Evangelion, Girlfriend of steel 8

El pasado de Musashi y una propuesta indecorosa para Rei y Asuka por parte de Maya Ibuki

MUSASHI

Maya era la persona que más tiempo pasaba con Musashi. El joven era un soberbio ejemplar masculino. Los ojos del muchacho eran fieros y llenos a rebosar de odio. La doctora Akagi se encontraba molesta por haber sido involucrada por Kaji y Misato en esta quijotada de Shinji. Nuevamente se sentía traicionada y utilizada por el comandante. Se encontraba más molesta con Gendou Ikari que con sus antiguos amigos de la universidad. Pero ella era otra herramienta de ese hombre, se guardo su resentimiento y con profesionalismo empezó su trabajo.

"Padre desconocido, la madre inmigrante ilegal sin documentos de identificación que murió a darlo a luz". Fue toda la información que los servicios de NERV pudieron sacar. Keita era un niño de la calle sin hogar. Se requería para el proyecto T que los candidatos a pilotos fueran de tierna edad por la capacidad que tenían de regenerar tejido nervioso. Los 297 niños muertos como pilotos eran solo los números oficiales. No se contaban a los que estaban "vivos" en estado vegetal, ni un numero indeterminado de bebes que murieron en los inicios del Proyecto. Desde bebe a Musashi se le administraba Drogas expansoras de la mente y a los 2 años se le realizó la primera cirugía neural. De los primeros solo sobrevivieron 10 y con ellos empezó el proyecto T.

Keita y Mana llegaron en edad indeterminada, junto a otros candidatos. Antes de llegar ellos Musashi tenía un historial de chico violento e indomable. Era evidente que sabía hablar, pero no lo hacía con los militares, ni con sus otros compañeros. Las drogas los hacía intelectualmente precoces. Aprendían a caminar antes de lo normal y a reconocer su entorno enseguida. Para los militares era un animal salvaje que había que domar a golpes. Los otros eran más sumisos.

Musashi, Mana y Keita congeniaron enseguida. Musashi era el líder indiscutible. Más que líder, padre. Más que padre hermano mayor. Mana era una mamá cariñosa y una hermana mayor fastidiosa para Keita. Musashi la consideraba una igual, pero segunda al mando de la unidad. Los chicos no discutían con su líder, ni cuestionaban sus decisiones. Por supuesto que se equivocaba a veces, pero ellos siempre pensaban que de estar en su lugar no lo hubieran hecho mejor que él. Musashi era autoritario, sin ser déspota.

Los robots, a diferencia de los EVAS que eran orgánicos en su mayor parte, eran completamente mecánicos. El piloto del EVA utilizaba la "sincronización" para controlarlo. Todo lo que "sentía" la maquina el piloto lo sentía también. Mana nunca pudo averiguar en que consistía, como se producía y como lo utilizaba NERV. Ella comenzaba a sospechar que los de NERV no sabían nada tampoco. Era algo misterioso, sobrenatural e incompresible que ocurría entre el elegido y su EVA. Ellos podían medirlo, pero ignoraban por completo como usarlo o aprovecharlo correctamente.

Para los robots ellos utilizaban un Sistema Artificial de Mente Expandida. Podían comunicarse directamente con el T-Riden-T usando su lenguaje-Maquina. El conocimiento y las habilidades que tenían solo servían en el Robot. Fuera de una cabina eran chicos como cualquier otro. Ni más fuertes, ni más rápidos e incluso ni más inteligentes. Sabían que sabían sin saber como explicarlo. Ellos emitían y recibían pulsos con los que se podían comunicar con cualquier maquina que usara ese lenguaje.

Musashi era cerrado y lacónico, sin caer en los extremos de Rei o Shinji. Su honor de soldado y su lealtad a su equipo era todo para él. Ser abierto y humano era un lujo que no podía darse. Ellos vivían en un ambiente de pesadilla. Una mezcla de cuartel, reformatorio con campo de concentración. El de arriba aplastaba sin piedad al que se encontraba abajo. Las drogas los hacía a unos sumisos y a otros extremadamente violentos. Los militares a cargo de ellos eran sádicos y crueles. Sus amos solo deseaban a los mejores, a los más fuertes y eliminar a los débiles sin piedad.

