Experiencias sexuales (02)
De como me he metido en estos dos años en el mundo del sexo y de como poco a poco he conocido hasta el scat.
Después de estar libre de la escuela y el trabajo, por fin le dedico un rato nuevamente a mis relatos.
Si bien, se que escribí el primero hace mas de 3 meses, he decidido seguir contando mis experiencias, gracias a que me ha motivado cierto autor de aquí (XD).
Actualmente tengo 21 años, de los cuales 3 llevo prácticamente salido del closet. Trabajo en un par de conocidas revistas de anime y estudio dibujo publicitario.
Como había dicho en mi primer relato, a los dieciocho años tuve mi primera experiencia en un cine porno de la ciudad de México, que ahora, desgraciadamente ha cerrado.
Mis gustos por el scat los he sentido desde que tengo memoria, aunque a los doce años se hicieron mas fuertes. Fisicamente soy un chavo llenito, de unos 87 kg, 178 cm. de altura, y muy velludo, tipo oso. Por alguna extraña razon me atraen los osos gorditos, o la gente muy gordita.
En la secundaria tuve un compañero, que era el hijo del director de la escuela, con el cual siempre he llegado a tener fantasias muy sucias, y cabe destacar que el es muy gordo.
Pero bien, después de mi experiencia en el cine, conocí a Mauricio, un chavo con el que anduve nueve meses, la relación, a decir verdad era bastante enfermiza por muchas razones. Para ser sinceros, aunque fue el primer hombre con el que tuve sexo, muchas veces me arrepiento de haber estado con el.
Al cortarlo comencé a conocer gente, en el metro, en cines porno y por internet, en conocida pagina de clasificados, donde por cierto; conocí a dos personas, una de ellas mi pareja actual y la otra, un queridisimo amigo de Veracruz (aunque recien lo conocí me dijo que de Guadalajara XD).
A mi pareja le gusta mucho el masoquismo al igual que el scat, las lluvias doradas y el sudor, al igual que muchas cosas. Aunque realmente con el por X o Y razón es muy rara la vez que tenemos sexo.
Un día el me invitó a comer. Aún no eramos pareja. Recuerdo que ese día fuimos al Burger King de la plaza Torres Lindavista, al norte del D.F. al terminar de comer, nos fuimos a la universidad del Politecnico que se encuentra casi al lado y caminamos por el campus.
La tarde iba pasando lentamente, casi no había gente, y mientras platicábamos, el me besó. Comenzamos a besarnos mientras anochecía y mejor nos metimos detrás de unos arbustos.
El empezó a quitarme la playera y a morderme los pezones de una manera bestial al mismo tiempo que alzaba mis brazos para lamerme las axilas. Cosa que yo repetí con el, ya que me encanta el sabor y el olor del sudor.
Mientras nos lamiamos los torsos ya desnudos, nos bajamos los pantalones para agarrarnosla y masturbarnos mutuamente. Una vez mas alcé sus brazos para deleitarme con el sabor de sus axilas. Sin embargo alcancé a escuchar pasos en el pasto por lo que lo separé de mi y nos vestimos rapidamente. Después de este acontecimiento me pidió que anduviera con el. Actualmente llevamos año y medio como pareja, sin embargo como el tiene una vida muy ocupada, a veces me doy algunas escapadas con amigos para satisfacer mis necesidades.
Una de las experiencias mas extrañas que llegué a tener con el, fue en septiembre del año pasado. El se había ido con sus amigos justamete a Veracruz, y había regresado un lunes.
Llegó sin bañarse, oliendo a sudor. Nos dirigimos a los ya conocidos baños Mina, que están por el metro hidalgo, en el centro de la ciudad de Mexico. Una vez instalados en un cuarto de vapor privado nos comenzamos a desnudar.
Como siempre, el me lamió las axilas, pero al yo quererlo hacer, el no se dejaba, después me explicó que había sido porque le daba pena el olor que se cargaba.
Poco a poco nos fuimos quitando la ropa hasta quedar desnudos, cosa que aprovechamos para meternos al vapor. Mientras el se agachaba para mamarme la verga y el culo, yo acariciaba su cabeza. El subía de vez en cuando para besarme.
En una de esas comenzó a meterme los dedos, mientras con la otra mano me pellizcaba los pezones. Me bajé a hacerle el sexo oral. Su pene tenía un sabor fuerte, gracias a los días que llevaba sin bañarse, cosa que no me molestó en lo absoluto. El emitía gemidos de placer. Yo estaba prácticamente en el paraíso.
Entonces llegó la hora, "penetrame por favor" le dije mientras me montaba encima de su cuerpo, "si" fue su respuesta, pero me cambió la posición. Los dos estabamos de pie. Sin lubricante me la metió de un jalón
-AAGHH! Esperate por favor!! Me estás lastimando- dije mientras trataba de safarme. La sensación que sentí en aquel momento fue terrible, como si hubiera sido la primera vez. Esto se debía a que tenía varias semanas de no ser penetrado.
El dolor aunado a la baja de azucar y deshidratación que normalmente me da al estar en un vapor, hicieron que me doblara a tal grado que estuve a punto de desmayarme (en la adolescencia sufri varias veces de desmayos por bajas de azucar).
El me recostó y comenzó a darme un masaje, yo, por los nervios ya no tenía la erección.
-Quedate sentado y cierra los ojos- Me dijo.
Yo esperé con los ojos cerrados largo tiempo.
Se hizo presente un largo silencio, seguido unos minutos después de unos pujidos.
Pronto comencé a sentir un chorro delgado de agua caliente en mi cuerpo. Me comenzó a llegar un olor bastante penetrante, como a amoniaco, un poco mas suave. Mi pene comenzó a recobrar la erección, esta vez se me puso mas dura al darme cuenta de que estaba orinando sobre mi cuerpo, el seguía orinando y yo masturbandome. Al terminar de orinar, inmediatamente comenzó a jalarmela hasta que me vine.
Fue eterno. Estaba en la gloria .
Instintivamente comencé a jalarsela también hasta que se vino.
Con esto comencé mi acercamiento con el sexo fuerte.
Sin embargo, con los pocos encuentros que tenía con el, me llevó a conocer a otras personas, como a un viejo conocido, a un chavo, con quien tuve algo de scat y a mi amigo de Veracruz, con quien he tenido las mas puercas de mis experiencias.