba aceptar que esto fuese verdad y no una broma de mal gusto. "¿Qué quieres?" "Ya te lo he dicho... jugar." Volvió a repetir. "¿Por qué yo?" "Por que me gustas desde hace tiempo y nos hemos divertido en más de una ocasión"
Pensé en esto último, intentando dar con la tecla... hacía meses que no pisaba un Chat, y mucho menos salía por ahí. Mis dos vidas, tanto la cibernética como la social, estaban muertas. "Me divertiría más si supiera quién eres". "No, mejor así, así puedo sacarte la ventaja que no me diste en alguna ocasión"
Por más vueltas que le daba no se me venía nadie a la cabeza, así que intenté seguir su juego hasta dar con algo que me llevara a reconocerle. "¿Y cómo quieres jugar?" "Ve a la cafetería que tienes en la próxima calle, entra en el servicio y espera mi mensaje" . Está como una cabra, pero cierto punto tenía este tonteo sin saber quien era. Sin saber muy bien por qué hice caso, fui donde me dijo y me metí en el baño. Nada más cerrar la puerta me sonó el móvil. "entra en uno de los baños individuales, cierra el pestillo y siéntate" Esto rozaba la cámara oculta, así que me pasé por el forro sus indicaciones y le seguí el rollo como pude "Ya está" le escribo, siendo mentira y sin hacer nada de lo que me ha dicho. "No me mientas, sino, no podré jugar y deberás mirar tu Facebook otra vez. Hazlo a mirar" Haciendo caso y con miedo por lo que ya había hecho antes con mi cuenta, entré y antes de mirar nada cambié la contraseña, pero por más que metía la anterior no mela cogía. Incorrecta. Es lo único que leía todo el rato. Miro en mi muro y veo la foto que me hizo tomándome el té con una más que me heló la sangre, una mía entrando al baño y quedándome echada sobre el lavabo.
"Y ahora, qué...¿Quieres jugar?" Entré en el baño, colgué el bolso en el pomo, me quité la chaqueta y bajé la taza. Me senté en ella y esperé que sonara. "Así me gusta, que seas obediente. Quítate esa lencería negra tan bonita que llevas hoy" Agarré el encaje negro y lo deslicé por mis piernas hasta dejarlo en mis tobillos. "Mira en tu bolso y coge el móvil que te he dejado en el. Te llamaré, quiero oírte respirar mientras haces lo que te ordene. Pero no, no me oirás, sólo yo te escucharé y tú me leerás".
Busqué y efectivamente, el móvil que decía estaba ahí, perforando mi mente, pensando en cuando lo habría metido sin darme cuenta. Empezó a sonar con un número desconocido y lo cogí. Sólo oía una respiración y el sonido de unas teclas de fondo, así que miré mi móvil y comprobé que estaba escribiendo. "Activa el manos libres" Obedeciendo cada uno de sus pasos lo activé y lo puse en mi pecho, enganchado en el tirante del sujetador para que estuviera cerca de mi boca.
"Abre las piernas, quiero que te acaricies despacio" el juego empezaba a parecerme interesante, veo que recibo una imagen y cuando termina de cargar veo que es... mi sexo con mis dedos en medio. "Lleva tus dedos a la boca, saboréalos y vuelve a tocarte..."
No se que era lo que me estaba excitando, el juego perturbador de un extraño, el hecho de tocarme y que me estuviera poniendo cachonda... pero empezaba a disfrutarlo. Cerré los ojos y sin darme cuenta empecé a soltar sonidos por mi boca.
Volvió a sonar el móvil, "Muy bien, así me gusta... oír como disfrutas. Quiero que te metas en un dedo dentro de ti" Obediente obedecí, perdiéndome en sensaciones nuevas, extrañas, por una situación desconocida.
Empecé a escuchar mi nombre, una voz familiar que me llamaba. Decía que no hablaría. Nuevamente, insistente, a pesar de que yo respondía, sólo decía mi nombre... hasta que comprendí lo que pasaba... abrí los ojos y vi a mi novio mirándome, sonriendo y señalando mi mano metida en mis bragas. "¿Te divertías en sueños, cariño?" me decía entre risas y vacileos. "Yo...no sé... era todo muy sin sentido muy..." "era un sueño" me dijo mientras me agarraba la mano y la colocaba en su erección mañanera. "Esto si es real. Ya puedes poner solución a esto, por que despertarme y ver a mi novia masturbándose y gimiendo en sueños no es algo que me ayude mucho".
Paso la mano por su erección, a través de la tela de los calzoncillos y le acaricio, mientras me acerco a su boca y le beso salvajemente, saboreando cada parte de su interior, mordisqueando su labio inferior y lamiendo el superior.
Sus manos se han apoderado de mis pechos, que los aprieta provocando que me arqueé. Pellizca los pezones duros y le muerdo mas fuerte.
Meto la mano en la tela y acaricio la suave piel de su miembro a punto de reventar. Me pongo encima, a horcajadas y sin bragas, las cuales me he quitado en un rápido movimiento desesperada. Me restriego con él, mientras acaricio su pecho y le beso, rozando mis pezones con sus manos nos torturamos el uno al otro. Hasta que no aguanto más y meto la mano en la tela y saco su erección, dando con la punta de su miembro en mi sexo nos humedecemos aún más, rozando mi entrada sin llegar a meterla. "Me estás volviendo loco esta mañana" Me doy la vuelta, dando mi espalda a él, me monto en su polla, dando una visión perfecta de mi culo, de como entra en mi y de mis movimientos.
Me apoyo en sus muslos y empiezo a subir y bajar sobre su erección mientras él me acaricia la espalda, me agarra el culo y me pellizca. Sosteniéndome sólo con una mano, me ayuda con las suyas, para que mi otra mano pueda acceder a mi clítoris y me masturbe mientras le estoy follando yo a él, literalmente. Me clavo una y otra, y otra vez sobre él, cada vez mas fuerte, más bruta y moviendo mi mano en círculos mientras busco desesperada correrme con él dentro de mi.
Puedo oír como su respiración se agita, se mueve debajo de mi cuerpo intentando empalarse aún más en mi interior, y yo siento que me rompo. Entre gemidos y movimientos bruscos mi cuerpo se tensa y sólo gritar mientras me corro con su miembro dentro de mi, sin darme apenas cuenta de que él también se ha corrido y a la misma vez que yo.
Nos quedamos un rato quietos, respirando con dificultad y siento como sus manos me acarician la espalda despacio, estando aún en mi interior. "Me resulta raro que te hayas corrido a la misma vez que yo..." confieso mientras me quito de encima y me echo en su pecho "¿Te crees que he estado quieto mientras veía como te tocabas a mi lado?, no he podido evitar acariciarme un rato antes de despertarte, ese orgasmo debía ser para mi y no para el que tenías en sueños." Colorada enterré la cara en su cuello "Ya me contarás que clase de cosas sueñas, ya..." y noté como se reía mientras me daba un azote y dejaba mi culo en su mano.