Eva1
Un relato de algunos aspectos de mi vida sexual con momentos muy significativos para mi
Hola, me llamo Evelina, soy trigueña, mido 1.50 mts, delgada, pechos medianos talla 34 copa B, pelo quebrado negro.
Mi vida de sexual ha sido de mucha actividad, me he ido a la cama con 4 hombres y con muchísima acción sexual con cada uno de ellos, actualmente estoy casada con el último y a continuación comentaré como me inicie en el sexo.
Desde los 13 años descubrí el placer del sexo en forma autónoma, me acariciaba la vagina y sentía delicioso, casi a diario me masturbaba, en la regadera cuando me bañaba me gustaba meterme objetos en la vagina como un desodorante, el mango del cepillo, la llave del agua de la tina o lo que encontrara en forma de penecito y gozaba hasta llegar al orgasmo, para dar rienda suelta a mis calenturas de joven que ya se habían despertado a esa temprana edad.
Mi primer encuentro sexual fue con un novio que tuve en la preparatoria, el se llamaba Manuel y era muy caliente, todo el tiempo durante los descansos o en el salón de clase se me quedaba viendo y me desnudaba con la vista, me calentaba mucho cada que me lo encontraba por la forma en que me veía, es por eso que lo acepte como novio, yo tenia ya 16 años, asistí a una escuela de monjas antes de ingresar en la prepa por lo que me porté muy bien durante mucho tiempo y por lo mismo fue que ya no me aguantaba las ganas de algo más que solo masturbarme, necesitaba sexo de verdad con un chico que me diera placer mas real, me moría de ganas por palpar en mis manos una verga sin tener que usar la imaginación, que fuera de carne, grande y bien paradita, que palpitara de deseo en mis manos y que quisiera penetrarme para darme el placer que siempre había imaginado en mis momentos calientes, el era de 1.67 mts de estatura y complexión normal de 70 kg más o menos, ojos cafés y ya después pude comprobar (así como me lo imaginé) que tenia el pene grande y grueso, media aproximadamente 17 cm y unos 3 de diámetro.
Con él aprendí a besar pero no había podido llegar a más en un buen tiempo porque siempre me llevaba mi papá a todas las fiestas y regresaba temprano por mí, como a las 12 pm. cuando mas tarde, por lo que después de tratarnos un tiempo aprendimos a acariciarnos mutuamente, a besarnos, a sentirnos y ya con más confianza nos gustaba cuando íbamos a las fiestas apartarnos lo mas que podíamos de los demás para seguir con lo nuestro, lo que nos gustaba a los dos, que era seguir besándonos y poco a poco fuimos adquiriendo más confianza y avanzábamos en caricias mas atrevidas y cachondas, hasta que un día en que nos encontrábamos solos en un lugar apartado, me empezó a tocar los pechos, yo al principio me resistía porque me daba pena, pero en el fondo deseaba que el insistiera y me tocara, pasado un poco mas de tiempo, me dejé tocar los pechos sobre la ropa y cada que lo hacía, yo no aguantaba y me venía en seco y continuamos con nuestras cachonderías siendo yo la que tomó la iniciativa en el siguiente paso ya que en medio de besos y caricias de él a mis pechos, le acaricié ligeramente el pene por primera vez sobre el pantalón, yo me super calentaba pensando en el tamaño que tendría además de sentir por primera ves el pene de un hombre, me encantaba estar parada frente a frente y abrazarnos y besarnos ya que así juntitos, yo sentía en el vientre su pene parado por encimita de la ropa , me movía para sentirlo mejor y me gustaba voltearme de espalda a él para sentir su dureza en mis nalgas mientras que me abrazaba y me atraía hacia él, hasta que en una ocasión no aguante más, me solté del abrazo y me agaché apretando las nalgas a su pene y se las restregué fuertemente hacia arriba y hacia abajo para sentir en medio de las nalgas su verga parada, él aprovecho y por primera vez me toco la vagina, atrayéndome hacia su cuerpo fuertemente provocándome un orgasmo delicioso que me hizo gritar a todo pulmón por el placer que sentía al estar viniéndome sin parar en un orgasmo delicioso y laaaargo, debido al grito de placer que dí, nos tuvimos que alejar rápidamente del lugar para evitar miradas y comentarios indiscretos.
