EVENTOS INESPERADOS 3ra parte

Manuel le cuenta como fue que descubrió a su hermano y a uno de sus primos teniendo sexo además de su hermano uno de sus tíos

EVENTOS INESPERADOS 3

En confianza

Oscar. Después del encuentro con mi tío, comienzo a ver un escape a mis presiones y tanto mi tío como yo, hemos sido cuidadosos con nuestros encuentros, ya en un par de ocasiones mi tío ha venido a visitarme a mi habitación cuando mis padres están dormidos, mis hermanos vienen seguido a ver a mi madre ya que su enfermedad ha avanzado bastantes y los médicos no dan buenas esperanzas, todos estamos en espera de un milagro seguimos una vida normal, lo que si ha empeorado son mis encuentros con mi primo Aldo, ya que en cada ocasión que tiene la oportunidad suele soltar indirectas para insultarme, pero por respeto y educación dejo que hable sin responder a sus comentarios.

Agradezco que cuando estos encuentros se dan no este charro o nuestro padre, pues si lo llegan a escuchar alguno de ellos le responderían por mí, bueno mi padre lo regañaría y lo insultaría, pero mi hermano charro de seguro le daría un par de patadas mínimo, aun no sé por qué me tira tanta mierda no le he hecho nada, mi primo Aldo es hermano de checo e hijo de tío rene, es de mi edad tiene 21 años, él trabaja en sanidad vegetal, es ingeniero agrónomo y por lo regular los fines de semana, ayuda a trabajar en el rancho, bueno se preguntaran por qué hablar de mi primo Aldo, pues es por lo que me conto el primo Manuel.

Ese día estaba en el balcón de mi habitación descansando después de haber revisado algunos trabajos de mis alumnos, cuando vi que mi primo Manuel el hijo más chico de tío Ricardo y hermano de Alonzo (chupón) y de Richard (cholo), mi primo tiene 19 años aún vive con mis tíos pues aún no se ha querido casar, continuamente platicamos, él es moreno alto llenito a todo dar, pues nos llevamos muy bien y seguido está en casa platicando con papá, con mamá y conmigo, ese día se acercó y le invite a subir, ya que lo vi que venía a la casa.

  • Manuel. ¿qué hay wey que haces? ¿oye está enojado el tío? – seguido platico con Oscar y vengo de visita a su casa, me gusta hablar con él, pues es a todo dar además me ayuda bastante con trabajos de la universidad.

  • Oscar. Pues aquí termine de revisar algunos trabajos, ¿por qué preguntas si papa está enojado? – mi primo suele contarme de todo y todo, lo que le pregunto me lo cuenta, nos llevamos bien, él fue es quien me ha platicado cosas del rancho y del pueblo.

  • Manuel. Le dije; tío voy a entrar con Oscar y me respondió; pues ya estas adentro cabron.

  • Oscar. Jajaja, así es papá no le hagas caso. – mi primo suele buscarme seguido pero cuando me va a contar algo, se le nota que tiene algo que contarme.

  • Manuel. Wey te quiero contar algo que paso hace tiempo, desde hace días te lo quería contar, pero no lo hacía porque no me atrevía, pero ya no puedo más y decidí contártelo. – el primo Aldo no puede ver al primo Oscar y cada que tiene oportunidad habla pestes de Oscar, aun que Oscar no le ha dicho nada, de hecho, Oscar nunca ha hablado mal de nadie, es muy respetuoso amable y sencillo, a todos les cae bien, bueno excepto a Aldo.

  • Oscar. ¿Jaja y por qué si paso hace tiempo hasta ahora me lo quieres contar? – le sonreí en su momento no le di importancia, pero si algo tiene Manuel es que cuando me cuenta algo lo hace con mucho detalle de lo que ve.

  • Manuel. Pues me he decidido a contarte y más que nada por que últimamente Aldo se te está cargando demasiado, creo que no es justo que hablé tanto de ti y por ello decidí contarle lo que vi hace casi 4 años.

  • Oscar. No mames wey yo no le he hecho nada a ese vato y me odia como si yo le hubiera hecho algo malo.

  • Manuel. Veras lo que te contare fue entre Aldo y mi hermano chupón, el día que mis padres le festejaron el cumpleaños a Richard de sus 17 años, mi padre no me dejo tomar así que me enoje y me fui a la bodega, pero me metí por la ventana de atrás, así llegar directo al ártico y esconderme, pero ahí estaba tío Vicente, recostado en una colchoneta en la parte de abajo y me escondí para que no me regañara, pero después de un rato se abrió la puerta y entraron mi hermano chupón y Aldo, yo podía ver al tío, a mi hermano y a Aldo.