Keita y Mana se llevaban a las mil maravillas. Se peleaban, se reconciliaban y volvían a pelear. Musashi no participaba en sus juegos, ni en sus discusiones. Solo miraba para otro lado fastidiado. Keita era el mas infantil de los tres, era enfermizo y débil, para los militares era basura. Mana siempre trataba de defenderlo y protegerlo hasta el punto de la exasperación. Musashi no, siempre lo animaba a superarse, Keita lo adoraba por eso... pero de vez en cuando le gustaba que Mana lo regañara y lo mimara. Fue Keita el de la idea de escapar. Intento hacerlo solo y los castigaron a los tres dejándolos sin droga por una semana. El castigo fue duro, pero los unió más. Decidieron escapar juntos, pero debían dejar las drogas primero.

Las pastillas al principio las enterraban, ... para desenterrarlas después sucias de tierra. Comenzaron a aplastarlas entre dos piedras,... para devolverse a lamerlas. Todo lo hacían juntos. Se apoyaban unos a otros. Si habían decidido no tomar más los fármacos, era impensable que uno de ellos lo hiciera a espaldas de los otros. Musashi era el líder del grupo y sus decisiones eran acatadas sin discusión.

Los primeros días fueron difíciles. Su mayor temor era que algún día los separaran. Los tres dormían en la misma barraca, en camas separadas. Había un sin número de cuartos, baños y camas vacías. Al principio las barracas se dividían en la sección de chicos (ala norte) y chicas (ala sur). Al quedar solo tres pilotos era absurda esta división, a si que los reasignaron a la actual habitación. Una habitación para 20 personas con 17 camas vacías

Mana seguía usando "su" baño en la sección de chicas. Un baño con 20 regaderas, 20 lavamanos y 20 excusados para ella sola. Keita la convenció de usar el de ellos, solo había que hacerlo por turnos. Mana estuvo renuente al principio, los chicos no tienen la misma higiene que las chicas, le decía a Keita. Desde niños tenían ese tabú de entrar al baño del sexo contrario. Al final Keita la convenció. El baño era utilizado por separado, pero limpiado entre todos. Mana se bañaba sola. Ella se imaginaba a Keita y a Musashi bañándose juntos, con su desnudes a la vista, charlando y riendo. Las 19 regaderas vacías la deprimieron.

Keita le dijo a ella, como algo que no debía comentar, que Musashi sentía dolor cada vez que orinaba. Desde que habían decidido no tomar más los fármacos su desempeño como pilotos y como equipo había mejorado notablemente. Los militares estaban satisfechos, así que los dejaban tranquilos. Pequeños e inofensivos caprichos como compartir la misma habitación fueron concedidos. Pero Keita sollozaba dormido. Los ojos de Musashi reflejaban una agresividad, rabia y odio contenido a duras penas. A Mana aparentemente no le pasaba nada. La doctora le pregunto si ya había tenido su primera menstruación y ella dijo que no.

En uno de los rutinarios chequeos Musashi le comento sus dolores al doctor. Al parecer tenían un desajuste Hormonal-Metabólico debido a la llegada de la Pubertad. A partir de este punto ya no podían seguir produciendo y regenerando tejido nervioso. Musashi, Mana y Keita se encontraban en un punto muerto. El proyecto T se encontraba de momento congelado.

Los daños en Musashi, Mana y Keita eran irreversibles. De las pastillas verdes pasaron a las negras, más baratas y menos dañinas. Los Militares seguían pensando en ellos como en Zombis sin voluntad. Como en niños pequeños que se callan y dejan de molestar cuando les dan un dulce. Musashi pensó que eso les convenía. Después de varios Exámenes el doctor le explico que era impotente. A Musashi la palabra no le decía nada, el doctor le dijo que no podría tener hijos, ni tener relaciones sexuales. A Musashi parecía dejarlo indiferente la aclaración. Su personalidad era asexual, tener hijos y tener sexo no tenían ningún significado o importancia para él.

El doctor continuo con un rutinario discurso sobre el deber y el sacrificio. Altruismo y amor a la humanidad. "El noble sacrificio de tus predecesores debe inspirarte". Musashi escucho todo sin inmutarse. Respetuosamente pregunto que debía hacer si volvían sus dolores.

-¡Aguantar como un hombre!, contamos contigo muchacho.-dijo el doctor.

-¡Si, Señor!- Dijo enérgicamente el chico, cuadrándose militarmente.

El doctor sonrío. ¡Como necesitaba él toda esta farsa para acallar su conciencia!... Cuando los chicos morían se les hacía funerales de Héroes caídos en combate. En algún momento colapsaban de repente o terminaban como vegetales. Todos al final caían como moscas y él sencillamente no encontraba forma de evitarlo. ¡Morían sin protestar!, ¡los sobrevivientes nunca protestaban!, ¿por que debía protestar él?.

