Experiencia en la playa de Ibiza

Junto a tres amigas y en un viaje a Ibiza vivi una experiencia intensa, rápida, fantástica, excitante...

Hola a todos

Mi nombre es Elena y soy una autora nueva en esta web. Me apasiona escribir y leer los relatos eróticos y me he decidido a plasmar algunas de mis experiencias para ver que emociones siento con ello.

Puedo empezar de manera clásica explicando un poco de mi. Os diré que trabajo en una empresa dentro del área de Marketing; que tengo 30 años y que actualmente estoy comprometida con un chico, desde hace casi tres años, que me da casi todo lo que necesito en casi todos los ámbitos de mi vida.

Y claro…Ahora mi descripción, ¿verdad?... Soy morena, estatura media y creo tener un buen cuerpo proporcionado, no de top model. Ojos oscuros y aproximadamente una 85/90 de pecho. Si me preguntarais que es lo que más me gusta o gusta de mi cuerpo os confesaría que mi culo y piernas, y lo que menos, esa dichoso flotador barriguero que nunca acaba de irse del todo. De todas maneras, conservo mi 62 de cintura, así que no está mal, ¿verdad?

Os confieso que en el sexo me gusta todo. He tenido experiencias con diferentes chicos y debo reconocer que me apasiona pasarlo bien y hacer gozar con mi cuerpo a los hombres. He tenido diversas vivencias que os iré contando y que espero os hagan excitar como a mi me excitan algunos de los relatos que voy leyendo por aquí.

Después de esta presentación, narraré una de mis aventuras. Esta se desarrolló durante unas de mis vacaciones cuando tenía 25 añitos. Fue en Ibiza, isla del desenfreno y diversión donde la noche es día y el día es noche, en un viaje que hice con dos de mis mejores amigas, Carmen y Paula. Nos acompaño el primo de Paula, Victor que afortunadamente, vino con nosotras pero vivió sus quince días de vacaciones como si no existiéramos y eso nos dio mucha libertad a las tres locas con ganas de pasarlo bien.

Aunque nuestra vida en Ibiza fue de noche, discos, baile y alguna que otra borrachera leve, como a las tres nos gustaba la playa, intentábamos, después de la comida, ir a hacer algún baño a alguna de las playas de la isla. Fue ese año el primero que yo, personalmente, practiqué el nudismo gracias a la complicidad y ganas de Paula y Carmen... y es que cuando vas con más gente, parece que no tengas tantos reparos en muchas cosa, ¿verdad?.

Pues ahí empezó mi aventura personal. En una de las primeras playas a las que acudimos y en la primera que nos despelotamos las tres, al llegar había un par de parejas unicamente, una desnuda y la otra en la que solamente él estaba desnudo.

Esta última de la que os hablo estaba tocando el agua y él, Manuel, (ya imaginareis porque se su nombre), estaba tumbado tomando el sol, boca arriba y con medio cuerpo que le iba cubriendo las pequeñas olas al romper en la playa. Cuando lo vimos nos fijamos en el ya que estaba muy bien dotado y su aparato con el vaiven de las olas, se movía cada vez que una de ellas llegaba a la orilla.

Ese día decidimos desnudarnos y nos pusimos las tres como Dios nos trajo al mundo a tomar el sol y a broncear nuestros cuerpos.

EN uno de mis baños para refrescar mi cálida piel, Manolo seguía tumbado apoyado en los codos y con su cuerpo medio incorporado. Al pasar por su lado y entrar en el agua, tuve una buena sensación porque mientras andaba imaginé que él podía mirar mi cuerpo desnudo y mi culo y el movimiento que podía imprimir con mi andadura. Solo fue eso y al salir y volver con mis amigas, estas me dijeron que el repaso que me había dado ese tipo había sido impresionante. Nos reímos y me excité, (ya descubriréis en alguno de mis relatos mi pasión por el exhibicionismo). Trazamos un plan para que en mi otro baño pudiera verme más de cerca, al entrar y al salir.

Así lo hicimos, bueno, lo hice con la atenta mirada de mis amigas. Fui hasta la orilla y al mojarme los pies lo más cerca que pude de Manolo, me agaché para tocar el agua con las manos y dejar mi culo en toda su extensión delante de sus ojos. Miré a mis amigas y estas estaban riendo y murmurando. Entré en el agua y al salir, pasé al lado de Manolo contoneando mi cuerpo u dándole una imagen frontal de mí cuerpo y mis tetas, que no cabe decirlo tenían sus pezones duros del frescor del agua. Él me miro de arriba abajo y yo clave mi mirada en su polla que cabe decir, estaba morcillota, no se si de las olas o de haber visto mi culo y mi cuerpo al salir.

El plan estaba hecho y al comentarlo con Paula y Carmen nos reímos un montón. Yo por mi parte estaba excitada y tenía una humedad en mi coño que no era del agua del mar precisamente.

Acabó la jornada de playa y a los dos días, en otra playa, volvimos a encontrarnos a esa pareja. Yo creo que el destino, a veces, te pone en su bandeja que sucedan cosas si aprovechas la ocasión.

Ese día, en uno de mis baños, Manolo también se encontraba dentro del agua y como la calita no era muy grande, la proximidad de ambos era evidente. Nos saludamos y el me hizo un guiñó. Lo comente con mis amigas y me dijeron que lo tenía en el bote. Ahí salio una de nuestras primeras apuestas en ese viaje… Debía conseguir un beso de ese tipo como mínimo y ellas pagaban la cena y los gastos de la noche.

