Evangelion, Girlfriend of steel 7

Larga tarde de amor entre Shinji y Mana.

PRUEBAS DE COMPLEMENTACION HUMANA

Mana se levantaba siempre a después de media mañana. Lo primero que hacia era darse un baño a fondo. Todos los días, (bien temprano antes de Shinji irse al colegio) su hombre le daba una revolcada de campeonato más fuerte que la del día de ayer. La dejaba con su coño, su culo y su boca llenos a rebosar de su leche. No lo consideraba extraño, ellos dos eran jóvenes y se querían. Ella era más bonita, más ardiente y más sincera que el dúo de perras reprimidas. Era natural que ella enloqueciera a su chico. Era natural que cayeran en estos excesos, los dos eran jóvenes hambrientos de amor y afecto. Estuvo haciendo gárgaras de una vez, con el agua de la regadera. Sentía debilidad en sus piernas, pero era hora de ir preparando el almuerzo y arreglar los estropicios de anoche.

El agua estaba deliciosa. Ella daba brincos y sentía con placer como rebotaban sus senos. Se sentía plena, llena de vida, feliz, dichosa, contenta. Se extasiaba en su cuerpo joven y esbelto. El agua y el jabón le quitaban las capas de sudor, saliva y otros fluidos. La piel de la joven volvía a respirar, a ser tersa y suave otra vez. Los chupones y mordiscos de Shinji ya habían desaparecido. De todas formas ella seguía sintiendo sus caricias, su lengua lamiéndola, las yemas de sus dedos recorriéndola, la piel de su chico contra la suya. Ya estaba lista para el nuevo día.

La rutina diaria de Mana era esa. La sala ya estaba arreglada y el almuerzo listo. Shinji no había llegado aún. A Mana le gustaba imaginar que era una ama de casa, este era su hogar y Shinji su marido que llegaba del trabajo. Ella era la menor de tres hermanos. Después del Segundo Impacto los desordenes políticos y la lucha por los recursos económicos había sumido al mundo en el caos y la anarquía. Mana se había quedado sola, huérfana y desamparada a temprana edad. Sus padres y hermanos murieron como victimas inocentes de un atentado terrorista del que nadie tenía la culpa, solo fue la mala suerte de estar en el sitio y en el momento equivocado.

Ella no recordaba la edad que tenía, todavía no le habían enseñado a leer. Sus padres eran "papá" y "mamá", no asimilaba aún que no eran sus nombres. Los nombres de sus hermanos los decía mal en su lengua infantil. Recordaba los cuentos de hadas que su madre le leía nítidamente. A su mami haciendo la comida, limpiando la casa. Ella vendía por teléfono algo o hacía

asesorias

. Era una profesional en algo y solo esperaba que Mana fuera más grande para volver a trabajar. Huérfanos desamparados como ella había por montones. Ella era sana, inteligente y despierta. Quien la selecciono como apta para el Proyecto T fue una doctora de la que ella no se acordaba el rostro.

Mana no quería recordar eso. Le gustaba su nueva rutina diaria. Esperaba con impaciencia a Shinji. El le decía que creía que las mujeres que sabían cocinar y limpiar se habían extinguido. Asuka cocinaba bien, cuando le daba la gana. Limpiar y hacer los quehaceres era rebajarse para ella. De Misato, ¡ni hablar! Mana intuía o quería que la Ayanami fuera otro desastre hogareño. Ella de pequeña jugaba que cocinaba, limpiaba la casa y atendía el teléfono.

Shinji llego tarde, muerto de sueño. Él no dormía hasta media mañana y después de almorzar se iba a los cuarteles de NERV. Pretendía acostarse de una vez y almorzar más tarde, quiso entrar a su cuarto, Mana trato de impedirlo. El cuarto era un desastre, Mana siempre lo dejaba de último. A la hora del almuerzo el resto de la casa estaba impecable. El cuarto parecía el escenario de una masacre. El fuerte y penetrante olor casi tumba a Shinji. El futton estaba asqueroso, las sabanas apelmazadas y rígidas como cartones. Shinji se pregunto que magia hacía su chica para dejar el cuarto reluciente para el momento en que llegaba a casa.

Shinji se resigno a almorzar. Los dos almorzaron juntos. La comida de Mana era rica. Él le comento que había avisado que no iría a las pruebas por la tarde. Ella se alegro mucho. Ella recogió la mesa y fregó los platos. Shinji sintió como su pene se ponía erecto. Mana estaba a espaldad de él, fregando y canturreando. El chico ya no tenía sueño. Mana le había dicho que se recostara un rato, que ella arreglaría el cuarto.

