Exhibición de gimnasia

Siempre me imaginé y soñé con esto, aunque nunca pude imaginar que se haría realidad.

Hola amigas, la verdad es que ya en otras ocasiones me animé a escribir este relato, aunque nunca lo publiqué.

Como todas siempre me gustó vestir ropas femeninas, y la verdad usaba las de mamá y las de mi hermana, dos años mayor. Nunca supe por que lo hacía, ni nada, hasta que un día de fin de año, salió una señora despampanante cantando "las mujeres al poder", si amigas era Bibi Andersen, y mis padres empezaron a hablar, y reírse, y escuche la palabra transexual. Me encantó saber de ella, saber que mi sueño era posible, pero al mismo tiempo supe de la incomprensión de mis padres.

El relato verídico/ficticio.

Mi hermana y yo siempre jugamos juntas, dado que vivíamos en un chalet y fuera del horario escolar pues no vivíamos cerca de los amigos. Ella practicaba gimnasia rítmica, y a mi me gustaba mucho, la acompañaba a sus clases para verla, a sus exhibiciones, campeonatos,…, y en casa al ser yo muy niño, pues hacíamos montajes juntas, practicábamos elasticidad juntas, etc, es decir, ella era mi profesora. Claro lo que ella no sabía es que yo cuando podía me ponía sus mallas, y me imaginaba en campeonatos.

Un año, por el mes de abril, se juntaron varias amigas en el jardín de mi casa para preparar un montaje para la exhibición de fin de temporada, y bueno, para un conjunto son necesarias 6 chicas, y suele haber siempre una reserva, aunque al no ser un torneo no disponían de ella. Yo me llevaba muy bien con todas, y bueno me dijeron de ayudarlas, encendiendo y apagando la música, y viendo la coordinación, etc, lo que acepté gustosamente.

Se reunían varias veces a la semana y los sábados toda la tarde. Era precioso y me hacían sentir una más, empezamos a quedar para salir a tomar una hamburguesa y refrescos y bueno jamás pensé en nada, era como el típico hermano chico que tiene que ir con su hermana, pero yo me sentía una más.

El montaje iba muy bien, y yo en ocasiones las corregía y les enseñaba como hacerlo. Al principio se sorprendían de mi elasticidad y de no tener vergüenza, aunque mi hermana les explicó que ella siempre entrenó conmigo. Yo lógicamente aprovechaba para mostrarme lo más femenina posible, y me sabía el montaje de memoria ya que lo entrenaba a escondidas, me sentía la suplente del grupo.

El día de la exhibición llegaba y las madres prepararon las mallas, claro, yo ya no disponía de una…., y me sentí mal, y las chicas se dieron cuenta, aunque no supieron del por qué.

El fin de semana anterior al evento, todas quedaron a dormir en casa de una chica, era la típica fiesta de pijamas, y aprovecharían para ensayar un poco. Yo pues no fui invitado, y me dolió mucho, aunque me sorprendió aun más cuando al llevar a mi hermana a casa de la chica (ya que acompañe a mi mama) pues me dijesen que me quedará, y bueno mi madre me sugirió que no, yo la hice caso, aunque casi con lágrimas en los ojos, y bueno fue entonces cuando la mama de Susana le dijo que me quedase, que ellas iban a ensayar y sin mi no podrían, ya que las había ayudado mucho.

Me baje, y todas me abrazaron, fue magnífico. Pasamos la tarde ensayando, y lo hacían casi perfecto, y bueno, yo apenas tuve que ayudarlas, aunque si las corregí en un par de ocasiones. Pilar, la madre de Susana, observaba detenidamente todo, y yo pues me comportaba siempre igual, de hecho, me encantaba verla, ya que gracias a ella estaba ahí.

Cuando terminamos, y antes de ducharnos, mientras las chicas se duchaban en un aseo, Pilar me acompañó al suyo, y me dijo que me duchase y me preparase para la cena.

Hay fue cuando Pilar me comentó que si tenía ropa para cambiarme,

P: Daniel, ¿Dónde dejaste tu ropa?

D: La tengo aquí Pilar.

P: no cariño, la limpia.

D: Es que no traje, no sabía que iba a quedarme.

P: vaya, no pasa nada, llamaré a tu madre para que traiga.

Hay que recordar que Pilar está divorciada y vive sola con Susana.

P: Cariño, tus papas han salido, voy a ver si cojo algo de Susana para ti.

