Éxodo Parte 5, el capitulo anterior era el 4.

– ¿A que le tienes miedo? – ¿Miedo? A nada.

ACCION Y REACCION CAPITULO 5

La tristeza estaba sobre mi últimamente, pero solo sucedía cuando me quedada solo, y eso sucedía mucho últimamente. El chico de la tienda de ropa, claro que regreso por mas, siempre quería mas, y así duro 3 semanas, ya era año nuevo, así que el clima era frio. La verdad la soledad me estaba matando, y la verdad el chico de la tienda de ropa ya era algo molesto.

-Pensé que pasarías por mí anoche. Me dijo, en un tono…molesto.

-No quedamos en nada, así que no tenia la obligación de ir por ti, sabes donde vivo, así que si quieres sexo, sabes donde encontrarme, dije eso y di media vuelta, este tipo me acosaba en cada esquina.

-Te veo en tu casa, hoy en la noche, me dijo. –Como quieras. Y seguí mi camino.

En mi trabajo las cosas iban bien, cada vez me acoplaba al horario, a los pacientes y al enorme papeleo que hay detrás de un hospital. Así llegue a mí casa, y después de cenar, no hay nada más relajante que una ducha, estaba saliendo cuando sonó mi teléfono:

-¿Bueno? Pensé que era mi mama.

-Estoy afuera, ábreme. Dijo con tono molesto, la verdad ya me estaba cansando y tenia que ponerle un alto.

Entro y fue hacia mi queriendo besarme, lo aparte, y esta vez no fue disimuladamente, fue algo brusco.

-Oye ¿Qué te pasa? Porque estas así conmigo.

-Así ¿Cómo?

-No me llamas, no respondes mis mensajes, no pasas al trabajo por mi, no entiendo a que rumbo estamos yendo…

-Haber, tranquilo, no se de que mierdas hablas, ya mi genio no se controlaba, no tengo ninguna responsabilidad ni deber moral en llamarte, contestar tus cursis mensaje de 2 o 3 paginas, no tengo porque ir por ti al trabajo, tengo tantas cosas y problemas en la cabeza que lo ultimo que pienso en el día es si te pongo atención o no, respecto a tu pregunta, sobre ¿A que rumbo estamos yendo? Déjame decirte  que a ningún lado, no somos tú y yo, eres tú por tu lado con tu esposa e hijos y yo por mi rumbo.

-¿Por qué eres así? Yo te amo, yo estoy dando todo por ti…

-Haber, no te confundas, aquí nadie ama a nadie, tu y yo solo tenemos sexo y ya, tu te vas, yo me quedo, no hay amor, no hay palabreas bonitas, ¿Por qué te haces ideas pendejas?

-Ósea que tu y yo ¿solo cogemos?

-Bravo, aplausos, entendiste el punto.

-Esto no se va a quedar así maldito pendejo de mierda. Dijo esto y salió azotando la puerta. Ese azoton de puerta me recordó tanto al que dio mi padre la ultima vez que hable con el. Bueno por fin se había ido, tenía tanto cansancio que no me di cuenta a que hora me dormí.

Al día siguiente desperté y salí rumbo a mi trabajo, estaba esperando el autobús, cuando una mujer, delgada se acerco a mí y me hablo:

-Disculpa, eres ¿Jose?

-Si dígame en que puedo ayudarla. Sentí un ardor en mi mejilla y fue cuando entendí que ella me había golpeado

-Solo te voy a decir esto una maldita vez, pinche maricon enfermo, deja a mi esposo tranquilo. La rabia se había apoderado de ella que sus ojos parecían salírsele de sus cuencas.

-De rayos me esta hablando, dije con la poca paciencia que me quedaba.

-Mi esposo me conto todo, que tu lo estas acosando, que no lo dejas en paz en su trabajo, que lo esperas siempre cuando el sale y tratas de tocarlo, ¿Cómo puedes ser tan enfermo? No tengo nada en contra de ustedes, pero respeta, el tiene una familia, tiene hijos, respeta. Dio media vuelta y se fue.

La vergüenza que sentía en ese momento, no puedo describirla, me sentí tan humillado, yo no era así, podía ser una mala persona, pero nunca acosaría a nadie, definitivamente, años atrás hubiera dado media vuelta y me habría ido, pero era un nuevo yo, y esta vez, no tendría compasión de nada ni de nadie.

Deje que las cosas siguieran su rumbo, no es que hubiera perdonado a esa esposa frustrada y engañada, ni a ese tipo enfermo, que no sabe distinguir entre una relación y un a costón.

El fin de semana hubo un evento de caridad en la ciudad, todo mundo dono juguetes o dinero para niños desamparados, al final hubo una cena de gala, y pues me decidí asistir. Personas reconocidas de la comunidad, y de distintos negocios, asistieron, claro eran los patrocinadores, varias personas del hospital estuvieron ahí.