Musashi se encontraba todavía en su despacho. Sus ojos llenos de odio lo asustaron y lo devolvieron a la realidad. El doctor lo miro a la cara. El rostro del chico no le decía nada. Los ojos del chico eran sombríos y profundos. "Testosterona"-se dijo mentalmente-"Tiene un exceso de testosterona producto del desequilibrio hormonal".

Los Militares se encontraban con un presupuesto de subsistencia. La disciplina se relajo bastante y el personal se redujo al solamente el indispensable. La Base quedo prácticamente desierta. Para los chicos solo significo que su cárcel se hizo mas grande, podían pasear libremente por donde quisieran sin que nadie les dijera nada. Keita, el más infantil de los tres, se encontraba en la gloria. Corría hacia todas direcciones brincando y saltando. Mana le regaño, Keita no le hizo caso. Esa noche tuvo un ataque de asma y fiebre.

  • ¡No debiste correr tanto, Keita!- le dijo Mana con tristeza. Le puso un paño húmedo en la frente. Keita no podía ni hablar, respiraba con dificultad. Sus ojos estaban fijos en el vacío. Pero a pesar de todo sonreía. La felicidad de ese día no lo cambiaría por nada del mundo.

A Mana le preocupaba Musashi. Los chicos solo esperaban el momento propicio para escapar. Para Musashi era esencial conservar la confianza de los militares, que estos siguieran pensando que eran fáciles de dominar, que continuaran subestimándolos. La dependencia a la droga la habían roto para siempre. Para que no los separaran ellos habían demostrado que eran un equipo imbatible. Los argumentos de Musashi eran de una lógica aplastante e irrebatible. Ellos nunca discutían, Musashi había tomado una decisión y ellos solo la acataban.

Keita bromeaba con Mana de que cuando escaparan se llevarían los robots. A Mana no le hacía gracia la broma. Keita solo quería escapar, ella también, pero...Mana dudaba. A la hora de la verdad ella se sentía aliviada cada vez que Musashi aplazaba el día en que se irían finalmente. Del mundo exterior no sabían absolutamente nada. En el momento en que escaparan serían perseguidos, cazados y muy posiblemente asesinados ¿por cuánto tiempo podrían eludirlos?. Era posible que no los persiguieran, ¿pero de que iban a vivir?, ¿qué otra cosa podían hacer,... "ser", ...aparte de Pilotos de T-Riden-T ?.

A Keita lo frenaba la ilusión, la esperanza. Keita confiaba en Musashi, él hallaría la forma en que todos escaparan. A Mana la frenaba el miedo a lo desconocido. Odiaba a los Robots con toda las fuerzas de su alma; pero no conocía otra cosa. A Musashi lo frenaban dos cosas muy complejas.

Odiaba a muerte a los militares. Escapar de ellos no era suficiente, tenía que hacerlos pagar con sangre, dolor y muerte todo lo que les habían hecho a él y a sus compañeros. Lo segundo era que le encantaba ser Piloto. Amaba con todas sus fuerzas al T-Riden-T. Sentirse omnipotente, todopoderoso. En el Robot él era Dios. El Dios bíblico del Antiguo Testamento. Un Dios de retaliación y castigo. Hacer llover fuego y azufre sobre los militares, como a Sodoma y Gomorra, reducir la Base a un montón de cenizas y escombros humeantes, era su sueño.

El se engañaba diciéndose y diciéndoles a sus compañero que debían esperar una situación más propicia. Que escaparían sin dejar rastro. Una vez libres todo iría a pedir de boca. Podía convencer a Keita, pero no a Mana. Ella prefería fingir que estaba de acuerdo.

A Musashi solo le importaba superar sus propios límites. Para Mana y Keita las pruebas en el simulador no eran reales. Solo eran un juego. Algo para contentar a sus amos y que estos los dejaran tranquilos. Para Musashi eran reales. Eran una forma de descargar todo su odio, y todas sus frustraciones. Los elogios de sus amos no le importaban. Lo importante era ser más fuerte, ser el Mejor, compenetrarse y fusionarse con el Robot. Los militares tenían muchas cosas en que pensar. El equipo T bajo el liderazgo de Musashi era su As bajo la manga, su orgullo... lo demás era burocracia. Solo superando a los EVAS podrían salir del callejón sin salida en que se encontraban.

