Eva, la mujer casada de mi urbanización (1)

Hace unos años comencé una serie de relatos que no completé. Vuelvo a publicarlos ahora, con pequeñas correcciones para completar la serie. Espero que os guste. Agradezco comentarios por aquí o a mi email

Como tantos otros matrimonios, Iván y yo teníamos que hacer florituras para encajar nuestras vacaciones con las de los pequeños. Decidimos apuntarlos a un campamento y el resto de Julio irían al pueblo con sus abuelos.

Todo apuntaba a un mes para estimular un poco nuestras anodinas relaciones íntimas, algo deterioradas por el estrés del trabajo y los niños. Tampoco es que yo fuera una loba en la cama, pero sí que sentía que necesitaba un poco más de marcha. Ciertamente, ambos éramos bastante conservadores en temas sexuales y, aunque Iván era dulce y romántico en la cama, la rutina y poca frecuencia de nuestros encuentros comenzaron a pesarme.

Reconozco que tampoco es que yo hiciera demasiado por añadir picante. Nunca me consideré una mujer atractiva y, aunque tengo las piernas largas y delgadas y mis compañeras de trabajo me dicen con envidia que, a mis 35 años, tengo el culo de una veinteañera, yo estoy algo más obsesionada con mi pecho. Desde siempre he tenido complejo, porque su tamaño va acorde al resto de mí: delgado y aniñado. Por eso no acostumbro a llamar la atención con mi vestuario ni con mi comportamiento. Me siento más a gusto con el recato, lejos de la atención de los hombres.

Curiosamente, en los últimos tiempos había descubierto con extrañeza una fantasía recurrente que acudía con asiduidad a mi cabeza y entraba en conflicto con todo lo que yo era. Fantaseaba con sesiones de sexo más duro en las que un hombre poderoso me domina, me somete, me humilla, me hace su puta y me usa a su antojo solo por placer, de hecho llevo ya alguna temporada leyendo sobre esta temática en una página de relatos eróticos; todo relatos. Lógicamente esto lo mantengo en secreto hacia mi marido. Imaginarlo o leerlo hace que me ponga a mil  y como no suelo masturbarme, los días que he estado leyendo sobre el tema soy tan activa sexualmente y estoy tan caliente que el ignorante Iván se queda sorprendido y encantado pensando que es por él.  Durante este tiempo he tenido muy claro que no quiero que este tema pase de la fantasía a la realidad, ni quiero ser infiel, ni quiero ser usada de esa forma por mi propio marido, o al menos así era hasta el verano pasado.

Cuando yo ya me prometía un verano los 2 solos y lleno de sexo o al menos con más sexo de lo normal Iván me comenta que se ha apuntado a unos cursos que le ocupan toda la tarde y que además la última semana seria residencial fuera de Madrid. Yo me sentí fatal, incluso un poco despechada, para un mes que podíamos disfrutar se apuntaba a un curso dejándome sola por las tardes y encima, después de trabajar por la mañana y curso por la tarde llegaba a casa cansado, de mal humor y muy pocas ganas de sexo. No dije nada, pero se me quedo sensación de mujer abandonada, sensación que además crecía a lo largo del mes

Vivíamos en la típica urbanización en las afueras de Madrid con zonas comunes, piscina y demás.  La mayoría de los vecinos son también parejas jóvenes con niños salvo alguna excepción y con el tiempo nos habíamos hecho una pandilla que bajábamos juntos a la piscina

Los días de julio iban pasando casi todos iguales, trabajaba por la mañana, comía en casa y después de una pequeña siesta me conectaba a leer en todo relatos historias de infidelidad y dominación y cuando veía que empezaba a excitarme más de la cuenta me bajaba a la piscina sola y me sentaba con la pandilla de amigos del vecindario toda la tarde, hasta ya de noche que llegaba Iván. De la pandilla ellas me caían todas bien y teníamos muchas cosas en común, pero con los maridos no era lo mismo, eran bastante zafios, hablaban continuamente de tías, de follar, de que le harían a la socorrista de la piscina o a otras vecinas, la verdad es que no sé cómo sus mujeres lo aguantaban. Me caía especialmente mal Mario que era absolutamente borde y maleducado, llevaba braga náutica de las que marcan bien el paquete, trataba a todas las mujeres incluida la suya como si fuéramos mierda y a mí me desnudaba con la mirada cada vez que me veía. Ese verano como estaba sola no perdía ocasión de mirarme con cara de querer follarme, tirarme los tejos en cuanto no estaba su mujer y rozarse conmigo en cuanto me metía en la piscina.

