Experiencias reales y vividas de a tres
Experiencias reales y vividas de a tres...
Este escrito trata de relaciones entre tres personas. Intentaré describir mis experiencias reales con la mayor fidelidad posible. Tal vez no encuentren muchos detalles explícitos, pero sí trataré de narrar lo que he sentido, que me ha agradado y cuales han sido para mi las consecuencias. Si mi relato le sirve de utilidad a muchas parejas que fantasean con una relación en grupo (aunque no sé si tres alcanza para ser llamado un grupo) estaré muy feliz de haber ayudado a algunos amigos.
¿Porqué escribo esto?
Bueno, lo hago porque me agrada escribir (sin que me crea un escritor) y porque el tema para mi es importante. No me interesa fantasear, sino narrar las sensaciones, los temores y placeres que he vivido como consecuencia de haber mantenido algunas relaciones reales entre tres personas.
Si bien me gusta leer relatos eroticos de relaciones de a tres, los que he leído me parecen en general algo deshumanizados y poco reales. Eso de que al primer encuentro todos se van a la cama, tienen varios orgasmos, penes superduros, ella es caliente y desinhibida y hace de todo, me parece poco real y demasiado fantasioso. Puede que en otras culturas tal vez sea así, pero al menos en Chile las cosas no me han nunca ocurrido de esa manera. O puede que aquellos que escriben esos relatos tal vez nunca han tenido una real experiencia de a tres o en grupo.
He leído otros sin embargo, que siento que realmente expresan vivencias verdaderas. Recuerdo hace tiempo haber leído una novela de Gunther Grass y sentí que ese tipo realmente sí habia vivido lo que cuenta. Puede que este relato esté desordenado, pero lo he escrito tal como se me ha venido a la mente.
¿Como surgió en mí la fantasía de estar en la cama de a tres?
Esto es una larga historia. Sexualmente creo que fui bastante precoz, al menos en lo que a fantasías se refiere. Siempre me ha gustado mucho leer (de todo y sobre todo) y he perdido la cuenta de la cantidad de libros que han pasado por mis manos. He leído libros de psicología, filosofía, esoterismo, mecánica, electricidad, física, matemáticas y muchas otras cosas difíciles de enumerar, pero sobre todo mucha, muchísima literatura.
A los catorce años descubrí y leí todas las obras del Marqués de Sade y eso me abrió los ojos al mundo de la literatura erótica y de las relaciones grupales. Nunca me ha agradado el sadismo, ni la violencia, ni la escatología de sus textos, pero sí me estimuló la imaginación en cuanto a las posibilidades de los cuerpos en disfrutar el sexo.
A esa edad ya había garrapateado en algún cuaderno escolar varias historias y dibujos eróticos que vendía a mis compañeros de curso en la secundaria, hasta que un día resulté sorprendido por una profesora (que recuerdo como una muy bella mujer) escribiendo en clases un relato de una orgía entre seis personajes. Cuando ella me sorprendió, ya todos los personajes de mi relato habían tenido su primer orgasmo. Recuerdo que no pude negarme a entregarle el cuaderno, y que mientras ella lo leía en silencio, su rostro se iba poniendo cada vez mas rojo mientras yo solo quería que la tierra me tragase.
Cuando luego de unos minutos de lectura (que a mi me parecieron eternos) ella me devolvió el cuaderno, solo atinó a decirme sin mirarme que era muy precoz. Siguió haciendo la clase y nunca más me miró a los ojos.
Mucho más de mi agrado fueron los relatos de otros autores eróticos, especialmente aquellos de la serie española "La Sonrisa Vertical" que aún releo cuando me queda tiempo. Disfruto enormemente las obras de Anais Nin y Henry Miller, así como varios autores norteamericanos. Recuerdo especialmente un libro "Mother's Day" (no recuerdo el autor) donde se narra una relación entre tres. Este libro lo leí cuando tenía alrededor de 18 años y creo que ha sido uno de los que más estimularon mi imaginación en relación al tema (aprovecho de agradecer a la biblioteca del Instituto Chileno Norteamericano de Cultura por su contribución a mi formación sexual).
No me gustan las películas porno, pues las encuentro falsas y nunca muestran relaciones de afecto real entre los actores. Siempre es demasiado evidente que son actores haciendo su papel, sin un verdadero entusiasmo. Si embargo he visto dos videos de parejas reales y se aprecia el cariño y relación entre ellos, y aunque los cuerpos no sean tan bellos de acuerdo a los cánones artificiales impuestos por la propaganda del siglo 20, para mi sí lo son, porque son auténticos.
