Evangelion, Girlfriend of Steel 15

Mana Kirishima, la bella que amansa a la bestia, la doncella que doma al unicornio.

Sueños y Pesadillas

Neon Génesis Evangelion pertenece a Gainax. Este Fanfic es hecho sin ánimo de lucro.

Contenido Adulto

Mana se despertó sudada y muerta de terror. La misma pesadilla. El mismo recuerdo que la atormentaba. Ahogo el grito a tiempo. Trato de serenarse y volver a respirar normalmente. La Mayor Katsuragi dormía apaciblemente. Ella se levanto y fue a la cocina a beber agua. Allí se encontró con Shinji.

Shinji recordaba la pelea contra el Robot de Musashi, el T-Riden-T unidad 01. Casi agradeció que los EVAS fueran creados exclusivamente para combatir a los ángeles. Nunca volvería a pelear contra una maquina que tuviera un ser humano adentro.

De lo que Asuka le dijo ayer... no sabía que pensar. Tenía un sueño que no lo dejaba dormir. De Ayanami llamándolo, pidiéndole ayuda y el buscándola sin poder encontrarla. Generalmente él rehuía las confrontaciones y prefería ignorar lo desagradable, pero en esta ocasión tendría que hablar con Rei y aclarar esto.

  • Veo que tu tampoco puedes dormir- le dijo ella en forma amigable.

  • No, solo vine a tomar un vaso de agua- Dijo incomodo.

Shinji era educado y atento con ella, pero trataba en lo posible de evitarla. Misato ocultaba su desagrado, la ayudaba a ella y a Musashi por el cariño que le tenía a su protegido. Los dos la trataban como una huésped... pero ella no podía salir del departamento, ni hablar con nadie. El encierro y la soledad la estaba volviendo loca. Ella tenía la misma pesadilla todas las noches, la pelea del EVA 01 con el T-01.

  • Charlemos un rato, si no puedes dormir... ¡por favor!

  • Mana, no soy muy hablador... ya deberías saberlo... ¿de que te gustaría hablar?

  • Shinji, en realidad no puedo dormir... ¿me dejarías dormir contigo?... la Mayor esta dormida... no quiero molestarla... no le tengo tanta confianza... ella me deja dormir con ella en su cuarto... pero...

El cuarto de Asuka estaba cerrado con llave. Misato y Shinji estaban amenazados de muerte si había el menor indicio de que Mana había entrado o de que ella dormía ahí en su ausencia.

  • No creo que sea una buena idea Mana...

  • ¡Solo por esta noche!... me levantare temprano y ella no se dará cuenta...

Los dos se acostaron en el Futton del muchacho, dándose la espalda y sin tocarse. Ella se sentía mucho mejor. Sonreía y estaba alegre.

  • ¡Te lo pagare con un rico desayuno!- Dijo ella, feliz. Shinji seguía pensando en Rei y en Musashi. Asuka no mentiría en algo tan serio.

  • Mana, desde que estas aquí no has preguntado por Musashi ni una sola vez...

  • Shinji,... ustedes me retienen como rehén... el no va escaparse ni hacer nada que me ponga en peligro... solo queremos nuestro dinero y la nueva identidad que nos darán...

El "ustedes" le dolió al muchacho. Pero era verdad. Mana no iba a hacer nada que perjudicara a Musashi, ni él nada que la perjudicara a ella. Estaban a merced de NERV y solo contaban con su palabra de cumplir con el trato. Tenerlos separados, sin comunicación o contacto era parte de la estrategia de NERV.

Ella le contó que sin Musashi no hubieran sobrevivido. Los otros pilotos, los otros niños eran "malos" y sus superiores eran crueles. Musashi no hablaba o se comunicaba con nadie, siempre vivían castigándolo y en la celda de aislamiento. No podían doblegarlo, ni someterlo. En las pruebas con el simulador destruía todo, amigos o enemigos. Su pericia y talento era legendaria entre los chicos. Los Militares siempre le ponían las pruebas más difíciles, el joven "mataba" a sus compañeros de equipo asignados y completaba la misión solo.

