Experimentando con mi tío iii
Un regalo de cumpleaños inesperado
Como un imbécil me quede paralizado tras escuchar a Sergio, en mi cabeza solo me preguntaba ¿no que muy hetero?, no es que su insinuación no me llamara la atención, tendría que ser extremadamente narcisista para no reconocer que Sergio era realmente muy atractivo, un metro ochenta, piel morena clara igual que la mía, no era muy musculoso pero se mantenía en forma, su espalda ancha era espectacular, tenía el cabello negro y liso, aspecto que realmente envidiaba de varios de mi familia, pues mi cabello era ondulado, lo cual no era de mi agrado. Volviendo a Sergio era un adonis en pocas palabras. Yo aún seguía asimilando lo que acababa de escuchar cuando él ya se encontraba en bóxer acercándose a mí
S: ¿qué pasa Andy? sé muy bien cuanto llevas esperando tener la oportunidad de tener esto entre tus mano, cuando poso mi mano en su bulto mi respiración empezó a acelerarse, seguía sin creer que Sergio se me estaba ofreciendo, pero una parte de mí aún seguía molesto, la misma persona que me había rechazado meses atrás, que me trataba con total indiferencia, hasta podría decirse que con desprecio y eso sumado a los acontecimientos del día me facilitaron rechazar la oferta
A: muchas gracias por tu oferta de caridad, pero no me apetece, duerme en la cama que para mí no será problema quedarme en el sillón. Me sentía muy orgullo de haber sido yo quien lo estaba rechazando lo cual no duro
S: creo que no me has entendido bien putito, se bajó el bóxer, me tomo por los hombros, hizo que me arrodillará a la fuerza y me dijo, chupa ya
Una corriente de furria recorrió mi cuerpo, pero debió ser una muy débil porque al ver su pene nuevamente me había quedado inmutado, obviamente era el más grande que había visto hasta ese entonces , es decir era muy loco comparar un pene de 19cm de alguien de dieciocho años con los penes de unos adolescentes que se encontraban entre 12 y 14cm, pero lo que más llamaba mi atención era la forma y el grosor, la punta de su glande salía levemente de su prepucio, pero la diferencia del grosor de la punta con la de la base era muy evidente, seguía embobado observando el pene de Sergio cuando volvió a hablar
S: no puedes negar que te gusta lo que ves, anda abre la boca
Empecé pasando mi lengua por su glande, retrayendo la piel para poder tener acceso a su frenillo, ten cuidado con los dientes logres escuchar de Sergio antes de que empezara emitir gemidos y a decir su frase favorita al parecer, sigue así putito, después de ver su rostro lleno de placer decidí que era momento de pasar mi lengua por su escroto y meter una de sus bolas a la vez dentro de mi boca, por como seguía gimiendo era más que obvio que le estaba gustando, por mi parte preferí regresar mi atención a la cabeza de su pene cuando note que Sergio empezó a tomarme por el cabello y sin previo aviso empujo mi cabeza haciendo que todo su pene entrara en mi boca
A duras penas pude aguantar la respiración al sentirme sofocado por tremendo pedazo de carne dentro de mi garganta, sentía muchas ganas de vomitar, era algo que nunca había experimentado con alguno de mis compañeros de clase pero una sensación de placer brotaba dentro de mí de manera inexplicable, deba gracias porque Sergio no dejo su pene demasiado tiempo su pene insertado en mi boca y al sacarlo aproveche para tomar aire, pero nuevamente sin previo aviso volvió a repetir una y otra vez su azaña, de mis ojos ya brotaban algunas lágrimas por la falte de aire y cuando lo escuche decir, suficiente, esa única palabra hizo que agradeciera que todo hubiese terminado al fin, pero lo que realmente pasaba es que lo más doloroso estaba por venir
Cuando percibí que Sergio ya no hacia ninguna presión en mis hombros para que permaneciera de rodillas, me puse de pie y tome la cobija que había dejado sobre el sillón cuando me dijo
S: espera putito que lo mejor está por venir
A: por favor no me llames así, no me gusta, logre decir en un tono sumiso podría decirse
S: pero si es lo que eres putito o prefieres marica
A: sabes que, llámame como quieras, ya es muy tarde y tengo mucho sueño
S: claro que no putito, acaso no ves que aún no he acabado, si hoy no duermes hasta que hayas recibido tú regalo de cumpleaños completito
A: Sergio por favor, hoy no ha sido el mejor de los cumpleaños y tú lo sabes bien, déjame descansa por favor
S: ay mi pequeño Andy, pero si después de que acabe contigo tu serás quien suplique para que todo se repita una y otra vez mas, acto seguido empezó a besar mi cuello, he de admitir que desde entonces me percate que ese era mi punto débil y como era de esperarse sucumbí ante la tentación, me deje desvestir por mi supuesto tío, al estar totalmente desnudo me tiro hacia la cama quedando boca arriba, acto seguido me pregunto si tenía en la habitación alguna crema, en el cajón logre decir ante mi incontrolable excitación, el busco la crema, la destapo, tomo una gran cantidad con sus dedos y lo unto en la entrada de mi ano, pude sentir uno de sus dedos hacer círculos en mi ano, echando presión tratando de introducirlo, cuando por fin lo hizo sentí un ardor que poco a copo mermaba con una sensación escalofriante al sentirlo girar dentro de mí, pasaron los minutos y ya tenía dos y posteriormente tres dedos en mí
Cuando Sergio creyó que ya estaba preparado, pude observar como colocaba más crema en su pene y colocaba mis piernas sobre su hombro, esto te va a encantar, susurro en mi oído, al sentir su pene entrar sentía como si todo mi interior se desagarraba y rápidamente empecé a suplicarle que parara
S: tranquilo Andy, si solo ha entrado la punta, veras que en un momento estarás disfrutando, me percate que Sergio ya no me llamaba putito y creo que esa fue la razón por la cual ya no puse resistencia alguna.
En retrospectiva no era tan malo que Sergio haya sido el primero en follarme, su pene aunque de tamaño considerable, al ser más delgado de la punto e ir incrementando su tamaño hasta la base facilitaba la penetración, eso sí, cuando por fin lo tenía todo dentro de mí, veía muy lejana aquella promesa de que muy pronto estaría disfrutando, al menos tuvo un poco de consideración y al entrar por completo en mi espero unos instantes para que pudiera acostumbrarme a él, pero cuando inicio con sus embestidas lo hizo sin tomar en cuenta que era mi primera vez y que no estaba acostumbrado a tal brutalidad, cuando por fin pude tener al alcance la sensación de placer que tanto me había prometido busque su rostro para poder besarlo, pero algo nuevamente acababa con el momento, el simplemente voltio su cara y unos segundos después me aviso que estaba por acabar, acelero sus embestidas, la sensación de placer por mi parte aumentaba sin necesidad de tocarme empecé a expulsar semen de mi pene, Sergio seguía con sus embestidas hasta que sentí como su pene expulsaba su semen dentro de mí, yo estaba muy extasiado ante todas las cosas nuevas que había experimentado, hasta que sin previo aviso Sergio me empujo de la cama dejándome en el suelo diciendo, al final de cuentas creo que si prefiero dormir solo en tu cama, feliz cumpleaños y dulces sueños…