He tenido trios en que ni ella ni él pueden considerarse bellos, pero en la cama, con la sexualidad se transforman y en la cama son realmente excitantes.
Cuando ya pasada la segunda década de mi vida tuve mi primera relación sexual (bastante tardia dada mi precocidad teórica) fue con una hermosa morena un año mayor que yo con la que mantuve una relación por casi tres años.
Con ella tuve la ocasión de llevar a la práctica y disfrutar mucho de lo que conocía en forma teórica. La amé y creo que ella también. Encontré que el sexo era aún mucho mas hermoso que lo que imaginaba y más aún con una compañera de juegos que se atrevía a pasar por sobre sus tabúes y disfrutaba todas mis proposiciones. Nuestra relación terminó por motivos que no cabe detallar aquí, pero debo decir que ella está y estará entre mis más hermosos recuerdos y experiencias.
Mucho tiempo despues me casé y tengo la suerte de tener a mi lado una bella compañera y amante en el cien por ciento del sentido de lo que esas palabras significan. Ella conoce todas mis fantasías y a pesar de que me encantaría disfrutarlas en conjunto con ella, no se han dado las cosas y yo tampoco cometeré la estupidez de forzar las circunstancias. Lo que tenga que darse, se dará. Pero esto es otro tema.
¿Bueno, pero que pasa con las relaciones de a tres?
Vamos con calma, ya llegamos a ese tema.
A lo largo de mi vida he tenido la suerte de disfrutar de varias experiencias de a tres con parejas, ya sean matrimonios o parejas establecidas. Algunas perduraron por años, otras menos, pero todas me enseñaron algo. Creo que lo mas importante es lo insignificante y lo maravilloso que es el ser humano, lo parecido que somos a pesar de creernos diferentes y especiales, y lo especiales que somos en realidad. Doy gracias a la vida por estas experiencias, que me han permitido conocerme mejor, conocer una parte bellísima de varias parejas y sus integrantes, llegar a un profundo grado de intimidad con muy bellas personas y por supuesto compartir placeres que pocos siquiera se atreven a pensar que sean posibles.
A muchos de ellos no he vuelto a verlos. Las circunstancias de la vida así lo han querido. Pero a todos de ellos me gustaria volverlos a ver, tal vez no para tener sexo, pero si para saber como los ha tratado la vida, como les ha ido en sus relaciones de pareja, como están de grandes sus hijos, etc.
Fueron mis amigos, son mis amigos y seguirán siendo mis amigos. Ello aunque no vuelva a verlos en el resto de mi vida.
No puedo negar que me agrada muchisimo todo el proceso de conocer una pareja, el progreso de la relación hasta llegar al sexo, la primera vez los tres en la cama y luego ya cuando hemos estado varias veces juntos, la sensación de anticipación al saber que nuevamente nos vamos a reunir a gozar juntos.
Si bien estas relaciones tienen cosas en común, cada pareja es diferente y por lo tanto cada ocasión es diferente.
Lo agradable no es solo el sexo, sino la relación de amistad y complicidad que se crea con el tiempo, luego de haber disfrutado en común varias reuniones.
En lo personal no me gustan aquellas parejas que les agrada el sexo en grupo solo por el sexo en si, sin tener interes en crear una relación de amistad y conocimiento entre seres humanos. Tampoco me agradan las parejas promiscuas, primero por los riesgos que ello implica en estos tiempos y porque pienso para ellos en realidad lo mas importante es el sexo sin tener interes en los delicados matices del erotismo de una relacion de a tres.
¿Me considero bisexual?
Bueno, creo que todos somos en algun grado bisexuales. Esto está reconocido por los psicólogos y sexólogos. Por mi parte no me complica mucho el tema. Sin duda que si me agradan las relaciones de a tres, existe algún grado de bisexualidad. Pero en las experiencias que he vivido, nunca se han dado el contacto sexual directo varón-varón. De alguna forma siempre ha dado como resultado el compartir los favores de la dama, disfrutar de ella y hacer que ella nos disfrute a ambos. No digo que en el futuro, si se dan las cosas, no pudiera llegar a disfrutar un triangulo total con contacto sexual completo entre los tres. Estoy abierto a ello. Solo que no se han dado así las cosas.
