Experiencia en el club swinger

Como un juego de exhibicionismo termina como una de las noches mas eróticas en nuestra vida de casados.

Experiencia en el club swinger.

Como un juego de exhibicionismo termina como una de las noches mas eróticas en nuestra vida de casados.

Hola a todos, vuelvo esta ves a escribir para relatar una historia verídica que le paso a un amigo mío y a su bella esposa, los cuales me han pedido lo escriba, con el fin de elevar el morbo como esposos.

Por obvias razones cambiare los nombres de los protagonistas, sin embargo las escenas como les comento son verdaderas. Para aumentar un poco el morbo en la narración lo haré en primera persona, como si fuera yo el adorable es poso de una mujer llena de vida, de ganas de sentir el placer y sentirse una puta en cuanto al sexo se refiere.

Somos una pareja de México, y por medio del Internet hemos podido conocer personas y parejas muy interesantes a cuento el sexo se refiere, personas normales, personas algo depravadas y por ultimo personas muy agradables con quien mantener una conversación de sexo, llegando a calentar el ambiente. Una de esas amistadas nos sugirió ir a un club swinger, que buscáramos y fuéramos a un club en donde podríamos junto con mi esposa sacar a flote muchas fantasías, una de las mías es poder ver a mi esposa cachondeando con otro u otros hombres, yo muchas veces le digo y le sugiero a mi querida esposa que se vista sugerente o casi atrevida cuando salimos a comer o a bailar, así que la idea de ir a un club swinger y mostrarla desnuda, que la miraran mientras hacemos el amor me sonaba mucho en la cabeza, aun cuando en mis pensamientos mi anhelo mas escondido era el verla follar con otros hombres, verla convertida en toda una puta.

La descripción de nosotros es de dos personas normales, un matrimonio normal, sin embargo mi esposa a mi me encanta, me enloquece y para mi es muy atractiva. Mi esposa es guerita, no alta y con un cuerpo muy bien formado, esta muy buena, muy chichonsita, nalgoncita y con unas piernas de ensueño, las cuales le permito mostrar, convirtiéndola en exhibicionista, cosa que le encanta.

Para ir al club primero fuimos a un hotel de adultos, en donde mi esposa se mostró a todos los empleados del hotel, en donde mas de uno se le veía las ganas de clavarla, nosotros nos imaginábamos cuantas pajas mas de uno se hicieron dedicadas a mi exhibicionista esposa. La pasamos muy rico, sin embargo nuestro deseo era mayor y era el poder visitar el club swinger.

La ansia por ir al club y poder dejar a mi esposa que se exhibiera nos excitaba a los dos, sin embargo cuando llegamos la atmósfera que se vivía en el sitio nos hizo ir mas allá de lo inicialmente pensado. Al entrar nos hicieron un recorrido por el establecimiento, en donde pudimos ver a varias parejas bailar muy sensualmente, en ropa interior, esto solo presagiaba una noche loca para nosotros.

Nos sentamos queriendo ubicarnos en un sitio en donde poder ver a las parejas que bailaban así también todos pudieran ver a mi esposa, nos sentamos pedimos algo de tomar y puede observar como dos hombres me pedían con señas que le subiera la falda a mi esposa. Pidiendo luego que le quitara los pantys, volviéndose un juego muy caliente, llevándonos a los dos a niveles altos de excitación, yo tocaba a mi esposa en su entre pierna, y la podía sentir muy húmeda, susurrándome al oído lo caliente que se encontraba por la situación que estábamos viviendo.

Estos dos hombres siguieron entusiasmándome para desnudar a mi esposa, sin embargo queríamos ir un poco mas lento, por lo que nos dispusimos a ir al Jacussi, una ves allí vimos como dos parejas se entrelazaban en caricias y besos compartidos mutuamente.

Al rato después de estar ahí mirando excitados a estas dos parejas entraron los dos hombres con quien habíamos estado "jugando", se presentaron como Juan y Esteban, mi esposa en el estado en que se encontraba no dudo en pararse en medio del jacussi para exhibirse, mostrándose por todos sus lados, ellos sin vacilar me pidieron permiso para poder sentarse junto a nosotros, aunque realmente fue junto a ella, ya que se sentaron uno a cada lado de mi infiel esposa, ellos no perdieron el tiempo en hacerla reír, mostrando ser dos hombres muy agradables, pasando suavemente la mano por las piernas, la cintura y manoseando con dulzura a mi esposa.

En un momento mi esposa no resistió mas y cerro los ojos dejándose llevar por el placer de sentir 4 manos sobre ella, ellos por su parte la besaban en la boca, las tetas, hasta que uno de ellos comenzó a abrirle las piernas a mi esposa para poder comerse su rica panocha, esto era mucho mas de lo que me había imaginado que podría pasar.

Mi esposa siendo sometida por dos recién conocidos, mi fantasía estaba a punto de hacerse realidad... por mi parte mi esposa me miraba directamente a los ojos y me dijo entre gemidos si así era como quería ver a la puta de su esposa... yo le mostré mi erección, indicándole lo arrecho que me encontraba viéndola así.

