Excesos: La llegada y la primera habitación

Este relato siempre le ha pertenecido a Lara Duarte, espero lo disfruten y lo puedan calificar.

Al abrir la puerta y entrar a la habitación pude observar a un hombre sobre la cama, tenía miedo de acercarme. La habitación estaba oscura iluminada únicamente por un delicado rayo de luz que se colaba entre las cortinas que cubrían la ventana.

En ese momento el sujeto-que era alto y bastante robusto- me hizo un gesto de que me sentara a la orilla de la cama y me dijo:

-¡Ven!, hablemos un poco...

Me acerqué automáticamente, era como si mi cuerpo se reaccionara por si mismo, tenía mi mente ocupada en otras cosas, ni si quiera quería estar allí, ¿Por qué había aceptado que aquel chico me llevara a esa "fiesta? bueno, talvez porque me encantaba ese joven guapo, alto, delgado, ojos grises y cabello oscuro, si en definitiva; había sido por eso, desde que entré él me había dejado a cargo de los anfitriones de la actividad, y de hecho se marchó poco después de llegar sin tan siquiera despedirse.

-¿Con quién viniste?-preguntó toscamente el hombre.

-Con Javier-dije con cierto desprecio a este nombre-sí Javier me trajo a este lugar.

-Mmm... -suspiró- Javier siempre trae hermosas chicas, pero siempre las abandona, ¿Él ya se fue?

-¡Sí!-una lágrima corrió por mi mejilla- ya se fue...

-¡Que mal!-se sentó sobre la cama, y se acercó a mi- no te preocupes, yo cuidaré de ti...

Sus palabras me reconfortaban un poco, sin embargo sabía que eso no era del todo bueno, no me dejarían ir, bueno yo no me podía ir, mi cuerpo aún no me obedecía.

-Es curioso que no te hayas ido-dijo mientras se ponía de pie-bueno pero lo importante ahora es darte un recorrido por la casa, te mostraré como se viven las 24 horas aquí, ¿Vamos?

-Está bien-asentí con la cabeza

-Y por cierto ¡mucho gusto!-me sonrió levemente- me llamo Rodrigo

-Mi nombre es-¿Por qué tenía que decirle mi nombre? ¿Y si mentía? vaya no podía, no podía...-Paula

Rodrigo tomó mi mano y se dirigió a la puerta, yo solo lo seguía, bueno, yo solo me dejaba llevar-¿Por qué era así? ¿Por qué nunca podía decir lo que quería? ¿Por qué me dejé engañar de Javier? bueno él no me engañó, él solo me dijo si quería ir a un lugar especial, ¡claro! con ese galán iría a cualquier lado-salimos de la habitación y nos encontramos en un largo pasillo con muchas puertas, el aspecto de este lugar era un poco lúgubre, estaba oscuro, mal iluminado por unas pequeñas luces rojas, se podía ver como las paredes estaban rayadas y bastante sucias, en el suelo se veían latas de cervezas, estaban esparcidas por todo el pasillo, entre estas se podían distinguir un par de cuerpos abrazados, era una pareja semidesnuda que estaba haciendo el amor, pasamos junto a ellos, Rodrigo no les prestó mayor atención, pero al ver que yo no les podía quitar la mirada de encima-bueno estaba muy sorprendida por semejante escena, de hecho me hizo reaccionar, yo estaba viendo eso, no…yo quería ver eso, el dominio de mi cuerpo estaba nuevamente en mis manos, y la verdad ya no quería irme, quería saber que era ese lugar, que hacían allí, aparte de lo obvio ¿no?-acercó sus labios a mi oreja y me dijo:

-Ellos son los gemelos Luis y Martha, se la pasan muy bien, casi siempre están aquí.

-Interesante-murmuré.

¡Un momento! -¿eran gemelos? ¿Eso era lo que se hacía aquí?- Seguimos caminando y llegamos a una sala mas grande era como un comedor y a diferencia del anterior lugar, estaba perfectamente iluminado y muy bien amueblado, tres largas mesas con sus respectivas sillas cubrían el espacio.

-¿Tienes hambre?-me preguntó gentilmente

-¡No!-de hecho había salido temprano de la casa sin desayunar, estuve en la universidad, luego fui a mi trabajo de medio tiempo, no había tenido tiempo de comer nada me vine aquí con Javier en cuanto terminó mi turno

-Si quieres algo, solo dime

-Bueno un vaso de agua no estaría mal-dije tímidamente

Me sentó en una de tantas sillas, y dirigiéndose a otra puerta se alejó de mi, mientras tanto yo observaba atentamente el lugar, había una gran ventana por lo que me acerqué, se veía una pequeña ciudad alrededor y grandes montañas a lo lejos, pequeñas luces iluminaban esas faldas montañosas-¿era San José? para ser sincera no me había fijado muy bien en el camino, venía un poco más ocupada satisfaciendo lo deseos de Javier en la parte trasera de un taxi,- si ese recorrido fue bastante entretenido- me sorprendió que el taxista ni si quiera nos dijera algo, es probable que el muy sucio también lo haya disfrutado, en fin al menos no era un lugar tan apartado, y Rodrigo me había tratado bien hasta el momento, al menos mejor que el idiota de Javier.

