Experiencia en la sauna del gimnasio

Trague lentamente y con suavidad, trague una vez tras otra sin prisa, pero sin pausa, no dejando de masturbarlo… tanto tronco como genitales, no dejando de escucharle tanto gemir como suspirar, mientras él no dejaba de acariciarme.

Experiencia en la sauna del gimnasio

Antes de comenzar, debo de agradecer a aquellos que se acordaron de mí en estos meses que estuvimos confinados, pues no dejaron de mandarme email a modo de acordarse de mi persona, echándome de menos y deseando de que estuviera allí. Dicho esto, comenzare, mirad para no enrollarme demasiado en los pormenores, iré resumiendo a medida que sea necesario, para no alargarlo tanto, vale…

Debo decir que mi empresa, dio un tiempo en que me mandaban a llevar las instalaciones, aunque estas fuera de mi lugar de Andalucía, y por tiempo mayor a una semana, trabajos que solía cogerlo más por dinero que por experiencia. Por este motivo, me mandaron a Trujillo (Cáceres) a organizar e inspeccionar una instalación, inicialmente esta no debe de ser mas de dos semanas, cosa que, tras informarme primero, explicándome los detalles, la parte económica y poco más.

Trabajo que acepte más por lo económico que por la experiencia que me envergara, no importando en mi vida personal, pues en aquel tiempo aun no me había casado por lo que el dinero es muy necesario. Cuando mi novia supo el destino, quiso venirse conmigo, siendo la única pega el tiempo que iba a estar allí, pues, aunque podría pedirse las vacaciones anticipadas, vacaciones que en su momento no podrá disfrutar, acabando por recapacitar finalmente.

Bueno tras salir temprano, acabamos llegando a nuestro destino tras casi tres horas y media de recorrido, destino que no era otro que Trujillo (Cáceres), donde nos íbamos a instalar nosotros, y donde estacionarnos iríamos a dicha instalación. Pues eso, nada más llegar e instalarme, pregunte por la zona lugares de interés, preguntando por gimnasio que hubieran, informándome de algunos y recomendándome otros. Aprovechando precisamente cuando estamos en un municipio cerca de Cáceres, municipio que está a 15 minutos (Madroñera), lugar que al segundo día me recomendaron ir al gimnasio del lugar, aconsejándome a modo de liberar tensiones la sauna. Gimnasio que comencé a frecuentar, no encontrándome nada raro, nada de miradas, ni insinuaciones, aunque también es verdad que tampoco lo buscaba. Pero fue el cuarto día en el cual, me fui directamente a la sauna, entrando y encontrándome en su interior a una persona, hombre que hemos coincidido en otras ocasiones, pero no dentro de la sauna.

Fue entrar y me situé a la izquierda, estando frente por frente a esta persona, cuya educación mostré al entrar dando las ‘Buenas tardes’, también un modo de hacerle saber que iba a estar. Pues nada más entrar este me miro algo molesto, pienso que quizás estaría haciendo algo que le di cortar el rollo, pero yo no dije nada más por no molestar más.

Hombre que me di cuenta como cada dos por tres, este se tocaba su entrepierna, percibiendo desde mi distancia un bulto, dando por hecho que este se estaría antes masturbando. No mostré gesto de molestia sino más bien de indiferencia, ocupándome de lo mío, pero en minutos quizás por mí misma indiferencia, este se introdujo su mano bajo su toalla, siendo de lo más evidente su descaro.

Creo que quizás esperaba que me molestara y ofendido acabaría por marcharme, pero en vez de eso me quede, dándome igual lo que estuviera este haciendo, aunque por el rabillo del ojo no perdí detalle. Acabando este por ser más descarado… aunque eso era puro exhibicionismo, sacándosela comenzó a tocarse, deslizando su mano a lo largo de su miembro… uuuffff!!.

No sabiendo hacer, evitaba mirarlo directamente, miraba de un lado hacia el otro, pero finalmente acababa por clavar mi mirada en su miembro, no digo que me haya asustado, pero sí que me quede sorprendido. Descubriendo a este como me miraba sonriente, como si deseara que lo mirara sin perder detalle, comenzando a darme conversación, preguntándome cosas como…

  • “¿Eres uno de los de la obra nueva?, ¿Estas solo o has venido con alguien?, ¿Hasta cuándo os vais a quedar?, ¿Sueles venir a menudo sobre esta hora?”.

Respuestas que ante su insistencia acabe por responder, quizás más por educación o por no llevarme mal, o generar mal ambiente. Respondiéndole…

  • “Si… lo soy”, “Si… he venido solo”, “En teoría tenemos para dos semanas, todo depende del estado climatológico”, y “Suelo venir a distintas horas, normalmente voy primero al gimnasio, pero hoy me ha dado por ir primero a la sauna”.

Dando por levantarse y sentarse junto a mí, diciéndome…

  • “Mírala… no te cortes, no te preocupes que no se come a nadie… más bien es al contrario”.

