Evolución de la pareja 7

Parece que sigue interesando.

EVOLUCIÓN DE LA PAREJA 7

La vi entrar al local……preciosa, cómo se acercaba y cómo más de uno la miraba al entrar, la veía aproximarse y pensé que había cambiado de decisión y que venía hasta mí, pero estaba en un error, al llegar hasta la pista de baile se giro, buscaba y lo encontró se acerco hasta una mesa y hablaba con un hombre, yo desde la barra los podía ver perfectamente  pero desde luego no oírlos. Era un hombre de unos cuarenta y algo, estaba sonriendo, tomo asiento junto a él y se dieron dos besos. Le trajeron una copa a la mesa, tónica o gin tonic por el color,

Miraban de vez en cuando a la pista que quedaba en medio entre ellos y yo, pero desde mi posición los podía ver salvo en algún momento por el tránsito de la gente, lo que hacía que aunque fugaz me pareciera eterno ese momento. Nuestras miradas se encontraban de vez en cuando, pero la mayor parte del tiempo atendía a la conversación que mantenía con él.

Yo no perdía detalle de la posición, cómo él la miraba, el momento que distraídamente poso el brazo sobre el sillón corrido donde estaban sentados.

Maite ya había consumido la mitad de la copa, lo que me hacia intuir que entre el vino de la cena y el chupito al que nos invito el camarero estaría “animada”.

Verla allí, junto a otro hombre que la cortejaba me producía una mezcla de celos y a la vez excitación, pero he de reconocer que  podía mucho más la excitación……seguían hablando de vez en cuando él reía Maite sonría, ¿la música? No me enteraba de que estaba sonando, la concentración la tenía en ellos, de vez en cuando se cruzaban parejas bailando tapándome la visión, sí es salsa lo que suena.

La toma de la mano lo veo levantarse, hablan, ella niega con la cabeza, el insiste, descruza las piernas –que bonitas tiene las piernas-  toma el vaso y se termina la copa, se pone en pie sueltan las manos y él la toma por la cintura mientras se dirigen a la pista……otro pinchazo en el corazón y siento más excitación, toman posición de baile el posa su mano en la cintura y ella la pone en su hombro las otras dos manos se juntan, se mueven al compas de la música, él la guía en los pasos ella lo acompaña, se rozan en algunos pasos……-siento la erección que me produce verlos así- están muy cerca, mi mujer me mira cuando esta frene a mí, yo los miro hipnotizado, siguiendo sus movimientos sus roces, termina la canción ponen otra me doy cuenta por la gente que se va de la pista y la que se incorpora ellos siguen allí.

Maite para de bailar acerca su cara a su oído, le dice algo, asiente con la cabeza, se separan él de frente, ella a la derecha, lo veo regresar a la mesa cuando está en ella llama al camarero, miro a Maite vuelve la cabeza y me hace una señal con la cabeza para que la siga, me doy cuenta que va hacia los servicios, me acerco a ella, mira las mesas.

-          Desde aquí no nos puede ver……que tal estás.

-          Bien –respondo-

-          No lo parece te veo muy serio me parece que lo estás pasando fatal.

-          No de verdad estoy bien.

-          ¿Seguro?

-          Seguro, y tú ¿cómo te sientes?

-          Preocupada, te veía tan serio sin parar de mirarnos que pensé que estabas mal.

-          No cielo estoy muy bien, me parece muy morbosa la situación.

-          ¿quieres seguir entonces? No te importa que siga ligándome Ángel.

-          No, no me importa……. ¿y conseguirá ligarte?

-          ¿Eso quieres? Que ligue con él, porque hasta ahora he estado muy tensa y preocupada por ti.

-          No lo estés, estoy muy bien disfrutando de nuestro juego, por cierto te desabrochaste un botón antes de entrar.

-          Ah te has dado cuenta entonces.

-          No he perdido detalle.

-          De acuerdo, seguiremos entonces pero esto irá a más, lo sabes, cómo la otra vez.

-          Lo sé y lo deseo,

-          Entro en el servicio, vuelve a tu posición de voyeur.

Otra punzada aguda en el corazón la seguí con la mirada cuando me dio la espalda, miraba su culo cómo si lo hubiera visto nunca, volví a la barra pedí otra copa, desde donde estaba tenía la perspectiva de él sentado con dos copas de nuevo llenas y la puerta de los servicios apareció al poco me miro y fue a sentarse.

Otra vez juntos en el sofá, cogió la copa y pareció ofrecerme un brindis, tomo un sorbo largo y volvió a la conversación, esta vez me pareció más locuaz más animada.

Han tomado media consumición mientras charlan, cambia el ritmo de la música, suena una melodía lenta y él la invita a salir a bailar, y esta vez no se resiste, salen a la pista y se abrazan.

Ella tiene sus brazos en su cuello y él la abraza por la cintura, la imagen es devastadora para mí noto la hinchazón aprisionada por el pantalón.

Mientras suena la música se balancean muy pegados, las cabeza pegadas parece que le susurra algo o quizá le tararee la canción, me mira le sonrió no quiero que piense que lo estoy pasando mal - ¿mal? Que sensación tan extraña- ella cierra sus brazos más el cuello de él, el sube una mano y le acaricia la espalda y la otra la baja casi hasta su culo, se recrea acariciándola, le dice algo ella sonríe, entonces la atrae más hacia el imagino sus pubis pegados estoy seguro que se sienten, la veo mover las caderas imagino el suave masaje que le está ofreciendo en su pene, ¿pene? No, no  pensé eso pese en su polla restregándose en el pubis de mi mujer, mientras le acaricia la espalda baja la otra mano, sí está en su culo, presionándola más contra él.

La música lenta continua y siguen bailando, Maite me mira, sonrió, sonríe, en ese movimiento de cabeza de ella aprovecha y le besa el cuello, la coge por sorpresa no lo esperaba, lo mira me mira, asiento con la cabeza y vuelca la cabeza sobre su hombro, lo entiende cómo una concesión y vuelve a besarlo y la veo mirarme así apoyada en su hombro mientras la besa, en sus ojos percibo que le gusta, sé que le gusta ir abandonándose mientras yo lo hago, y veo en su mirada ese abandono. Me excita.

Le esta sobando el culo mientras su otra mano recorre la espalda y el costado, sino estuvieran tan pegados ya habría rozado sus pechos.

Cambia la música salsa de nuevo, se separan y vuelve abrazados a la mesa, pide una nueva consumición, esta vez pasa su brazo directamente sobre los hombros de mi mujer.