Al principio esta actitud me molestaba, pero poco a poco, yo creo que por aburrimiento dejo de molestarme e incluso llego a resultarme halagador y excitante su permanente persecución. ¡Al menos alguien me hacía caso ese verano! y alguna vez, por jugar, le provoque un poco acercándome a él más de la cuenta

A medida que pasaba el mes yo pasaba más tiempo fantaseando y leyendo relatos sobre la temática, incluso me eche un ciberamigo con el que fantaseábamos juntos. Aunque no sabía nada de él, cogimos mucha ciber confianza, yo comía rápido para conectarme, leer algún relato mientras él se conectaba y luego fantasear juntos casi toda la tarde, eso me ponía a 1000, me pasaba la tarde mojada y con mis pezones como piedras. Así que acabe sentándome delante del ordenador desnuda, solo con mis braguitas y tocándome mientras chateábamos e imaginábamos como me sometía. Me llevaba toda la tarde caliente, cuando él decía que se masturbaba me ponía a tope y a veces yo también me masturbaba, pero eso no hacía que se me pasara la excitación. Esas noches intentaba tener sexo con Iván, pero no había manera. Avanzaba el mes y también mi calentura

Lo extraño es que no me sentía culpable ni por leer ni por chatear ni incluso por masturbarme, debía ser por mi sensación de haber sido abandonada ese verano

Como resultado andaba todo el día excitada y cada día más, en el trabajo me despistaba imaginando situaciones y por la tarde con la lectura y las fantasías compartidas me ponía a tope. Así que bajaba a la piscina completamente excitada y creo que hacia un poco más de lo normal la vista gorda a los comentarios y los roces de Mario en la piscina. Solíamos jugar todos a la pelota en la piscina haciendo equipos, Mario siempre estaba en el otro y yo notaba como aprovechaba para rozarme las tetas, apoyar su polla en mi culo o tocarlo con su mano. Alguna vez incluso dejo la mano sobre mi más tiempo de lo razonable de un juego. Yo nunca proteste sobre todo por no montar espectáculo, pero tengo que decir que a medida que iba pasando el verano me gustaba esa sensación de ser tocada de esa forma, tanto que muchos días me masturbaba recordándolo al subir a casa y muchas tardes estaba deseando que llegara la hora de jugar.

Una tarde, sería como el día 20 de Julio baje, ese día estaba especialmente caliente por la fantasía que acababa de tener, y sorprendentemente estaba yo sola en la piscina, al rato bajo Mario con Andrés otro de la pandilla y se sentaron a mi lado, apestaban los 2 a alcohol desde varios metros

-hola preciosa parece q hoy estaremos solos, todas las mujeres y los demás se han ido de excursión, así que quedamos solo nosotros 3, dijo Mario

Yo mire alrededor y vi que efectivamente solo estábamos nosotros, solo estaba a cierta distancia, Javier, mi vecino de planta que tendría como 50 años, un señor amable y educado y aún con un físico muy atractivo que en general se relacionaba poco y que por lo poco que sabía de él era alguien con dinero y poder en su mundo, con su eterna cámara de fotos y la socorrista.

En esta situación Mario empezó a comentar con Andrés una aventura que según ellos habían tenido con la socorrista:

-Vaya lo puta que es la socorrista, ¿eh, Andrés? decía Mario. Ayer cuando todos subisteis y me quede solo con ella, como ya iba con copas me atrevía a hacer lo que siempre habíamos hablado, jejeje, me escondí en el vestuario de chicas, y cuando estaba cambiándose, con esas tetazas fuera salí y la pille por sorpresa desde atrás, cuando iba a protestar se me encendió una luz y le ofrecí 100 euros  por que me dejara verla desnuda y magrearle las tetas. ¡Yo creí que iba a negarse, pero que va! Me sonrió, extendió la mano y se dejó hacer, ...le estuve magreando las tetas y ella empezó a pedirme que le pellizcara fuerte los pezones. Me la puse sobre las piernas, le azotaba el culo y le tocaba el coño que lo tenía empapado. Luego le estuve follando la boca, que le daban hasta arcadas, hasta que me corrí dentro. Tuve que irme rápido porque me esperaba mi mujer y no me la pude follar, pero vamos tengo que completar la faena el primer día que pueda. Además, Andrés, seguro que es tan puta que no le importa que vengas tú también o incluso que seamos más si le damos suficiente dinero

Yo estaba alucinada de que contara eso delante mía y más sabiendo que yo conocía a su mujer, imaginarme la historia me excito bastante, tanto que me sentí húmeda, como no quería que se me notara hice como que no me había enterado de nada, hasta que me hablo

-Eva, aprovechando que estamos solos podíamos hacer un trio ¿no te molaría que te tratara como a la socorrista? seguro que te ha calentado escuchar mi relato

-anda Mario déjate de gilipolleces,

-A ver Eva, llevo todo el mes observándote, tu marido te tiene abandonada y tienes cara de ir todo el día caliente, ¡seguro que necesitas un buen pollazo y mucho mejor 2!