¿Como es una relación entre tres?
Llegar a una relación de a tres es un proceso complicado por varias razones. Muchas parejas, si bien tienen la fantasia de hacer el amor de a tres, llegado el momento se arrepienten o sienten que el paso es demasiado para ellos. En una relación de a dos, es fácil percibir cuando existe agrado mutuo, atracción y ese magnetismo erótico que se siente en todo el cuerpo y que empuja a intentar descubrir los secretos del otro. En una relación de a tres, si no existe afinidad entre los tres, las cosas definitivamente no funcionarán, pero si existe todo puede andar sobre ruedas. Para mi es importante sentir que con ella puedo llegar a tocar su piel y sentir placer al besarla y tocarla. Por otra parte es importante tambien sentir que con él puedo llegar a tener una relación de confianza como esa que se da entre amigos que lo han sido por mucho tiempo, que pueden abrazarse con confianza bebiendo juntos una cerveza y reir juntos un chiste o un comentario jocoso.
¿Pero como se dan las cosas, el primer contacto y todo eso?
Intentaré resumir como se dan las cosas. Lo que sigue a continuación corresponde más o menos a los hechos comunes que se viven cuando se inicia una relación de a tres y en su mayor parte son el relato de un matrimonio en particular con los cuales mantuvimos una relación por más de dos años. Bueno, siempre la primera reunión es decisiva.
Nos hemos contactado ya por teléfono o por internet, y ya algo nos conocemos en esta remota forma. Luego de algunas conversaciones, nos ponemos de acuerdo en juntarnos en algún café o lugar público.
Cuando llegamos, nos observamos las caras, todos estamos nerviosos (generalmente muy nerviosos) y conversamos cualquier cosa, sin que ninguno se atreva a dar un primer paso en el tema que en realidad a todos nos interesa. Es difícil pues socialmente no es algo a que estemos acostumbrados y nos podamos manejar con soltura, los temas de conversación son tensos porque en realidad todos estamos observandonos, buscando como poder abordar el tema sin ser groseros ni parecer desatinados.
A pesar de lo difícil, personalmente esta primera reunión me agrada, pues me siento vulnerable, y siento además como ellos se sienten vulnerables, tienen temor a ser avergonzados y yo tambien siento ese mismo temor, siento que somos humanos buscando un poco de felicidad y placer en esta corta vida, sin saber como hacerlo, a tientas. Siento además una enorme sensación de no ser distinto a ellos, y el enorme peso de toda nuestra formación (o deformación) mental que la moralidad establecida nos ha grabado a fuego, prohibiendonos el placer de jugar con otros adultos con la confianza que tienen los niños en sus juegos.
Me siento amigo de ellos, solo por el hecho de estar ahi conmigo, intentando hacer algo que pocos se atreven, atreviendose a superar sus temores (los mismos que yo tengo) a una intimidad no tradicional, intentando superar el miedo a la verguenza si alguien lo sabe (que yo tambien siento). Ella seguramente tambien teme no ser encontrada atractiva. Seguramente él tambien piensa en si yo la encontraré atractiva.
Los observo juntos, apegados uno al otro, como dándose valor, intentando seguramente no salir huyendo para afrontar lo nuevo, al desconocido que tienen enfrente, a quien eventualmente invitarán a compartir su intimidad de pareja.
Y yo por mi parte también siento parecido y me cuesta vencerme para afrontarlos.
Me siento además agradecido de ellos, por aceptar conocerme, conversar y darme la oportunidad de poder integrarme a algo que yo sé es tal vez lo mas sagrado para ellos, el núcleo de su intimidad como pareja, su íntima comunión sexual.
Todos hacemos como que es una reunión de lo mas normal e intentamos ocultar nuestro nerviosismo.
Sin embargo al poco tiempo ya podemos conversar mas fluidamente. Conversamos de generalidades, del tiempo, de lo que hacemos, nuestros trabajos, los problemas de los niños, en fin, todos aquellos temas no comprometedores entre desconocidos que ya poco a poco no lo son tanto, hasta que esos temas se terminan.
Hasta que me atrevo rozar el tema, preguntar si han tenido experiencias anteriores, o decirle a ella que me parece atractiva o que tiene linda mirada.