Mana no lo sintió venir. El la abrazó por detrás. Sintió su bulto contra su trasero. Ella se asusto. No tenía nada de ganas. Shinji acariciaba su nuca con su respiración.

-Shinji, es muy temprano, vete a descansar... en la noche...

  • Solo deja que me quede así por un rato- le contesto- quiero acostarme en mi cuarto de una vez, no recostarme. No voy a molestarte.

Shinji se puso mejilla con mejilla con ella. Su bulto se desinflo y ella sintió sus nalgas en total contacto con la pelvis del chico. Su espalda en pleno contacto con su pecho. Sus brazos alrededor de su aguitarrada cintura. Su abrazo era cálido, tierno, cariñoso. ¡El muy perro tenía el rostro más inocente del mundo! Mana podía verlo si cerraba los ojos. Se sentía relajada y laxa. Siguió fregando. En su coño, en su culo y en su boca sentía comezón.

Sintió como su vagina se humedecía. Sintió un delicioso calor dentro de ella. Ella termino de fregar y se quedo quieta expectante. Shinji era su hombre y el cuerpo de ella estaba a su disposición para su placer, donde quisiera y cuando quisiera. Ella sintió su miembro flácido dentro de sus pantalones. Dormido. Comenzó a mover, menear y restregar su culo en forma lenta. Shinji no se movía y parecía no reaccionar. Ella se detuvo, se ruborizo, suspiro. Era él dentro de ella, haciéndola respirar entrecortadamente. Disminuyendo o aumentando los latidos de su corazón. Calentándola a fuego lento. Excitándola a más allá de los límites. Usualmente ella estaría sintiendo dolor en estos momentos victima de su antinatural frigidez.

Ella dio un respingo, gruño y se estremeció. Suspiro. Shinji sentía la sangre de Mana correr en venas y arterias. Su corazón latiendo. Las imágenes de ella feliz y protegida en el seno de su familia. A Keita y Musashi sonriendo. A él besándola, acariciándola y entrando en su cuerpo. El muchacho comenzó a besarla en la nuca. A acariciar su vientre. Ella se giro y comenzaron a besarse en la boca. Se besaban y acariciaban sin prisas.

Ella le sonreía, del fregadero fueron a la mesa. Los dos se acariciaban con las miradas. Todavía seguían vestidos. El muchacho gentilmente la acostó en la mesa y con las yemas de sus dedos comenzó a recorrer su cuerpo, a acariciarla por encima de su ropa en sus puntos de placer. La masajeaba a conciencia en forma cabal y completa. Ella estaba acostada de espaldas, con las piernas afuera de la mesa, con su blusa blanca y su minifalda roja con rayas naranjas. No llevaba sujetador y sus pantaletas eran blancas.

El muchacho estaba de frente a ella y entre sus piernas. Vestido con su uniforme. El la giro y ella soltó una risita. El muchacho acariciaba y masajeaba su espalda, sus hombros, su nuca como un experto. Fue bajando hasta sus nalgas, sus caderas y sus muslos. Mana sentía su pantaleta húmeda. La raja de su cuca era acariciada por los hábiles dedos del tercer elegido. La delgada tela de la pantaleta era lo que los separaba. La textura de la suave tela era enloquecedora para ambos. El chico subía y bajaba desde su raja hasta la división de sus nalgas.

Shinji comenzó a restregar su duro paquete contra su culo, a simular que la sodomizaba. La volvió a girar e hizo lo mismo con su caliente coño. Ella en realidad sentía que era penetrada por un falo gigantesco. Shinji se detuvo y la beso en los labios. A la chica le supo a sangre y bilis, pero aunque fuera veneno no quería separarse de esa boca. La lengua del muchacho le supo a miel. Los dos se acariciaban los labios con la respiración del otro. Cada beso era agua fría, fresca y cristalina en medio del desierto.

El ardor se les paso un poco. Shinji la desnudo por completo, se bajo los pantalones y a si mismo la penetro. Le hizo el amor sin problemas y de una sola vez. Ella y el llegaron al orgasmo casi al mismo tiempo. El muchacho eyaculo con fuerza dentro de ella llenando su coño a rebosar, un segundo chorro fue vaciado en el vientre de la chica. Se quedaron un rato quietos, jadeando. Shinji se sentó en una silla. La joven se reincorporo y una catarata de líquidos salió de su vagina. El muchacho la atrajo, la sentó en sus piernas y la abrazó.