-Pero Mario, ¿se te ha ido la pinza?

-Seguro que con esa pinta de recatada y lo soplagaitas que es tú marido en el fondo eres una buena puta, que está deseando encontrar un tío de verdad como yo que te tenga bien follada y te ponga en tu sitio

La verdad es que con lo caliente que iba y por el tipo de comentario sentí a la vez una oleada de excitación imaginando a Mario dominándome y la aversión hacia su comportamiento. Pudo más la primera y noté que me llenaba de humedad, para que no se me notara que me había impactado decidí quitarme de en medio

-Mario, voy a hacer como que no he oído eso último achacándolo al alcohol, dije y me fui directa a la piscina con cara de ofendida. Me tiré al agua, aun excitada por su comentario y me puse a flotar a ver si se me pasaba ese estado.

No habían pasado no 2 minutos cuando ya estaban los 2 en el agua, Mario se acercó y con cara de niño bueno me dijo,

Lo siento Eva, me he pasado un poco, pero es que entre lo buena que estas y las copas que me he tomado no he podido contenerme

No te preocupes, le dije con una sonrisa, todo olvidado, pero no vuelvas a proponerme algo así, que además soy amiga de tu mujer

Al momento se pusieron a jugar a la pelota entre ellos, diciéndole gracietas a la socorrista y tirando la pelota fuera para que la socorrista tuviera que recogérsela

-Eva, ¿juegas con nosotros? me propuso Mario

La verdad es que otro día hubiera dicho que no, pero ese día seguía con la calentura y les dije

-De acuerdo Mario, pero si no hacéis el burro

Al principio el juego consistía en pasarnos la pelota de forma difícil, cada vez que no la pillábamos acababa la pobre socorrista recogiendo la pelota fuera del agua, era divertido ver las cabriolas que hacían Mario y Andrés para coger la pelota y tengo que reconocer que me tiraban con bastante delicadeza por ser chica a pesar de usar yo mis mejores tiros con ellos

Al rato y como parecía que se aburrían propusieron jugar a que uno la quedaba. Fue aquí donde empezaron los roces, cualquier otro día yo no hubiera consentido la mínima pero ese día con lo excitada que estaba jugué y deje cierta libertad. Cuando la quedaban Mario o Andrés el otro lanzaba la pelota cerca de mí para obligarme a pelear por ella y era ahí donde notaba como se rozaban conmigo buscando mis tetas y mi culo o restregando su polla contra mí.  Cuando yo la quedaba Mario se pegaba a mí, me inmovilizaba con sus piernas y levantaba sus manos para que Andrés le diera la pelota ahí y yo no llegara, en ese momento notaba su polla ya dura contra mi culo, el empujaba contra mí y yo le dejaba hacer.

Aunque tenía claro que no iba a pasar de ese límite estaba disfrutando con el juego, estaba tan excitada que disfrutaba con sus brazos rozando mis tetas o su polla contra mi culo o sus manos en mi culo por un instante. Yo notaba como ellos se iban excitando y sus pollas se iban poniendo duras. Estaba lo suficientemente caliente para dejarme hacer e incluso ir un poco más allá rozándome contra ellos tanto que incluso en un momento y en un forcejeo mi mano fue al paquete de Mario y ¡Dios mío! parecía tremendo de grande, otra vez quede en medio de los 2, notaba una polla en el culo y otra cerca de mi coño, me deje hacer y disfrute de la sensación.

Esto duro un rato y mi temperatura no dejaba de subir, me excitaba saber que podía excitarles de esa forma.