Así poco a poco vamos tocando el tema, conociendonos, revelando más de nosotros, de nuestros gustos de nuestros temores. El hecho de decirles que me siento nervioso ayuda a comprendernos y a reconocer que ellos se sienten igual.
Me interesa agradarles, pero no por ello soy menos honesto. Les cuento mi vida con la mayor naturalidad que puedo y trato de vencer mis temores a contarles que me agrada y que busco en una relación de a tres. Sé que soy yo quien debo romper el hielo. Despues de un rato ya de habernos atrevido a contarnos cosas cada vez mas íntimas (sin profundizar demasiado como para caer en la groseria) ya nos tenemos mas confianza. Nos miramos mas relajados y nos sonreimos con mayor complicidad. Finalmente, todos sabemos que nos veremos nuevamente, y nos despedimos, yo les doy mi teléfono personal (ellos no me dan el de ellos) y ellos quedan de llamarme.
Si no se da una afinidad en esta primera reunión, logicamente lo anterior no ocurre y nos despedimos con palabras de buenas maneras, sabiendo que no volveremos a vernos.
Las veces que todo se ha dado bien, me siento aliviado, contento, y quedo esperando que ellos me llamen para una segunda reunión. Sé que si ellos me llaman, ya no será una reunión corriente. Trato de no hacerme muchas ilusiones y solo me queda esperar.
Segunda reunión.
Bueno, ahora ya ellos lo han conversado entre sí. Seguramente han fantaseado ya con que yo ya estoy en la cama con ellos y les ha continuado agradando la idea. El tercero ya tiene un rostro y un cuerpo; el mío. Y han decidido llamarme para seguir adelante con la idea.
Nos reunimos nuevamente y a pesar de que aún existe un nerviosismo, este ya es por otra causa. Todos sabemos que hoy pasará algo. Ya no será solo conversación. Comemos algo liviano y compartimos la cuenta (algo simbólico) o yo pago como agradecimiemto por contar con su compañía. Conversamos ya más directamente. Ellos me cuentan que les agrada hacer en la cama y que cosas no les gustan. Yo por mi parte les cuento mis fantasías. En el fondo continuamos conociendonos más aún para cuando estemos juntos las cosas puedan fluir. Ella se siente osada, pero mira constantemente a su esposo como para estar segura que él aprueba su comportamiento. Si nos tocamos, es solo las manos. Pero sabemos y sentimos esa vibración de erotismo en el aire. Comemos exteriormente tranquilos. Para los demás solo somos una pareja que comparte socialmente con un amigo. Sin embargo existe ahí esa deliciosa tensión erótica de saber que algo haremos. Algo que no es habitual. Hacemos alusiones y nos sonreimos con complicidad. Ellos tratan de hacer que yo me sienta bien y eso es hermoso y se los agradezco.
Hasta que nos retiramos, subimos al auto, yo atrás, ellos adelante y partimos, rumbo a un motel. Logicamente yo trato de esconderme para que el personal del motel no se de cuenta que estamos entrando tres. Y eso agrega complicidad al asunto.
Cuando ya estamos dentro de la habitación, ellos conversan, ninguno se atreve a mirar la cama. Todos estamos venciendo nuestras resistencias internas a la situación poco usual. Ella se abraza a él, se besan. Me siento intruso y fuera de lugar. Los miro, observo como se besan, nerviosos, yo tambien.
La primera caricia es un hito. Siempre ha sido distinto pero siempre ha sido hermoso. Es una comunión de a tres. Tres deseos, tres cuerpos, tres fantasías que se unen en una simple realidad. Una vez mientras ellos se besaban yo acaricié el cabello de ella. Luego ella se separó y yo besé su brazo desnudo. El la besa nuevamente y hace un gesto como entregándomela. Yo la beso suavemente en la boca, un primer beso sencillo, tanteando. Siento por primera vez su boca, suave, temerosa. Nos miramos, yo sonrío, ella tambien y mira a su esposo. El le sonríe y yo tomo suavemente su cabeza para volver a besarla. Esta vez más largo, mientras la abrazo por la cintura y aprieto suavemente su cuerpo contra el mío acariciándola suavemente, como una nueva mujer que entra a mi vida. El se acerca por atras y le besa el cuello. Para ella es la primera vez que está siendo acariciada y besada simultáneamente por dos hombres. La tensión entre los tres ya es menor, el temor disminuye. Somos tres seres humanos solos en esa habitación con límites que se van poco a poco desvaneciendo. Continuamos acariciándola entre ambos, las caricias son poco a poco más osadas. Ella cierra los ojos dejándose llevar por las nuevas sensaciones. Es un baile de a tres, con ella al medio, ella es la reina y se deja hacer. Ella se atreve a acariciarme y sus manos tantean mi espalda, mis costados, cálidas, explorando. Se me abraza y siento como se abre entregándose poco a poco, dejando que la excitación crezca dentro de ella.
