Evelin 30 Cae en manos del Gori y sus rufianes

Intento defenderse, ahora tenía las manos libres, pero el Gori la tenia sujeta demasiado fuerte y solo conseguía resbalarse por el sudor. Evidentemente la iban a violar, pensó Evelin al sentir el mástil de carne entre sus piernas. El tipo con una sola mano sostenía los dos brazos y su carita de nena

Esto sucedió cuando Evelin cumplio 19 años y tenia que dirigirse a la capital para conseguir empleo y empezar sus estudios terciarios. Era un domingo por la tarde, y ella llegaba por primera vez a la capital. Había vivido toda su vida en un pueblo de mala muerte donde solo encontró ser abusada por viejos pervertidos, que pareciera ser que se encontraba a la vuelta de la esquina esperando la oportunidad de poder abusar de ella. Preguntando inocentemente a medio mundo, llego a la estación de trenes. Pero ella no se daba cuenta de cómo la miraban cuanto hombre la veía. Tenía cara de nena simpática, y cada vez que sonreía para preguntar una calle, se la quedaban viendo embobados. Su largo cabello castaño, lacio, parecía bailar con la suave brisa de verano. Esa tarde especialmente hacia calor, y Evelin llevaba puesto un vestido enterizo con dibujos de flores, de colores claros. Este a partir de la cintura estaba pegado al cuerpo, y llegaba hasta unos centímetros por arriba de las rodillas.

También tenía puestos unas botitas de cuero marrón claro, que en conjunto con el vestido, la hacían ver bastante sexy. Pero evidentemente lo que mas llamaba la atención era su cuerpo, que a pesar de sus veinte años, era ya el de toda una mujer, y eso a todo el que se haga llamar hombre, se le ponía muy tiesa con solo mirarla fugazmente. Pasa que su cuerpo, a pesar de su pequeña altura (debía medir un metro cincuenta y cinco), era bastante exuberante: sus pechos generosos, una cintura estrecha, una cola firme y redondita, todo bajo el manto de su piel morena, de un tostado claro, eran irresistibles a la vista.

-que gambas (piernas) temes mamita...saca boleto todo el tiempo que quieras, que con esta vista no me enojo decía el maleducado boletero...Mientras Evelin sacaba el boleto, la muchachada miraba su cola, que encima de ser muy deseable, se transparentaba un poco en el vestido, y se le notaba su bombachita blanca. Lo único que hizo la niña fue agachar la cabeza roja como un tomate y caminar rápidamente hacia el andén.

-pero que delantera (pechos) nena!!!..Le grito uno al pasar. Ella se moría de vergüenza, y caminado más rápido, llego al andén y se recostó contra una columna abrazando su abultada mochila, sin mirar a nadie por la creciente timidez que tenía.

Si hubiera mirado a su alrededor, se habría dado cuenta de que el andén estaba lleno de policías uniformados, y que la mayoría, por no decir casi todas las personas que había en el andén, eran de un hinchada de fútbol, y no estaban muy contentos, venían de una derrota de su equipo y tenían ganas de romper todo.

Escucho el silbato del tren, y cuando este freno, subió rápidamente sin hacer caso a las groserías que le gritaban. El vagón estaba lleno, y la gente que había en el no se parecían en nada a los de la estación. Con su mochila abrasada en su pecho, fue abriéndose paso, hasta llegar a un vagón casi vació, Se sentó sola en un asiento de dos y se dispuso a leer un libro que había traído. Pero lo que Evelin no sabía es que los vagones que le seguían al suyo, estaban reservados para la hinchada de fútbol, y había por lo menos cincuenta fanáticos enardecidos buscando la manera de sacarse la calentura de su derrota.

-eh!solo miro oficial, solo estoy mirando...Un pibe de la hinchada estaba mirando por la ventanilla de la puerta, pero los oficiales lo obligaban a retirarse apuntándolo con sus bastones. Cuando el pibe vio algo que lo dejo hipnotizado: La nena de la estación prácticamente sola.

Salio casi catapultado en busca de el jefe barrabrava, que ahogaba sus penas por la derrota en litros y litros de cerveza, Jefe Jefe, pero no sabe lo que acabo de descubrir en el vagón del medio, esta la hermosa pendeja esa la que se pasea por el pueblo exhibiendo su exuberante  cuerpazo, la que calienta vergas y nunca nos presta atención, esa colegiala llamada Evelin esta justo en este tren, se encuentra solita cargando una mochila gigante, parece que se largo a la capital, y nadie la acompaña.

