Evangelion, Girlfriend of Steel 16

Dedico este capitulo a Keita Asari, el joven piloto sin suerte amigo de Mana y Musashi y del que no se sabe nada de él en el juego.

KEITA

Advertencia: Contenido adulto. Neon Genesis Evangelion Pertenece a Gainax. Este Fanfic es hecho sin animo de lucro.

Musashi estaba despierto. Rei Ayanami se encontraba a su lado profundamente dormida. Los dos estaban desnudos bajo las sabanas. Musashi miro a su alrededor, su cuarto, el cuarto para huéspedes. Estaban en la casa de Ritsuko. Musashi pensó en su compañero Keita, torturado y asesinado. De la forma en que lo abandono. Sentía necesidad de estar dentro de su maquina. Sus ojos eran los mismos ojos llenos de odio, de rabia, y dolor. Ninguna mujer podía sustituir al T-RIDEN-T unidad 01. Rei Ayanami era una masa inerte de carne, fría e indiferente. El placer que proporcionaba a su cuerpo era crudo... pero lo más parecido a la sensación de estar dentro de su cabina.

  • Ayanami... ¡despiértate!...- ordeno el chico.

Mana le había contado a Shinji sobre su vida como piloto. Su niñez con Musashi y Keita. Placidamente dormía y recordaba en sueños a sus dos compañeros. Los dos muchachos estaban dándose la espalda, acostados y vestidos. Profundamente dormidos.


A Maya la despertó los jadeos y gemidos de Rei y Musashi. Rei había venido sin ella solicitarlo. Las pruebas de complementación humana estaban "congeladas" hasta nuevo aviso. "No se habrá enamorado de Musashi ¿o sí?" pensó. Si estaba durmiendo con él era de su cuenta. La chica era tan extraña y rara.

La doctora Akagi le explico que Musashi no era un chico normal, ni físicamente, ni mentalmente. Su sistema nervios hiperdesarrollado artificialmente le permitía comunicarse con cualquier máquina que utilizara lenguaje de programación T, el que usaban en todo los equipos de NERV y en la propia MAGI. Habían tomado la precaución de ponerle Password de seguridad personales a los equipos... y después del incidente con el Laptop de Maya un blindaje especial Cripto-Matemático imposible de descifrar. Mana había burlado el exhaustivo examen medico de NERV y ella no era nada comparada con Musashi

El ambiente en que los chicos se habían criado era deliberadamente asexuado. Chicos y chicas con la misma ropa y el cabello corto. Los chicos durmiendo en una barraca y las chicas en otra. Eran huérfanos sin nadie que los reclamara si desaparecían. No había sexo masculino o femenino, todos eran pilotos. No habían nombres, solo números de identificación. Por las drogas y el poco conocimiento del mundo exterior la libido de los chicos se encontraba baja. Los Militares esperaban desviar y canalizar el impulso sexual de los jóvenes para convertirlos en los mejores pilotos de combate.

  • Maya tienes que entender que Papa, Mama, hombre o mujer no tiene significado para esos chicos. Mana es un caso aparte, la excepción que confirma la regla. Los recuerdos de su vida pasada le permitió conservar algo de personalidad e identidad más allá del Robot. Pero de una forma deformada, asexuada. Es una niña que sigue jugando con muñecas a la casita... para Musashi su verdadero cuerpo era el Robot. Es un fantasma sin él. Para Mana los roles sexuales se limitan a papa trabaja y mama cocina. Los militares la confundieron más... le metieron en la cabeza ideas irreales y contradictorias... no creo que sea realmente frígida, la respuesta errática de su sistema nervioso puede ser corregido con paciencia, si ella se libera de esas estupideces y prejuicios...- Maya termino la idea.

  • Y si Shinji se complementa con ella,... usando la Sincronización y la Mente Expandida durante... durante el acto sexual...-

  • El otro chico si tiene daños físicos severos... mentalmente esta castrado sin el robot. Olvídate de Freud y del complejo de Edipo. A diferencia de Mana no tiene arquetipos femeninos o masculinos para guiarse. Su instinto sexual se encuentra bloqueado y su identidad sexual deformada. No se va a excitar por un par de tetas ni por que las dos pilotos se le ofrezcan desnudas... será algo difícil y complejo Maya...