Los tres congeniaron en el acto. Mana y Keita estaban de recién llegados. A Musashi le habían dado una brutal paliza, estaba a parte de los demás. Cada quien tenía su grupo y fuera de él los demás eran rivales. Los tres eran niños pequeños, de edad indeterminada. Mana tenía una puntuación muy alta para una novata, Keita era un desastre. Cualquiera de los grupos hubiera aceptado a Mana... sin Keita.

  • Niño, nos falta uno para ser equipo de tres, ¿te nos quieres unir?- Dijo la Mana-niña. Musashi miro a Keita, era gordo, robusto y un poco más alto que él. Estaba muy concentrado sacándose un moco de la nariz. "No va a durar ni cinco minutos... a la boba la reventaran en un par de meses" se dijo. No se digno en contestar.

  • Me llamo Mana Kirishima, soy de Kyoto. El es Keita... ¿cómo te llamas?- El niño seguía sin hablar. El muchacho estaba lleno de golpes, cardenales y moretones. Mana recordó las palizas que le dieron a ella por llorar los primeros días. Las pastillas que les daban no le gustaban, pero si no te las tomaban te ponían una inyección. Al final, como los demás hacías cualquier cosa por la pastilla esa. Te hacía sentir tan bien que pasabas por alto su repugnante sabor.

Mana tomo a Musashi de la mano y con Keita de la otra fueron a un grifo de agua cercano. La joven saco un pañuelo limpio y lo humedeció. Ella entonces se puso a atender las heridas hasta que el pañuelo blanco se volvió rojo. Musashi parpadeaba un ojo de dolor, pero se dejaba curar sin problemas y sin quejarse. El muchacho sanaba rápido y estaba acostumbrado a esas palizas, cuando no lo estaban castigando, estaba peleando con otros pilotos por cualquier tontería.

  • ¡Termine!... eres de nuestro equipo ahora, ¿cómo te llamas?- Dijo ella con una sonrisa. El no tenía nombre. Los militares le decían número 03, Mana era la 28 y Keita el 35.

  • Número 03 primera Serie- le costaba hablar, nunca lo había hecho hasta ahora con alguien.

  • ¡Eso no es un nombre! Es tu código de identificación. ¿No tienes nombre?- El niño no decía nada

  • Como no tienes nombre, te pondremos uno... ¿te gusta Musashi? Un señor que era amigo de mi papa se llamaba así... siempre me traía caramelos y era muy bueno... su esposa era amiga de mi mama... salíamos a pasear y a pasar las vacaciones en Osaka...

Musashi no volvió a hablar en varios días. Mana no paraba de hablar, siempre con su inseparable Keita al lado. Para Mana era oficial que los tres formaban equipo y que por lo tanto siempre debían estar juntos. Shinji no pudo evitar sonreír, cuando Mana se auto proclamó novia suya se convirtió en su sombra, no lo dejaba en paz. Ya se imaginaba el calvario del pobre Musashi. Mana era un brisa fresca, todo optimismo, alegría y energía. Para alguien tan apocado como Shinji y amargado como Musashi era exasperante y al mismo tiempo embriagante. En medio del comedor y delante de todo el mundo estallo después de varios días:

  • Número 28, ¡CALLATE!... 35, ¡SACATE ESE DEDO DE LA NARIZ!- Todos en el comedor se quedaron en silencio boquiabiertos. Keita se saco el dedo de la nariz, y Mana se quedo con los ojos abiertos y la boca cerrada, sin saber que decir. Musashi saboreo el repentino silencio... por poco tiempo.

  • ¡Que grosero y maleducado eres!... y me llamo Mana Kirishima- Dijo ella a punto de llorar- ¡No te volveré hablar jamás en mi vida!...

Después se enfrasco en un monologo sobre lo groseros y maleducados que eran todos los niños y de uno en especial, del que no iba a decir su nombre. La paciencia de Musashi se encontraba en su límite.

  • ¡Dices una palabra más 28 y te hundo la cara en tu plato de comida!- Dijo él. Ella guardo silencio, después de sacarle la lengua desafiante.

  • ¡Antipático!... y me llamo Mana Kirishima… y soy de Kyoto... cuando mis padres vengan por mí les voy a decir que se lleven a Keita y a ti te dejen...