El que manda en la barra es un tal Gori, por Gorilon por supuesto, comanda un puñado de mariguaneros, de mala muerte que de vez en cuando van para la capital cuando su equipo de futbol a lo que son fanáticos de verdad, juegan fuera del pueblo, son intocables por sus antecedentes de causar destrozos y pleitos cuando las cosas no se dan como ellos quieren.

El pibe que le fue con el cuento estaba que echaba fuego por sus fosas nasales, siempre habían visto a Evelin paseando por el pueblo en forma mas que provocadora meneando su estrecha cintura, y esas curvas perfectas.

–-no vas a creerme Gori… vi a la hembrita la Evelin, no era una visión la que viste, y no jodas está más buenota la condenada… estoy con lo que me platicaste que te la quieres coger, y al verla ahora vestida con esa poca ropa enseñando casi las nalgas y las tetas, me entraron unas ganas de meterle la verga hasta por las orejas, pero cuando quise ir por ella el guardia me detuvo no dejo que me acerca a ella.

–-Calma… calma pendejo, a esa pollita la vamos a rastrear en todo los vagones y la vamos a encontrar, así sea lo último que hagamos.

Vas y le dices al guardia que ella es tu amiga y la convences como sea que se venga hacia los vagones de atrás me entiendes pendejo… Vamos ve rápido antes que arranque el tren y la nenota se asuste y se baje.

El joven barrabrava haciendo caso a lo que el Gori acababa de ordenarle se dirigió nuevamente a la puerta del vagon donde se encontraba todavía sentada nuestra hermosa adolescente llamada Evein.

-espere!!..espere oficial!!!..Ahi esta mi amiga!!!..La estaba buscando por todos lados!!..Puedo ir a saludarla...déle...Otros se habían asomado y también vieron a Evelin, y los oficiales ante la insistencia y la mirada de la hinchada, le dijeron al pibe:

-solo vos pibe...tienes menos de un minuto...Evelin no se había percatado de nada, ni siquiera cuando el pibe se sentó a su lado, ella creyó que era un pasajero normal más. El pibe espero a que los oficiales dejaran de mirar por la ventanilla, miro a su alrededor y nadie se fijaba en el. Miraba de reojo a la nenota, especialmente al escote de su vestido, que dejaba ver parte de sus generosos senos ajustados en la tela. Ella de ingenua que era no notaba como la miraba baboseándose y con cara de degenerado.

  • quédate quietecita y no grites bombón...-El pibe le había puesto una navaja en el cuello, y por la posición en que estaban, los demás pasajeros no podían ver.- Hace lo que te digo y no te va a pasar nada malo.- Evelin lo miro asustada, recién se había dado cuenta de que tenía alguien al lado, y encima la está a punto de degollar. El pibe apretó la navaja contra su cuello y le dijo si entendía, Evelin asintió con la cabeza, temblando de miedo.

-por favor, no me haga nada...si quiere dinero...-Dijo la adolescente muy asustada, pero el pibe solo se acercó a su oído y le susurro.

-no digas nada si yo no te lo ordeno..-la nena ante la amenaza, asintió nuevamente con la cabeza. Nunca le había pasado nada asi, tan violento.

-ahora me vas a acompañar, y si los canas (policías) te preguntan algo, vos decís que sos mi amiga y que está todo bien. ¿Está claro?- Evelin asintió una vez mas, prefería hacerle caso antes de que le hiciera daño. Cuidadosamente se levantaron y se dirigieron a la puerta. El pibe pasó su brazo por el cuello de la nena, dejando la navaja en su cuello, pero oculta en el pelo de la joven. Mientras caminaban, el pibe puso su otra mano en un pecho de la nena, y lo masajeo unos instantes.

-¡pero que melones tenes nena!- la adolescente  solo cerro los ojos y no dijo nada, estaba petrificada del miedo con la navaja apretando en su cuello.

-es mi amiga oficial, viene con nosotros..-Le dijo el pibe a los policías al cruzar la puerta. Los canas miraron a Evelin de arriba a abajo, desnudándola con la mirada.