La primera impresión de Maya fue que la doctora estaba exagerando. Musashi le parecía un chico serio y educado. La doctora le explico que la apariencia aniñada, fresca e inocente de Musashi era por que envejecía mas lentamente y se curaba rápidamente. La fiereza y el odio en los ojos del chico los noto de inmediato. Pero solo acentuaban su mirada. La cara no transmitía nada. Los primeros días fue su guía en Tokio-3. Una agradable y lejana tía.

En la calle rozo sin querer el trasero de una chica. Puso toda la mano en la línea de las nalgas de una hermosa joven de su edad con una pequeña minifalda, casi metiendole todo el dedo índice. Iba a señalar algo a Maya que le llamo la atención para preguntar y por estar mirándola a ella no se dio cuenta de quien tenía al lado. La joven se giro y lo miro a la cara. Le dio tiempo para que se disculpara o se explicara. Musashi no entendía y Maya se encontraba paralizada. ¡PLAFF! Una sonora bofetada y un grito de indignación "¡ATREVIDO, PERVERTIDO!". Los lindos rasgos de la joven fueron desbaratado de un puñetazo en todo el rostro. La joven quedo largo a largo en la acera de la calle. Musashi solo había reaccionado... pero no se veía para nada arrepentido.

Maya les explico que... su sobrino no estaba bien de la cabeza... que en realidad no era su intención insultar a la señorita. Ella pagaría la multa y una indemnización. Les mostró su identificación de NERV. El muchacho se encontraba hosco y silencioso. Al final Maya arreglo todo.

Musashi no entendía por que tenía que ser delicado con una chica. Por que no debía tocar ciertas partes del cuerpo de una chica. De donde venía hombres y mujeres eran iguales, sin discriminación o trato especial... y arreglaban sus diferencias a puñetazo limpio.


Musashi no olvidaba que la peor pelea que tuvo fue con una chica. Chicos y chicas hacían todo juntos, menos ir al baño, dormir y las clases de defensa personal. Estaban condicionados para que los baños del sexo contrario fueran Tabú y la desnudes del otro sexo los dejara indiferentes. El ala norte de las barracas era para los chicos y el ala sur para las chicas. El cuerpo de chicos y chicas era diferente y los instructores (masculinos y femeninos respectivamente) se encargaban de convertirlos en peleadores excelentes.

El sistema fue ideado por algún admirador de la antigua Esparta, alguien que leyó la República de Platón. Si hubiera llevado las cosas al extremo los chicos hubieran dormido juntos, bañado juntos con su desnudez a la vista y estudiado juntos defensa personal. Los psicólogos se opusieron, deshumanizar y desindividualizar a los pilotos en forma total no era aconsejable. Cada chico era diferente y era necesario que tuvieran una identidad propia. El impulso sexual era una fuerza poderosa de la que convenía no jugar.

Los números de identificación se asignaban impar chicos, par chicas. Cada sexo se bañaba con su desnudez a la vista y practicaban defensa personal a la forma griega, es decir desnudos en dos gimnasios especialmente diseñado y lejos uno de otro. El mono que usaban era idéntico. Médicos, personal de barracas e instructores de defensa personal eran del sexo respectivo. En lo demás todo era unisexo. Los jóvenes eran elegidos a tierna edad por su capacidad de regenerar tejido nervioso y por que eran mentalmente maleables.

El lenguaje T era uno de los lenguajes-maquina de última generación más sofisticados. El cerebro humano solo usa un 10% de su capacidad, un 10% mal utilizado. Para generar pulsos nerviosos y utilizarlos para comunicarse con el robot en ese lenguaje era necesario que se bloquearan ciertas áreas y se concentraran en otras. Los cerebros de los chicos eran programados y compilados como si fueran Bio-computadores como Magi. El sexo solo era distracción y aquellas áreas relacionadas con él eran deliberadamente bloqueadas. Las drogas, el duro entrenamiento y la convivencia diaria de los chicos hacían lo demás. Si tenían los sexos separados y el tabú de quitarse los uniformes delante del sexo contrario era para darles una identidad. Estar desnudos entre iguales era lo único que entendían que era ser de un sexo o del otro.