Manteniendola abrazada, nos sentamos los tres en el borde de la cama, ella entre nosotros. Ya la situación está echada, su esposo acaricia sus piernas y besa su hombro desnudo mientras yo acaricio su espalda, su grupa y la beso lentamente.
Ella se da vuelta para besar a su esposo, quien mientras la besa sube lentamente su falda descubriendo y acariciando sus muslos. Yo hago lo mismo con la otra pierna, sintiendo su piel, suave, hermosa, femenina, disfrutando ese nuevo y hermoso tacto, sintiendo como la excitación crece dentro de ella y dentro mío. Mientras se besa con su esposo abro el cierre de su vestido en su espalda y beso sus hombros y la base de su cuello mientras abro su vestido y dejo al descubierto su sostén. Beso su espalda mientras ella continua besando a su esposo, siento su piel, hermosa, viva, palpitante.
Todo es lento, pero fluye, ya los temores han ido quedando atrás, ella ya tiene el pene de su esposo en su mano, mientras continúa sientiendo nuestros besos. La excitación de todos es fuerte, nos domina y no queremos detenerla. Mientras ella me entrega su boca, siento la saliva de él en sus labios, siento sus labios calientes con el beso que ha estado disfrutanto, intercambiamos nuestras lenguas, mientras su esposo termina de desnudarla y se desnuda rápidamente él a su vez. Solo yo estoy vestido, pero su desnudez es una invitación y también rápidamente me desnudo. Miramos rápidamente nuestros cuerpos, primera vez que ellos me ven desnudo y yo los veo a ellos.
No quiero mirarlos en detalle, quiero tocarlos, ya quedará tiempo para observarnos. Los tres desnudos nos tendemos en la cama, ella siempre al medio y miramos nuestros cuerpos en el espejo del techo, mientras nos recorremos con nuestras manos, ella acaricia nuestros penes y la besamos alternadamente. Ella se abre cuando su esposo toca su sexo y se estremece mientras el la acaricia y yo bajo para besar sus pezones. Nuestras respiraciones son agitadas. Mis manos se cruzan con las de el mientras recorro el cuerpo femenino, aprendiéndolo, disfrutándolo. Cuando me acerco a su vagina él cede el sitio a mi mano, en un sutil acto de entrega del sexo femenino a su amante. Ella se deja compartir dócilmente y se vuelve de costado hacia mí cuando yo la atraigo para besar su boca. Acaricio su cabeza, sus senos, su vientre y sus nalgas mientras jugamos con nuestras lenguas. Siento a su esposo detrás de ella besando su espalda y su cuello.
Pienso en lo que estará sintiendo ella, siento su respiración agitada mientras mis dedos tocan su sexo y ella rodea el mío con sus manos. Miro al techo y encuentro la mirada de su esposo excitado mirando como su esposa se besa conmigo y como la mano femenina me masturba suavemente. El tiene pene entre sus nalgas y empuja sin penetrarla mientras besa sus hombros.