-¿todo bien piba?- Le preguntaron. Ella respondió que si, aunque sabía que esa era su única oportunidad de pedir ayuda. Pero muerta de miedo como estaba, solo siguió caminando con el pibe a su lado. La llevo hasta el último vagón, Evelin sintió las miradas perversas sobre su inocente cuerpo, escucho groserías a su paso, y algunas manos que tocaron su trasero al pasar.

-Al fin llegaste nena...pero mira que putita habías sido, llegaste hasta acá sin decir nada- Evelin alzo la cabeza y reconoció al Gori, el jefe de la barra que en pueblo molestaba a cuanta mujer se atrevía pasar por delante de ellos el Gori era Tipo barrigón, traspirado y sucio, sentado en un asiento de cuatro. También vio que en ese vagón había al menos quince personas, todos hombres, todos grandotes. Había unos negros de como dos metros, también unos tipos que parecían fisiculturistas, y varios viejos como el que le hablaba.

-ni se te ocurra gritar, aunque parece que te comieron la lengua, ¿como es que andas por estos lares acaso te escapaste lindura?..-Evelin no respondio, en realidad escapo de su casa porque su madre estaba conviviendo con el tipo que casi logra violarla, don Lucas dueño de el conventillo, por eso la nena escapo hacia la capital a refugiarse en lo de don Benito su abuelo postizo, el podría conseguirle un puesto de trabajo hasta que pueda establecerse y conseguir donde alquilar y donde hospedarse `pero ahora no sabia que hacer, no tenia escapatoria, la mayoría de esos hombres la doblaba en estatura, y no se quería imaginar lo que le harían si los hacia enojar.

-¡el jefe te pregunto que haces aqui!- Le dijo el pibe bruscamente, todavía con la navaja en su cuello. Evelin no sabia bien porque no quería responderle porque estaba en la capital en busca de una nueva vida, les dijo su nombre a lo mejor si supieran quien era ella la dejarían ir, aunque no sabía de que le serviría en esa situación.

-Evelin...-Susurro asustada y temblando.- por favor, déjenme ir, si quieren dinero les puedo dar algo...pero por favor, no me hagan nada...por favor...-

-pero Evelin que lindo atuendo te cargas hoy...-Le dijo el gordo Gori, en tono de burla. -no quiero tu plata... lo que quiero son esas dos sandias que tanto muestras en el pueblo y que haces desear a todos que hermosas tetas que tenes pendeja.- Evelin se quedo confundida, ¿a que se refería con esas dos sandias? Pero no tardo mucho en descubrirlo, dos negros la agarraron de los brazos, imposibilitándole todo movimiento.

-¡que buena que estas pendeja!, ¡que sandias por dios!- El gordo había ordenado que la acercaran, y sin pararse de donde estaba sentado, comenzó a estrujarle los pechos por encima del vestido. La adolescente se resistía como podía, pero los negros la tenían sujeta firmemente.

-¡déjame!..¡auxilio!..¡por favor, que alguien me ayude...!..-Un negro tapo su boca con su gran mano, Evelin solo podía retorcerse antes los toqueteos del gordo barrabrava.

-¡mierda, que tetas!..¡son enormes!- Decía el gordo babeándose. Masajeaba salvajemente los pechos de la nena, los apretaba, los movía en círculos, los juntaba y los separaba. Los demás se reían al ver esto, y lo que Evelin no pudo notar, es que a todos los presente, se les había formado un gran bulto entre las piernas.

-¡pero que puta que sos!... ¡ni siquiera tenes un corpiño puesto!- El jefe barra había sacado los pechos de Evelin al aire, y mientras se los estrujaba, los demás miraban como hipnotizados los grandes pechos de la nena. Evelin trataba de gritar, pataleaba y trataba de zafarse, pero no podía hacer nada.

Con un rápido movimiento, el gordo la agarro por la cintura y la atrajo hacia el. La nena se tambaleo y a pesar de estar agarrada por los dos negros, no pudo evitar recostar sus pechos contra la cara del gordo. Sintió su lengua recorrerlos, succionarlos, mamarlos salvajemente. Chupaba las tetas de la joven asquerosamente, Evelin sentía la respiración del tipo en su pecho, la saliva que la embardunaba, y por más que ella no quisiera, sentía a sus pezones reaccionar.