El sexo y la reproducción de los seres humanos lo veían como una clase más de biología que nada tenía que ver con ellos. Embarazo, parto, enfermedades venéreas y métodos anticonceptivos lo vieron por separado en forma profunda y completa. No sentían aversión, pudor o interés por el tema. Para ellos solo era algo más que los militares habían inventado para perder el tiempo. Como los rutinarios "Funerales de Héroes caídos en Combate", las charlas y discursos sobre el importante papel que ellos jugarían en la futura guerra contra quienes provocaron el Segundo Impacto. Lo único que les importaba a los chicos eran las drogas y el simulador. Lo demás era tiempo muerto.

El Robot demandaba gran cantidad de energía física y mental de los pilotos. Musashi era el que tenía el record de resistencia, pero de promedio los pilotos no podían estar más de tres horas en modo normal. En modo de combate no duraban 15 minutos. En modo normal Musashi podía estar dentro del robot indefinidamente, pero requería horas o días para recuperarse después. En combate duraba una hora... después "moría" matando, peleaba hasta la destrucción total. Keita tenía el peor rendimiento, una hora modo normal y 5 minutos o menos en combate.

Los equipos los elegían ellos mismos, pero los militares los rotaban y los asignaban a trabajar en el simulador. Parte de la estrategia para tener bajo control a 300 chicos era enfrentarlos unos a otros. Los equipos eran reducidos grupos de 3 a 4 miembros. Para los jóvenes era un alivio el estar entre sus camaradas. Fuera de su grupo no se hablaban con los otros, ni socializaban. Por lo general se reunían en los tiempo libres y a la hora de las comidas. Mana era de las más sociables, pero después de amargas experiencias se dio cuenta que era mejor tener un rival honesto que no te hablaba y te miraba con mala cara que una falsa o falso amigo que te clava un puñal por la espalda en el momento menos pensado. A ella, como a todos, le toco pelear a puñetazo limpio contra un chico o una chica en algún momento.

Mana evitaba las peleas. Su alta puntuación la colocaba en una privilegiada posición que era ambicionada por todos y la colocaban en la mira. Los militares no permitían que los pilotos de elite fueran molestados, así que Mana no tenía que pelearse con nadie... solo mantener su alto desempeño. Los que estaban por debajo de ella la miraban con envidia y las que estaban por arriba la consideraban una dura rival que hacía peligrar sus privilegios duramente conseguidos. Entre las chicas Mana no tenía ninguna amiga verdadera. Que se llevara tan bien con Musashi e hiciera lo posible por cuidar y proteger al débil Keita empeoraba las cosas para ella.

Musashi era un caso especial. Entre elogiarlo y matarlo. Felicitarlo o reprenderlo. Premiarlo o castigarlo. Era el mejor piloto que tenían y al mismo tiempo el más rebelde. Era temido y odiado, al mismo tiempo que era admirado por todos los pilotos. Los militares ya no sabían que hacer con él. No temía a la muerte, le importaba un comino que lo castigaran ("el cuarto de Musashi" era como llamaban a la celda de aislamiento) en el hambre engordaba, con palizas, golpes y castigos no se enderezaba. Con un pedazo de metal oxidado que encontró había degollado y matado a un guardia que le gustaba golpearlo por cualquier motivo. Era un lobo solitario, salvaje e indomable. La reciente amistad con Mana y Keita daba esperanzas a sus superiores de que en el futuro podrían usarlo.

Keita era el elemento débil del equipo. Muchos chicos y chicas, mil veces mejores pilotos que él, se habían ofrecido a sustituirlo en el grupo. Mana les decía que no, Musashi no se dignaba a contestar. Mana hacía lo posible en utilizar su influencia de piloto de elite para cuidarlo y Musashi lo defendía con sus puños. Para los militares y los otros pilotos era basura. Las veces que andaba solo le buscaban camorra, por lo tanto trataba en lo posible de estar siempre con Mana o Musashi. En su cara le decían "la mascota" del número 03 y de la 28.