Todo transcurre como en cámara lenta, pero sin detenerse. Cuando me arrodillo abriendo sus piernas para penetrarla, ella me mira y mira a su esposo como para ver si debe aceptarme o rechazarme. Siento en ese instante sus años compartiendo sus cuerpos, su lenguaje sin palabras, sus gestos íntimos, el conocimiento de sus cuerpos a los gestos del otro. Los movimientos de ella son nuevos para mí, estoy recién conociendolos y me siento por instantes algo torpe cuando mis brazos chocan con sus piernas o nuestros movimientos no se coordinan. Ella está compartiendo conmigo un mundo de movimientos y gestos que solo han sido para su esposo, pero para mí son nuevos. El la besa y mientras ellos se miran a los ojos mi pene comienza a entrar con lentitud su hermoso sexo. Su esposo vuelve a besarla y yo acaricio su vientre mientras lentamente penetro por primera vez y con tremendo cariño el sexo de esta mujer que se abre y se entrega. Le sonrío y ella responde mi sonrisa mientras yo lentamente inicio un vaivén con mi pelvis que ella responde. Su esposo se masturba mientras observa y ella hace un gesto que él comprende, pues se arrodilla al lado de su cabeza y coloca su pene en los labios que acabo de besar. Estoy excitado, lleno de sensaciones mientras hago el amor a esta bella mujer, más bella aún por la excitación, sus mejillas rojas mientras sus labios rodean el pene de su esposo. Miro su cuerpo, lo recorro con detenimiento, conociendolo en mayor detalle, mientras le hago el amor con ternura, observo su pelo desordenado sobre la almohada y un rizo pegado en su mejilla. Pequeñas gotitas brillan sobre su frente y desaparecen cuando su esposo con amoroso gesto aparta su pelo y lo ordena detrás de oreja. Ella no ha dejado de succionar el pene de su esposo, aplica su arte, ella sabe la forma que a él le agrada y continua saboreando su miembro con los ojos cerrados. El empuja hacia su garganta y ella responde aceptándolo y haciendolo llegar lo más profundo que puede. Su respiración se detiene y sus mejillas enrojecen más aún mientras el pene de él permanece por un instante en el fondo de su garganta y ella acaricia sus testiculos. Los ojos de el están fijos en mi pene entrando y saliendo de la vagina de su esposa, excitado y respirando agitado por la boca abierta. La mano de su esposo se acerca a su clítoris y lo acaricia, siento sus dedos rozando mi pene mientras la masturba, ella se agita, y sus caderas se mueven hacia arriba tratando de que mi pene entre lo mas posible, incapaz de soportar la excitación que aumenta y aumenta, sus ojos cerrados. Estamos así varios minutos, y solo se sienten los sonidos de nuestros alientos y de la boca de ella succionando. Su respiración se detiene por un instante, su cuerpo se tensa, su boca rodea con fuerza el pene y emite un sonido ahogado mientras un orgasmo recorre su cuerpo en olas que suben y bajan. Su esposo tampoco logra soportar más y aprieta contra si mismo el hombro desnudo de su esposa mientras se vacía en su boca. Ella traga y yo veo los movimientos de su garganta al tragar el semen que por oleadas se deposita en el interior de su boca. Yo también siento crecer dentro mío la excitación y mientras observo como ella lame lentamente el glande, chupando el semen que aún queda en el miembro que lentamente se reblandece en su boca, me dejo ir y con un gemido ahogado me corro dentro de ella. Cuando ella me siente, gira su cabeza para observarme y mientras miro sus ojos, veo como el pene se desliza fuera de su boca dejando una huella mojada en su mejilla. Su esposo acelera el movimiento de sus dedos sobre su clítoris y mientras yo siento los últimos espasmos ella vuelve a tensarse y acabar otra vez, pero mas suave.
Nos miramos mientras yo ya quieto siento las ultimas sensaciones y empujo por ultima vez hasta el fondo, luego retiro mi miembro de su sexo empapado y me tiendo al lado opuesto de su marido.
Ella se vuelve hacia el, se abrazan, y el la besa en la boca. Observo la belleza de sus gestos de cariño mientras se aprietan con ternura entre si.
En ese instante, yo estoy demás, y me aparto mientras repiten sus besos y caricias. Vuelven a besarse y decirse que se aman, mientras se relajan abrazados.
Yo sin saber que hacer me levanto, enciendo un cigarrillo y me recuesto nuevamente al lado de ellos tratando de no tocarlos, tratando de no intervenir su hermosa intimidad.
Ella le pide de beber y él solícito le llena un vaso de CocaCola que ella bebe glotonamente sin dejar de mirarlo. En este instante solo existen ellos dos, el uno para el otro, yo no significo nada para ellos en este momento, pero lo comprendo pero no se que hacer así que me quedo quieto mirándolos.
El se tiende en la cama y ella coloca la cabeza sobre su pecho, mientras el la abraza en un gesto seguramente que han repetido mil veces.
Yo observo la belleza de sus nalgas y colocándome de lado no puedo dejar de acariciar con suavidad su redondez y la parte superior de sus muslos.