D: Perooo

Se hizo un silencio, yo estaba aterrado e ilusionado, ropa de chica… y de Susana, que es de mi misma complexión

Terminé de ducharme y hay estaba Pilar, con algo de ropa.

P: Daniel, espero no te importe.

D: yo, …, es que…, me da vergüenza.

P: Mira Daniel, te he estado observando y cuando estás con ellas te comportas como una chica, eres muy femenina, y ellas ya te tratan como una más, se que tu disfrutas, y por eso te pregunto si tu te sientes como una chica, y disfrutas tanto como lo parece.

No tengas miedo, esto queda entre tú y yo mi amor.

D: Yo pilar, pues,…..

P: no tengas miedo, mira lo que te he traído, pero dime, te gusta ser una chica?

D: Si, me encanta, me gusta ser femenina, y ser una más en el grupo, pero es muy injusto que sea un chico (lloraba mientras le expresaba mis sentimientos)

Me abrazó, y me mostró lo traído, era una braguita rosa, con un camisón largo blanco con florecitas. Claro, las chicas tenían fiesta de pijama, y su mama les iba a decir que sin camisón no se entraba, así eran las reglas.

P: bueno chicas, sabéis que sin camisón no se entra, por eso os presento a Lidia,

Y entre yo, con ese camisón, un poco retocada y con unos arreglos en el pelo que me había hecho Pilar.

S: Vaya Dani, digo Lidia, estás genial, estás guapísima, eres más guapa que muchas chicas,..

Y así siguieron los piropos. Yo me sentí genial, de hecho, mi hermana me dijo que estaba muy bien, y bueno así todas. Al rato de ver la tele, pues me fui con Pilar a la cocina, y bueno, me dijo si me encontraba bien, yo le di un beso y las gracias, y sonó el timbre. Sin darme cuenta abrí yo, ya que estaba al lado de la puerta, y era el chico de telepizza, que nos traía la cena.

C: hola niña, está tu mama por ahí.

P: si, perdona cuanto es.

C: 55 €.

P: aquí tiene, gracias.

Cerró la puerta, y bueno, Pilar me miró

P: Vaya con la señorita, estás tan guapa que ni se dio cuenta, desde hoy serás mi hijita.

D: claro Pilar, digo mamá, jeje.

Servimos la comida, y le faltó tiempo a Pilar para contarles la anécdota, y todas se rieron, y hablaron de que era normal ya que realmente parecía una niña de once o doce años.

Así transcurrió la noche, entre juegos, historias de chicos, etc.

Al día siguiente, mientras las chicas estaban limpiando el desayuno, Pilar me llamo a su habitación, al entra:

P: Cierra los ojos Lidia. Y ahora ábrelos.

D: es para mí!!!!

Pilar me había confeccionado una malla como la de mis compañeras, era el sueño de mi vida…. Era un malla con un poco de faldita a volantes, lo que disimulaba muy bien mi pequeño miembro, de color rosa- azulado.

P: bueno qué, no te lo vas a probar.

D: Puedo?

P: claro mi amor, es para ti, anda ven, póntelo en el baño que ahora vengo.

Me moría de ganas, eran muchos sueños los que se estaban haciendo realidad.

Me lo puse y me observé en el espejo. Lógicamente acoplé mi aparatito hacia atrás, y no se notaba, estaba realmente femenina. Pilar llamó a la puerta y le dije que pasara, y al verme me exclamó que estaba preciosa.

Continuamos hablando, ella me preguntaba que como había pasado la noche, que cuales eran mis sentimientos, etc. Yo le dije que quería ser mujer, que me sentía como tal, pero que sabía que mis padres me odiarían, y llorando seguí hablando con mi mamá, la mamá de Lidia….

Así continuamos hasta que antes de marcharnos, Pilar le comentó a las chicas que las fiestas de pijama son secretas, y que lo que hay sucedía o se decía se quedaba entre nosotras 8, todas me miraron, y Pilar dijo que si, que yo para el grupo era Lidia, un más.

Y así fue, de hecho mi hermana, cuando estábamos solas me llamaba así.

Los nervios llegaban, cada día que pasaba, la exhibición se acercaba, era el sábado por la mañana, y llegó el viernes tarde. Todas fueron a clase de gimnasia y yo no pude acompañar a mi hermana al tener que ir al dentista. Cuando regresamos a casa, mi hermana estaba junto con Susana llorando, y fui a preguntarles por qué, mientras mi madre iba a la cocina. Me contaron que Rosa, una chica del grupo se había hecho un esguince y que no podrían hacer el montaje, ya que con 5 no queda bien. De repente me llamó mi madre para que fuese a la cocina.