Finalmente lo mire, pudiendo ver como este se masturbaba sin pudor alguno, como deslizaba su mano a largo de su tronco, observando como recorría desde la base hasta su glande… uuuffff!!. Volviéndome a decir primero y preguntar después…

  • “Si quieres tocarte por mi puedes hacerlo, no te cortes, sácatela y mastúrbate, tranquilo nadie nos molestará, tengo el tiempo controlado”.

No le hice caso, no hice gesto alguno ni le di intención de querer hacerlo, pero fue el mismo quien acabo por dirigir su mano hacia mi entrepierna y apretar, dándole por soltar…

  • “Coño… no estas ‘palote’, no me digas que no te excita, no te produce algo de morbo”.

Volviendo a pajearse, dándose cuenta que a pesar del morboso momento al cual no perdía detalle, debo decir que en aquel momento mi miembro solo estaba un poco morcillón. Dándole a este por acercarse un poco más y soltarme…

  • “Puedes tocarlo si quieres”.

Momento en que este vuelve a acercar su brazo hasta posar su mano en mi pecho, deslizando su mano hasta mis pezones, notando como estos estas duros y erectos, tomándolos y deslizar la yema de su pulgar por este, haciéndome estremecer… uuummm!!. Me mira y aparta su mano, acabando por tomar mi muñeca y tirar hacia él, dejándome y no poniendo impedimento alguno… ni proteste. Mano que me hizo sujetar su miembro y comenzar a masturbarlo, diciéndome mientras suspiraba…

  • “Siiii… así, siii… uuummm!!”.

Aun a pesar de estar un poco avergonzado, no deje de masturbarlo a pesar de que él había apartado su mano, siendo yo quien estaba pajeándolo, mientras el comenzó a acariciarme los pezones… uuummm!!. Diciéndome…

  • “Sabes que desde el primer día que pisaste el gimnasio, no he perdido detalle de ti, me gusta como entrenas y mueves tu culo, disfrutando sobre todo cuando te duchas”.

Sonriente, coge y me pregunta…

  • “Dime… ¿Cómo se te ocurre traerte una pastilla de jabón a las duchas?”.

Continuando por hacerme saber, todo esto sin dejar de masturbarlo, acabando por preguntar…

  • “Ni te imaginas cómo has puesto a más de uno por aquí, ni te has dado cuenta… ni lo has percibido, como te espían cuando te enjabona con la pastilla. Dime… ¿lo haces apropósito para provocar o qué?”.

Me mira y me deja, volviéndome a decir…

  • “Se te da muy bien… eeehhh!!, me gustas… uuummm!!”.

Volviendo a introducir su mano por dentro de mi toalla, ¡tomando mi miembro y comenzar a masturbarme… uuuffff!!, no dejando de sisearme y pedirme tranquilidad. Quizás porque notara mi estado de excitación, cuya glande comenzaba a soltar precum, no deseando que acabara ya y queriéndolo alargar, momento que le da por darme otra vez conversación, hablándome y preguntándome…

  • “¿Tienes novia?”, “Ella sabe algo sobre esto?, “No soy él primero… verdad?, “Te gustaría chupármela?”.

Respondiéndole…

  • “Si… tengo novia”, “No… no lo sabe”, “No… no lo eres”, y… “.

Quedándome en responderle a su última pregunta, pero viéndome este que estaría dispuesto a hacerlo, pues tirando de mis muñecas hacia un lado, me hace incorporarme y conducirme hasta colocarme delante. Tira de mi toalla hacia él, colocándola en las tablas inferiores, donde me arrodillaría y mis rodillas descansaría sobre la toalla. Alargue la mano al tiempo que me inclinaba, rodeándome este mi nuca con su mano, tirando de mí con suavidad hasta que mis labios corono sus glande… ooohhh!!. Chupe con lentitud… tragándome poco a poco su miembro, escuchándose en esos momentos solo el sonido de mis labios embadurnado con mis babas al tragarme su polla, este gemía una vez tras otra, mientras yo disfrutaba de ese hermoso miembro.

Aquel hombre cuyo aspecto era todo de pueblo, cuyo cuerpo corpulento de trabajo de campo lo más seguro, brazos anchos como el resto de su fisionomía, aunque con cierta tripa que seguramente por eso va al gimnasio. Hombre mayor que estaría entre los cincuenta años y los cincuenta y pocos, velludo con barba, aunque escaseando en su cabeza, todos grisáceos. Con unas medidas que me daban envidia pues a este le mediría los dieciocho centímetros, y un diámetro de al menos los cuatro o cinco centímetros… uuuffff!!. No dejaba de decirme…

  • “Joder, ¡como la chupas cabrón… aaahhh!!”.