Quedaban de los 300 menos de la mitad. Entre 130 a 120 chicos. 300 eran las cifras oficiales, pero era posible que hubieran sido más. No se habían traído más chicos y la unidad prototipo ya estaba construida. Los desordenes metabólicos de los pilotos los hacía caer de uno a uno, en los momentos menos pensado. Para la ONU era evidente que el costo del proyecto T en dinero y vidas humanas era excesivo.

Musashi, Mana y otros jóvenes a simple vista gozaban de una salud de hierro. Una minoría eran como Keita, débiles y enfermizos. Eran una minoría que se hacía más pequeña cada día. Los que eran buenos pilotos recibían su funeral de héroes... los otros simplemente desaparecían y nadie preguntaba por ellos.

En la base los chicos se estratificaban en jefes de grupo, lobos solitarios, segundos al mando, subordinados, elemento débil, mascotas... y parias. Para los militares los chicos eran pilotos elite, buenos pilotos y la sucia basura irrecuperable. Un piloto de elite era intocable, gozaba de privilegios especiales y la protección incondicional de los militares. Muchos se aprovechaban para hacer de la vida de los demás mas dura y miserable. Eran jefes de la guardia pretoriana, sádicos talibanes. Mana y otros como ella trataban en lo posible de no llamar la atención, de mirar para otro lado ante los abusos y por sobre todas las cosas mantener su estatus. No eran victimarios, pero tampoco querían ser victimas.

Los buenos pilotos eran aquellos que no daban problemas y su rendimiento era regular. Por lo general el jefe de equipo era un piloto elite o el mejor piloto del grupo. El segundo al mando era la otra mitad del jefe, su complemento... o un canalla sin personalidad, esbirro servil, que era el que se ensuciaba las manos por su jefe. Los subordinados eran aquellos de rendimiento regular y que sabían que jamás iban a mejorar. Buscaban un buen líder y un buen posicionamiento del equipo. Con un poco de trabajo duro el jefe se volvía piloto elite y utilizaba su influencia para mejorar la vida de todos.

El elemento débil eran los pilotos de rendimiento pésimo, pero dedicados al grupo y dispuestos al sacrificio. Por lo general aceptaban las misiones suicidas, se ponían a descubierto para que el enemigo delatara su posición o peleaban primero para que los demás calcularan la fuerza del enemigo y encontraran su punto débil. Eran prescindibles y por cualquier motivo podían ser expulsados del grupo. Si no encontraban a nadie que los aceptara se convertían en parias. Nunca eran totalmente miembros del equipo, pero necesitaban la protección de un grupo para sobrevivir. La mascota era el bufón, en muchos casos más servil, con menos dignidad y no tan útil como el elemento débil. El peor insulto entre pilotos era llamar al otro "mascota"... y la peor desgracia era convertirse en paría.

La sucia basura irrecuperable eran los pilotos al que los militares y los otros chicos maltrataban y humillaban sin piedad. Un caso aparte eran los lobos solitarios, que como Musashi, eran excelentes pilotos, pero rebeldes y violentos. Incapaces de trabajar en equipo, ni relacionarse con otros. Estaban después de los pilotos de elite en capacidad y rendimiento. Eran codiciados como miembros de equipo, pero era imposible domarlos. Los parias eran los chicos sin grupo con bajo rendimiento. Mascotas y elementos débiles caídos en desgracia. Lobos solitarios, pilotos elite, segundos al mando, subordinados que empezaban a fallar y a bajar su rendimiento por desordenes metabólicos.

El grupo del número 03, 28 y 35 era atípico. Un lobo solitario de líder, una piloto de elite de Segunda al mando y un paría que era plenamente miembro del equipo. Por estar con Musashi o tenerlo en el grupo cualquiera hubiera vendido su alma al diablo. Mana no era para despreciar... era la cereza del helado. Pero Keita era un insulto, el peor de los pilotos. Un peso muerto. Los demás pilotos no entendían por que la "crema", la excelencia lo tenían de subordinado, de igual, de miembro con plenos derechos a alguien que no aportaba nada.