M: Dani hijo, ven que Pilar quiere hablar contigo.

D: voy mamá,…., Hola Pilar, como estás?

P: bien, tengo que ir un segundo al súper, me acompañas para no tener que mover el coche, y venir cargada.

D: si claro.

En el camino me comentó lo sucedido con Rosa, le dije que si que era una lástima, y que estaba muy triste.

P: Lidia, cariño, tu suplirás a Rosa.

D: no, no puedo, me da miedo,

P: mi amor eres toda una jovencita, te aseguro que nadie se dará cuenta.

D: no Pilar, mi mamá estará ahí, y seguro me mata.

P: Mira, hoy tu y tu hermana os quedareis encasa, ensayamos y vemos que tal, te peino, te pinto, etc. Y si no estás segura pues nada.

D: vale… mamá.

Yo acepté al tratarse de Pilar, e imagínense, otra noche siendo chica, pintada, con sus ropas, etc.

Llegamos a casa, y bueno Pilar dijo a mi madre, que ella iba a salir y que mejor nos quedásemos con Susana en casa, lógicamente al principio mi madre dijo que mejor se quedase Susana, pero bueno finalmente Pilar lo consiguió.

Nada más llegar, me fuimos a su cuarto, allí Pilar me dijo que me iba a convertir en una niña preciosa, y así fue, me dio unas braguitas muy femeninas que me había comprado, complementos para el pelo, y por si acaso crema depiladota, aunque yo en ese aspecto era bastante femenino y no hizo falta. Me peinó, maquillo y me puse mi malla, la verdad estaba estupenda, ni yo mismo diría que era un chico, y salimos las dos juntas al salón, allí mi hermana y Susana no daban crédito, y vinieron corriendo a pedirme que formase parte del conjunto, y así fue. Ensayamos un poco, ya que todas nos sabíamos el montaje de memoria, y bueno fui a ducharme, cuando acabé, me puse un body que Pilar me había comprado, ya que previamente le había dicho que era mi prenda favorita, era azul con encaje, y yo en una nube.

Así transcurrió la noche, entre una película, y Pilar intentando que cenásemos algo, aunque de los nervios no comimos ninguna de las tres.

Nos despertamos y nerviosísimas se prepararon para ir al pabellón, yo sin embargo, esperé en casa, y mientras las chicas se preparaban junto a sus monitoras, pues a mi me preparaba mi mamá, Pilar.

Llegaron las once y nos había tocado las terceras, yo estaba aterrada, llevaba puesto mi malla, peinada y maquillada como la noche anterior, y encima un vestido de florecitas típico de niñas de 12 años. Entré y me temblaban las piernas, pero Pilar me dijo una frase preciosa, Lidia, hoy es tu primer día como mujer, y yo estaré contigo para ayudarte a convertirte en lo que eres, una mujer. Me dio un soplo de confianza, rápidamente todas las chicas al verme vinieron corriendo y agarrándome me llevaron al pasillo donde debíamos esperar. Una vez en el, la maestra preguntó a Susana quien era, y ella le dijo que su prima Lidia, que iba a sustituir a Rosa por lo de su esguince.

Allí estábamos, miré al graderío y estaba repleto de amigos y familiares de todos, localice a mi madre, y por suerte no estaba con mi padre, eso me tranquilizó, cuando de repente nos llamaron, entramos, saludamos, y esos segundos se me hacían interminables, mientras cada una se colocaba para comenzar, yo quedé la última, respiré hondo, localicé a Pilar, y comenzó la música. Lo habíamos ensayado tanto que salió redondo, yo me sentí una más, conseguí evadirme de todo y ceñirme a nuestro montaje, y acabó, se hizo un silencio tenebroso, hasta que comenzaron los aplausos y gritos de guapa guapa!!!!, fue un subidón, y maravilloso. Al salir todas las compañeras de escuela de las chicas se abrazaron con ellas, sin embargo a mí vino a verme la maestra, estaba aterrada, hasta que me dijo que como me llamaba, yo tranquilamente le dije Lidia y comenzamos a hablar un poco hasta que Pilar vino por mí.

Terminó la exhibición y quedamos segundas, no lo podía creer, era, lógicamente la niña más feliz del mundo.

Después fuimos con Pilar a celebrarlo, pero yo salí ya como una niña preciosa de 12 años, con mi vestido, mi body y demás, aunque eso si quieren se lo cuento en otra historia.