Ella guardo silencio. Tratando de contener las lagrimas, ofendida y molesta. Musashi considero no cumplir su amenaza, la chica no le tenía miedo, si estaba callada y no le hablaba era por que la había ofendido. Mana necesitaba creer que sus padres estaban de viaje y que pronto vendrían por ella. Keita los veía a uno y a otro. Mana era su mejor amiga y el venía de la calle, padre desconocido y madre muerta en ajuste de cuentas entre criminales. Sus recuerdos antes de entrar al proyecto T eran borrosos y confusos. El era más alto y robusto que Musashi, pero era de carácter dócil y con las drogas sumiso. Desde ese día quedo claro para todos que Musashi era el líder, Mana la segunda al mando y Keita el fiel subordinado.

  • Musashi... ¿yo si puedo hablar?

  • ¡Mientras no digas tonterías!, sí 35- Dijo el malhumorado niño. Aclarado este punto Keita guardo silencio satisfecho. Mana le tiro una mirada asesina, "traidor, ingrato... ¡como todos los hombres!". Dignamente y con la frente en alto guardo silencio y los próximos días para decirle algo a Musashi usaba al bobalicón de Keita ("Dile al niño ese"…). Musashi seguía llamándolos por sus números, pero solo hablaba con ellos. Musashi era su nombre ahora y el "número 03" era como lo llamaban quien no era de su "grupo".

Los tres niños se llevaban bien entre juegos y peleas. Las drogas y las neuro-cirugías minaron la salud de Keita. A Musashi y a Mana parecía no afectarles, pero Keita al poco tiempo adelgazó, siempre estaba enfermo de algo. De ser el más alto de los tres, se volvió el más pequeño cuando crecieron. Un joven pálido y raquítico. El físico de Musashi era impresionante, a pesar de conservar su frescura de niño. Mana se convirtió en una belleza en poco tiempo.

Musashi "asesinaba" sin piedad a los compañeros que le asignaban en el simulador, completaba la misión y regresaba a su base para "exterminar" a sus amos. Era un poder y una fuerza de destrucción sin igual. Los militares estaban impresionados. El chico peleaba hasta la destrucción total. En el simulador "moría" matando. No importaba que inventaran, el muchacho en el robot era imbatible.

Las drogas y el simulador era todo el universo de Musashi. La puntuación de Mana era una de las diez más alta, la chica era precisa y letal. Buena trabajando en equipo y un talento nato para labores de reconocimiento e inteligencia. Era un elemento de cohesión y unión en los grupos que era asignada. Pero odiaba las drogas y al robot. Su desempeño era sobresaliente, pero Musashi estaba por encima de todos ellos como el cielo esta por encima de la tierra.

Keita idolatraba a Musashi. Su palabra era ley. Con Mana podía discutir, razonar con ella, salirse con la suya si la adulaba o ponía cara de cachorro triste, pelearse y embromarla a veces. Mana era una cariñosa mama y una hermana mayor fastidiosa. Musashi lo alentaba siempre y lo ayudaba a superarse. Era uno de los peores pilotos, con las puntuaciones más bajas. Nadie lo quería de compañero en el simulador. Musashi no permitía que nadie se metiera con él. Ensañarse con el débil era el deporte nacional, los mismos militares alentaban las peleas entre los chicos y la rivalidad extrema. Los Parías sin compañeros, con puntuaciones bajas sucumbían en ese ambiente. Nadie los lloraba, un día simplemente no estaban y nadie se molestaba en preguntar por ellos.

Las peleas entre los chicos eran continuas. Las drogas convertían a algunos chicos en lobos solitarios como Musashi o en dictadorzuelos sádicos y crueles que gozaban en humillar e infligir dolor a los demás. Completamente fanatizados por los militares, eran una Gestapo, la KGB, una banda Talibana obsesionada con el orden y la disciplina. Una pesadilla y un tormento más para los otros pilotos.

