Exhibición de una mujer casada

Esta claro que a todos nos gustan las mujeres guapas y un culo perfecto y unas buenas tetas. No soy distinto pero hay otros factores del sexo mas importantes según mi punto de vista, morbo, situaciones etc. Muchos de ellos están plasmados en esta historia

Llevamos mas de tres años de relación, empezó poco a poco e incluso llego a un momento en que ambos pensamos en digamos formalizarla pero varios problemas que no vienen al caso la truncaron, ahora mismo ni yo mismo se que tipo de relación tenemos, lo único que se es que últimamente tengo una fantasía recurrente con ella que es la que voy a contar.

Esta claro que a todos nos gustan mas las mujeres guapas y con un tipo perfecto, un buen culito y unas tetas bien puestas, no iba a ser yo distinto, lo que si que hay ciertos factores en el sexo que para mi son mas importantes que el físico, morbo, situaciones etc., muchos de ellos están incluidos en este relato.

Yolanda tiene 33 años, esta casada y tiene dos hijos.

Mide 1.59 y pesa 58 kilos, su pelo largo le llega hasta el hombro, sus ojos son verdes.

Su cuerpo corresponde a una mujer normal de su edad y que ya ha pasado por la maternidad dos veces.

Sus tetas no han vuelto a su estado anterior después de haber amamantado a sus hijos, lleva una talla 95 y sus pezones son pequeños pero cuando se le ponen duros dan mucho juegos para pasar un buen rato con ellos.

Es algo ancha de caderas que acaban en lo más apetitoso de su cuerpo, su culito, por cierto carente de celulitis.

Cuando tuvimos nuestras primeras relaciones sexuales le convencí para que se rasurara a mi gusto y ahora solo lleva un poco de vello en la parte de arriba y todo su coñito y la rajita del ano totalmente rasurada.

Su vida sexual anterior al conocerla era como la de muchas mujeres en su situación, trabajadora, con dos hijos y con un marido con 18 años juntos, no había mucho morbo, juegos, situaciones e incluso me confeso que nunca se masturbaba, no tenia fantasías.

Aparte de mis gustos sexuales que luego se verán, hay un dato muy importante para que esta fantasía que luego contare me produzca mas morbo y surja a menudo en mi cabeza .Yolanda es muy tímida, vergonzosa, algo acomplejada con su cuerpo, aunque parezca mentira después de tres años de conocerme y tener relaciones sexuales, cuando se da cuenta que la observo se tapa o me dice que no la mire. Piensa que llevar una minifalda con botas por ejemplo es ser una descarada y una provocadora.

Por todos estos motivos que he mencionado, mi fantasía es que exhibo a Yolanda delante de mis amigos.

Al final la convencí de que fuera en su salón, me daba morbo que lo que iba a pasar fueran donde ella pasa bastantes momentos siendo una madre y amada esposa, y sobre todo que a partir de ese dia cuando estuviera en su salón se le vinieran a la mente todo lo que le había sucedido allí ese dia, se avergonzara del cambio de papeles con su familia y conmigo y porque no, se le mojara su coñito recordando lo acontecido.

Para ese día le dije como tenía que vestir, ropa que ella no solía llevar debido a su timidez y que aunque para otras mujeres puede ser normal para ella es ropa de "guarra" como dice ella.

Le compre un conjunto de ropa interior con una braguita short para que se ajustara bien a su culito conjuntado con el sujetador, una blusa blanca abotonada, una súper minifalda y unas botas altas con un tacón de unos seis centímetros.

Había quedado con mis amigos a las seis de la tarde pero acudí a su casa una hora antes para que estuviera todo en condiciones. Yolanda no podría salir al salón hasta que yo se lo dijera, antes de vestirse tenia también la orden de ducharse y rasurarse por completo, no quería ver nada de vello alrededor de su coñito ni en la rajita de su ano, quería que mis amigos pudieran observar bien sus agujeritos y que ella notara como se los miraban.

Mis amigos habían quedado todos juntos antes y sobre las seis llamaron al timbre, les abrí la puerta y les hice pasar. Eran cuatro, sus edades eran desde los 35 años que tengo yo hasta los 43 que tenia el mayor, tres de ellos no conocían de nada a Yolanda, el cuarto trabajaba con nosotros en la misma empresa, por cierto que se llevaban bastante mal, aun asi no sabia quien era la mujer a la que iba a mostrarles y exhibirles.