Al rato invitaron a jugar a la socorrista que ya acababa su turno y propusieron una de hombres contra mujeres, subido uno a caballito del otro. La socorrista comprobó que no quedaba nadie en la piscina que pudiera vernos y aceptó jugar. Me tocó a mí abajo primero, casualidad que a Mario le toco abajo también. En esa pelea ya fue incluso más descarado, notaba los brazos de Mario por todo mi cuerpo, yo seguía a 1000 y dejaba hacer quitándole las manos solo cuando se pasaba mucho. Me agarraba para inmovilizarme y dejar que Andrés tirara a la socorrista, pero al inmovilizarme usaba todo su cuerpo, podía notar su aliento, como se pegaba a mi como me agarraba por el culo con descaro, mis tetas apoyadas en su pecho... En una de estas se pusieron detrás nuestra y pude notar la polla de Mario pegada a mi culo y sus manos tocando todo lo que podían, arriba mía a la socorrista le pasaba lo mismo. Cuando note ya las manos de Mario coger mis tetas con descaro recobre la cordura.

-Se acabó dije y tiré a la socorrista al agua para terminar.

No me di cuenta de que al hacerlo me incline un poco, lo que aprovecho Mario para empotrarse completamente contra mi culo, estuvo al menos 5 segundos así. Note una oleada de excitación y decidí que lo mejor era irme antes de que pudiera perder el control

-Me voy chicos dije, mientras salía rápido de la piscina, que Iván debe estar al llegar. Cuando ya me iba se me acerco Mario y me dijo:

-Ves cómo eres más putita de lo que pareces, te ha encantado que te sobe entera, te ha gustado que mi polla se apoye en tu culo, definitivamente necesitas un buen macho como yo, antes de que acabe el mes te habré follado como la perra que eres

Sin pensarlo le arre un bofetón y me fui. Al irme vi como a cierta distancia mi vecino de 50 años me sonreía. De repente caí que debía haber visto todo lo ocurrido

Llegue a casa excitadísima, la tarde de fantasías, los roces de la piscina, pero sobre todo el comentario final de Mario me habían puesto muy cachonda, a pesar de la torta que le di poco falto para pedirle que me follara allí mismo. Pero a la vez que excitada me sentía culpable, no me reconocía a mí misma, yo que me tenía por fiel y recatada me había dejado sobar, toquetear y me había gustado. No era tan fuerte como pensaba

Menos mal que llego Iván en ese momento y pude distraerme con él y olvidar la situación. Esa noche no follamos y por primera vez en mi vida me masturbe en la cama, a su lado, fantaseando con que otro, Mario, me usaba y me humillaba como quería. Fue un orgasmo brutal

Los siguientes días fueron normales, yo seguía con mi rutina que me mantenía super excitada pero no volvió a pasar nada con Mario, hasta que llego el viernes, ese día se fue Iván de curso durante una semana y por la tarde noche era la fiesta de la urbanización en los jardines y piscina. Sería una cena donde todos poníamos algo de picar y beber, un baile y luego, aunque no estaba en el plan todos los años acabábamos todos en la piscina.

Estaba muy cabreada porque Iván decidió adelantar su ida para dormir ya en el hotel del curso y me dejaba sola en la fiesta, cuando sabía que no me gustaba ir a esos eventos sin él, así que como venganza decidí vestirme sexy, algo que nunca hacía, con un vestido minifalda sin mangas realmente provocador, bueno provocador para como suelo vestir yo. Por la tarde estuve fantaseando con mi ciberamigo y la verdad es que para la hora de vestirme estaba tan excitada que en contra de mi costumbre me puse tanga y no me puse sujetador, quería sentirme un poco puta y sentirme observada. Me sorprendí a mí misma al no tener ningún sentimiento de culpa por ello, era tal mi cabreo con Iván que justifique todo lo que estaba haciendo

Cuando baje ya había comenzado la cena, me incorpore al grupo, me extrañó ver a mi vecino mayor, como siempre con su cámara, hablando con unos y con otros, de hecho se acercó a mí en un momento

-Hola Eva, ¿cómo te va? la verdad es que estas monísima, no es normal verte vestida de esa forma, pero te sienta fenomenal

-Gracias Javier, le dije

-Me encontré a Iván y me dijo que se iba una semana, ya sabes que si necesitas algo puedes contar conmigo

-Muchas gracias, no dudes que así lo hare

Estuve comiendo y bebiendo, sobre todo bebiendo, con los de la pandilla, algunos propusieron algunos juegos tontos en donde por mi vestido supongo que se pusieron las botas viendo mi culo. Todo el rato yo era consciente de cómo me miraban todos, en especial Mario y la verdad era que me gustaba. Incluso en algún momento y conscientemente abrí las piernas un poco más de la cuenta para dejarle ver mi tanga

A la hora del baile los más jóvenes comenzaron a bailar movidos, sueltos y la verdad que, aunque me gusta bailar el hecho de no estar Iván hizo que no me animara. Cuando un rato después pusieron música lenta pensé en irme a casa, había bebido mucho y era el momento de las parejas, pero en ese momento llego Javier y me dijo:

-Hola Eva, ya que estamos los 2 solos seamos pareja de baile y me ofreció su mano para bailar.