El joven llamaba a Keita por su nombre, solo lo llamaba por su número delante de los otros chicos o de los militares. En general era hosco y callado. A Mana siempre la llamaba por su número, ella siempre acataba sus ordenes, a regañadientes a veces, pero lo hacía en forma creativa y hábil. Mana era siempre quien le curaba sus heridas y con quien podía hablar con un igual. Mana era como su otra mitad. Era sensata e inteligente, admitía de mala gana. Por su nombre solo la llamo en muy contadas ocasiones.

La primera vez fue en una ocasión en que ella nuevamente volvía con el tema de que sus padres estaban de viaje. Ella decía que volverían por ella y los tres vivirían juntos. Keita la escuchaba embelesado, ella le explicaba que irían a una escuela, que tendrían un cuarto para cada uno, juguetes...

  • ¿Qué son juguetes?- Pregunto Keita.

  • Mana tus padres están muertos, de lo contrario no estarías aquí. ¡No tienes a nadie allá afuera que venga a buscarte, ni que sepa que estas aquí!...- Dijo Musashi en forma clara y cruel. Era la pura verdad, sin adornos.

Los tres se quedaron callados. Musashi no entendía que ganaba Mana mintiéndose a si misma, teniendo sueños imposibles, ilusiones vanas, esperanzas sin fundamento. Solo significaba decepcionarte, levantarte cada día esperando con el corazón en la mano que el día en que vendrían a buscarte era hoy. Para luego pensar al acostarte, molida y agotada en la noche, que sería mañana. Y así hasta que te murieras.

Mana se quedo callada, sus ojos se perlaron de lagrimas. Sollozo en silencio y después lloro sin pudor. Su castillo en el aire estaba hecho pedazos. Keita estaba a punto de llorar también, pero se contuvo. Musashi los miraba indiferente y sereno. Drogas y Simulador para él hasta el día de su muerte. No se podía esperar, ni desear nada más.

Mana estuvo deprimida varios días. Sin apetito y sin ganas de nada. Bajo en su desempeño como piloto y con ello de Status. Comenzaron a molestarla y a buscarle camorra. Si no hubiera sido por Musashi le hubiera ido peor. Un día sencillamente le saco la lengua a Musashi y le dijo: "¡Antipático!" y volvió a ser la misma de antes. Ella le dijo a Keita que había soñado con sus padres y sus hermanos.

  • Están en un castillo, pero ¡solo se ve cuando amanece o anochece!

Musashi los encontró a los dos pendientes del cielo en la tarde, mirando las nubes y los cambios de luces. "¡Que par de idiotas!" se dijo y siguió su camino.

  • Keita, ¡es tarde! Lo buscaremos mañana temprano...- dijo la chica

  • ¡Sí!- le dijo él.

La segunda vez fue cuando se encontraba de más malhumor que de costumbre. Gruñón e insoportable. Llevaba todo el día llamando a Keita por su número y a Mana la regañaba por cualquier tontería. Mana estaba haciéndole caras, agrandándose la boca con las manos o aplastándose la nariz con un dedo, inflando sus cachetes para parecer un cerdo.

  • 28 ¿qué estas haciendo?

  • Es para ver si te ríes... – Dijo ella con una alegría contagiosa.

  • No tengo ganas de reírme Mana- Dijo el chico hundiéndose más en su miseria. El siempre sonreía para amenazar o amedrentar. Reía de forma feroz cuando aplastaba y destruía todo a su paso en el simulador. Era una risa silenciosa que más bien era un sollozo. En su maquina era feliz, no podía ser herido o lastimado. Era invencible, el número uno.

La chica recostó su cabeza en su hombro. "¡Antipático!" le dijo. Se quedaron así largo rato. Mana seguía sonriendo. Musashi se sintió más calmado y menos miserable. Seguía serio, pero sin el ceño fruncido.

Otra vez fue cuando Keita intento escapar solo. Los militares lo golpearon brutalmente. Del proyecto T solo quedaban ellos tres y con un presupuesto de subsistencia. Las pruebas las hacían en el simulador y en el Robot Prototipo. El T-01 estaba siendo construido y sería el arma final absoluta definitiva. Los dos se turnaron para cuidar a su malherido compañero.


  • Shinji, ¿puedo dormir mañana contigo, como hoy?

