Examinada por el traumatólogo
La novia de mi amigo es examinada cómo no se esperaba, por dos doctores.
Este relato me lo envió un amigo al que le calentaría mucho ver a su novia follada por otros hombres. Le ocurrió una situación morbosa al acompañar a su novia al médico:
Nunca pensé que me iba a calentar tanto en la consulta del médico. El motivo era que acompañé a mi novia ya que en la revisión médica de su trabajo le habían puesto en el informe un papel para asistir a un especialista traumatólogo por si tenía alguna desviación de columna al no poder comprobar la doctora del trabajo si existía esa desviación o no por no tener los medios adecuados tales como un aparato para realizar radiografías.
Recogí a mi novia esa tarde para ir al especialista y la noté un poco nerviosa. Me confesó que temía por si tenía que ser examinada por un doctor al que no conocía. Yo la intenté tranquilizar diciéndole que ese especialista sólo le mandaría un volante para que fuera al servicio de traumatología de un hospital para que le hicieran las radiografías de la espalda. Ella se tranquilizó un poquito y pensó que tendría razón, que quizá sólo sería una consulta de cinco minutos en el despacho y no tendría que quitarse ropa.
La verdad es que a mí la idea de que el médico la examinara delante de mí me ponía un poco caliente pero no sabía si eso ocurriría así que no me emocioné por si no pasaba nada.
Cuando llegamos a la consulta vimos que compartían el piso dos doctores traumatólogos. La enfermera, una señora de unos 40 años bastante fea (bajita, pelo corto y un poco gorda) le tomó los datos y el papel de su empresa de trabajo (que llevaba escrito el nombre del doctor al que debía visitar) y nos hizo pasar a la sala de espera. Noté antes de entrar cómo la enfermera miró de arriba abajo a mi novia como si se la comiera con los ojos. Ella lo notó y ya la puso eso nerviosa y me dijo que si era una lesbiana y que si me había fijado en cómo la miraba.Esperamos bastante rato y empecé a notar a mi novia un poquito tensa. Yo le dí la mano para tranquilizarla. La verdad es que yo también estaba un poquito nervioso. Mi novia no es muy alta (166m) pero tiene un bonito cuerpo y unos bonitos pechos redondeados y con los pezones muy pequeñitos que parecen botoncitos.
Pude ver a través de la puerta de la sala cómo la enfermera entraba y salía cada rato de la sala de la consulta entrando o sacando papeles y volvía a la mesita de al lado de la puerta. Me iba excitando al pensar si el doctor examinaba a mi novia en lo caliente que me iba a poner si entraba la enfermera, pero no le dije nada a mi novia para no ponerla más nerviosa. A cada rato largo iban saliendo de las dos diferentes salas de consulta de cada doctor algunas personas que ya habían pasado la visita.
Finalmente, después de esperar cerca de tres cuartos de hora, la enfermera nos hizo pasar a la sala. Tal fue mi sorpresa que la enfermera pasó también al despacho del doctor detrás de nosotros, con la excusa de arreglar unos papeles de un archivador. Mi novia se puso, lógicamente nerviosa.
El doctor, un tipo alto moreno de complexión grande y bastante fuerte, no debía pasar de los cincuenta años.
Nos dio la mano a los dos y nos hizo sentar en el despacho. La enfermera arreglaba papeles detrás de la mesa del doctor mientras estábamos allí charlando.
El doctor, comenzó a hablar con mi novia sobre si sentía dolor durante la jornada de trabajo, si pasaba muchas horas sentada, qué parte de la espalda le dolía etc mi novia se iba tranquilizando mientras el doctor apuntaba los datos que ella le iba diciendo en un pequeño ordenador que tenía sobre la mesa.
Cuando acabó de escribir le dio un papel a la enfermera y esta salió de la sala. Mi novia respiró un poquito tranquila.
El doctor, seguidamente pero, le dijo que pasara a una camilla que había detrás de un biombo y que se descubriera la espalda.
Mi novia reaccionó un poco sorprendida pero vió que debía de hacerlo.
Yo me quedé sentado en la silla y me giré para contemplar la escena. La camilla estaba justo al lado de una ventana tapada por una cortina blanca,
Mi novia se quitó la camiseta ajustada y se quedó con el sujetador y los jeans puestos. La noté un poco nerviosa pero no decía nada deseando que todo pasara rápido.
El doctor se levantó de la mesa se acercó a ella (que estaba de pie al lado de la camilla) y le dijo:
"por favor, quítate el brassier y desabróchate el pantalón y bájalo un poquito".
Mi novia se quitó el sostén y se quitó el botón de los jeans y se bajó la cremallera.
Siéntate en el borde de la camilla . le dijo el doctor.
Yo empecé a excitarme al ver a mi novia con los pechos descubiertos sentada en la camilla mientras el doctor procedía a examinarla.
El doctor, con sus grandes manos le colocó la espalda recta. Mi novia, sentada al borde del pie de la camilla tenía las piernas que el colgaban hacia el suelo.
El doctor se puso de perfil a ella, le colocó la barbilla de la cara recta con la mano izquierda y con la mano derecha le puso los dedos índice y corazón en la nuca, desde la cual fue bajando lentamente recorriendo cada vértebra de la columna vertebral.