Solo los dividía una trinchera de costales de fertilizante, ellos no se dieron cuenta que el tío estaba ahí, pero tío Vicente si se dio cuenta de que entraron ellos dos, cuando volteé a ver a mi hermano y a Aldo para ver lo que hacían, vi que chupón estaba besándose con Aldo, de hecho ambos se estaban besando y desvistiendo, así continuaron hasta que quedaron desnudos, Aldo le agarro la verga a chupón y lo empezó a masturbar sin dejar de besarlo, luego chupón le dio la vuelta y lo agacho y empezó a mamarle el culo, Aldo empezó a gemir de las mamadas que le estaba dando chupón, Aldo agarraba de la cabeza a chupón para que le siguiera mamando el culo, de repente le dijo el Aldo a chupón; ya cabron méteme la verga.

En eso mi hermano se enderezo apunto su verga en el culo de Aldo y se la empezó a meter, Aldo empezó a chillar que le dolía, mi hermano se detuvo y le dijo que lo haría despacio, Aldo no dejaba de gemir entre dolor y placer, pero mi hermano siguió empujando poco a poco hasta que le dijo que ya le había metido toda la verga, este se quedó quieto y de repente chupón se empezó a mover entrando y saliendo del culo de Aldo, voltee a ver a tío Vicente, él estaba con la verga de fuera ya la tenía bien parada, pues era por ver a mi hermano y a Aldo teniendo sexo, volteo a ver a esos dos por el escándalo que estaban haciendo, Aldo gritaba como loco de puro placer, las envestidas de mi hermano eran más fuertes cada vez.

Aldo se empezó a ensartar solito en la verga de mi hermano sin dejar de gemir, Chupón lo agarro de las caderas y lo empezó a envestir con más rapidez, le dijo que se vendría, Aldo le pidió que se los echara adentros y en eso chupón gemía más fuerte y en dos estocadas le hecho toda la leche en el culo, tío Vicente seguía masturbándose y viendo como esos dos cogían(tenían sexo), chupón le saco la verga se empezó a vestir, le dijo a Aldo que saliera un poco después de que él se fuera, Chupón se salió de la bodega y cuando Aldo estaba por vestirse, tío Vicente lo detuvo y le dijo que no se iría sin pagar su cuota, Aldo le pregunto ¿cuál cuota? el tío le dijo; cuota para guardar silencio.

El tío lo agarro de la mano lo acomodo y le metió la verga en la boca, Aldo según se la mamaba a la fuerza, pero no se negaba para nada, le mamaba la verga al tío y se veía que lo estaba disfrutando, después de un rato el tío Vicente lo embroco(agacho) y le metió la verga, Aldo empezó a gritar como una puta, según él decía que era una violación, pero tío Vicente lo agarraba a la fuerza y le metía la verga con fuerza, en serio primo si hubieras visto y escuchado como gritaba de placer Aldo no lo creerías.

  • Oscar. No mames cómo es posible eso, en verdad lo que viviste es algo difícil de callar jajaja. – no podía creer lo que me estaba contando.

Pues ya ves me lo he callado, pero continuando, el tío Vicente lo agarraba con más fuerza y le daba fuerte a mi primo, le metía la verga y Aldo gritaba de placer mientras el tío lo envestía, Aldo se masturbaba, que según él no quería y estaba siendo violado, de repente el tío dio fuertes sacudidas y se vino dentro de Aldo, mientras que Aldo también se venía sobre el piso, cuando mi tío termino le saco la verga a Aldo y le dijo que se largara, cuando Aldo se estaba vistiendo, tío Vicente le dijo que si le contava algo a alguien le partiría su madre, yo estaba que no creía como lo estaba tratando, tío Vicente le dio un par de golpes e insultaba y dándole aventones lo saco de la bodega, yo me empecé a reír de ver como lo trato mi tío.

  • Oscar. No manches, le diré a al tío Vicente que Aldo me lo conto así le pondrá una putiza jajajajajaja – no lo podía creer, ¿Aldo? no me lo esperaba.

  • Manuel. Ha wey no necesitas hacerlo, te cuento, para el cumpleaños de checo, tío Vicente te defendió, Aldo empezó a hablar mal de ti y en eso se paró tío Vicente y le dijo; ya estuvo bueno vale cállate y no seas tan hocicón., en eso le responde Aldo; mira nada más, ese pinche puto tiene defensores donde sea, piche puta barata., en eso tío Vicente le respondió; pues vamos a ver quién es más puta, ¿qué dices vato, quieres que lo comprobemos?

  • Oscar. ¿Neta tío Vicente me defendió? no lo puedo creer ¿que hizo Aldo cuando le dijo eso el tío?