-¿Estas bien?- le pregunto el chico. Definitivamente algo andaba mal con ellos. ¡Dios, esto no era normal!. ¡Fue el polvazo más potente que los dos habían sentido desde que tenían relaciones! Mana parecía estar sollozando. Lo apretaba y trataba de fundirse más a él. El muchacho se asusto.

-Mana ¿te encuentras bien?, ¿te hice daño?, ¿por qué estas llorando?

Ella sonrió y le hizo un puchero:

  • ¡Lloro por que soy una chiquilla boba que llora por todo!- le dijo sin mirarlo. Comenzó a mecerse feliz en sus piernas. A sonreír para ella sola. Lo miro a los ojos y comenzó a reírse en su cara.

  • Shinji, ¡tu también estas llorando! – Shinji se toco la cara, lo que creía que eran gotas de sudor eran en realidad gruesas lagrimas, Shinji recordó que tampoco se dio cuenta que estaba llorando cuando estaba con Ayanami después de la operación Yashima. En ese momento estaba feliz y aliviado por encontrar a la joven de ojos rojos con vida.

Se besaron y pasaron toda la tarde haciendo el amor. Allí mismo en el comedor, en la mesa o en la silla. En un momento de descanso Shinji recordó que tenía la ropa puesta. "¡Anta Baka!, ¡Pervertido Hentai!" le dijo Mana muerta de risa, remedando a la perfección a Asuka. La ropa se encontraba pegostoza.

  • Quítatela para lavarla de una vez, la dejamos en la lavadora y nos vamos a bañar- le dijo la chica. El muchacho a si lo hizo. Ella comenzó con un pitorreo "¡Que se lo quite!, ¡Que se lo quite!, ¡Que se lo quite!" ella se sentía muy cómoda en su desnudez, su culo y vagina le ardían, pero por hoy era todo. Lo que vio la dejo sin habla. Shinji se encontraba con una monstruosa erección otra vez.

¡Ni hablar! Más por tozudez y orgullo que por otra cosa Mana estaba dispuesta a saciar y dejar satisfecho a su hombre. Con la boca, con sus senos, con los pies, con sus muslos, hasta que por fin lo logro. Fueron a bañarse los dos y Shinji nuevamente se encontraba empalmado. El coño y el culo de la chica cumplieron con su deber. Era la primera vez que tenían sexo sin problemas. Shinji era un semental desatado frente una hembra en celo. Mirarla y rozarla, lo ponía a mil por hora.

Mana estaba encantada de la vida y no se le quedaba atrás, siempre lista, dispuesta, a punto. Se recuperaba en pocos minutos. Para ser más ardiente y más caliente. El muchacho no se cansaba de ella. El coño de la chica era delicioso, rico, sabroso. Apretado, cálido y húmedo. Su culo era espectacular, firme, de primera. Montarla y penetrarla era una experiencia de otro mundo. En esos momentos la deseaba con lujuria animal y su erección volvía, más difícil de amansar. Para Mana era como ser la única puta del puerto para toda una tripulación de marineros con meses en altamar.

Lo más raro de todo era que en todo los casos llegaban al orgasmo al mismo tiempo, en una sincronización perfecta. En los siete días que llevaban teniendo relaciones ese fue el dia en que todo fue más intenso. El coño y el culo de la chica no tuvieron tregua. Cuando no podía más, tenía que usar su boca, sus manos, sus senos, sus muslos. ("¡Mierda-pensó ella- si quiere metérmelo por los oídos y las narices soy capaz de decir que sí!"). Cuando sentía que su culo y su coño aguantarían otra tanda, el resto de su cuerpo descansaba aliviado. Shinji era un súcubo o un incubo, no se cansaba y ella solo sentía la necesidad de ser montada como perra y maullar como gata. De alguna forma ella volvía a excitarse y estar lista para una nueva monta. Una y otra vez. Finalmente tuvieron el último orgasmo.

La chica lo beso en los labios ("lo tenemos que repetir" se dijo). Los dos jadeaban. Pero se sentían en las nubes, con los ojos claros y sin vista. Se rieron como cómplices de un crimen perfecto. Shinji se sentía un poco apenado, Mana bendijo el día que vino al mundo como mujer. La chica miro subrepticiamente los flácidos genitales del chico durmiendo el sueño de los justos, sonrío con alivio y satisfacción.

Mana se vistió y fue a preparar la cena mientras Shinji acomodaba el cuarto. Shinji ceno solo. Mana le dijo que no tenía hambre (en realidad le dolía estar sentada) Shinji dio gracias a Dios que estaba vestido y que la mesa lo tapaba. Sonreía con las piernas cruzadas.

  • ¡Te quedo delicioso como siempre!