Un día temprano nos escapamos de la escuela y nos fuimos a la playa que queda como a 30 kms de la Ciudad donde vivíamos, era una mañana preciosa y el mar estaba muy tranquilo, yo llevaba un vestido holgado que me daba por debajo de las rodillas con escote pronunciado y una pantaletita chiquita, me quite los zapatos y me subí el vestido arriba de las rodillas ante los atónitos ojos de él que se empezó a calentar y metí los pies al agua, el se arrolló los pantalones y me siguió de inmediato sin dudarlo; en esta playa entre semana no va la gente y por lo tanto estaba desierta, por lo que nos empezamos a calentar besándonos y acariciándonos, el empezó a rozar mis senos y a tocar por segunda vez mi vagina por encimita de la ropa, sentí la caricia súper deliciosa, nunca pensé que se sintiera así de rico y le permití seguir haciéndolo ya que a los primeros segundos me estaba viniendo en seco, él se dio cuenta y continuó en su labor de tocarme, me subió un poco mas el vestido, metió la mano por debajo y me toco la rajita sobre la pantaletita y comprobó mi enorme humedad por abundantes líquidos lubricantes que ya para entonces salían a ríos de mi vagina, me hizo a un lado la pantaleta y me metió un dedo directo en la rajita, por lo que de nueva cuenta me vine de inmediato, yo con mi temperamento super caliente, aproveche para agarrarle firmemente el pene sobre el pantalón y sentir mejor por primera vez el pito de un hombre ya que la vez anterior solo se la había acariciado muy levemente, nuestra cachondez estaba al máximo y yo quería y necesitaba más, pero en ese lugar me daba pena, por lo que juntamos el dinerito que llevábamos y nos dirigimos a un hotelito lugareño, a mi me daba mucha pena que me vieran, así que él entro primero y yo lo espere en la esquina, desde la ventana me hizo señas diciéndome el numero del cuarto en que estaba, yo entré casi corriendo y volteando la cara al lado opuesto del mostrador para que no me vieran, entré al cuarto y el me esperaba con los brazos abiertos, no seguimos besando y acariciando con toda libertad, lejos de cualquier mirada indiscreta, avanzábamos rápidamente en hacer nuestras caricias mas y mas atrevidas y cachondas, yo ya no pensaba, me dejaba llevar por la calentura hasta que no soporté más y me dejé llevar por mi temperamento caliente y tome la iniciativa, me senté en la cama con él de frente a mi y le desabroche el cinturón, dándole un fuerte tirón aventándolo hacia atrás, le desabroché el pantalón y le baje el cierre, metí mi mano para sentir de nuevo ese pene sobre la truza de él que había crecido al máximo, estaba dura como un palo de madera, se la saque por encimita de la trusa y la seguí acariciando ya en carne directa, palpitaba como si gritara “lámeme” y le salían gotitas de lubricante por la enorme cabeza, yo la miraba y examinaba desde la cabeza hasta donde terminaba en los enormes huevos cubiertos de pelo negro y seguramente llenos de leche, quería grabar en mi mente esa imagen para futuras ocasiones en que estuviera sola para masturbarme recordando ese pene parado, le seguí acariciando y jalando el glande hacia delante y atrás, él gemía de placer, por fin le quité la trusa junto con el pantalón y quedo desnudo de la cintura para abajo, por lo que le saque la camisa también, me excitaba mucho tenerlo completamente encuerado frente de mi mientras yo permanecía vestida, me fascinó verle la verga que bien parada que palpitaba de deseo por mi, el me empezó a besar el cuello y a tocarme por encimita del vestido, me apretaba los pechos, me acariciaba la cintura, las nalgas y sobre todo mi coñito hasta que me empezó a quitar el vestido dejándome en brassier y la pantaletita pequeñita, yo no le permití seguir desnudándome porque me daba mucha pena que me viera desnuda y le pedí que apagara la luz y cerrara las cortinas, ya en lo obscurito me siguió acariciando los pechos hasta que me los sacó del brassier y me los empezó a lamer, se metió a la boca mis pezones que habían crecido enormemente y estaban duros y bien parados de tanta excitación, los empezó a mamar con mucha fuerza sin parar y yo sentí que me estaba succionando la vida por los pezones que parecían reventar al sentir por primera vez en mi vida una boca mamándomelos, era