Excitación en verde

EXCITACIÓN EN VERDE I

Experiencias sexuales de chicos adolescentes en su viaje de estudios a Irlanda

Mi relato comienza en un viaje de estudios a irlanda, era el típico viaje organizado para niños bien de entre 16 y 18 años pero que sus padres querían que siguieran muy controlados, jejeje. Entre ellos se encontraban dos hermanos catalanes, Javier y Miguel, la verdad es que estaban bastante buenos sobretodo Miguel el más pequeño (tenia 16 años) con cara de niño bueno y lo mejor un culito pequeño que prometía maravillas.

El resto de chicos no me llamaban tanto la atención yo desde hacia tiempo me fijaba en los chicos pero no había pasado de un paja con compañeros del colegio y nunca pensé lo que estaba apunto de pasar o mas bien de comenzar. Estando un DIA de bromas en el típico parque tirados en el césped otro chico del grupo empezó en broma a decir si nos hacíamos una paja unos a otros, el a Miguel y yo a Javier por ser de la misma edad, al principio nos reíamos de broma pero luego propuso pasar a la casa de la familia con la que yo vivía muy liberal por cierto y que me dejaban con toda confianza solo en la casa;

A lo que iba subimos a mi habitación y saque una baraja de póquer que había traído os prometo que sin segundas intenciones yo entonces era muy inocente….

El otro chico que estaba con nosotros Jaime fue el que propuso jugar a las prendas todos dijimos que si y comenzamos a jugar en la primera jugada quedamos solos Miguel y yo el se apostó enseñar el culo (el que perdiera claro) yo dije que vale llevaba solo dos j el levanto sus cartas y tenia dos 9 a mi dio un vuelco pues desde que le conocí estaba deseando verle el culo, se levanto se giro de espaldas y se bajo los pantalones y sorpresa era todavía mejor de lo que me imaginaba pequeño redondo sin vello una gozada.

Seguimos jugando en la siguiente partida Jaime tuvo que enseñar el pene no muy largo pero gordo, así continuamos hasta que Javier propuso que nos cascaramos un paja, empezamos a discutir como repartirnos yo deseaba hacerlo con Miguel Pero Jaime dijo que nos dividiésemos como había dicho antes por edades yo con Javier y el con Miguel. Para mi pesar así quedamos la habitación tenia dos camas, nos pusimos Javier y yo en una y ellos en otra, Javier me dijo que el me la cascaria primero me bajo los pantalones y empezó a masturbarme yo ya estaba a mil así que me deje llevar por el placer y empecé a gemir de gusto mientras Miguel se la estaba cascando a Jaime ver como lo hacia me excitaba tanto como la paja que me estaba propinando su hermano la verdad es que se notaba que los dos hermanitos tenían autentica maestría en esas lides entre profundos jadeos y chorros de leche de muchos días encerrada terminamos Jaime y yo mientras manchábamos las manos de los dos hermanos con nuestras corridas.

Les tocaba el turno a ellos y sin esperar un segundo Javier me dijo que le bajara los pantalones lo hice y me sorprendí del pedazo de poya que gastaba no menos de 21 cm. pero yo no quería dejar de ver la de Miguel el motivo de muchas de mis fantasías hasta entonces Jaime le tenia de pie estrujándole el culo con una mano mientras con otra le cascaba una paja con violencia, el parecía estar en el séptimo cielo no hacia mas que gritar que no parara que siguiera cascandosela y estrujándole el culo que le ponía a mil mientras yo le cascaba la paja a su hermano mayor el cual estaba con cara de alucinado viendo a su hermano como gozaba

Su hermanito pequeño, -pareces una puta en celo hermanito –le decía y el pequeño le contestaba no mas que tu así estuvieron hasta que los dos se corrieron como dos auténticos cerdos en medio de grandes gemidos.

Nos subimos los pantalones y nos marchamos a dar una vuelta eso si después de lavarnos las partes bajas que esteban buenas jejeje ese día no comentamos nada de lo que habíamos hecho por la noche como siempre nos fuimos cada uno a nuestras casas pero Miguel y yo vivíamos muy cerca así que yo empecé a fraguar un plan para conseguir algo con el a solas si lo conseguí os lo contare en la próxima entrega y de como se nos unió alguien mas.

Aquiles 11