Les hice pasar al salón, les puse de beber y les dije que iba a ver que si mi perrita estaba preparada ya. Fui a su cuarto, llame para que supiera que era yo y entre, nada más hacerlo se me tiro al cuerpo suplicándome que no la hiciera salir, que estaba muerta de vergüenza. Le dije claramente que podía hacer lo que quisiera pero que si no salía no me volvería a ver, me dijo que lo haría pero que tuviera paciencia con ella, la deje acabando de arreglarse y le dije que en cinco minutos volvería.

Volví con una venda para sus ojos, como sabia de sus dudas pensé que lo mejor seria vendarla y sacarla yo mismo, para que no se echara atrás, se la puse y la saque de la mano, la lleve al salón, al centro delante de los sofás donde estaban mis amigos que ya empezaban a reír, aplaudir y a dar vítores.

Con solo llevarla de la mano ya note que estaba temblando, al dejarla en el centro del salón me puse detrás de ella para que al quitarle la venda no le dieran ganas de irse corriendo a su cuarto por la vergüenza.

Le quite la venda de los ojos y automáticamente agacho la cabeza mirando al suelo, nuestro compañero de trabajo nada mas verla se dio cuenta que era Yolanda y pronuncio su nombre, ella dio un respingo al saber que uno de los hombres le conocía e hizo fuerza hacia detrás pero yo la sujete y no le deje apenas moverse.

Hacían referencias a su vestimenta, a que estaba muy buena etc., mientras le agarre del pelo y le eche la cabeza hacia tras diciéndole que mis amigos querían verle la cara, como no estaban todos de frente se la moví para que la vieran bien parándome en nuestro compañero sabiendo que si en ese momento no se echaba hacia tras ya nada podría hacerlo. Se movió inquieta, temblaba pero al yo estar detrás de ella no pudo moverse los segundos que deje que se miraran mutuamente.

-Ahora que ya te conocen Yolanda, voy a mostrar a mis amigos el cuerpo de zorrita q tienes, primero paséate delante de todos para que te podamos ver bien.

Me senté en el medio y Yolanda empezó a andar por el salón delante de todos, andaba torpemente debido a que su cuerpo temblaba de los nervios, tenia la mirada baja y en su cara ya se le notaban los colores por su vergüenza. Mientras mis amigos seguían diciéndole lo buena que estaba, que parecía una puta vestida así y no una madre y esposa, incluso alguno se adelanto y le dio un pequeño azote en su culito lo que la hizo dar un respingo para luego seguir andando hasta que le dije que se quedara quieta cuando estaba enfrente de todos nosotros.

-Date la vuelta, ahora voy a mostrarles el precioso culito que tienes.

Se dio la vuelta y se inclino hacia delante sin doblar las rodillas,(es una costumbre que tiene) al hacerlo se le levanto un poco la falda y se pudo ver su braguita short y la parte del culito q no estaba cubierta por ella, me levante, le levante la falda y empecé a acariciarle su culo, empecé a magrearlo bien, sobarlo, darle unos azotes y tras un rato así acabe metiéndole la braguita por la rajita de su culito y entres sus labios vaginales los cuales quedaron a la vista de todos.

Mis amigos ya empezaban a emocionarse y a soltar frases más picantes como:

-tienes razón, tiene un buen culo, -joder, si va rasurada del todo, que dirá su marido.- ojala ese culo lo tuviera para jugar con el.

Luego le di la orden de girarse, íbamos a ver y comprobar sus tetas.

Le dije a un amigo como tenia que hacerlo y así lo hizo. Se puso en frente de ella, le desabrocho tres botones de la camisa y luego metió la mano en la copa de su sujetador para sacarle primero una y luego la otra teta, las cuales saco y puso por encima del sujetador haciendo que se quedaran levantadas. Sus pezones ya estaban empezando a ponérsele duros pero había que hacer algo para que estuvieran en su máxima dureza así que le pedí a Carlos (el amigo que trabajaba con nosotros y que no se llevaba muy bien con ella) que me ayudara para que sus pezones estuvieran en su máximo esplendor.