El cuarto estaba listo y el muchacho se recostó en su futton. Shinji estaba muerto de cansancio, pero se hallaba preocupado. Los dos no eran normales, muy posiblemente todo lo de hoy era debido a que ellos eran pilotos de unas maquinas infernales. Trato de quitarse esas ideas de la cabeza. Mana era feliz haciéndolo feliz, en cada gesto y detalle su chica se desvivía por solo agradarlo. Era la única persona capaz de amarlo tal como era, ella no quería un héroe que la rescatara. Solo por que era un masoquista es que le estaba buscando cinco patas al gato. Como espada de Damocles sobre sus cabezas, ellos sabían que el momento en que serían separados para siempre llegaría. Cada momento sería el ultimo.

Shinji se hizo el dormido cuando la sintió venir. Ella amorosamente lo abrigo y se acostó a su lado. Shinji sintió como lo había extrañado. Todas las mentiras que tenía que decirse todos los días para llegar a este momento. Ella era un pájaro que era feliz en su jaula, por que nunca había visto el cielo. Ella no era libre, solo había cambiado de dueño. Era una niña que jugaba en una casa de muñecas gigante. El muchacho se odió a si mismo por ser tan sombrío, por ser un aguafiestas. Ella no era su esposa, este no era su hogar y esa era la realidad

Ella dormía profundamente. Era capaz de tener Fé, sueños y esperanzas. Era todo lo que ella necesitaba para ser feliz y libre. Todo era verdad por que ella las hacia verdaderas. Sexo salvaje por las mañanas, hacer y deshacer la casa, preparar el desayuno, el almuerzo y la cena, juegos de noche y dormir junto a su chico, no necesitaba más. Al joven sin sueños, ni esperanzas le arranco una triste sonrisa. El no era capaz de evadir la realidad así de fácil, pero haría lo posible de no amargarle su felicidad con sus preocupaciones. Cada día que pasaba se le hacía mas difícil dejarla ir. No encontraba forma para luchar contra un mundo y unas circunstancias que le arrebatarían a su mujer sin que pudiera hacer nada. Ella era como Rei, para ella era más fácil que otras personas le dijeran que hacer, que pensar y que sentir. Como Asuka era egoísta e incapaz de aceptar una realidad contraria a sus deseos.

Ella sería libre. Él sabía que la perdería para siempre, pero ella volaría alto. Pensó que era momento de que él y Musashi hablaran. No tenía claro que ganaría con eso. No conocía a Musashi a fondo. ¿Esperaba encontrar en él un aliado acaso?. No lo sabía. Con esa duda se quedo dormido.

En el Central Dogma de NERV Musashi se encontraba en un tubo de vidrio lleno del ambarino LCL. La doctora Akagi y Maya Ibuki lo miraban detenidamente. Musashi era un efebo como Shinji. El joven se encontraba en la transición del niño al hombre. Shinji era Apolíneo y Dionisiaco, de rasgos delicados y finos. Encarnación de los ideales griegos de mesura y equilibrio. Musashi era un efebo espartano. Su cuerpo era robusto, atletico y macizo. Más varonil y marcial. Las dos mujeres no podían dejar de hacer comparaciones odiosas mentalmente sobre los dos chicos. El ganador era Musashi.

  • Doctora, hemos logrado estabilizarlo.-

  • Los resultados de las pruebas de complementación humana Maya- Ordeno ella a su ayudante.

Maya se sonrojo: - ¡Satisfactorios!... en un 100% doctora. –carraspeo, antes de continuar y para no mirar a su adorada Sempai a los ojos- Pero hemos encontrado que es incompatible con Rei o Asuka. Los daños internos eran más profundos que en Mana Kirishima... en mujeres normales, los pulsos de egos fueron nítidos... en las pilotos de EVA la sincronización actuó como un escudo A.T. bloqueando y anulando la Mente Expandida. Tanto para Rei como para Asuka.

La doctora sonrío imperceptiblemente. La mirada sobre el muchacho fue apreciativa. Al Comandante no le iba a gustar el resultado. Por lo visto todo fue para nada. Maya se sentía visiblemente incomoda. Ella quería creer que todo era en beneficio de la humanidad. Que ellos solo dejaron que todo siguiera su curso natural. Observaron y recolectaron datos como buenos científicos que eran.

  • ¿Quieres decir que con pilotos de EVA, es impotente?- Pregunto la doctora.

  • No doctora, todo lo contrario. Ha tenido relaciones normales con Rei sin problemas... han... estado haciéndolo en forma, satisfactoria... cuando menos para él. Con Asuka, desde hoy en la tarde. Satisfactorio para ambos...

