Exhibición (2)

Momentos de juegos eroticos.

Hola a todos mis fervientes lectores de esta página tan importante de Relatos Eróticos. Antes de dar inicio a uno más de mis relatos, quiero pedirles una disculpa por haberme ausentado por algunos días que, debido a diversas ocupaciones y unos días de vacaciones, regresamos con nuevos bríos y muchas ganas de platicar todo lo que nos paso en nuestro viaje, y que mejor que platicarlo con ustedes.

Hace dos semanas estuvimos de vacaciones en un lugar cerca de la ciudad de México, y aprovechamos el tiempo para hacer algunos videos atrevidos así como tomarnos algunas fotos también algo atrevidas. Como podrán ustedes observar en la foto de abajo, que como siempre se las regalo con todo mi amor para ustedes, que siempre me han seguido relato a relato.

En este relato les platicaré el inicio de nuestras aventuras veraniegas.

Durante el primer día de vacaciones visitamos de forma general algunos lugares para ubicar que lugar sería el adecuado primeramente para la toma de fotografías y probablemente parte del video. Precisamente la foto que les expongo aquí es en un teatro al aire libre.

Durante la toma de las primeras fotos nos sucedió algo muy padre. Llegamos al teatro y nos dispusimos a bajar todo el equipo, tanto de fotos como de video y preparar la sesión. Se armaron los equipos, sacamos los reflectores y comenzamos.

Mientras mi esposo y yo trabajábamos en lo nuestro, mucha gente pasaba por nuestros alrededores como si nada estuviera pasando, pero también hubo algunos curiosos que se quedaron durante todo el tiempo que estuvimos ahí. Eso me gusto mucho ya que los únicos que se quedaron hasta el final de la sesión fueron puros caballeros, algunos jóvenes, pero otros no tanto. Cuando comencé a ver que eran puros hombres los que estaban ahí, le pedí a José Luis que fuera un poco más atrevido para tomarme.

Eso siempre me ha gustado, exhibirme ante los demás; mi esposo cada vez que me tomaba alguna foto me pedía que levantara un poco más de lo normal mi falda, o que levantara más las piernas. Como podrán ustedes observar en la foto que les envío, ese día me vestí con una blusa blanca típica de la región, una falda blanca tableada y un poco corta, unas medias súper transparentes y un poco satinadas de color natural, y unas sandalias altas, con tacón del numero 10.

Los caballeros que estaban ahí nos seguían cada vez que cambiábamos de lugar, y eso me iba calentando más y más. Incluso, hubo un señor como de 40 o 45 años que, definitivamente y con una actitud segura y osada mejor se plantó junto a mi esposo a hacerle la platica durante todo el tiempo que nos restaba de trabajo. Platicaban de muchas cosas que no podía yo escuchar del todo, pero ambos se veían muy interesados y contentos. Tanto que al termino de la sesión nos invitó a tomar unos tragos en un bar muy bonito de esa ciudad.

Nos dio la dirección para llegar al bar, fuimos al hotel a dejar el equipo de fotografía y video, tomamos un sweater y nos fuimos al encuentro de nuestro nuevo amigo.

Cuando llegamos al bar ya nos estaba esperando, era un lugar muy adecuado para el momento. Luces bajas, muy buen ambiente, música viva y momentos eróticamente agradables.

Todo inició cuando pedimos la primera copa, mi esposo pidió una cerveza, y nuestro amigo a quien llamaré Andrés también, yo solo pedí una piña colada. Tocaba un trío, todo tipo de música, algo de rock, algo de jazz, algo de todo.

Platicábamos de todo, de las costumbres del lugar, del tipo de comida, de la forma de ser de los lugareños, etc. Era una mesa pequeña para tres personas, formábamos un triangulo. Yo estaba sentada exactamente en medio de los dos, mis piernas las tenía cruzadas, sentada de forma muy elegante, mi esposo acariciaba mis piernas por debajo de la mesa, iba su mano desde mi tobillo hasta mi rodilla y un poco más. Era clara la invitación que le hacía José Luis a Andrés; primero mantener su vista en mis piernas y por supuesto, que las tratara de tocar.

