Excitada por mi sobrino 3
Mi subconsciente alimentaba el placer y la lujuria, repitiendo en mi mente, - ¡tranquila no estas haciendo nada malo¡ es solo sexo...
Excitada por mi sobrino 3
Mi subconsciente alimentaba el placer y la lujuria, repitiendo en mi mente, - ¡!tranquila no estas haciendo nada malo,¡¡ es solo sexo, verdad que lo gozaste, nadie lo sabrá, te fascina como te coge tu sobrino, no te engañes, estas deseando sentirte ensartada con su pene, total seria una estupidez de mi parte dormir sola, con las irresistibles ganas que tenia de seguir tirándome a ese macho Esa reflexión me convenció, que continuara disfrutando sin temores, de la lujuria sexual, que sentía toda mi carne por mi sobrino.
Eso me llevo a aceptar cumplir una de sus fantasías, quería verme siendo penetrada por uno de sus amigos, al que le había contado nuestras aventuras sexuales.
A la tarde llegaron a mi departamento, su amigo tenia un físico trabajado como de gimnasio.
Era para mi un placer tener a mi disposición a dos jóvenes extremadamente calientes.
Hablamos un rato y al ver sus miradas, noté un escalofrío que me recorría la espalda y los pezones se me pusieron duros. Me di cuenta entonces de que estaba caliente, me excitaba verlos así y tenía unas ganas terribles de arrancarles la ropa interior y ver sus penes
Mi sobrino me conocía bien y sabía que me encantaba el sexo y me estaba poniendo muy caliente, así que se levantó y se acercó hacia mí y se arrodillo enfrente de mí. Sin decir nada, me levanto la minifalda, me bajó la tanga y me abrió las piernas y empezó a lamerme la vagina lentamente.
La punta de su lengua rozaba mi clítoris y los labios de mi vagina haciendo que cada vez estuviera más y más cachonda. Cada vez iba más rápido y su lengua comenzaba a penetrar y a chupar todo el flujo que salía del interior.
Me deje llevar, me tocaba los pezones y el cuello, y con los ojos cerrados disfrutaba de la sensación. Cuando los abrí, vi al otro chico desnudo, masturbándose. Tenía un pene grande, fuerte, largo y enseguida me entraron ganas de metérmelo en la boca.
Le dije que se acercara y él obedeció. Su cara de placer pedía una buena mamada. Cuando tuve su pene en la mano, la sensación de placer aumentó, mi sobrino me estaba metiendo tres dedos por la vagina y yo me moría. Seguía mamando, comencé a lamerle el glande con la punta de mi lengua y a darle besos a lo largo del pene.
Poco a poco me iba metiendo cada vez más en la boca, primero despacio y luego más aprisa. Notaba el sabor de su pene y cómo los fluidos se iban mezclando en mi boca. Lo metía y sacaba mientras le acariciaba los testículos y jugaba con mi lengua rozándole el glande. Comenzó a gemir y decidí parar, no quería que se corriera todavía.
Tenía ganas de que me penetraran, así que me puse de rodillas sobre el sofá y el chico al que había estado haciéndole la mamada me metió el pene rápidamente, en una fuerte embestida. Mi sobrino se acercó y comencé a chupársela a él mientras me acariciaba las tetas
Tenía la vagina llena de flujo y muy abierta, sentía el roce del pene que me penetraba y la presión dentro de mi de una forma increíble.
La penetración en mi vagina se aceleró y de repente noté cómo el semen inundaba mi vagina, resbalando por las paredes y saliendo afuera. No pude evitar en ese momento correrme Yo y fue entonces cuando mi boca se llenó de semen del otro, tanto que no podía evitar que se saliera y cayera por mi barbilla, no paraba de chupar y él me restregaba lo que había caído por mis tetas. Se la chupe toda hasta que no quedo nada
Cuando acabamos estábamos los tres tan cansados que decidimos darnos un baño juntos para refrescarnos. Yo seguía bastante cachonda y con una oportunidad como sea aún quería más, tenía el clítoris muy excitado y de mi vagina seguía saliendo mucho flujo.
Comencé a chuparles el pene, estaban flácidos pero seguía chupando y chupando mientras les decía que estaba muy caliente y que quería que me hicieran de nuevo el amor, chupaba los dos a la vez con desesperación, y al momento estaban duros de nuevo.
Mi sobrino comenzó a penetrarme con toda fuerza por mi vagina, mientras el otro chico se acomodaba por detrás y comenzó a penetrarme por el ano. no sentía dolor solo placer
Así me estaban penetrando al mismo tiempo. Lo que más me deleitaba eran aquellos dos cuerpos sudorosos pegados a mí. Los movimientos no fueron muy bruscos y me hicieron tocar el cielo. Tuve tres o cuatro orgasmos seguidos. Ellos se corrieron en poco tiempo.