Mi esposa ya no tenia control de sus acciones, por lo que Juan y Esteban se incorporaron, colocando al frente de la boca de mi esposa sus vergas, las cuales ella no dudo en comenzar a mamar con gran devoción, mientras uno de los hombres que estaban inicialmente en una de las dos parejas se acerco mostrando una verga respetable y acercándosela a mi esposa, la cual no dudo en metérsela también.

Permanecimos un buen rato ahí gozando de las caricias que mi esposa era centro de atracción, luego ya una ves el desconocido se separo, nos fuimos los cuatro a un cuarto, en donde habían varias parejas cojiendo y de que manera.

Mi esposa como buena "anfitriona" hizo que sus amantes se acostaran para seguir con una mamada a cada uno de ellos, en un momento Esteban se incorporo y abrió las nalgas de mi esposa para comenzar a comerse la panocha, humedeciéndola aun mas, luego se incorporo y mi esposa por primera ves sintió una verga diferente a la mía, y yo por mi parte pude gozar ver a una mujer llena de placer, convertida en una puta llenándome el cuerpo de adrenalina pura pensando que era mi mujer.

Ella no paraba de mirarme mientras mamaba, mientras se la clavaban, luego Esteban dejo su lugar, y mi esposa se sentó sobre la verga de nuestro otro nuevo amigo, la cual al parecer era un poco mas grande por la expresión del rostro de mi esposa al sentir la penetración profunda que sufría, Esteban no perdió el tiempo y comenzó a besar el ano de mi esposa, la cual en ese momento no era dueña de ella. Por lo que se dejo hacer, sintiendo primero una lengua perforarla en su bello culo, luego sentir un dedo, luego dos... ella sentía algo de dolor, pero también el placer era muy grande. Esteban nuevamente se incorporo para luego colocar la punta de su verga en la entrada del culo de mi esposa, la cual lo volteo a mirar e indicarle que quería dos vergas, que quería que la partieran, el trabajo de dilatación fue perfecto, porque sin dudar Esteban clavo el culo de mi esposa con su verga y ella solo emitió un gemido de placer, comenzando a mover aceleradamente su culo para sentir las dos vergas.

No aguante mas y me acerque a mi esposa para decirle al oído "goza perra, goza así como estoy gozando yo al verte lo puta que eres", me pare y le puse mi verga en su boca, la cual abrió y la mamo de manera profesional, por la excitación que tenia no aguante mucho en llenarle la boca de semen a mi esposa, la cual casi no aguanta por la cantidad que le di, sin embargo yo mantuve mi verga en su boca para que se tomara toda mi leche.

Mi esposa nunca me dijo cuantos orgasmos pudo sentir, sien embargo Juan y Esteban la hicieron gozar por completo, en donde Esteban la seguía clavando por su rico culo y Juan su panocha, los tres terminaron estrepitosamente, donde Juan se derramo sobre las tetas de mi esposa y Esteban en el culo apretado, dejando ver un hilo de semen salir del ano.

No se cuanto tiempo fue el que pasamos ahí, sin embargo a las dos y media de la mañana nos dispusimos dejar el club, un taxista nos llevo hasta nuestro apartamento, viendo la cara de mi esposa el pregunto si había sido muy bien cogida, lo cual ella evidencio con unas sonrisa., comenzando el juego de exhibición con el taxista, comenzamos a conversar, evidenciándose en el taxista una excitación grande, como se había establecido una confianza y una atmósfera ideal el taxista sin cavilaciones nos propuso estacionar el taxi en el sótano del edificio para poder pasarse a la parte trasera del carro y así poder manosear a su antojo a la muy sumisa de mi esposa, la cual al parecer no estaba muy cansada como me lo imaginaba, ya que se dejo coger rico.

El taxista la desnudo y le comenzó a comer sus ricas tetas y a darle dedo por su coñito húmedo, nunca me había imaginado lo puta que puede llegar a ser mi esposa, ella solo gozaba, el taxista se despojo del pantalón lo mas rápido que pudo y clavo a mi esposa, ella como una obediente puta se dejo hacer, mostrando una cara de vivió increíble, luego el taxista volteo a mi esposa, le humedeció el culo que ya lo tenia dilatado de tanta verga recibida en el club, por lo que no le quedo difícil meterle a su antojo su verga en el culo hambriento de mi esposa, ella me miraba y me decía entre gemidos... "goza cornudo lindo, que te vas a acordar de esta noche por toda tu vida, viendo gozar a la puta de tu esposa como se la cojen, se la culean y que tan puta puedo llegar a ser", no aguante mucho así que no me quede atrás sin querer participar y me incorpore al par de bestias que estaban culpando, insertando mi verga en su húmedo coño, sintiendo por primera ves otra verga a través del fino tejido que separa al culito, sintiendo como era perforada mi esposa por el culo, mi esposa nos manejaba, nos gozaba moviendo las caderas y diciendo lo excitada y puta que se sentía, Pudimos aguantar todos un buen rato hasta que explotamos llenando yo el coño de mi esposa y el taxista su culo rico, ella se estremecía sintiendo los agujeros llenos de leche caliente, el taxista le dio un beso muy apasionado agradeciendo el placer recibido, y en retribución no nos pidió pagar la carrera.

Llegando al apartamento tuvimos el sexo mas caliente y cachondo de nuestras vidas, teniendo aun frescas las imágenes de lo vivido en el club.

Espero que les haya gustado este relato, esperando sus comentarios.