Salimos, es un hombre súper respetuoso, que mantenía la distancia y a la vez un buen bailarín. Note que me encantaba su olor y que me transmitía una agradable sensación de estar segura con él. Debí ser yo la que sin darme cuenta me fui pegando a él, porque de repente era consciente que estaba completamente pegada y podía notar que su paquete estaba pegado a mi vientre, y la verdad no parecía pequeño, el solo bailaba y me hablaba en susurros, yo notaba su polla crecer contra mí pero no me aparte, no era algo normal en mi pero me gustaba la sensación de haber causado esa situación en él, alguien mayor, atractivo y que parecía poderoso así que me mantuve disfrutando esa sensación. Salvo porque podía notar su polla contra mí él se mantenía hablando muy discreto con sus manos sobre mis caderas, sin intentar propasarse en absoluto, creo que yo si empecé a rozarme contra el

Cuando más a gusto estaba llego Mario con su mujer, cambio de parejas dijo y se puso a bailar conmigo. Desde el primer momento si se pegó a mí, clavo su pene en mi vientre y apoyo sus manos en mi cadera. La verdad que así a solas era graciosos y me contaba cosas divertidas, yo me dejé llevar porque lo pasaba bien y vi cómo me iba apartando de los demás e intentaba llegar con sus manos a mi culo, cada vez que lo intentaba yo le quitaba las manos.

Llego un momento que llegamos a una zona donde difícilmente podían vernos, no sé porque, pero le deje esta vez llegar con sus manos a mi culo, primero solo las apoyo, luego me aplasto contra él y pude sentir su polla pegada a mí, la sentía tremenda. Sus manos empezaron a acariciar mi culo, yo estaba como en trance, me estaba dejando sobar por alguien y además me estaba excitando y gustando hacerlo, sentía sus manos subir por mis piernas y tocarme por dentro de la falda, era consciente de la situación, pero me dejaba hacer, incluso cuando note sus manos acariciar mi culo directamente no hice nada y me deje llevar.

Su mano subió por mi costado hasta llegar al lateral de mi teta, estábamos tan pegados que no podía maniobrar y tocarme la teta. Si hubiera podido habría encontrado mi pezón completamente duro de la excitación

-Cuando ya me tenía derretida me dijo de repente; ¿quieres ver algo gracioso? ven sígueme

Rompió la magia del momento, ¿Qué quieres que vea Mario?

Me dio la mano y me llevo a la zona de vestuarios, me deje hacer sin protestar, aun en mi estado de trance.

-ven en silencio, despacio no hagas ruido, dijo y puso una silla debajo del vestuario de chicos y me dijo mira por la ventana. Lo que vi me dejo sorprendida, Andrés y otro amigo estaban follándose a la socorrista.

  • ¿Te acuerdas que comente que era una buena puta? Pues hoy le hemos ofrecido 300 euros por lo que estás viendo y ha aceptado. Yo debería estar ahí con ellos, pero como te dije tú también eres una buena puta y hoy prefiero estar contigo

Yo no podía dejar de mirar como en trance, ella a 4 patas le comía la polla al otro chico mientras Andrés la follaba desde atrás. Mientras la follaba le azotaba el culo, ¿te gusta puta? le decía. El otro chico le metía la polla tan adentro que a ella le daban arcadas. Estaba siendo usada por los 2. La escena era una de mis fantasías más frecuentes. Sentí una excitación tremenda y en ese momento Mario se pegó a mi desde atrás, te gusta, ¿eh? me dijo, yo no pude contestar, estaba hipnotizada por las imágenes, al ver que no contestaba volvió a preguntar ¿te gusta putita? Tampoco conteste, tenía ganas de masturbarme, pero me frene

Mientras me hablaba Mario se pegó a mí, notaba su polla aplastada contra mi culo y su pecho pegado a mi espalda. note que sus manos iban a mis pezones. No llevas sujetador putita, me dijo...la sensación era tremenda, ver a esos 3 follar, sentir a Mario y notar como me sobaba estaba pudiendo con mi decisión de ser fiel.  Me deje hacer sin dejar de mirar la escena. Una mano de Mario fue a mi culo y entro por dentro de mi falda, empezó a tocar mi culo directamente mientras la otra estaba en mi teta y me susurraba al oído

-Sabía que te gustaba putita, disfruta, ¿ves cómo se follan a esa perrita? ¿Te gustaría ser ella?