Ella al sentir mi mano sin mirar hacia atras, la toma y la coloca en su cintura para que la abrace, lo que yo hago, pero sigo acariciando pensativamente sus caderas y cintura.
Estamos los tres saciados, sintiendo esa relajación despues del sexo. Pienso por un momento acerca de que estoy haciendo allí, me siento ajeno, me siento visita.
Pero esa sensación se aleja cuando ella me pregunta que me pareció y si lo disfruté. Les digo que fue hermoso, y no miento. El le dice a ella que es su pequeña putita y ella se rie. Yo le digo que tiene una mujer hermosa y envidiable. Ella me dice que entonces la bese y da vuelta la cabeza para mirarme con aire pícaro. Beso su boca y siento el sabor del semen de su esposo, sus labios son cálidos y saben a sexo. Me encanta y vuelvo a besarla y luego beso su cuello lamiendo su transpiración. Ella se rie y se vuelve a abrazar a su esposo que a su vez la besa.
Ya no me siento nervioso y ellos tampoco, me siento aceptado y conversamos de cualquier cosa. Nos relajamos acostados mirando nuestros cuerpos en el espejo del techo. Sentimos los jadeos de placer de una mujer en la habitación de al lado y nos sonreimos mientras nos miramos.
Ella me dice que tengo las piernas peludas, mientras con la suya roza la mia. Yo con mi pie acaricio su pie y ella sonrie. Su esposo mira y acaricia el vientre de su esposa mientras que con la otra mano masturba lentamente su pene.
Esa vez volvimos a hacer el amor. El se puso encima de ella y ella lo rodeó con sus piernas y brazos mientras el la poseía. Se besaron y mientras ambos acababan yo acariciaba por debajo las nalgas y el ano de ella, totalmente mojado por los líquidos de sexo que se escurrian de su vagina.
Luego yo volvía a hacerle el amor y ella se entregó tomada de la mano de su esposo que miraba en el espejo como yo la poseía y la besaba en la boca.
Luego ellos se ducharon juntos mientras yo encendí el televisor. Cuando ellos salieron y comenzaron a vestirse yo tome una toalla (no se de quien de los dos) y me duché a su vez. Cuando salí ellos estaban ya vestidos sentados en la cama tomados de la mano y me sonrieron. El me dijo que ella me habia puesto nota siete y que le encantaria repetirlo. Yo le pregunté a ella si era verdad y sonriendo me dijo que si, que habia sido muy rico. Bueno lo relatado anteriormente describe casi exactamente lo acontecido hace ya varios años. Con este matrimonio volvimos a reunirnos muchas otras veces he hicimos de todo lo que se nos ocurrió. Varias veces intentamos penetrarla ambos simultáneamente, pero varias veces fracasamos. No era tan facil como se ve en las películas. Hasta que por fin una vez lo logramos, yo debajo, ella a horcajadas encima mio y su esposo se adueñó de su ano. Estuvimos haciendole el amor de esta manera por bastante rato, lento como a ella le gustaba y ella logró dos orgasmos. Luego acabó su esposo y luego yo.
De ahí en adelante lo repetimos varias veces, asi como la posición preferida de ella que era hacer el 69 conmigo o su esposo mientras el otro la sodomizaba lentamente.
Hubo veces que mi erección no funcionó bien (cosa que no aparece en los relatos) y otras veces le ocurrió a su esposo, pero siempre hubo confianza y no fue tan gran problema. Ella me decía esas veces que no tenía que serle infiel, pues si no me iban a faltar las fuerzas.
Otra vez invitaron ellos a una amiga y fuimos cuatro. Fue bueno, pero concordamos que era mejor de a tres.
Con esta pareja mantuvimos esta relación por casi dos años y medio. Nos reuníamos entre una vez al mes o cada dos semanas. Nos hicimos muy amigos y nos contabamos nuestros problemas y alegrias. Siempre los cumpleaños de ella y de él los celebrabamos reuniendonos los tres.
También hicimos locuras. Una vez nos embriagamos y nos jugamos su ano y su vagina al cara y sello. Ella aceptó pero dijo que uno debería lamerle el clítoris mientras el otro le hacia el amor. Pero luego que ambos le hicimos el amor ella dijo que ahora ella nos quería de nuevo pero cambiados, así ambos volvimos a hacerle el amor. Despues mientras estabamos los tres acostados su esposo le dijo que ahora tenía el semen de los dos en su vagina y tambien en su ano, así que faltaba solamente que ambos acabaramos en su boca. Así que nos pusimos uno al lado del otro y ella nos chupo a ambos alternativamente. Cuando yo estaba acabando en su boca, su esposo le decia que no tenia que quedar una gota afuera y ella riendose se tragó todo. Luego hizo lo mismo con su esposo. Entonces su esposo me dijo que ahora éramos "hermanos de leche" porque nuestra leche estaba mezclada en sus tres agujeros.