Era un gran salón, todos vestíamos de etiqueta, cuando los vi, eran ellos, el feliz matrimonio él y ella, sin niños claro, yo trate de no darles importancia así que me dedique a saludar a cuantas personas pude. Había diferentes cuadros que estaban a la venta, para recaudar más fondos. Estaba observando uno de ellos cuando de pronto sentí que alguien llegaba a mi lado.

-Te ves tan sexy con traje, que desearía que me hicieras el amor aquí mismo, dijo con esa voz tan ridícula que detestaba.

-Lárgate de aquí, la visita que me hizo tu esposa la semana pasada no fue nada grata, o te alejas de mí ahora mismo, o créeme que no respondo.

-Si, quiero que me hagas el amor estando enojado, me gusta que te pongas salvaje. No pude resistir más y me fui de ahí al otro lado del salón.

.Vas a ser mío por las buenas o por las malas. Me dijo antes de que yo me fuera. –Ya lo veremos.

Su esposa estaba en la terraza con  una copa en la mano, así que llegue y le dije:

-Sabes, el otro día me comporte con la mayor educación posible, y no te dije algunas cosas…dio media vuelta y estaba a punto de irse, pero la agarre del brazo…esta vez no te vas a ir sin escuchar toda la verdad.

-Di lo que tengas que decir y déjanos en paz, desde que comenzaste a perseguir a mi esposo, nuestra vida matrimonial se ve afectada, hace semanas que no hacemos el amor, así que ya lárgate de nuestras vidas.

-Te estoy diciendo la verdad, lo que te dijo tu esposo es mentira, en eso llego su esposo.

-Déjanos en paz, aléjate de mí, me dijo.

-Cuéntale la verdad a tu esposa, o lo hare yo. –No lo escuches cariño, el quiere separarnos, vámonos. La tomo del brazo y se alejo de mí.

-Esta vez no, dije y lo agarre del brazo, su esposa vino hasta a mi y me dio una cachetada tan fuerte que pude sentir que algo trono adentro de mi cuello. –Déjanos en paz.

-Acabas de cavar tu propia tumba, prometí tener educación, dejar que siguieras creyendo en tu propia mentira, pero la última persona que me dio una cachetada hasta el día de hoy se arrepiente.

Saque de mi bolsa del saco un teléfono y se lo extendí. –Ponle play.

Pocas veces me arrepiento de dañar a las personas, pero esta vez no, era una parte del video que grabe la primera vez que el estuvo conmigo, justamente la parte donde el se metía mi verga hasta la garganta y después cuando me pedí mas verga, me pedía que me lo cogiera. Sus ojos se llenaron de lagrimas y me devolvió el teléfono…-Ahora entiendo todo, dijo.

-Lo vez, no es el dulce, tierno y fiel esposo que conoces, él me busco, el va a mi casa todos los días, hasta hace una semana que le dije que el y yo no teníamos una relación, que solo era sexo. Mi error fue continuar con esto cuando supe que era casado, pero no voy a permitir que me siga poniendo como el enfermo sexual cuando el enfermo es el.

Ella no dijo nada, dio la vuelta y atravesó el salón lleno de gente, el volteo hacia a mi y me dijo con sus ojos llenos de lágrimas:

-¿Cómo pudiste? –Tu me obligaste, y entiende de una vez, como este, tengo muchos mas videos tuyos, sabes que pasaría si decido mostrarlos a tus hijos, en sus escuelas, sabes que puedo destruir todo aquello que te rodea y dejarte en la mas miserable soledad, ¿Lo sabes?

-No te atreverías, eres un… -¿Un hijo de puta? Si, si lo soy, pero al menos no tengo a quien rendir cuentas. Di media vuelta y me dispuse a salir.

-Que gente mas difícil, ¿no crees? Escuche una voz detrás de mi, di la vuelta y lo vi, era él, el mismo joven de la tienda de muebles. La verdad se veía muy guapo con ese traje gris, aun que uno de color negro le vendría muy bien.

-Si, algo, fue todo lo que pude decir. – ¿Ya te vas?

-Si, tengo algo de prisa, además ya esta bajando la temperatura. No sabia temblaba de frio o por estar conversando con él.

-Acompáñame, te invito una copa. Sin ningún recato, me tomo de la mano y me guio al jardín, en el camino nos topamos con un mesero, y el tomo dos copas de vino.

-Así que eres medico, me dijo. –No, soy enfermero pero… ¿Cómo sabes que me dedico a la rama de la medicina?

-Cuando algo me interesa investigo todo.

-Con la sencilla diferencia de que yo no soy algo, si no alguien. Gracias por la copa. Deje la copa en la jardinera y di media vuelta. No había dado ni tres pasos, cuando me todo del brazo, me guio hacia un lado del jardín que estaba un poco obscuro y me dijo al oído: -¿Por qué Huyes?

-Porque para empezar, como te dije no soy algo, si no alguien, segundo, no se que quieres lograr con esto de traerme al jardín y ahora a esta parte obscura y tercero.