-¡Toma!- me acercó un vaso con agua-cuando termines seguiremos.

-¡Gracias!-bebí rápidamente el agua y puse el vaso vacío sobre la mesa.

Esta vez yo tomé su mano, él se exaltó un poco por esa acción, bajo esta clara luz pude ver que aquel sujeto era bastante guapo, su rostro era varonil, ojos oscuros y cabello castaño, tez blanca, y sus manos... sus manos eran grandes y fuertes, sus labios bien formados y bastante deseables, era obvio que ya que estaba allí aprovecharía al máximo su compañía. Me guió hasta unas escaleras y antes de comenzar a subirlas me empujó contra la pared... y me susurró al oído:

-El juego ha comenzado

Deslizó sus manos suavemente por mi cintura y me acercó a él, besó mi mejilla, y luego bajó lentamente por mi cuello, quise abrazarlo pero entonces él tomó mis manos y las puso contra la pared-me sentí un poco incómoda pero como dijo él "el juego ha comenzado" y yo ya estaba dispuesta a jugarlo- comenzó a desabrochar mi camisa blanca y la tiró al suelo, quitó mis zapatos de tacón con sus pies descalzos y metió sus manos bajo mi falda gris y comenzó a quitarme el pequeño cachetero negro que me había puesto ese día mientras me decía:

-¡Es más fácil así!, nunca andes más ropa de la necesaria pero tampoco te la quites toda, recuerda donde la dejaste y no te preocupes que nadie se la llevará de aquí.

Dicho esto, después de haberme besado y manoseado lo suficiente para excitarme, me dejó únicamente con mis panties negras, la falda de mi uniforme gris y el brasier negro.

Tomó nuevamente mi mano y subimos las escaleras al llegar arriba había otro largo pasillo, este también estaba oscuro, pero mejor iluminado con las luces rojas, y no estaba del todo sucio, aunque seguía siendo bastante lúgubre.