  • Manuel. Pues Aldo se paró y se quiso ir de ahí, pero tío Vicente lo agarro del hombro y lo volvió a sentar, luego fue por su esposa y se despidió de los tíos, le dijo a su hijo Eduardo que se quedara, pues que tenía algo que hacer en su casa, se fue, pero bien encabronado.

  • Oscar. No inventes, sí que me odia el primo, me gustaría saber por qué me tiene tanto odio, en verdad me gustaría hablar con él y preguntarle personalmente.

  • Manuel. Si estaría bien que hablaras con el antes de que te cause una bronca que te dañe, ya vez como es la gente del pueblo, se la dan de correctos y bien que se andan metiendo y haciendo desmadre con todo mundo, pero se asustan con lo que ellos mismos provocan.

  • Oscar. pues no creo que pueda hablar con él, así como me odia antes de decir algo me parte la cara.

  • Manuel. Ni que no pudieras defenderte wey ¿aun practicas box junto con a tu padre?

  • Oscar. Si seguido, ahí le hago la lucha, veces mi padre y yo, veces entreno solo. Pero si cuando papá tiene ganas los dos entrenamos un rato.

  • Manuel. Vez wey, así que te va a durar ese cabron, lo vas a poner como cotorra con los ojos morados.

  • Oscar. Jajaja no mames no me veo peleando con alguien, además desde que papá me empezó a entrenar, me dijo que no era para que anduviera de valiente por todos lados.

  • Manuel. Oye cambiando a otro tema ¿qué harás de tu vida, te vez en un futuro casado, piensas quedarte toda tu vida aquí? Si te quedas aquí, así como es la gente del pueblo vivirás amargado sin poder ser tú mismo.

  • Oscar. La verdad no se ni que hare, no me he puesto a pensarlo ahora lo que más me preocupa es la salud de mi madre, últimamente se ha visto más enferma el doctor no da buenas esperanzas y eso no me deja pensar en mi o en lo que hare.

  • Manuel. Lamento lo de mi tía la verdad que me duele mucho lo que está pasando, pero también debes de ver por ti wey, no te quedes aquí en esta prisión, será difícil vivir aquí, a menos que vivas una doble vida como lo hacen muchos entre ellos, mi hermano chupón, Aldo, tío Vicente, mi padre y pues, aunque no deba decírtelo, también charro.

  • Oscar. Si, pero primero me enfocare en mi madre ya después decidiré mi vida, pero apoco mi tío Ricardo es ya sabes.

  • Manuel. Mi padre as bisexual, lo descubrí y cuando le pregunte me lo confirmo, así que pues es bi es lo que dice, wey ya me voy es tarde y no dilata en entrar mi tío a correrme, ven cabron deja darte un abrazo. – estaba dándole el abrazo a mi primo cuando entro mi tío Rogelio.

  • Rogelio. ¿Qué están haciendo par de cabrones ya dejaron de estar de chismosos? – vi como mi sobrino le daba un abrazo a mi hijo Oscar, pero el abrazo era de amistad ya que se la llevan bien y seguido están platicando como amigos.

  • Manuel. Nada de eso aún tenemos mucho que chismear, pero ya has de venir a decirme que es hora en que la visita se tiene de ir.

  • Rogelio. No pero ya es hora de que te vallas, así dejan más chismes y mitotes para otro día, por cierto, ya está la cena vamos para que cenen. Bromeo con mis hijos, hermanos, sobrinos y con Manuel aún más ya que todos los días lo veo.

  • Manuel. Gracias, tío, pero mi madre me dijo que me esperaría para cenar, otro día con mucho gusto. - Me encaminé y medio di un abrazo a mi tío y me despedí de él, de Oscar y al bajar de mi tía.

  • Rogelio, ven vato vamos a cenar y platicar un rato después de cenar. – abrace a mi hijo y fuimos a cenar.

  • Oscar. Ya está vamos. - Esa noche cenamos, luego nos pusimos a limpiar y ordenar la cocina papá y yo, ya que mamá estaba bastante cansada y mientras lo hacíamos mi padre y yo estuvimos platicando como todos los días después de la cena.

Días después mi madre enferma y fue internada en el hospital y al internarla estuvimos privados de la presencia de nuestra madre y papá de su esposa en casa, su batalla contra el cáncer continuaba, los días se hicieron pesados y mi padre y yo quienes convivios con mi madre, resentíamos más la ausencia de ella, pasábamos de un lado a otro, de la casa al hospital y viceversa, pero cuando por fin regreso nos sentíamos más tranquilos y esperando un milagro, que la ciencia médica nos dieran buenas noticias, después de eso mi padre y yo retomamos la rutina pues casi todos los días nos dábamos tiempo para practicar el boxeo.