Experiencia en el spa
No fue una visita más. Disfruté como pocas veces de chupar y ser chupado
Experiencia en el spa.
En algún relato anterior, he señalado cuánto disfruto cada vez que voy al spa A Full, en Buenos Aires.
Me encanta el ambiente, la amabilidad de los chicos que atienden, la limpieza del lugar, la morbosidad de los pasillos casi a oscuras... y, especialmente, LOS CUERPOS que se dejan ver.
Ya he descrito el lugar: dos plantas, boxes en ambos pisos, jacuzzi, gym, sector para masajes, baños de vapor y seco, sala con videos pornogay, y las duchas y sanitarios.
Soy mayor, es cierto , y será por eso que disfruto tanto al ver los cuerpos trabajados, la insinuación de vergas jóvenes que se paran enseguida, y quedan como rocas. A algunas las he podido palpar... y a otras, me he quedado con la ilusión, la excitación, las ganas.
Pero bueno... se hace lo que se puede.
La semana pasada, aprovechando un viaje de trabajo a la capital... pude ir a mi lugar favorito.
Creo que ese día era el "concurso de pijas grandes". Qué monumentos. Estar en la ducha, con sus "propietarios" era un placer... Las manos querían ir solas al encuentro de tanta hermosura.
Andaba caliente de un lado para el otro, y en un pasillo, casi a oscuras total, se me interpone un cuerpo delgado... me acaricia al pasar... regreso... pruebo... toco sus tetillas.... y percibo que es lo que más le gusta.
El hizo lo mismo conmigo... mientras otros "pasajeros" pasaban y tocaban. Se notaba que algunos buscaban mejores cuerpos, pero yo no se lo podía ofrecer. Pero me "conecté" con mi amigo del pasillo y ambos nos excitábamos con entusiasmo.
Me invitó a un box, y dejamos la mínima luz... como para insinuar más, como para imaginarnos mejor.
Quedamos desnudos el uno frente al otro. Me pidió que me sentara en la camilla mientras él se quedaba de pie, frente a mí.
Cuando acerqué mi lengua a sus tetillas, sentí que una chispa de electricidad nos conectaba a los dos. Y quería más... siempre "ahí".
Descubrí, con asombro, cómo se le estiraban los pezoncitos... Era increíble. Chupaba y abserbía y quedaban dentro de mi boca. Por supuesto, hacía malabares con mi lengua para que sintiera todo lo que le gustaba. Pero en un momento me dejé llevar y creo que lo mordí (suavemente, pero con intensidad, se entiende?) No se quejó. Y me pidió más. Así que mientras él mordisqueaba mis orejas... (que me enloquece) yo seguía de una tetilla a la otra. A veces sentía que de tanto placer, iba a eyacular ahí mismo... Y nos deteníamos un momento, para recomenzar en los contactos tetillas-bocas... bocas-tetillas.
Yo le recorría el cuerpo con mis manos, lo arañé, lo pellizqué. Y él hizo lo mismo conmigo. Fue ESPECTACULAR.
y... me faltaba "lo mejor". Se tomó un recreo en su propio placer... y "me devolvió la gentileza"... bajando hasta mi verga... y chupándola con tanta dedicación y maestría que hubiera merecido un aplauso.
Se metió mi pija en su boca, y sin sacarla, su lengua hacía las más excitantes caricias que me hubiera imaginado.
Cuando ya estaba a punto de explotar, se dio cuenta y me pidió que no me apurara, que lo disfrutáramos... Y claro que le hice caso. NO QUERÍA QUE ESTA EXPERIENCIA TERMINARA!!
Volvimos a la "etapa" anterior: las tetillas. A medida que pasaba el tiempo , disfrutábamos más y mejor. Ya no sabía qué hacer para contener mis quejidos, y jadeos, y murmullos.
Y , por fin, no sé cuánto tiempo después, pero luego de un proceso creciente en excitación, acabamos.
Mi tiré sobre la camilla... y quedé como desmayado, reviviendo suavemente el placer compartido.
Cuando recompuse el aliento, al abrir la puerta del box... dos o tres estaban "como esperando" a ver quiénes eran los que habían hecho tanto ruido. No sé por qué, pero sería con un poquitín de envidia...??
Un abrazo a todos...
Edy