Nos acercamos a la primera puerta y la empujó un poco para ver lo que sucedía dentro, la luz estaba encendida por lo que pude ver a una espectacular pelirroja con el cabello suelto y unas curvas bien formadas, su piel blanca como un copo de nieve, unas amplias caderas y unos pequeños pero hermosos pechos, ella vestía unas botas negras sujetas con ligueros a un corsé del mismo color en cuero y con unas aplicaciones en metal-traje que dejaba al descubierto una rosada, lampiña y apetitosa entrepierna-, en su mano derecha sostenía un pequeño látigo, estaba con un joven que talvez podría tener unos 19 años, no era gran cosa, bastante delgado y no muy alto, en un momento volvió a ver a la puerta y cruzamos miradas, tomó a su compañera y la colocó de manera que sus espectadores- Rodrigo y yo- pudiésemos ver, en cuanto hizo eso, pude apreciar un asombroso miembro en medio de sus piernas, era grande y se veía bastante grueso, ella lo empujó sobre la cama y lo jaló hacia la orilla, se arrodilló y comenzó a acariciar su pene con la punta del látigo, él joven quiso levantarse, pero ella lo empujó nuevamente mientras mordía uno de sus muslos-debió doler bastante pues le dejó la marca de la mordida e incluso a la distancia se distinguía fácilmente- él solo se retorció un poco y dejó que ella continuara con las caricias, después de tal acto lo menos que merecía era un placer más directo, por lo que la mujer se introdujo el miembro del joven en la boca, primero jugueteó un poco con su lengua, la pasaba desde los testículos hasta su glande que estaba bien hinchado y rojo, lo lamía inocentemente como si se tratara de un rico y delicioso helado, ella se levantó y se puso sobre él, para hacer un espectacular 69, lo primero que él hizo fue meter uno de sus dedos en la vagina de la chica, luego dos y hasta 3, lo hizo rudamente -al menos eso supongo por el grito que esta dio, tal vez se estaba desquitando el mordisco- pero ella siguió en su faena, pues ya había metido todo el pene en su boca, ella manejaba ágilmente aquel exquisito miembro, se veía como ella lo disfrutaba por la expresión en su rostro, tenía los ojos cerrados y en un momento que los abrió miró fijamente a Rodrigo como preguntándole "¿Lo disfrutas? ¿Te gusta?"-eran unos fríos ojos color agua y fuertemente maquillados en color negro- mi primera reacción fue mirar la entrepierna de Rodrigo, su pantalón estaba abultado, no pude resistir la tentación y acaricie su miembro, podía sentir que estaba muy excitado, fue como si su miembro pidiese a gritos ser liberado, bajé el cierre de su pantalón mientras él; sin quitar la mirada de aquella escena se despojo de su camisa, tomó mi cabeza y la dirigió a su miembro; pero yo no quería eso, yo quería que me penetrara pues ya estaba lo bastante excita como para esperar más, entonces me quité y lo jalé sobre mi, él comprendió y me levantó la falda, me colocó bajo él y subió una de mis piernas sobre su hombro y la otra la dejó bajo él- ja... era la primera vez que hacía tan fácilmente un split- tomó su pene entre su mano y lo comenzó a rozar a la sobre mi vagina, sentía como si su caliente miembro besara mi vagina, al sentir su miembro rozar mi clítoris, sentí un pequeño calambre-¿orgasmo? no sé estaba en un pequeño trance sexual- mi vagina se contraía como queriendo exigirle que entrara, en ese momento sentí como su caliente miembro se abría paso en mi vagina, el subime quejido fue inevitable tanto captó la atención de aquel joven y su compañera pelirroja-Rodrigo empujó un poco más la puerta para que nuestros nuevos amigos tuvieran una mejor vista-yo tenía la visión borrosa, Javier y todas mis demás preocupaciones las había olvidado por completo, en estos momentos me invadía un placentero dolor que a pesar de estar bien lubricada me dolió cuando el miembro de Rodrigo entró, pero eso ya no importaba ahora él estaba dentro mi y me estaba haciendo sentir placer de una manera que jamás imaginé, empujaba fuertemente, y hacía que me quejara más y más fuerte; mientras tanto dentro de la habitación-Oh por Dios ¿estábamos en el pasillo?-la pelirroja había atado al delgado joven a una silla y le estaba dando un espectáculo-a él y a nosotros, claro sin que paráramos de follar-se estaba quitando la parte superior de su traje, dejando al descubiertos esos pequeños pero deliciosos pechos, bien formados y con unos pezoncitos rosados que estaban completamente excitados y daban ganas de comérselos, delicadamente se agachó y desabrochó los ligueros, bajó más y quitó sus botas mientras nos dejaba ver su blanco y sexy trasero, lo agitaba suavemente como provocando a Rodrigo, lo cual me causó un poco de celos por lo que volteé con mis manos el rostro de él para que me viera solo a mi, puse una de sus manos sobre mis blancos y grandes pechos ... y sentí como su mano desabrochó mi brasier, lo arrancó salvajemente de mi cuerpo, aun con su pene dentro, bajó su rostro hasta mi pecho izquierdo-mis pezones eran más oscuros pero estaban igual de excitados que los de aquella chica- le pasó despacio la lengua por la punta de mi pezón y eso hizo que me estremeciera; la pelirroja se quedó prácticamente desnuda, únicamente con los ligueros colgando, me guiñó un ojo y se dirigió hacia un baúl que estaba junto a la cama, y sacó un lindo y tierno osito de peluche, me hizo un gesto de que mirara sus labios y pude leer como me decía "T-e-d-d-y", esa chica había tomado mi atención ni si quiera estaba sintiendo como Rodrigo quien con su lengua ya jugaba con mi clitoris, esta pelirroja es peor que una sirena te encanta y hace que no quieras nada más que verla a ella, comienzo a creer que se olvidó de su compañero, ¡sí! se olvidó de él ese espectáculo es para mí.

A como pude, me incorpore; para así darle a Rodrigo una mejor posición de mi vagina, que con un mar de fluidos inundaba su boca, en esta posición quedamos viendo directamente dentro de la habitación, allí adentro la pelirroja estaba también hincada y se estaba pasando al Teddy sobre su cuerpo desnudo, mientras lo besaba, lo frotaba de arriba hacia abajo, lo puso bajo ella y dirigió uno de sus dedos a su boca el cual mojó con la saliva que goteaba por sus labios, con sonrisa picara, llevo sus dedos a su rosadita y húmeda vagina dándome una excelente visión de lo que hacía, lo metía y lo sacaba, delicadamente frotaba su clítoris de tal manera que me hacia alucinar, en eso tomó a su Teddy y lo comenzó a frotar rápidamente contra su vagina, podía ver como ya casi se venía y eso me excitaba aún más, en eso unas pequeñas luces invadieron mi mente cerré los ojos y me retorcí sobre la boca de Rodrigo, al mismo tiempo que ella lo hacía sobre Teddy, un líquido bajaba por mi vagina el cual Rodrigo bebía como si de un delicioso elixir se tratara, ¡ah! había tenido un orgasmo y no tanto por lo que Rodrigo me había hecho sino por lo que esa chica me había mostrado, bueno era turno de recompensar a nuestros compañeros.