A mí esta situación me empezaba a poner cachondo , sobre todo al ver los senos de mi novia que estaban ya erectos con los pezones excitados.
Poco a poco le fue bajando los dedos por la columna, parándose en cada vértebra y punzando en cada espacio intervertebral bastante concentrado en la labor, mientras mi novia tenía la respiración un poco acelerada y no le gustaba nada la situación.
Cuando el doctor estaba a "medio camino" punzándole las vértebras de la mitad de la columna, hizo aparición en la sala, la enfermera, viendo entonces la situación. Nada más entrar sus ojos se quedaron clavados en las tetas de mi novia. Dejó unos papeles encima de la mesa del doctor y se acercó a la camilla por si el doctor la necesitaba.
Ví a mi novia mirándome muy avergonzada porque aquella lesbiana la estaba observando. A mi esa situación me ponía de cada vez más cachondo.
La lesbiana no se separó de la zona de revisión y disimulaba como que le ordenaba los instrumentos al doctor mientras miraba como mi novia estaba siendo examinada.
Poco a poco el doctor le iba bajando la mano hasta llegar a la zona lumbar.
Después la hizo bajar de la camilla y la hizo bajar la espalda quedándo ésta formando un ángulo recto con las piernas.
En esta posición le fue pasando de nuevo los dedos por las vértebras notando cada curva de la espalda.
Me ponía muy cachondo ver a mi novia siendo tocada por el doctor.
Cuando le acabó ese examen mi novia volvió a ponerse de pie, y mientras el doctor apuntaba en un papel unos datos y la enfermera observaba mi novia de reojo, ví cómo se puso las manos en los pechos intentando que no los vieran durante tanto rato aunque ya se los habían visto bien.
Después el doctor se acercó :
veamos, ahora desnúdate los pies y sube aquí a esta tarima.
Era la tarima que abajo lleva un espejo y sirve para examinar la postura para ver si los pies presentan algún índice de estar planos.
Mientras mi novia se subía a la tarima sin quitarse las manos de los pechos, el doctor comentaba con la enfermera:
por favor, llama a " .." (el otro doctor de la consulta", que él es más experto en traumatología general.
La enfermera salió de la sala y fue a llamar al otro médico. Mientras, el doctor nos explicó que el otro doctor era especialista en traumatología con más experiencia.
Mi novia estaba subida en la tarima con los jeans desabrochados y cubriéndose los pechos.
Al cabo de dos o tres minutos apareció en la sala el otro doctor con la enfermera.
El doctor que estaba con nosotros le comentó si podía hacerle la revisión de la tarima.
El otro doctor era bastante mayor que el nuestro, tendría casi unos 60 años, bajito y un poco regordete y calvo.
La enfermera se quedó allí mirando.
El otro doctor procedió a examinarla mientras nuestro doctor y la enfermera miraban cerca de la camilla.
"por favor señorita, baje de la tarima".
Mi novia bajó y se puso de frente al doctor sintiéndose humillada.
"descúbrase las manos de los pechos".
El doctor viejete le pasó las manos por los hombros y la puso las manos a la altura de los muslos, después procedió a examinarle los pechos.
Con los dedos le rodeaba los pezones y se los iba hundiendo en la mama , mientras yo, el otro doctor y la enfermera contemplábamos la escena.
Después de hurgarle cada pecho detenidamente con los dedos, se los sopesó con las manos enteras cogiéndole cada uno de ellos y estrujándoselos un poco.
Mi novia me miraba con cara de humillación.
Seguidamente :
"por favor, ahora quítese el pantalón y la braguita".
Mi novia se quedó ahora sí, completamente desnuda delante de los tres.
En ese momento me pareció correrme , estaba totalmente empalmado desde hacía más de un cuarto de hora.
La hizo subirse a la tarima de espaldas a ellos mostrándoles el culito.
Le observó los pies en la tarima y le tomó la longitud de las piernas.
"vaya!- espetó el médico vejete al otro doctor- tiene una pierna un centímetro más larga que la otra"
Eso a veces es normal- dijo el doctor más joven- .
El médico vejete, dijo:
A ver cómo tiene los glúteos.
Y procedió a cogerle las nalgas y empezar a sopesarlas
Tuve que levantarme del asiento y pedir a la enfermera donde estaba el baño ya que no podía más , necesitaba correrme, el ver mi novia completamente desnuda observada por el doctor y la enfermera mientras el otro médico le tocaba el culo, fue la gota que colmó el vaso. Tuve que salir de la sala a correrme al baño.
Cuando volví a entrar , mi novia había bajado ya de la tarima y el doctor vejete le examinaba la espalda estando ella mirando al suelo inclinada en ángulo recto. Así la tuvieron por espacio de diez minutos.
Después, la hicieron tumbar en la camilla y procedió a levantarle las dos piernas rectas a la vez formando un ángulo recto con la barriga.
Todos le observaban su coñito totalmente depilado con forma de almejita de carne.
Finalmente, el otro doctor se acercó y con las piernas aún levantadas se las abrió en forma de tijera para poder observar la rajita del coño en todo su esplendor. La enfermera estaba en extasis mirando a mi novia desnuda y examinada por los doctores.
Después de la revisión la dejaron vestirse y el doctor más joven le mandó un papel no dándole la revisión por finalizada hasta que la revisara un colega suyo que tenía la consulta en la otra punta de la ciudad.