Explosión Tormentosa
Nada que decir... solo escribir
Ya ha pasado poco más de un mes, dos puede ser… y cada día es más difícil… nunca imaginé todo lo que me costaría sacarte de mí… tu olor, tus besos, tus caricias… tus hombros, tus brazos, tus piernas… todo lo recuerdo, como si fuese ayer cuando te vi por última vez…
Me quede amando sola, sin dejar de esperar… quizás es poco el tiempo, pero realmente he sentido una eternidad…
Las palabras se las lleva el viento, el papel aguanta mucho… los actos son quienes más dicen…
Me he sentido confundida mil veces, pensando y pensado que es lo que en verdad siento… y aún no puedo tener claridad… no sé si amo los recuerdos, a él como persona (por lo gran hombre que es), o como pareja…
Es complicado, enredado, confuso, y muchas veces creo que me estoy volviendo loca… cada lagrima que recorre mis mejillas gritan tú nombre, añoran tus abrazos, y anhelas tus labios…
Los días son eternos, las noches complicadas, mi cabeza no suelta tu recuerdo… mis ojos despiertos se pierden buscando tu mirada, y cuando están durmiendo sueñan con tu recuerdo…
Tú voz me persigue, tus pasos me siguen… tu olor impregnado en mi nariz me enloquece…
No sé cómo olvidarte, no sé qué hacer para recuperarme, no sé cómo volver a ser la de antes, aquella niña que había dejado de sentir, a la que no le importaba nada, la que no conocía el amor y no quería hacerlo aún… como retroceder el tiempo!! Hacer todo denuevo…
Tenía que ser así… eso supongo… guardar los recuerdos y seguir adelante…
Dar vuelta la página, todos me lo dicen… y aún no puedo escribir el fin del cuento… tengo que hacerlo… este es el fin… el amor te hace tan feliz, tantas sonrisas, tanta felicidad que a veces no crees que podrás soportarla en tu cuerpo… el amor te hace tanto daño, ese daño profundo, esas lagrimas amargas que se sienten en cada poro de tu ser… ese daño que solo se cicatriza con amor, pero cuando el amor se duerme, cuando el amor ya no vibra… el daño queda L
No sé cómo dormir mi amor, no sé cómo olvidarlo… ya no vibra, pero no se duerme… ya no hay locura, pero existe…
Cada día le cantaré una canción de cuna… lo acariciaré y procuraré que se comience a dormir…