una sensación deliciosa, cuando se deleitó un buen tiempo chapándomelos intentó quitarme la pantaleta pero a mi me daba mucha vergüenza quedar desnuda y no se lo permití, así que solo la hizo a un ladito y me empezó a meter su dedo mmmmmmm que deliciosa sensación, me vine varias veces seguidas, el me acerco su pito al coño por encima de la pantaleta y me empezó a frotar los labios mayores y el clítoris que había crecido a un tamaño que ni yo misma lo había sentido así antes, pero cuando me la quiso meter lo detuve y le dije que no, que yo era virgen y que mi educación y religión me impedían que me penetrara porque quería permanecer así hasta el matrimonio, el se disgusto al principio, pero yo le gustaba demasiado y me deseaba muchísimo, así que se conformó con besarme todo el cuerpo y meterme en la vagina sólo los dedos para masturbarme, me provocó orgasmo tras orgasmo y de cuando en cuando yo le jalaba su verga haciéndole una sabrosa chaqueta, me gustaba mucho verla, sentirla, tocarla, jalarla, apretarla, olerla, sentir en mis manos la dureza de una verga real y de verdad, nunca me imaginé lo hermosa y deliciosa que era la verga de un macho, como que aún no podía creer que YO tuviera a mi vista, a mi alcance, la verga desnuda de un hombre, me parecía que estaba soñando, no me cansaba de verla, admirarla y acariciarla, él ya no pudo mas y con un disparo potente, aventó su semen con fuerza en mis manos, dándose una super venida al tiempo que expulsaba borbotones de leche y yo me vine otra vez en seco, ya que era la primera vez que veía tan magnífico espectáculo, la esperma de un hombre brotar de una verga real y que yo había provocado tal venida con mi mano mmm que excitante y delicioso, me encantaba ver que se estuviera viniendo a chorros en mi mano, le seguí chaqueteando la verga hasta vaciarle completamente los huevos de leche, descansábamos unos momentos para reponernos y después seguir por varias horas dándonos un placer inimaginable para mi que era mi primera vez a solas con un hombre, disfrutando mi cuerpo, mi sexo y el de él, cada que se venía, yo también me venia de tanto que me excitaba ver salir los chisguetes de leche de su verga.
Así sucedieron muchas veces en que buscábamos un rincón o un lugar donde estar solos para gozar del sexo y de nuestro cuerpos, los papás de él tenían una casita de verano en la playa y ahí íbamos las veces que nos podíamos escapar, pero en una ocasión que estábamos en eso, en la posición de “cucharita” el atrás de mi estando de pié, yo ya había tomado mas confianza y me bajaba los calzones para sentir mejor en mi piel su verga parada, el me frotaba los labios de la vagina con el movimiento de adelante – atrás como si me estuviera cogiendo sin penetrarme, solo friccionando mi vagina para darme placer y en una de sus embestidas para atrás y para adelante, yo al estarme moviendo también, como que levante las nalgas y en que él empujaba su verga hacia delante, sin querer, me metió la cabeza de su verga en el culo, entró relativamente fácil porque toda su verga estaba cubierta de mi lubricante y yo pegue un grito de dolor y un salto que de inmediato me saque su verga del culo y le reclame que porque lo había hecho, diciéndome que fue sin querer, pero en que el se disculpaba, yo recordaba el dolor pero más la deliciosa sensación de haber sido penetrada por primera vez por la verga de un hombre y a pesar del dolor, me gustó y por mi cachondez deseaba sentirla dentro de mi otra vez y no pensándolo mas, le pedí que me la metiera de nuevo por el culo, no me importaba porque por ahí no había problema ya que no perdería mi virginidad y me encantó sentirlo dentro de mi, por lo que él feliz por mi anuencia, me la empezó a meter de nueva cuenta despacito y poco a poco, primero me entro la gran cabeza, luego un pedacito del tronco y no llevaba ni la mitad adentro de mi cuando un torrente de leche me inundo el culo provocando que de un solo golpe me metiera la verga completa hasta que chocaron sus huevos con mis nalgas, yo al sentir que me inundaba de leche caliente el culo, me di la venida de mi vida … que delicioso había sido ser penetrada al fin por toda una verga completita por primera vez y mas sentir la descarga de leche caliente dentro de mi.