Los demás le tenían al Gori un respeto sublime, porque no tocaban para nada a la joven, solamente los dos negros la sostenían de los brazos y le tapaban la boca. Evelin estaba bañada en transpiración de tanto forcejear, y sus pechos brillaban por la saliva que el barra iba dejando en cada chupada. Sus ojos recorrieron desesperadamente el vagón en busca de alguna ayuda, pero solo pudo ver a una multitud de hombres sucios que se la comían con los ojos y se frotaban el bulto que tenían entre sus piernas

-¿vez como te gusta nena?...tenes los pezones duritos, duritos...- Le dijo el tipo mientras pasaba su lengua por uno de ellos, para después mamarle el pecho violentamente. Evelin estaba agitada, sabía que no podía hacer nada, la tenían bien agarrada y esperaba que el gordo solo le chupara las tetas y la dejara ir.

-amordázala y prepárala, que con estas tetasas tengo para rato...- Ordeno el jefe barra a uno de los negros.

-¡aux....!..- Evelin quiso gritar cuando la gran mano salio de su boca, pero le habían colocado rápidamente una media sucia y con otra se la amordazaron fuertemente en la nuca. El gordo la atrajo mas hacia el, y la colegiala se vio obligada a arquear mas la espalda. Su cola quedaba en pompa por más que ella se retorciera. El barra no dejaba de chuparle y llenarle de saliva los pechos. La pobre Evelin comenzó a llorar, ya no sabía qué hacer, se sentía totalmente impotente frente a esos hombres de mala vida.

El negro se puso detrás suyo, la nena se estremeció al sentir una mano recorriendo sus piernas. Intento incorporarse con todas sus fuerzas, pero el gordo la tenia firmemente sujeta de la cintura. La joven podía sentir al negro frotando sus nalgas, sentía su mano subir hasta llegar a su cola, y podía sentir como masajeaba sus cachetes firmes y duros.

-¡que piernas nena!.. ¡sos infernal!..-Le decía el negro a la vez que le bajaba la bombacha de la niña rápidamente hasta las rodillas.

-¡mmmmmmmmm!!!!- Exclamo Evelin al sentir algo que antes no había sentido. El negro había colocado su cabeza entre sus piernas y pasaba su lengua por su conchita . La colegiala no podía evitar excitarse, la lengua del negro se movía rápidamente y la penetraba sin pudor. Ella tuvo que cerrar fuertemente los ojos para aguantar esas extrañas sensaciones.

-¡mmmmmmm!..- El negro había metido un dedo en su concha, metiéndolo y sacándolo a la vez que también la chupaba. Ella no podía hacer nada ante los sobos que le estaban propinando.

Evelin no se había dado cuenta de que el jefe barrabrava tenía su pene fuera del pantalón, y cuando lo vio, quedo sorprendida: era enorme, largo y grueso, con las venas palpitando. Mientras el jefe le chupaba las tetas, no podía dejar de mirar como el barra se masturbaba, ella nunca había visto muchos penes juntos pero este le resultaba inmenso. Pero la lengua y los dedos del negro no la dejaban tranquila, Evelin sudaba y ya tenía el cuerpo brillante y el vestido pegado al cuerpo.

-¿te gusta pendeja?..ahora la vas a sentir...- Evelin no tuvo tiempo de reaccionar a estas palabras, porque el gordo barra la sentó encima suyo rápidamente, dejándolos cara a cara. Intento defenderse, ahora tenía las manos libres, pero el Gori la tenia sujeta demasiado fuerte y solo conseguía resbalarse por el sudor. Evidentemente la iban a violar, pensó la joven al sentir el mástil de carne entre sus piernas. El tipo con una sola mano sostenía los dos brazos de Evelin, con la otra acomodo su pene en la entrada de la vagina.

-¡mmmmm!¡mmmmmm!!!!!...-Evelin quiso gritar con todas sus fuerzas, pero el Gori la agarro de la cintura y la penetro violentamente, metiendo casi la mitad de su enorme pene dentro de ella. La nenota cerró los ojos fuertemente por el dolor, esa cosa era demasiado grande para ella. Lagrimas incontrolables caían de sus ojos, y ya casi no podía resistirse.

-hoooo....que estrecha sos nena...prepárate...-Evelin miro los ojos del gordo pidiéndole por favor que no lo haga, pero la mordaza en su boca solo dejaba escapar gemidos.

El jefe barra la tomo firmemente de la cola y la empujo salvajemente contra su cuerpo.