Se levanto y se puso en frente, note como Yolanda enrojecía y bajaba la vista al suelo, Carlos le dijo que a ver si después de lo que le iba a hacer se comportaba mejor con el y no tan antipáticamente. Le agarro con los dedos ambos pezones y empezó a frotarlos, a pellizcarlos suavemente poniéndolos cada vez mas duros, a Yolanda se le escapaban los gemidos mezcla de placer y algo de dolor. No tardo mucho en llegar a su máxima dureza y volvió a agarrarle otra vez todo el pezón entre sus dedos y estiro hacia el, se veían sus tetas estirarse hacia el y hubo un momento en q Yolanda tubo que dar un paso, Carlos siguió estirando mas fuerte y le siguió otro paso y otro hasta que al final como al principio ella se había paseado ante todos mis amigos ahora hizo lo mismo pero al ritmo que marcaba Carlos estirando de sus pezones. Los gemidos de Yolanda ya eran continuos a cada estiramiento de sus pezones, de vez en cuando la hacia parar para luego volver a guiarla y a cada vez sus gemidos eran mas fuertes y profundos, además se le notaba en su cara una mueca de dolor y algo de excitación.

Cuando Carlos hubo acabado les pregunte si la querían ver desnuda, por supuesto la afirmación fue general.

La coloque enfrente de ellos y me puse detrás de ella para acabar de desnudarla dejándole puestos solo los zapatos de tacón, aparte de para quitarle la ropa el hecho de ponerme detrás era porque suponía que Yolanda al verse desnuda intentaría tapar sus tetas y su coño cosa que hizo al verse desnuda así que le cogi de las muñecas y se las puse a la espalda, separándole las piernas para que así pudieran verla en todo su esplendor.

Uno de mis amigos dijo que querían ver bien el coñito de una zorrita casada así que la hice sentarse en el suelo y yo desde detrás agarre sus tobillos y los levante para dejarla con las piernas abiertas y dejar su coño bien expuesto para que ellos lo pudieran ver bien, la mande que separara sus labios para que pudieran ver bien su vagina y su clítoris que por cierto lo tiene mas gordito de lo normal cuando esta cachonda y por el tamaño que tenia ahora estaba claro que estaba como una perra en celo.

Un amigo se percato que su coño estaba mojado y para aprovechar el momento le dije a Yolanda que empezara a masturbarse, empezó a tocarse y no tardo nada a gemir y poner la cara de placer que tan cachondo me pone, esa cara que me hace pensar en la esposa y madre a la que me follo y disfruto de su cuerpo sin que nadie lo sepa ni se lo imagine.

Se me ha olvidado comentar que había invitado a mis amigos para ver un partido de fútbol y solo les había comentado que habría una sorpresa, habían pasado dos horas y no había caído que el partido de fútbol ya había empezado, les dije que habría que hacer una pausa con Yolanda para verlo, hubo quejas pero las aplaque diciéndoles que teníamos muchas horas por delante, que después del partido seguiríamos disfrutando de ella.

En el salón hay una mesa al lado de los sofás, levante a Yolanda la dirigí a la mesa, le dije que se pusiera encima a cuatro patas, cogi cuatro cintas de seda, dos se las puse en las muñecas y las otras dos en los tobillos, luego las ate a las patas de la mesa tensándolas para que Yolanda quedara a cuatro patas sin poder cerrar ni los brazos ni las piernas y así quedara bien expuesta a nuestra vista y empezamos a ver el partido.

Ante la sorpresa de todos incluida la mía Yolanda dijo:

-Espero que lo paseos bien con el partido pero me gustaría que no perdáis de vista a esta perra expuesta a cuatro patas expuesta mostrando mi ano y mi coñito para vuestro disfrute

Por primera vez queriamos que acabara pronto un partido para disfrutar del manjar que teníamos delante de nosotros, aun teníamos mucha noche por delante.

Continuara....

Para cualquier cosa, chemajack@hotmail.es

Este relato lo subí con otro nick en el 2009, lo subo otra vez con mi nuevo nick para tener todos mis relatos juntos, iré subiendo todos poco a poco y también seguiré con la segunda parte de este ya que he visto que no tuvo malos comentarios en su día.