Como es de suponer cada que podíamos, nos íbamos a coger lo mas seguido posible y durante el mayor tiempo que podíamos, gozábamos increíble muuusssshhhhoooo pero muuusssshhhhoooo, nos veníamos como locos, yo sacaba enormes cantidades de jugos vaginales y él me llenaba de leche el culo con sus múltiples venidas hasta quedar extenuados y secos, me super encantaba coger pero siempre me cogía por atrasito, hasta que en una ocasión que íbamos a iniciar una sesión de sexo, yo estaba tan caliente que no pude aguantar a que me lo metiera despacito y poco a poco con salivita para que se me dilatara el agujerito y que yo me clavara solita bruscamente en su verga de un solo golpe y me rompió el culo, me empezó a sangrar y me espanté mucho por lo que tuvimos que dejar pasar un buen tiempo sin coger para esperar hasta que me sanara el culito y una vez que me cicatrizó y no me dolía ya, continuamos cogiendo un sin número de veces.
Como ya tenía confianza y ya no me daba pena, cuando salía con él me quitaba la ropa interior y para que me tocara el coño donde estuviéramos, en el súper, en una fiesta, en la calle, en cualquier sitio, claro cuidando que nadie nos viera y a mi me encantaba porque me ponía muy cachonda y mi lubricante escurría por mis piernas, me calentaba mucho la sensación y el peligro que alguien se diera cuenta de mis escurrimientos por las piernas porque me mojaban hasta los zapatos.
En mi casa ya lo conocían como mi novio y le tomaron confianza, nos dejaba mi mamá ver la televisión en mi recámara acostados, ¡con la puerta abierta claro! nos dábamos nuestras mañas y tapándonos con una colcha o cobija, se sacaba la verga y me rozaba el coño y las nalgas primero sobre la ropa y mas adelante que no nos veían yo me subía el vestido y me quitaba las pantaletas para darle mas facilidad a rozarme y sentir mejor en mi piel su verga parada.
Posteriormente ya en la facultad, conocí a mi primer esposo Ismael y nos hicimos novios, con él tampoco pude esperar mucho y tuvimos sesiones de sexo similares a mi anterior novio hasta que al terminar la carrera nos casamos, fuimos de luna de miel a Las Vegas, ahí me entregué a él y perdí mi virginidad ya que fui penetrada por primera vez por el coño.
Al pasar el tiempo él se empezó a ir a trabajar fuera de la ciudad, al principio iba a visitarme los fines de semana y gozábamos del sexo en forma interminable, yo disfrutaba enormemente y aprovechaba el poco tiempo que estaba él para coger, coger y seguir cogiendo, compraba revistas de sexo y alquilaba películas porno para aprender mas sobre la práctica del sexo y sobre todo para aprender posiciones a fin de disfrutar al máximo nuestras sesiones sexuales, me encantaba ser penetrada por el coño, por el culo ya no lo hacia ya que a mi esposo no le gustaba cogerme por ahí, pero no me importaba ya que ahora podía coger con el coño sin remordimientos ni peligro alguno.
Posteriormente él dejó de visitarme y pasaron cosas y hechos que yo no soporté y un día tome la decisión de terminar nuestra relación; yo seguí mi vida normal pero no olvidaba mi dolor y el llanto me ganaba en ocasiones estuviera donde estuviera y en una de esas me ganó el llanto llegando al estacionamiento de la empresa donde trabajo, cosa que un compañero llamado José advirtió y se acerco a consolarme preguntándome que me pasaba, yo no pudiendo soportar mas mi situación y siendo que no había confiado a nadie mi verdadera pena, me solté a contarle mi desdicha, desahogando un poco de mi pesar al compartir mi pesar con alguien mas, él me consoló y desde luego que pensó …. “mujer sola, separada, seguro con gusto le gustará ser penetrada sin mucho esfuerzo … por lo que esperó con paciencia a que pasara el tiempo y me buscaba continuamente con el pretexto de consolarme, invitándome a tomar un café, a comer, en fin los pretextos sobraban para estar conmigo y trabajarme para lograr su objetivo, siendo que yo seguía viva y mi temperamento caliente y cachondo seguía también vivo, al poco tiempo el empezó a filtrear conmigo y yo fui aceptándolo poco a poco hasta llegar a tener sexo de nueva cuenta.