Yo había perdido el control, no podía dejar de mirar la escena en el vestuario, en ese momento la mano de Mario encontró el camino a mi coño...le note bajar el tanga y subir la falda, note como entraba un dedo en mi vagina, me dejaba hacer y disfrutaba, estaba en éxtasis, no podía reaccionar, me pellizcaba un pezón y me masturbaba con fuerza, empecé a gemir bajito y todo el rato notaba su polla contra mi culo. No sé cuándo se liberó la polla de sus pantalones porque en un momento la note apoyada en mi culo directamente

La verdad es que él no tenía prisa, se regodeaba en la situación, me tenía bajo su control, yo solo jadeaba, notaba sus dedos dentro de mi coño y no hacía nada, me pellizcaba los pezones y me hablaba al oído. Dime, ¿eres una buena puta? contéstame decía y pellizcaba mi pezón aún más fuerte. Si lo soy, dije yo por fin, ¡soy una buena puta! Lo dije y lo acepté en mi interior

Todo ese mes de fantasía y calentura me había llevado a ese momento, estaba viviendo una de mis fantasías y aunque sabía lo que pasaba, aunque sabía que debía negarme me estaba dejando llevar. Empezaba a notar que quería que me follara allí mismo, que me ofreciera a los otros y que me usaran como una puta. Apretaba más mi culo contra su polla y lo movía para rozarme contra él, estaba fuera de control completamente.

Mario seguía masturbándome, yo nunca me había sentido tan caliente y empecé a pegar mi culo contra él y a rozarlo contra su polla, necesitaba que me follara, necesitaba sentir su polla dentro.

-Pídemelo, me dijo Mario al oído, pídeme que te folle putita

No aguante ni 2 segundos y lo dije; fóllame, Mario, fóllame por favor pedí mientras abría las piernas para él. Me la metió de un golpe sin miramientos, tuve que apoyar mis manos en la pared para no caer, Mario me follaba a golpes duros, sin miramientos mientras me hablaba al oído; te lo dije puta, te follaría antes de acabar el mes, pero has sido aún más fácil de lo que pensaba, eres más puta de lo que llegue a imaginar, eres una auténtica zorra. Oírle decirme puta, sentir sus pollazos y ver la escena del vestuario hizo que me corriera muy rápido, fue un orgasmo salvaje, repentino y de una intensidad brutal. Mientras me corría note como el cabrón de Mario se corría dentro de mi coño, pude notar su leche en mi vagina, menos mal que tomaba la píldora

En ese momento que estaba completamente vencida y antes de poder reaccionar se oyeron ruidos en el vestuario

  • ¿Hay alguien aquí? se oyó. ¿Pasa algo?

Al momento que se abrió la puerta entro mi vecino Javier, pero bueno, dijo, esto ¿qué es? venga todos fuera queréis que os pillen vuestras mujeres y liarla y tú, dijo a la socorrista ¿quieres que te despidan? ¡venga todos fuera! dijo otra vez

Todos salieron, yo en ese momento recobre la cordura y salí corriendo directa a mi casa temblando, pensando lo que había pasado, estaba casi segura de que era imposible que Javier me hubiera visto! Nada más llegar me tumbé en el sofá y aun impactada comencé a ser consciente de lo que había pasado, me había dejado usar, sobar y follar por el tío más obsceno de la urbanización. Me habían follado como a un objeto, sin sentimientos, por el placer de follarme. Había sido como en mis fantasías, solo que en la realidad y, por cierto, me había gustado más en la realidad que en la fantasía.

Podía sentir como el semen de Mario salía de mi coño y se deslizaba por mi pierna aún caliente. No pude resistirlo, lo cogí con mi dedo y lo probé, eso volvió a excitarme otra vez

Pero a la vez empecé a sentirme culpable, a ser consciente de lo que había hecho, de cómo se iría mi vida al garete si se enteraba Iván y empecé a temer enfrentarme a Mario al día siguiente. En ese pensamiento estaba cuando sonó el timbre de la puerta. Quien podría ser a esa hora pensé, mire por la mirilla y ahí estaba Javier con su cámara

Abre Eva, sé que estás despierta, tenemos que hablar