Trague lentamente y con suavidad, trague una vez tras otra sin prisa pero sin pausa, no dejando de masturbarlo… tanto tronco como genitales, no dejando de escucharle tanto gemir como suspirar. Mientras él, no dejaba de acariciarme tanto mi espalda sudada, como cuello, orejas e incluso cabeza… ooohhh!!, todo esto mientras yo me masturbaba… uuuffff!!. Acabando por pedirme primero, y minutos después suplicar…

  • “Déjame follarte… venga, ¡estas deseándolo… uuummm!!”.

Sacármela de la boca, solamente por preguntarle antes de aceptar…

  • “Tienes preservativo”.

Lógicamente la pregunta era tonta, pues dado el lugar era imposible tenerlo, cosa que este me hace saber que sería a pelo, sacándola antes de correrse, cosa que se de sobra que no pasaría, pues tengo experiencia en ello. Tras dudarlo unos minutos acabe por aceptar. Haciéndome levantar e inclinarme sobre las tarimas, colocándome debajo de mi vientre algunos de los almohadones que había, colocándose detrás de mí y comenzar a comerme el culo… uuummm!!. Mostrándome la maestría de ese rudo hombre, metiéndome poco a poco su grueso dedo, dedo que me penetra mientras me masturba, sacándolo y sentir su glande introducirse, mientras me decía…

  • “Uuuffff!!... que estrechos eres cabrón”.

Fue sacarlo y volvérmelo a introducir, ¡sintiendo su glande entrar y gran parte de su polla… aaahhh!!, pegando un grito que este soltándome una fuerte palmada en una de mis nalgas, me hace entender que debo callar. Se queda inmóvil unos minutos que se me hace eterno, volviendo a retroceder sin llegar a sacar su glande… ooohhh!!. Volviéndomelo a introducir y en esta ocasión hasta la base, comenzando a moverse lentamente un mete saca… ooohhh!!, sintiendo sus manos tomarme por las caderas al compás que va acelerando… uuummm!!. Mientras me embiste, me pregunta…

  • “¿Te gusta?”.

Claro está respondo que sí, ¡no dejando de acelerar… uuuffff!!, no dejándome de penetrarme… uuummm!!, teniendo que callar mis gemidos, momento que comienzo a masturbarme y en segundos descargar. Este dándose cuenta, me mira y suelta…

  • “Yaaa!!”.

Y mientras me embiste, notándose que pronto se correría, comienza a soltar lindezas por esa boca, comenzó a humillarme con sus comentarios, como…

  • “Vaya mierda de polla que tienes marica, eso no es una polla sino un micro pito… mis cabras las tiene mayor que tú… nenaza, y eso satisface a tu novia, ¡creo que tú tienes más cuerno que todo mi ganado… aaahhh!!”.

Comenzando un frenético mete saca que me tiene destrozado, doliéndome todo hasta las mismas cervicales… ooohhh!!. Hasta que entre gritos casi ahogados, cuando más esperaba que se corriera dentro, este finalmente cumplió lo que dijo, sacándola muy a mi pesar mío, corriéndose sobre mi espalda mientras gemía de placer y satisfacción… aaahhh!!. Entre risas toco reponernos, ayudándome a limpiar mi espalda de todo resto con mi propia toalla, no dejándome de decir…

  • “Esto tendremos que repetirlo otro día”.

Y antes de salir de la sauna, me recordó que cuando me estoy duchando… no estoy solo, pues muchos ojos están atentos al uso de mi jabón, advirtiéndome la posible petición de alguno a usarlo también. Sonando aquello más una doble intención más que una advertencia, dicho esto se marchó, quedándome yo descansando un rato más a modo de descansar. Pero descanso debo decir que me duro poco, pues precisamente en no más de diez minutos apareció otro hombre, persona de rasgos parecidos al anterior. Fijándome precisamente donde no debía, aunque cuando entro su entrepierna estaba a mi altura, por lo que no me quedo otra que fijarme. Dándome cuenta que cuyo bulto debajo de su toalla era mayor que el anterior, quizás más bien diría más grueso, mirada que este sonrió y que por su cara entendí lo peor, acabando por marcharme.

Antes de despedirme, os digo que cuando entre en las duchas, debo decir que no había nadie, ignorando las palabras de ese labriego cuando me mentó lo de ser espiado, debo decir que use mi pastilla de jabón como suelo hacerlo, no dejando de mirar ante posibles miradas, pero que no ocurrió ese día nada más. Marchándome finalmente a mi hospedaje, descansando hasta el próximo día, reponiendo fuerza para la jornada laboral que me esperaba, pero aún más ante la posible jornada de sauna que ya tenía en mente… uuummm!!.

Bueno, os dejo, espero que os haya gustado, ya me decís que os aparecido. Estaré esperando vuestra respuesta, deseando recibir vuestros comentarios, ya sea a este portal como a mi correo. Mi email es: jhosua 1974 @ gmail . com (obviamente todo junto como… jhosua1974@gmail.com ).