Ella se sentó sobre su abandonado compañero que seguía tan erecto como al inicio e introdujo el pene de este en su sexi boca para atenderlo correctamente, mientras yo hice lo mismo introduje el caliente pene de mi compañero a mi boca, ella se movía de una manera ten sensual que mantuvo mis hormonas a mil, mientras yo trataba de hacer lo mismo con el miembro de Rodrigo, rápidamente; sentí su que su pene se puso mas grande y grueso, eso significaba que ya se iba a venir en mi boca, aparté mi cara pero no lo hice a tiempo, todo su semen alcanzó a pringar mi rostro-lo que causó una pequeña risita por parte mi nueva amiga-él quedó desplomado en el suelo. Mientras me limpiaba sus residuos de mi cara, seguí observando a la chica, que ya había desatado al joven para que la ayudara, en eso él se bajó de la silla con ella encima y la tiró al suelo y así comenzó a masturbarse encima de ella- me vengaría de su risita, ese joven haría lo mismo que Rodrigo pero en todo su cuerpo- se masturbaba cada vez más rápido y mientras ella frenéticamente hacia lo mismo, yo solo los veía fijamente esperaba el momento, en eso dando un fuerte suspiro, el se corrió sobre ella y así dejando caer lo chorros de semen en todo su cuerpo, desde su cara hasta su vientre quedó llena de él, yo le devolví esa risita burlona que antes me había dado. Aquel juego me había gustado, había sido algo nuevo, y había conocido a esa pelirroja con la que creé una conexión visual y bastante profunda; ella se levantó del suelo se dirigió a la puerta y la cerró.

Rodrigo y yo quedamos en el pasillo, yo estaba bastante cansada-fui bastante imprudente no me había alimentado y la actividad física fue extenuante- me levanté y me puse mi brasier, bajamos las escaleras y me puse mi camisa blanca y mi cachetero negro, después de esto no se en que momento me desvanecí en brazos de Rodrigo.

Me desperté con un olor a alcohol en mi nariz, estaba rodeada por varias personas, al principio no reconocí a dos de ellas-uno era Rodrigo-y los otros dos... ¡ah! eran los chicos de aquella primera habitación la pelirroja y el chico delgado, quizás no los reconocí porque ahora andaban con ropa, ella vestía una blusa rosada y una falda verde musgo, el andaba una camisa tres cuartos negra y un pantalón de vestir negro. Ella me acercó unas tostadas con jalea y me dijo:

-¡Come algo!

-Gracias-dije mientras me preguntaba si se habían lavado las manos.

-Tranquila nos lavamos las manos- me dijo el joven como si me hubiera leído la mente- deberías hacer lo mismo, ahí a tu lado está el lavabo.

-Gracias-dije mientras me levantaba y me lavaba las manos, después de eso me senté nuevamente y comí mis tostadas.

-Creo que por hoy eso es todo para ti-me dijo Rodrigo- debes estar cansada, ya llamé a un taxi para que te vayas a casa.

-Gracias-dije nuevamente, mis temores se habían calmado, ya no me importaba Javier, aquella noche había valido la pena y ahora podría irme a mi casa.

-Ja... A esta chica le gusta agradecer mucho-sonrió la pelirroja- mira él es mi mejor amigo Freddy y yo soy Catherine, ¿Tu eres?

-Paula-patético nombre para un patético chico pensé, aunque tiene un espectacular atributo.

-¿Eres nueva verdad?-dijo Freddy

-Si

-Y bastante callada-agregó Rodrigo-pero muy bonita verdad.

-¡Si! muy bonita-dijo Catherine mientras me cerraba un el ojo.

Eso hizo que me sonrojara, y me dio vergüenza recordar todo lo que había pasado. En eso un taxi pitó afuera, Rodrigo me llevó a la puerta como todo un caballero se despidió de mi con un beso en la mejilla, igual que Freddy y Catherine.

-Espero vuelvas pronto-me dijo Rodrigo

-¿Puedo venir mañana?-pregunté mientras subía al Taxi

-Ven cuando quieras-gritó Catherine-¡Yo siempre estoy aquí!

-Nosotros siempre estamos aquí-corrigió Rodrigo

-¡Está bien!-les tiré un beso-¡mañana vendré a visitarlos!

-Adiós Paula-dijeron mientras agitaban sus manos.

-Adiós-dije yo mientras el taxi se alejaba de la casa.