Un día la ONU envió una delegación a la Base para evaluar el estado del proyecto T. Los 6 lobos solitarios que quedaban, entre ellos Musashi, fueron confinados en un calabozo mientras durara la visita. Los militares iban a mostrar su mejor cara. Del éxito dependía tener más dinero en el presupuesto. La guardia pretoriana, comandada por la 102, dejo muy claro que no se tolerarían la indisciplina y el desorden. La 102 era la peor, la más cruel y despiadada tirana que habían tenido. La número uno de los pilotos elite (Mana era la número 5). Una peleadora cuerpo a cuerpo formidable, Musashi no le tenía miedo, pero era estúpido buscarse una pelea sin necesidad. De ganar, sabía que sería duramente castigado. Nadie jamás se había atrevido a ponerle un dedo encima o buscarle camorra a un piloto elite, por más que se lo mereciera.

La 102 guió a los visitantes con su mejor sonrisa por las instalaciones. Se encontraba escoltada por su grupo, 32, 97 y 49. Los delegados estaban gratamente impresionados. En la despedida fueron todos en formación. Desde una tarima el jefe de la delegación pregunto si los chicos querían decir algo antes de partir. La mayoría deseaba que se fueran de una vez, confundidos entre ellos la guardia pretoriana les decían cuando aplaudir y con la mirada tomaban nota de quien ponía mala cara. Todos los chicos se veían animados y alegres para los delegados.

Algunos tomaron la palabra, subieron a la tarima y declararon lo orgullosos que estaban por haber sido elegidos, lo bien que los trataban. En el exterior estarían en un orfanato o en la calle, "pero aquí tenemos un hogar y una familia" dijeron algunos. Keita escuchaba todo. Los delegados era lo único en esos momentos que tenían la facultad de sacarlos a todos de allí. La única conexión con el desconocido y olvidado mundo exterior. Con las dificultades económicas que tenían, la disciplina en la base se había relajado, más dinero para sus amos solo significaba más opresión para todos. Sus compañeros aplaudían y victoreaban a cada chico cuando terminaba de hablar en forma mecánica.

Keita se dirigió a la tarima, uno de los chicos "voluntarios" a hablar se desconcertó ante el cambio del libreto, pero lo dejo pasar. 130 rostros lo miraban a la cara y los 12 delegados a sus espaldas estaban a la expectativas. La 102, la 32, el 97 y el 49 esperaban confiados otro discurso corto de "Gracias y Adiós". Keita dijo todo, todo lo malo, lo que los militares querían ocultar y con lagrimas en los ojos pidió que lo metieran en un orfanato o en la calle, pero que no lo dejaran ahí.

Los delegados estaban en Shock. La 102 se hizo cargo de la situación en el acto. Pregunto en voz alta a todos si era cierto lo que había dicho su compañero. Todos guardaron silencio. Todos menos Mana, que se salió de su sitio y dijo en forma clara:

  • Es cierto... todo lo que ha dicho mi compañero es cierto... y ¡yo también quiero irme de aquí y no volver jamás!.

La 102 mantuvo la compostura. En forma tranquila y confiada pregunto:

  • ¿Alguien más?- Los demás guardaron silencio. Uno de la guardia pretoriana grito: "¡Viva el proyecto T! ¡Abajo los malditos extraterrestres que provocaron el Segundo Impacto! ¡si se quieren ir que se vayan!". Todo el mundo aplaudió y vitoreo. Todos aprovecharon el momento para liberar la tensión contenida. Todos estaban aterrados, odiaban la maldita base con todas las fuerzas de su alma... pero no recordaban nada o no sabían nada de ese mundo de donde venían los delegados. Mana y Keita habían firmado su sentencia de muerte y nadie iba a secundarlos.

Los delegados prefirieron ignorar el desagradable incidente. Los militares les dijeron que si los dos chicos se querían ir, nada se los impedía... por su puesto que siendo menores de edad y la necesidad, por la seguridad del mundo, del secreto del proyecto era inevitable todo un papeleo y una burocracia infernal.

  • Los chicos se autogobiernan, nosotros solo orientamos y arbitramos cuando es necesario- Le dijo el oficial que en un futuro no muy lejano moriría torturado por Musashi- en estos momentos hablan con los dos chicos, les estarán preguntando por que mintieron y por que si se querían ir no acudieron a los canales adecuados...