-Sabes muy bien que quiero, ¿Por qué te resistes?

-Porque desde siempre el cazador he sido yo y no la presa, ¿recuerdas a las dos personas que estaban conmigo en la terraza?

-Si, ¿Qué tienen que ver?

-Pues que acabo de destruir un matrimonio de la pero manera. Lo vez, no estoy acostumbrado a que me cacen.

-Afortunadamente no soy casado, ¿Por qué no dejas de hablar y me besas?

-Porque aprecio tanto mi imperfecto perfil griego como para que me lo rompas de un golpe.

-El que no arriesga no gana.

-No arriesgaría mi cara.

-Prometo que no te golpeare la cara.

-Entonces así la cosa ya es muy diferente.

Lo bese, fue un contacto tibio, un contacto de esos que te hacen estremecer, que te hacen entregar lo mejor de ti, su boca y la mía estaban juntas, luchando ferozmente por ver quien tenia el dominio sobre quien, sus manos estaban alrededor de mi cintura, ejerciendo la suficiente presión para saber que le gustaba ser dominante, pero yo, al ser, signo escorpio, no podía permitir que ganara tan fácil, me impuse y mis manos fueron directas a su trasero, y ¡¡Dios mío!! Que trasero más firme.

-Veo que alguien ya tiene confianza, me dijo, quise protestar, pero sus manos me arrinconaron contra la pared, sus manos bajaron hasta mi cinturón, para después dejar caer mis pantalones hasta los tobillos y junto con ellos, mis bóxer, y agarrando mi verga con su mano fría, la introdujo lentamente en su boca.

No era la primera vez que hacia eso, su lengua jugueteaba con mi verga, justamente con la cabeza, metía mis huevos en su boca, y podía sentir el fondo de su garganta, chupaba de una manera tan deliciosa que no aguantaría mucho, mis manos fueron hacia su cabello y agarrándolo empecé a meter y sacar mi verga de una manera rápida en su boca, sus ojos estaban en blanco, mientras su lengua recorría toda mi verga.

-No aguanto mas, le avise, pero pareció gustarle, ya que acelero su mamada hasta que me vine en su boca. Tuve que suprimir un gemido, ya que seguíamos en el jardín.

-Delicioso, me dijo, al momento que con su lengua quitaba los rastros de mi semen en la verga. –No puedo creer lo que acaba de pasar, dije, no es que sea nuevo en esto, pero jamás me habían echo sexo oral al aire libre, me subí rápidamente mis pantalones y me acomode la ropa lo mas rápido que pude.

El seguía impecable, su ropa no tenia rastro de nada, quien lo hubiera visto juraría que acababa de arreglarse.

-Me tengo que ir, le dije, y empecé a caminar.

-Me das tu numero de teléfono, me gustaría invitarte ahora si, una copa de verdad.

-Claro, intercambiamos los números y me dispuse a salir del jardín.

Sentía todas las miradas sobre mí, sentía que todo el mundo sabía de donde venia y lo que acababa de pasar, sentía la cara roja y estaba empezando a sudar, cuando se me acerco un mesero y me dijo al oído:

-Quisiera usted quitarse los rastros de la enredadera del jardín que trae en la espalda, joven.

Literal, me moría de la vergüenza al ver que si, efectivamente traía rastros d hoja pegada en los hombros y la espalda. Solo pude seguir caminando y tratar de salir de ahí lo mas rápido posible, salí, aborde un taxi y me dirigí a casa, cuando me sonó el móvil y era un mensaje: “Conmigo, no tienes que salir huyendo, si te hubieras tomado tú tiempo, te habría quitado las hojas de la espalda, ya habrá mas tiempo, no te preocupes”.

Solo sonreí como un tonto a bordo del taxi, no me creía lo que acababa de pasar, y sin duda no tenia ni idea de que todo, absolutamente todo estaba apunto de cambiar para mi.

Estimados lectores perdón por hacerlos esperar, perdón por no incluir escenas más sexuales en este capitulo, pero, recuerden que les dije que les contaría mi historia, no puedo inventar cosas que no sucedieron. También me disculpo por el error del capitulo anterior, al parecer lo titule capitulo 5, cuando en realidad era el capitulo 4, este si es el 5, así que no se enreden, la historia lleva continuidad. Gracias por sus mails, los leo todos y cada uno, los respondo, con algunos de ustedes incluso platico por WhatsApp. Gracias por estar al pendiente de mí y de mi historia. Les dejo esta canción para que la escuchen “El primer día del resto de mi vida” La canta La Oreja de Van Gogh.

Escríbanme a mi correo josefernandezcontador@outlook.com de verdad leo todos sus mails y los contesto. Pormeto que el capitulo 6 estará listo en menos de una semana. Si les interesa una respuesta mas rapida y una interaccion mas personal, mandenme su numero de whats con el codigo de su pais claro. Adios mis queridos lectores, recuerden: En menos de una semana.