Cuando ya llevábamos más de 4 bebidas cada quien, las cosas comenzaron a cambiar. Mi esposo ya me había subido la falda hasta medio muslo y me motivaba a que cambiara de posición ambas piernas, de tal forma que cada vez bajaba una de mis piernas y subía la otra, mostraba más de lo que tenia que enseñar. Todo esto formaba parte de nuestro juego y lo estábamos llevando de forma genial.

Andrés estaba tan interesado en mi y en el movimiento de mis piernas que por momentos hasta perdía la platica con mi esposo, quién hábilmente al ver el movimiento de sus ojos y de su cara, sonreía y volteaba a ver a quienes amenizaban el ambiente, claro que sin dejar de jugarme las piernas, hasta masajearlas de forma tan descarada que por supuesto no solo Andrés me veía, sino también aquellas personas que estaban cerca de nosotros, tanto hombres como mujeres.

Mientras Andrés seguía la platica con ambos, vi como claramente bajaba una de sus manos y la recargaba en una de sus rodillas, baje mis piernas para acomodarme más cerca de la mesa, nuevamente las volví a cruzar y José Luis me volvió a tomar las piernas con sus manos. Poco a poco mi esposo empujaba mis piernas hacia la rodilla de Andrés en donde tenía recargada su mano, lógicamente él no fue tan tonto para despreciar esa invitación y poco a poco acerco su rodilla y su mano hacia mis piernas. Con movimientos no muy bruscos, moviendo su pierna al son de las canciones, llegó a tocar un poco mi rodilla. Yo le hice la indicación a mi esposo con mi mano que me comenzaba a tocar.

Con toda intención, José Luis se levantó y se fue con dirección al baño con tal de dar tiempo para que nuestro amigo hiciera algo más. Dicho y hecho; sin esperar tanto tiempo lo primero que hizo fue pasar su mano completamente hacia mis piernas y decirme lo lindo que se me veían; su mano temblaba levemente y se sentía mojada, quiero pensar que de sudor, debió haber sido por lo nervioso del momento.

Me estuvo halagando durante todo el tiempo que no estuvo mi esposo que, intencionalmente se tardo más de 5 minutos, lo que le dio tiempo a Andrés de acariciarme completamente los muslos; me pidió que cambiara la posición de mis piernas para poder acariciarme ambas, por supuesto que no tuve ningún inconveniente en hacerlo. Es más, le dije que no dejara de acariciarme aún cuando estuviera José Luis presente, solo que tuviera mucho cuidado. Sin dudarlo acepto.

Después de un rato regresó mi esposo y seguimos la plática. Baje la pierna que tenia cruzada y ambas las tenia apoyadas en el suelo, abrí un poco mis piernas y le pedí a José Luis que me siguiera acariciando una de mis piernas bajo la mesa, con gusto aceptó. En mi otra pierna tenía la mano de Andrés casi hasta medio muslo y ambos me masajeaban las piernas. Sinceramente debo confesarles una cosa, tuve dos orgasmos en esos momentos.

Cerca de las 3 de la mañana y después de tantos comentarios tan candentes y palabras en doble sentido, Andrés quería seguir la fiesta, solo que nosotros no.

Acordamos de vernos al día siguiente para seguir la plática y seguir los juegos eróticos. Por supuesto que hay más de nuestras vacaciones y sobre todo más relatos, solo que eso se los platicaré con más detalle en otros relatos más.

Espero que este inicio de varias experiencias les haya gustado, que haya sido de su completo agrado. Como siempre espero sus comentarios en mi dirección de correo lovelygirl3x@yahoo.com.mx y que visiten mi dirección de álbum digital donde encontrarán muchas más de mis fotografías atrevidas www.mx.photos.yahoo.com/lovelygirl3x , que por cierto en breves días estaré actualizando para que me disfruten del todo. Gracias.

PD Si les gustó la fotografía que les envío por favor, háganmelo saber en mi correo.