  • El presupuesto que necesitan delos por aprobado... es más, creo que ya se esta pensando en un consorcio americano para la construcción del T-01... 5 países incluyendo el mío lo financiaran... pero tendrán que arreglar los problemas que tienen en la interfaz del piloto... podrán realizar pruebas con la unidad prototipo. Esperamos que el T-01 sea perfecto para empezar a construirlos en masa.

El grito de Auxilio de Keita no fue escuchado. La delegación solo era un saludo a la bandera. El presupuesto ya había sido aprobado de antemano... el mundo después del segundo impacto era un caos. La producción en masa de los T-Riden-T crearía empleos y reactivaría la economía. Negocios millonarios no se iban a detener por dos huérfanos desamparados salidos de quien sabe donde.


A Mana la sujetaban dos chicos y un tercero la golpeaba en el rostro. Se encontraban en un hangar. El tercer chico la golpeo en el estomago y ella cayo de rodillas. Todos los chicos estaban presentes, hasta Musashi y los lobos solitarios. Mana lloraba y trataba de recuperar el aire. Tenía la cara hinchada, un ojo morado y los labios rotos. Musashi apretaba los puños y se contenía a duras penas. La 102 se acerco a Mana y la pateo con todas sus fuerzas en las costillas. Los delegados ya se habían ido y todo volvía a la "normalidad".

  • Te salvaste por que hasta hoy nunca habías dado problema... pero que seas de los nuestros no significa que me puedes dejar en ridículo impunemente... a los demás piloto de elite que les quede claro, ¡o están con nosotros o contra nosotros!... espero 28 que tu desempeño no decaiga y que aprendas a elegir mejor a quien le debes lealtad... ¡tráiganme al otro!...

Keita estaba frente a frente con la airada chica. Había observado la golpiza a Mana impotente, pero sabía que a ella la perdonarían. Lo que no era su caso. Sin Mana o Musashi no hubiera durado tanto. Lo habían sujetado y hasta ahora no tenía ningún rasguño. La 102 lo iba a hacer pedazos con sus propias manos y nadie debía meterse. El joven cerro los ojos resignado. El no era rival, apenas le llegaba al hombro. Ni Musashi se atrevía a pelear con ella, en el caso improbable de que Keita le ganara solo empeoraría todo. Ella iba a matarlo a golpes y a patadas como se mata a una alimaña delante de todo el mundo. Era muy buena en eso y no era la primera vez. Él no iba a defenderse, ni siquiera daría un golpe.

Keita recordó a los otros chicos que como él eran débiles y desamparados. Nunca dijo nada cuando los mataban a golpes, solo agradecía que no era él. Cada grupo cuidaba a los suyos. A Mana le gustaba compartir los dulces y chocolates que como privilegio especial le daban. Musashi era muy bueno con él... a su manera hosca y distante. Los dos eran excelentes personas y pronto encontrarían un sustituto mucho mejor que él, mucho más útil de lo que él había sido. Era la ley, el fuerte vive y el débil muere. El de arriba aplasta sin piedad al de abajo. En cierta forma era mejor que todo acabara de una vez.

"Mana me llorara, pero Musashi no... se olvidaran de mí en poco tiempo...será como si nunca hubiera existido... ¡cuando menos se salvaron de esos fastidiosos y ridículos Funerales de Héroes caídos en combate!" se dijo con amargura, pero en el fondo de su corazón le hubiera gustado para él una despedida así con todos los honores, los chicos y el personal de la base en formación, el minuto de silencio, saludo militar y 21 salvas, discursos sobre una gran perdida y que la vida del chico o chica debería ser modelo a seguir por todos, por sus virtudes y el valor demostrado más allá del cumplimiento del deber. El era un niño y ese acto solemne siempre lo impresiono. Mana tenía sus castillos en el aire, Musashi el simulador y un pobre paria como él anhelaba un funeral de Héroe verdadero, morir después de realizar una gran hazaña. A los chicos débiles como él, a los parias, solo se les tiraba a la basura o los enterraban en una fosa común.

  • ¡Hasta hoy viviste número 35!- fue lo que escucho de la
  • Keita apretó los dientes y los párpados con fuerza. Muerto de miedo espero el primer golpe.