  • Sí, pero no olvides que tienes que levantarte temprano...


La ultima vez fue cuando la mandaron con la misión de espiar. Musashi le prometió que la esperarían y que sin importar como, los tres volverían a estar juntos.

  • Recuerda siempre que te llamas Mana Kirishima, eres de Kyoto y que te esperamos Keita y yo...

En Tokio-2 fue como regresar a su vida anterior. Los Militares encontraron que con ella no tenían que reinventar la rueda. Era lista, fresca, encantadora en forma natural. Del sexo solo sabía lo teórico, los militares no quisieron arriesgarse enseñándole nada práctico. Era estéril, posiblemente frígida. No sabían a que atenerse con respecto a la sincronización, una chica que no fuera virgen en cuerpo, mente y alma levantaría las sospechas de NERV. El tercer elegido ya había rechazado a otras chicas y los Militares especulaban si sería por que "Sincronizándose" con ellas encontraba algo malo.

A partir del primer beso todo fue a pedir de boca. Fue un noviazgo corto, pero intenso. La primera cita fue un paseo, el beso en la boca era lo que la tenía asustada. Los militares se encontraban pendientes, pero al final se felicitaron. Lo natural y espontáneo supero en forma definitiva a lo ensayado y practicado. Los de NERV se encontraban pendientes también, nada en la actitud de la chica hacía pensar que no fuera su primer beso, que su nerviosismo e inexperiencia fuera fingido ("¡que suerte tienen algunos!" se dijo el oficial a cargo de la seguridad del Tercer Elegido)

Ella seguía con el cosquilleo en los labios, cerró los ojos para volver a saborear ese momento. "Para ser un chico tan cerrado y tímido besaba bien" celebraban con burlas y risotadas los militares. Mana recordó por que hacía todo esto, por que tenía que seguir. "Estaré pronto con ustedes, chicos". Ahora tenía que concentrarse en ver la forma de sacarle a su "novio" toda la información que querían sus amos. Ella se pregunto, si así como lo había besado podría tener relaciones, de ser necesario.

Mana y Shinji se encontraban profundamente dormidos. El noviazgo de ellos fue de colegiales inocentes. Se agarraban de la mano y se besaban a escondidas. Mana era la novia perfecta. Los militares le dijeron a ella que se diera a respetar, pero que lo mantuviera interesado. Para alivio de ella Shinji nunca buscaba propasarse. Muy acaramelados se besaban en forma inocente por iniciativa de Mana.

Mana fantaseaba a veces. El psicólogo le decía que la ayudaría a estar mentalmente preparada para tener relaciones con el "Blanco" cuando fuera necesario. Si consolidaba la relación o servía para sacarle información importante no debía dudar. Ella esperaba la iniciativa de él. En su fantasía Shinji la besaba en forma más atrevida, ella protestaba entre requiebros, como debía hacerlo una chica decente. Sentada en sus rodillas el muchacho le acariciaba las nalgas y la espalda, empezaba a desnudarla y ella se encontraba en ropa interior y él solo con sus interiores. El joven se quitaba su última prenda y su miembro... Mana se sonrojaba y dejaba su imaginación hasta ahí.

Masturbarse era doloroso para ella. Tenía que concentrarse mucho para "bloquearse" y no sentir nada ahí abajo. Sus músculos vaginales acariciaban su dedo y lubricaba en forma mecánica su vagina. No sentiría placer, ni dolor mientras no hubiera tensión emocional. Las "molestias" serían mínimas y ella debía de concentrarse en el placer del "Blanco". Los militares no la presionaban y esperaban no llegar a eso. Ella podría por otros medios conseguir la información y lo más seguro sería que el chico perdiera el interés en ella después de "tirarsela"... claro que si ella se esmeraba era posible que ocurriera todo lo contrario.

Mana se despertó temprano y sin Shinji despertarse se levanto. Se le quedo mirando un rato. Había dormido muy bien. Ella siempre podía contar con él. Fue a prepararle un desayuno especial. Parte de su entrenamiento fueron clases de cocina, pero de novia nunca llego a cocinarle nada. Se quedo mirando el amanecer y a esperar que todos se despertaran.