Trazamos un plan y les dije que iba a bañarme y que me escondería en uno de los entrantes como si buscara algo entre las rocas y en una posición donde la mujer de Manolo no me viera pero mis amigas, con poco esfuerzo, sí.

Entre en el agua e hice lo que os he contado y al cabo de pocos minutos, vi la imagen de Manolo que venia nadando hacia donde yo estaba. Vino y me saludó "Hola", me dijo y le respondí mirándole a los ojos. "El otro día nos vimos en la otra playa, ¿recuerdas?"

Sí, le dije…" y tu , según mis amigas me viste bien"…le indiqué sonriendo . Él sonrió y me dijo que era normal que al ir desnuda mirara mi cuerpo y me confesó que era realmente bonito, y que mi trasero era espectacular.

Creo que no hace falta decir que vino a intentar lo que fuera y que yo estaba allí para algo más que un baño. Manolo se iba acercando y yo, con el agua por la cintura iba viendo como me miraba y andaba hacia mí… "No dirá nada tu chica si te ve tan cerca de mi?"… le pregunté. Él me dijo que desde allí no nos veía y que estaba durmiendo. Que además le había dicho que iba a buscar moluscos y que podía tardar un poco.

No hacia falta decir mucho más. Manolo era un tipo con un físico agradable y lo tenía a menos medio metro así que, por debajo del agua una de sus manos contactó por primera vez con una de mis piernas y inevitablemente llegó el beso. Un beso largo y con cierta dosis de excitación y morbo del peligro que para él entrañaba. Con todo ese montaje la verdad es que yo estaba a mil y no pude evitar la tentación de alargar mi mano para tocar su ya erecta polla. Sus manos avanzaron hacia mi culo y mientras seguíamos besándonos, empecé a someterle a una buena masturbación sintiendo ya el contacto de todo su cuerpo junto al mío. Miré hacia la playa pero ni vi a mis amigas ni a su pareja pero es que ya me daba igual que nos vieran o no…Total él tenia más que perder que yo, así que le pregunte "lo has hecho nunca en el agua"… "Nunca con alguien que no fuera mi pareja"…Y en ese momento empezó a chuparme mis pezones y a morderlos suavemente, (no hay cosa que me excite mas que me muerdan los pezones…mmm) y a buscar con una de sus manos mi clítoris que empezó a manipular con cierta maestría. Yo estaba que me salía y deseaba que me follara allí mismo, así que con mi mano aun en su polla y levantando una de mis piernas, la dirigí hacia la entrada de mi coño y puse su puntita justo en la posición para que con un empujoncito, entrara dentro de mí… "No tienes nada malo, verdad?"..le pregunte "Tranquila, estoy sano…¿puedo correrme dentro tuyo?".."Sí…tomo pastillas…Vamos tío, métemela ya que me muero por sentirla dentro"…y subí la otra pierna para abrazarlo con las dos en su espalda y ponerme lo más abierta que podía para su inmediata embestida, (que fácil es en el agua hacerlo así, ¿verdad?).

De un empujón, me metió toda su polla dentro de mí y empezamos un vaivén dentro del agua, lento pero intenso. Él se arrodilló, el agua nos llegaba a la altura de nuestros pechos, y yo, sentada en sus piernas y con su tranca metida hasta el fondo, movía mi pelvis en círculos y hacia delante y hacia detrás… "mmm, ahhh, ufff,..".. Esos eran los distintos sonidos que salían de nuestras bocas y acompañaban los chapoteos del agua con nuestro movimientos…Llevábamos ya unos diez minutos con todo esto y mi orgasmo estaba cerca…"Pellízcame los pezones tio…" le supliqué y justo cuando con una de sus manos empezó a acariciar uno y a oprimir la punta de una de mis pechos con sus dedos, aumente mi movimiento pélvico para llegar a mi corrida…"Ahhhhh…me corrooo cielo…mmmmm…ahhhh…mmmmm".

ME corrí y de que manera y entonces fue él el que con sus manos en mi culo, empezó un bombeo más fuerte y profundo hasta que sentí sus jadeos y su corrida dentro de mis entrañas.

Fue un buen polvo, rápido porque las circunstancias lo requerían pero intenso.

Al terminar esa secuencia me indico que se retiraba…"ha sido fantástico chica...por cierto me llamo Manolo y mañana volveremos a estar en esta playa por si te interesa"… "A mi también me ha gustado Manolo… mi nombre es Elena y si puedo te aseguro que volveré".

Salió y al rato salí yo del agua. Al llegar a mis amigas me dijeron que había perdido la apuesta y yo, indignada les dije.."pero si me lo he follado tías"… Ellas rieron pero dijeron que querían pruebas, que yo no tenía, claro. Me tocó pagar las copas de la noche y al día siguiente me confesaron que lo habían visto todo pero que así me hicieron pagar esa noche.

Aun me excita pensar en esa aventura… Nunca más lo he vuelto a hacer dentro del agua del mar pero lo recomiendo porque es una experiencia inolvidable.

Espero que os haya gustado y si puedo seguiré contando mis andanzas próximamente.

Helen