Las pruebas en el Simulador se hicieron rutinarias y repetitivas. Musashi sentía que necesitaba nuevos retos. Para sus compañeros era insondable. Los militares nunca les explicaron quien era el enemigo al que iban a combatir. Un vago: "fueron los que en realidad provocaron el Segundo Impacto" era todo lo que sabían. En la mente de los militares debían de tratarse de Invasores Extraterrestres, con naves nodrizas, tropas de asalto, unidades de Infantería y robots gigantes. Que sería una guerra convencional a escala interplanetaria. Los Militares se sentían humillados ante su ignorancia. En ese aspecto NERV se encontraba mejor informado que ellos. Los EVAS, hasta donde sabían, fueron diseñados específicamente para derrotar al enemigo. Un enemigo que ellos mismo desconocían. El proyecto T fue diseñado como complemento y auxiliar al Proyecto E. El Proyecto T y el Proyecto E eran líneas de Defensa contra las misteriosas criaturas llamadas ángeles.

Musashi pensaba que no era así. Los tres chicos nunca habían escuchado jamás sobre NERV, sobre los EVAS o sobre Tokio-3. Para Musashi era evidente que los Robots y ellos mismos eran Comandos de Asalto, no Líneas de Defensa. Que debían infiltrarse y penetrar campo enemigo para destruir todo a su paso. El Proyecto T existía, no para repeler una invasión, si no para realizarla en forma rápida y contundente.


Maya estaba mirando a Musashi. El muchacho no tenía una identidad mas allá del Robot. El Robot al que estuvo esclavizado era su vida, su razón de ser. Sin él era como estar muerto. Keita estaba muerto por que lo abandono, esconder el robot fue más importante que auxiliar a su compañero. En su pelea contra el EVA por poco mata a Mana. El estaba dispuesto a ayudarlos, solo por vengarse de los militares y de proteger a Mana.

  • Buenas Noches señorita Ibuki- dijo el muchacho.

  • Buenas Noches Musashi- le dijo Maya con una sonrisa. El muchacho se fue a acostar.


Asuka y Rei se encontraban sentados en la hierba viendo las estrellas.

  • No puedo creer que Maya nos pida esto- dijo Asuka- a espaldas de su adorada "Sempai", hacer esto sin la autorización ni conocimiento de Misato o del comandante Ikari.

Rei no le contesto.

  • Pruebas de compatibilidad, de sincronización y por último... ¿cómo lo llamó?...

-Pruebas de complementación humana

  • Si, ACOSTARSE CON EL MONO ESE LO LLAMO ASÍ.... ¡Meint Gott! ... no puedo creer que nos pidiera eso... que lo pensemos bien... y que después ... le diéramos una respuesta...- Asuka se abrazó a sus rodillas.- Solo por que es Maya, no la denuncio con Misato...

  • Solo se trata de decir si o no Asuka- Le dijo Rei – en el momento que queramos nos podemos echar para atrás...- ella se abrazó también las piernas- podemos ser las dos o una sola... si no quieres solo di no.

  • ¿Le dirás a Maya que sí?- Pregunto Asuka incrédula.

  • Ella dijo que probablemente mejoraría nuestro desempeño como pilotos de EVA, en caso contrario no nos afectaría, pero la información sería de utilidad en el futuro...

Asuka se quedo pensativa. Tenía a la Mata Hari en su casa y ahora esto. No conocía a Musashi, ni sabía como era, solo que era el cómplice de la espía aficionada.

  • Al comandante no le va a gustar Rei...

  • No tiene que saberlo, Nadie tiene que saberlo si Maya y yo lo hacemos y tu no dices nada. Maya cometió un error al decírtelo a ti, yo soy la más indicada... he tenido un pobre desempeño y mi nivel de sincronización es mediocre... Yo lo necesito más que tu- Rei la miró a los ojos- Mañana dile no y por favor no nos delates.


Maya y la doctora Ritsuko se encontraban almorzando solas.

  • Rei acepto doctora...

  • ¿Y Asuka?

  • Solo las pruebas de compatibilidad y las de sincronización. Citándola textualmente "No voy acostarme con ese mono, las pruebas de complementación humana que las haga Rei"

  • Típico de Asuka. El gusanillo de la curiosidad fue muy fuerte. Maya, recuerda ¡no puedo ayudarte!. Si te descubren negare cualquier conocimiento de tus acciones

  • Entiendo Sempai