Yo olvidé mi pesar gracias a él (tengo que reconocerlo) y me dedique a coger de nuevo como loquita, a gozar de nueva cuenta del sexo, es de mencionar que por el hecho de yo continuar en mi posición de mujer casada y que él también estaba casado, nos escondíamos de toda mirada, nos cuidábamos mucho cada que salíamos y con el fin de cuidar mi imagen nos veíamos solo una vez a la semana y a veces hasta cada dos o mas semanas no nos veíamos, pero cuando podíamos vernos nos desquitábamos del tiempo sin vernos y nos poníamos a coger donde fuera, en el coche en un estacionamiento de una plaza o en donde fuera que pudiéramos no ser vistos, a él le encantaban mis chiches y me las mamaba todo el tiempo, no paraba de mamar y a mi me encantaba que lo hiciera, él me cuidaba para no embarazarme pero me cogía como loco y yo encantada, recibía verga con todo el placer que mi cuerpo podía recibir y sentir, además a el si que le encantaba cogerme por el culo y yo me daba vuelo, le pedía que seguido me cogiera por ahí ya que me extasiaba sentir que el se viniera dentro de mi llenándome por dentro de leche sin peligro alguno, me super encantaba mamarle la verga, untársela de yogur, miel, crema chantilli o con lo que fuera, para después lamérsela hasta dejársela limpiecita y mamársela hasta que se viniera en mi boca mmm me encanta el sabor del semen, el objetivo era que me diera el placer de recibir su leche en cualquier parte de mi cuerpo sin peligro alguno de embarazo no deseado, también me encantaba hacer el 69 él me besaba todo el cuerpo desnudo empezando sus besos en mi boca, bajando lentamente por mi cuello y luego por mis chiches donde se daba vuelo mamándolas y ahí se tardaba más, engolosinándose con ellas y mordiendo mis duros pezones que palpitaban de deseo y de placer para después continuar con mi rajita y seguir bajando por mis piernas hasta llegar a mis pies y chupaba mis dedos para luego seguir besando y lamiendo mis piernas hacia arriba de nuevo hasta llegar a mis labios vaginales, donde se tardaba un buen tiempo besándolos, lamiéndolos y mordiéndolos suavemente sin lastimarlos, sacándome enormes cantidades de lubricante, hasta que yo ya no aguantaba y me montaba sobre el para no sólo sentir su mamada en mi coño sino yo al mismo tiempo mamarle la verga a él y ya después volver a abrir mis piernas para “invitarlo” a cogerme, esa cogidas que fueron muchísimas durante dos años aproximadamente, vinieron a terminar cuando conocí a otro compañero del trabajo llamado Jorge y siendo que el no tenia compromiso con ninguna mujer me llamó la atención y sobre todo después de decirme que yo le gustaba y quería salir conmigo, dado que él también me gustó físicamente y después de un tiempo de convencimiento de su parte, me convenció y empezamos a salir, yo me di cuenta que él me gustaba y decidí terminar mi relación de amante del anterior compañero ya que además no quería dañar a su familia al provocar que dejara a su esposa, hablé con él y aunque no quería soltarme, yo insistí y di por terminada nuestra relación.