Maya no pudo seguir. Fingir que era objetiva y racional le costaba mucho. El que Shinji no viniera hoy fue lo que termino decidiendo a Asuka.

  • Rei desde el principio, en forma libre y voluntaria- La doctora Ritsuko se guardo sus comentarios sobre el libre albedrío de Rei y de la forma autónoma en que tomaba sus decisiones – Acepto a realizar las pruebas, de hacer todo lo necesario. Pero nunca logramos... que ella... ¡Ejem!...

  • Si Maya, lo sé- Que el cadáver tuviera un orgasmo era algo que la doctora sabía que era imposible, se lo había advertido al comandante. Que la sagrada Vestal fuera desflorada para nada era algo que sabía que no le iba a gustar. Rei si había logrado lo que otras mujeres normales hasta ahora no habían hecho. La impotencia y anorgasmia en Musashi estaba curada. Pero ella nunca se involucraba emocionalmente en nada y no era su culpa. Bloqueada emocionalmente era dócil y obediente Sin orgasmos sincronizados en ambos sujetos, la Mente Expandida y la Sincronización no se complementaban.

  • Con Asuka... tendremos que esperar más pruebas.

  • Con Asuka será lo mismo... pero déjalos que se diviertan. Cuando menos servirá para quitarle el mal humor. ¡ha estado insoportable últimamente! Le levantara la moral y la autoestima...

-¡Doctora!...- Se escandalizo Maya. Ritsuko sonrío para si misma. ¡La lesbiana reprimida era tan pacata! Para Asuka solo seria sexo por el sexo. Lo mejor en esta vida, después del sexo con amor, era el sexo sin remordimientos de conciencia. Abriría su cuerpo a un chico guapo, pero se bloquearía mentalmente. Cuando se cansara y se aburriera de la novedad ya Musashi y Mana estarían lejos. El comandante no entendía nada de amor y paciencia. Para él solo era insertar el pene "A" en la vagina "B".

  • Maya, necesitaremos como un mes para sacar conclusiones definitivas. A partir de este punto Mana ya se encuentra curada. Espero que sirva para que esos dos se tomen las cosas con calma. El nivel de sincronización del tercer elegido ha bajado dramáticamente, era de esperarse, pero su señal es ahora más fuerte y nítida. si nos atacara un ángel el tortolito se convertiría en un halcón por su tortolita.

  • Ya no sé que más inventar para tener a la Mayor un mes fuera...

  • Kaji se ocupara de eso... Maya, entiendo como te sientes. Pero no nos queda mas remedio que seguir en nuestro triste papel de celestinas y alcahuetas. Todo registro debe ser borrado. Los resultados deben aparecer salidos de no se donde. De Rei no hay razón para preocuparse, Asuka no va a delatarse...

  • Si doctora, entiendo- Maya se sintió aliviada. La doctora Akagi no disfrutaba de esto. Sintió que era posible admirarla y respetarla más. Se sintió húmeda, "Sempai, si solo supieras lo que siento por ti, si fueras capaz de corresponderme"

La Sección 3 era la encargada de la seguridad de la ciudad. De evacuar a los civiles y apoyar a los EVAS en la lucha de contra los ángeles coordinando a las fuerzas armadas y los organismos de seguridad del estado. La Sección 2 de la seguridad de los pilotos, científicos y de los técnicos, de las instalaciones. De hacer Tokio-3 inexpugnable a los hombres. El departamento y edificio de Misato estaba lleno de cámaras y micrófonos de tecnología de punta. En estos momentos la Sección 2 no vigilaba. Los pocos agentes que se encontraban estaban buscando espías inexistentes en Tokio-3, la gran mayoría estaba en una guerra secreta con los militares. Misato no sabía nada de las cámaras y micrófonos en su hogar. Puntualmente avisaba cuando sus protegidos salían. Ella desconocía mucho de NERV. Ella esperaba enredar en laberintos burocráticos a la Sección 2 y a la Sección 3 para que nunca se descubriera que Mana seguía viva y que Musashi era el piloto del robot destruido.

Pero la Sección 1 eran los ojos y oídos de NERV. Solo respondían de sus acciones ante el comandante Ikari. Ellos se encargaban de prevenir el sabotaje, el espionaje, el secuestro y el asesinato con el sabotaje, espionaje, secuestro y asesinato de todo enemigo real o potencial de NERV. Solo Fuyutsuki y la doctora Akagi conocían su existencia. En estos momentos eran responsables de la seguridad de los pilotos, en ausencia del comandante, Ritsuko era la autoridad suprema.