Hicimos muchas locuras entre los tres, como una vez que viajamos de noche desde santiago los tres, deteniendonos para hacerle el amor en la carretera.
Otra vez fuimos a comer en un restaurante en santiago despues de haber estado haciendo el amor. Entramos con ella entre ambos, abrazada ante la mirada extrañada de los mozos. Luego mientras comíamos y cuando retiraban los platos ella nos besaba en la boca alternativamente a cada uno. El mozo joven que nos atendía se ponía colorado y no sabía donde mirar. Cuando salimos los tres abrazados y nos subimos al auto, estaban todos los mozos del local mirandonos por una ventana. Ella les envió unos besos mientras nos íbamos.
Siempre me gustó ver como se amaban y se hacian ternezas el uno al otro, nunca volví a sentirme un intruso. Cuando no estabamos en un motel, yo era solo un amigo. Cuando nos despedíamos, ella me daba un beso en la mejilla como se hace para despedir a un amigo.
Fue una hermosa relación. Ellos tuvieron que irse a otra ciudad y aunque intentamos reunirnos, siempre era difícil coordinarnos. Hasta hoy sin embargo nos seguimos llamando para nuestros cumpleaños. Sin embargo a pesar de todo la distancia y el alejamiento se hace notar. Bueno, he tenido además relaciones con otras parejas (no muchas pero algunas), todas han sido distintas, pero creo que siempre está el temor inicial a dar este paso, incluso cuando antes ellas hayan tenido experiencias similares.
Si las cosas salen bien, bueno realmente es una experiencia que uno quiere volver a repetirla.
¿Que es lo que me agrada de una relación así?
Yo creo que es la sensación de confianza entre los integrantes de trio, el hecho de estar desnudos sin nada que ocultar es algo le hace a uno sentir la cercania del otro ser humano, con sus debilidades, defectos, etc.
Si bien lo sexual es lo mas excitante, creo que lo mas importante pasa a ser la relacion de confianza mutua.
Para ellos, el poder dar rienda suelta a su sexualidad con un tercero, hace que no tengan ya nada que valga la pena ocultarse. El paso mayor yo creo es para ellos la confianza de aceptar totalmente la sexualidad sin tabues, por lo que la infidelidad para ellos pierde sentido. Pocos matrimonios conozco que tengan la confianza de poder decirse que desean a un tercero sin que ello se convierta en una discusión por celos. Los matrimonios que he conocido de este modo son los mas unidos que conozco en su relación de pareja como un todo.
Me presentaron una vez a un matrimonio ya en los 60 que siempre se dieron la oportunidad de vivir sus fantasias de este modo y era hermoso verlos mirarse a los ojos con total transparencia mientras se tomaban las manos. Bueno podría seguir filosofando, pero creo que ya es suficiente. Los detalles sexuales se los pueden seguir imaginando, pero creo que es mejor vivirlos. He juntado muchos bellos recuerdos para cuando llegue a viejo, y creo que aún me queda por vivir muchas experiencias similares. Desde hace unos dos años que no he tenido la suerte de reunirme con otro matrimonio. He conversado con varios, pero no se ha dado la afinidad suficiente.
Con mi esposa, si bien ella nunca ha estado interesada en estar de a tres o más, nos contamos todo. Ella ha tenido algunos amantes, pero ellos tampoco han querido estar de a tres y se han sorprendido con la idea, pienso que no debe ser fácil para ellos.
Bueno, me gustaria recibir comentarios sobre este relato. Siempre me agrada saber lo que piensan los demás respecto a estas cosas. Si lo desean no duden en enviarme algún mail a icosaedro@hotmail.com y se los responderé con mucho agrado.
Para aquellos a quien interese, vivo en Quilpue (la ciudad del sol) en este bendito pais llamado Chile.
Por ultimo un deseo de muy buena suerte a todos los que hayan tenido la paciencia de leer todo esto.
RRR.