Seguí dejando que me enamorara mi recién conocido amigo hasta que nos hicimos novios, poco a poco nos fuimos enamorando mas y mas hasta el punto en que empezamos a acariciarnos y a tocarnos encimita de la ropa hasta que una vez en su casa viendo la tv nos acariciamos quitándonos casi toda la ropa y me acariciaba con su verga la vagina pero sin penetración, cada que estábamos solos en cualquier lugar se sacaba la verga y me bajaba los calzones para que en forma de cucharita el me la “untara” en la vagina hasta que un día estando en esta posición sin querer ni esperarlo en una de sus embestidas me la metió por la vagina hasta la mitad de su verga, de inmediato me moví para sacármela y le reclame igualito que me pasó la primera vez que me entro por el culito una verga, de ahí en adelante tenía yo más cuidado que no volviera a pasar porque no quería que me fuera a embarazar, así me daba el placer que necesitaba mi cuerpo, pero yo recordaba y anhelaba volver a sentir una verga dentro de mi vagina y un buen día que estábamos desnudos en su cama y después de acariciarnos al máximo, decidí que ya era tiempo de dejarme coger completamente, así que abrí bien las piernas y lo invite a penetrarme, él sin dudarlo procedió a cogerme volviéndome loca de placer nuevamente y venirme una tras otra vez, él cuando se vino, me la saco para no embarazarme y de nueva cuenta di rienda suelta a mis instintos sexuales y me dedique a gozar del placer del sexo, en un principio cuando hacíamos el amor, al igual que con los tres anteriores hombres con los que me acosté, me daba vergüenza que me viera desnuda, por lo que lo hacíamos en lo obscurito, no quería que me viera desnuda, el se molestaba porque me decía que no era posible que yo tuviera vergüenza de que la viera desnuda si ya teníamos relaciones sexuales, pero yo no podía dejarme ver, solo dejaba que me tocara, me besara, me gozara en toda la extensión de la palabra, pero sin dejarme ver.
Así continuamos un año hasta que nos enamoramos lo suficiente y decidimos casarnos, él hablo a su abogado para tramitar mi divorcio con Ismael, cosa que se logró de inmediato y me casé con Jorge.
Con Jorge me entendí muy bien en todos los aspectos y en lo sexual mejor, nos compenetrábamos muy bien en todo, lo que a mi me gustaba a él también, por lo que en el aspecto sexual nos iba muy bien ya no me daba pena que él me viera desnuda y como siempre me ha gustado coger en lugares prohibidos, con él me dí el super gusto de hacerlo continuamente como por ejemplo en un autobús foráneo de noche y repleto de gente, en el estacionamiento de una plaza, en el coche en una avenida obscura, dentro del coche en el estacionamiento del aeropuerto a plena luz del día, en el coche en una avenida durante la lluvia con luz de día, en el baño de mi oficina, en el baño de mujeres de un restaurante, en el mar, en un cuarto de hotel dejando la puerta abierta, en la terraza de un hotel con vista al jardín con luz de día , en medio del corredor de un hotel lejos de nuestro cuarto o recargados en el barandal durante la noche, siempre completamente desnudos, en fin en muchísimos lugares mas.
Me gustaba ir a las discos y bares con él y le fascinaba que yo usara minifalda sin calzones, aunque a mí no me gustaba mucho mostrar mis piernas porque me daba mucha pena pero siempre me calentaba mucho, lo que si me encanta es llevar grandes escotes para presumir mis pechos, ese hecho nos calentaba mucho a los dos por lo que nos regresábamos temprano a la casa de él que vivía solo con su hijo ya mayorcito y los fines también salía con sus amigos hasta ya tarde, así que en su casa estábamos solos y nos dedicábamos a coger durante horas, a veces se nos antojaba tanto el sexo que no llegábamos a su casa, paraba el coche en la calle y nos dedicábamos a gozar del sexo.
En una ocasión fuimos a una disco que se llama Mambo Café, yo llevé una mini de mezclilla que se desabotonaba por la parte frontal y se abría, nos sentamos junto a la pista de baile en una mesita que tenía un mantel que nos tapaba las piernas , mi esposo me empezó a cachumbear debajo del mantel, yo fui al baño y me quite los calzones, así mi esposo me pudo meter la mano libremente, me desabotono la falda hasta la cintura y la abrió (el mantel ocultaba lo que me hacía), me acariciaba las piernas y me tocaba la rajita, me empezó a meter los dedos y yo lubricaba enormes cantidades por lo que le pedimos al mesero un buen tanto de servilletas, me excitaba sobre manera estar desnuda de la cintura para abajo con las piernas abiertas y con los dedos de mi esposo dentro de mi coño delante de tantísima gente que nos rodeaba por todos lados, no pudimos aguantar mucho tiempo y nos fuimos a casa a coger ufff... que noche.