-¡mmmmmmmmmmmmmmmm!!!!...- Le había enterrado todo su pene de una, Evelin sintió un dolor que casi se desmaya, y no pudo evitar recostarse contra el pecho del barrra. Pero este no tenia misericordia, agarrándola de las nalgas, la hizo subir y bajar por su verga lentamente. Los demás podían ver como la gran verga del Gori penetraba a la dulce joven sin piedad.

-¡mmm!...¡mmm!...¡mmm!..- El tipo prácticamente la hacia saltar encima suyo, había comenzado a chuparle los pechos otra vez, Evelin ya no sentía dolor y tuvo que abrazar al gordo por el cuello para aguantar semejante pedazo de carne entre sus piernas.

-...asi pendeja...hooo...sos infernal...que conchita apretada tenes....-Le decia el gordo cuando no le estaba chupando las tetas. Evelin solo subía y bajaba por la verga del Gori, sentía que el dolor iba disminuyendo poco a poco, como su vagina se adaptaba al enorme pene, y como poco a poco el placer la invadía.

-mmmm...mmmm...mmmm...- No podía evitar gemir, nunca había sentido nada igual. Tras varios minutos de penetración salvaje, el dolor que sentía había desaparecido del todo. Su exuberante cuerpo brillaba de tanto sudor que corría por su cuerpo, sus cabellos parecian recién salidos de la ducha. El jefe barra también estaba todo transpirado, hacia mucho calor y el vagón tenia todas las ventanas cerradas.

Después de un rato, el gordo la dio vuelta como a una muñeca, Evelin se recostó cansada contra el asiento de enfrente cuando sintió salir la verga del gordo de su cuerpo. Solo quería descansar del enorme esfuerzo que había hecho, pero el barra todavía no había acabado.

-mmmmMMMMMM!!!..- Sintió nuevamente ese gran pene dentro suyo, pero esta ves más rápido que antes. El gordo la culeaba rápidamente, Evelin solo cerro los ojos y se dejo hacer, la cosa ya le estaba gustando.

-..mmmm...ahhhhh siiiii papiiiiiiiimmmm...mmmmm...- Sus gemidos inundaban el vagón, su cola hacia ¡plop!, ¡plop!, ¡plop! al chocar contra el vientre del gordo. Mientras la cuelaba, el gordo se recostó en su espalda y la agarro de los pechos, masajeándolos y estrujándolos. Comenzó a chuparle la nuca para luego lamer sus orejas.

-vez como te gusta pendeja... cuando estabas en el barrio me rechazabas, y me mirabas con asco, nunca escupas para arriba pendeja puta porque ahora ves como te gusta la verga dura...- Le susurró al oído. Luego se incorporó nuevamente y la siguió culeando con fuerza. La embestía con tal fuerza que Evelin temblaba con cada estocada.

-mmm...mmm..NO SEÑOR POR ALLI NOOO.¡MMMMMMMMM!!!!...-El Gori había metido su pulgar sin piedad en su estrecho ano. La joven abrió los ojos por el nuevo dolor. Después se lo saco, pero solo para ensalivarlo y volverlo a meter. Ahora para Evelin todo era un mezcla de dolor y placer. Algo que ya conocía en manos de los viejos pervertidos de su pueblo.

Un segundo dedo entro en su ano, el gordo los metía y los sacaba, hasta que metió un tercero. Evelin se retorcía de placer, el gordo barra la seguía culeando a la vez que movía en círculo sus tres dedos en el ano de la adolescente. Estuvieron asi un buen rato, hasta que el ano de la colegiala se dilato un poco.

-prepárate pendeja...que me falta este agujerito que tenes las veces que te paseabas por el pueblo moviendo tu cintura y tus nalgas como una autentica putita... despreciabas a los tipos como yo, pero bien que te gustaba que te digan piropos- Y dicho esto, saco su verga de la concha de Evelin y la coloco en la entrada de su ano. A pesar de que ella ya sabía lo que le venía, se agarró fuertemente del asiento presintiendo lo que estaba por pasar.

NO SE PIERDAN EL PROXIMO CAPITULO EN DONDE NUESTRA PROTAGONISTA CAE EN MANOS DE EL GORI Y SU RUBLA DE DELINCUENTES BARRABRAVAS QUE LE DARAN DURO Y LA HARAN SENTIR COMO NUNCA ANTES HABIA DISFRUTADO POR SUS DOS ORIFICIOS MUY PRONTO LA CULMINACION DE ESTA CALIENTE HISTORIA.