Otro lugar al que nos gustaba ir de noche era a la feria del lugar donde vivíamos y de regreso, yo me pasaba al asiento trasero y me desnudaba completita mientras él manejaba, me gustaba tocarme y él me veía por el retrovisor hacerlo, luego me pasaba al asiento delantero, le abría la bragueta me hincaba en el asiento, parando las nalgas a la altura del cristal y me dedicaba largos ratos a mamarle la verga hasta que ya no aguantaba, se paraba y me penetraba super delicioso.
Quiero comentar que Jorge es algo Voyeurista o sea que le gusta mostrarme semi desnuda, y yo soy también algo exhibicionista o sea que me gusta mostrar parte de mi cuerpo a la gente, esto nos ha dado muchas satisfacciones a los dos y aventurarnos cada vez mas al peligro de que nos vean cuando hacemos el amor y a generado muchas fantasías que nos platicamos cuando estamos cojiendo, una de las fantasías que mas le gusta es mostrarme desnuda frente a la gente y que nos vean cogiendo, la mía es pensar que soy una perrita y coger con dos o tres perritos para que me lo metan al mismo tiempo por todos mis orificios o mientras le mamo la verga a uno, jalarle la verga a los otros, uno a cada lado mío, en fin, tenemos muchas anécdotas y fantasías de nuestras aventuras sexuales.
Las anécdotas que mas me han gustado son las siguientes: En una ocasión fuimos a un hotel el fin de semana en Uxmal, llegando en la noche me puse una mini faldita sin calzones y un bikinito chiquito que me permitía mostrar mis senos completos que apenas y me cubría los pezones, nos fuimos a pasear al jardín del hotel, ahí mi esposo me tomó muchas fotografías y a mi me encantó posar en varios lugares (como en la orilla de la alberca, en una mesa de billar, en sillas del jardín) ya que me sentaba y abría las piernas para que me fotografiara el coño que no dejaba de producir líquidos vaginales, incluso creo que teníamos público que me veía desde las terrazas del hotel, hasta que no aguantamos mas y nos fuimos al cuarto para dar inicio al festín de sexo, después de varias penetraciones, se me antojó salir desnuda a pasear por el hotel que se encontraba en penumbras por ser ya muy avanzada la noche, jale a mi esposo fuera del cuarto y empezamos a caminar desnudos en la penumbra por el corredor hasta el final de este, cuando vi una sombra que se movió, como no estaba segura, dije … buenas noches y resultó que era el velador que respondió a mi saludo y que se deleitaba viendo mi cuerpo desnudo, mi esposo reaccionó y me jalo de la mano de regreso al cuarto mmm... que excitante fue el hecho de estar desnuda frente a un desconocido.
Otra anécdota excitante fue en Guadalajara que estuve con mi esposo durante casi una semana, desde que llegué al aeropuerto, nos dirigimos al estacionamiento, el coche estaba en la azotea y yo de inmediato me encueré totalmente, mi esposo también y nos pusimos a coger a plena luz del día como a las 13:00 hrs; del aeropuerto fuimos a Mazamitla, un lugar en el bosque de ensueño y alquilamos una cabaña con chimenea, nos dimos un atracón de sexo nuevamente, salíamos a la terraza encuerados abrazados por la obscuridad de la noche y cogíamos ahí, al aire libre recargados en el barandal que daba a una calle donde pasaba la gente continuamente y que si se les ocurría voltear a nuestra terraza, nos verían cogiendo desnudos, después de una noche regresamos a Guadalajara y nos hospedamos en un hotel muy lindo y de inmediato nos dedicamos a gozar del sexo de nueva cuenta.
Ya en la noche me puse un vestido hermoso de tela delgadita casi transparente azul que me compró mi esposo y salimos a un bar divino llamado “La Incondicional” yo desde luego iba sin calzones, lo cual me excita sobremanera, no tardamos mucho en salir y al subirnos al coche, me encueré, abrí las piernas y el resultado fue una penetración de pronóstico, nos regresamos al hotel y en el elevador, me subí el vestido hasta la cintura y le ofrecí las nalgas a mi esposo, que no tardó en responder de inmediato sacándose la verga del pantalón clavándomela en el coño, mmm... que ricura, llegamos a nuestro cuarto y me desnudé completamente, desvestí a mi esposo y abrí la puerta con luces apagadas y lo jale hacia el pasillo que estaba en penumbras, a unos diez metros de nuestro cuarto, me acosté boca arriba en medio del piso, abrí las piernas y de nuevo cogimos super, después me dirigí al barandal que daba al centro del jardín con alberca, me recargue sacando las chiches fuera de éste saboreando el pensamiento que alguien desde los pisos de abajo me las estuviera viendo, quiero decir que me excita mucho que me vean los pechos y por eso me encanta usar escotes pronunciados, aunque desde luego me excita mas el hecho arriba mencionado o sea que me los vean desnudos, al agacharme en el barandal, mi esposo se abalanzó sobre mis nalgas paradas, las separó con las manos y nuevamente me clavó la verga en el coño hasta que sus huevos chocaron con mis nalgas.
Al otro día nos fuimos a pasear en coche, yo manejé y mi esposo me bajo la blusa y el brassier dejando al aire mis dos pechos que desde luego me encantó manejar por carretera con los pechos al aire con el peligro de que alguien desde otro coche me las viera.
Mi esposo tiene la fantasía de llevarme a un bar swinger, donde según dicen nadie se mete con uno mientras no lo pida o no lo quiera, que hay mucho respeto entre su comunidad, y lo que él fantasea es encuerarme y cogerme delante de la gente, a mi también me calienta mucho eso, pero me da miedo, así que por eso hasta ahora no he aceptado.
Cada que tenemos oportunidad nos damos festín de sexo, a él le gusta tomarme muchas fotos y películas y yo me dejo porque me gusta que me las tome y le pido que me depile la vagina para estar diferente, el gustoso acepta y me paso mucho tiempo con las piernas abiertas dejando que él me toque el tiempo que quiera al estar depilándome.
En otra ocasión fuimos a un hotel nudista, para empezar a mí me da pena que me vean desnuda aunque me fascinaría poder hacerlo, así que me puse un mini bikini y nos fuimos a la alberca, dentro de ella, que no había gente, me quité el bikini quedándome desnuda y el también, me la metió hasta el fondo y yo abrazando con mis piernas su cuerpo, me llevó caminando por la toda alberca, luego me sentó en la escalerita de la alberca y me cojió sin parar hasta que se vació dentro de mí, ya no había ningún problema de embarazo porque uso un DIU desde hace tiempo, así disfrutamos mucho del hotel y yo me daba vuelo de ver a hombres desnudos con la verga de fuera, mmmm todo tamaño, no me decidí a desnudarme en las instalaciones del hotel más que dentro de la alberca y en la playa cuando no había gente, mi esposo me tomaba muchas fotografías y películas y a mí me calentaba posar para ello, una noche para ir a tomar una copa al bar del hotel, me vestí muy cachonda sólo con ropa interior negra y con una malla que no dejaba nada a la imaginación y me veía tan bien que en el bar algunos hombres felicitaban a mi esposo por verme así de sexi, yo ya bastante caliente, atravesé la pista de baile caminando lentamente con movimientos sexis hacia los músicos para presumir mi cuerpo a la gente que estaba alrededor de la pista mmmm como me calenté al sentir la mirada en mi cuerpo semi desnudo de toda la gente.
Sentados en al lado de una mesita oyendo la música, se nos acercó una pareja a platicar, el tipo con mi esposo y su pareja conmigo, sin embargo yo me estaba calentando de más porque disimuladamente el tipo me veía los pechos semidesnudos, pero el asunto no llego a más porque al cabo de un rato se despidieron retirándose del lugar.
Espero les haya gustado mi relato y si así fue, les seguiré contando algo más ….. saluditos