Eva

le di las gracias... por ser tan cabezona y arrastrarme... hacia los brazos de Eva.

Eva

No pensaba ir, pero mi amiga Marta, que tiene labia para convencer, hasta al mismo diablo de la conveniencia de tener calefacción en su infierno, dio al traste con mis excusas. Mi idea de la diversión no consistía en una excursión a "Las Mesas" (sitio de culto para los domingueros) en guagua, con numerosos renacuajos y otros tantos amantes de la buena música de "gasolinera". Me ponía enferma, sólo pensar, que durante el trayecto cantaríamos el famoso "me gusta la cerveza, me gusta la cerveza, ay mamá..." o "semos los mejores oe oe oe". Creo que Marta me la estaba cobrando por algo... aunque al final... le di las gracias... por ser tan cabezona y arrastrarme... hacia los brazos de Eva.

El día llegó con pocas ganas de mi parte. Habíamos quedado en "La Fuente Luminosa", el lugar preferido de reunión para estos tipos de acontecimientos. Estaba intentando colocar mi mochila en uno de los compartimentos de la guagua, pero la cochina mochila no entraba y claro, como hacemos todo el mundo, a empujones... mientras cerrara la puerta. Pero Eva no estaba de acuerdo, porque el chofer no era él, era ella. Sin dirigirme la palabra, reorganizó el espacio y cerró la puerta. – Gracias... su mirada se clavó en mí, nada contenta y se largó dejándome con la sensación de haberle amargado el domingo.

Vueltas y más vueltas, Marta me decía que pronto llegaríamos, que no pensara en ello, pero yo estaba... poniéndome verde. Afortunadamente pude aguantar y en cuanto la guagua paró salí a escape. Mi amiga me dijo algo pero no estaba para hablar. Me quedé quieta, durante un buen rato, con los ojos cerrados, esperando que el mareo pasara. Sentí algo húmedo por mi cuello, abrí los ojos... Eva tenía una pequeña toalla humedecida en agua. Volvió a pasarla por mi cuello y cara... – Gracias... su mirada se clavó en mí divertida y se largó dejándome con la sensación... ¡que la muy jodida se estaba riendo de mí!

Marta había encontrado un sitio estupendo, que venía incluido con un chico alto, algo robusto para mi gusto, pero con una sonrisa que cortaba la respiración. Le arqueé la ceja a mi amiga... y ella puso cara de "porfa déjame a solas". No me apetecía en absoluto estar de carabina, así que cogí mi mochila y volví a levantar la ceja, me lanzó un beso... y me abandonó por él. Para eso mejor me hubiera quedado en casa.

Decidí buscar un sitio apartado, que me permitiera relajarme y por qué no, hacer una siesta tranquila, sin gritos ni risas... sólo paz. Puse tierra de por medio y elegí un lugar sombreado, por un grupito de pinos jóvenes... y mucha, mucha pinocha. Saqué todo lo necesario, la manta, el termo con mi café, servilletas... más servilletas... el paquete de pañuelos muy necesario... y ¿la comida? ¿Mi comida? ¡No! No puedo ser tan... tan joooo! Pues no pienso moverme. Al menos él no me falla, mi café, ¡ummm, que rico! ¡Caliente como a mí me gusta! Claro que estaría mejor con un bocadillo de tortilla de papas con cebolla y... ¡joer! mejor me doy una cabezadita...

Dulce, algo dulce y fresco roza mis labios... Mmum... no quiero despertar... Mummm.. Ahí vuelve... otro roce, más suave aún... Mmmm... aliento cálido... y otra vez... húmedo... Aaays... Mmm... Mumm. Abro los ojos, su boca se separa de mí. Nos quedamos mirándonos... esperando una señal que no llega, nos falta tiempo para devorarnos las bocas... luchando... chupando, tirando de nuestros labios... saboreándonos... Ummm. Estamos desnudándonos, no podemos parar... ¡Quiero tocar su piel! AISS... ¡QUÉ BUENAAA ESTÁ!... sus pechos firmes y duros... su calo respondón... no sé... ¿Qué hago? Tanta mujer para mí... para mí... toda.

Pero no tengo que hacer nada... ella ya demuestra maestría... chupando mis Tetis como si fuera un helado de chocolate y menta... apretándolas hacia ella... UMMMMM AYSSS NIIIÑAAAA Q... M.. HACESSYSSS... UFFF... no deja ni un centímetro sin mojar con su lengua... esa lengua que me vuelve... ¡LOOOOCAAA AAYSS!... Sus manos, bajan hasta mi sexo mojado y abandonado... hasta ahora. Su invasión me coge desprevenida... segura y firme me penetra... con sus dedos... UMM QUEEE GUSSSTO... SIII SIGUEEE AUGGSSS MASSSS... -¡Cállate loca! ¿Quieres que nos pesquen... me dice.. jaajaa ¡Dame tu boca!... UMMMS... su lengua me llena tanto que no puedo resollar... – Calladita eh? Dice... Ujumm... no puedo hacer más que asentir con la cabeza... no me vaya a dejar tirada la condenada. Me mira a los ojos... y prosigue... follándome sin dejarme tocar... nada. Mis pechos están doloridos de sus asaltos... ya va a por todas... me los muerde sin piedad... me duele... ¡ME GUSTAAAG AYSSS!... mummm... aysss umm… intento llegar a ella, pero no se deja coger… ¡no vale!... necesito tocarla. Se me escapa hacia abajo... cierro los ojos y me dejo llevar por ella... ¡UMM COMO ME HACE SENTIR AAYY UMM! ... SI SIII NO ME DEJES... SIGUEEE AY LINDAAAAA... PORFAAA AYSSSI AYSSS.... hace tiempo que mis caderas estás en las nubes... su boca cerrada en mi sexo... sus dedos enterrados en mi... me hacen EXPLOTARRRR... UMM MEEE CORRROOO.. YAAA… SI... SI... SIII... SIIII... SIIII... AUUUSHSSS... YAAAAAA YA... YAAAAAAAAAAAGGGH AYSSSSSSSS... Que aparecieran todos ahora... que me vieran abierta de piernas... mirando un cielo hermoso... con una fabulosa mujer jugando entre mis piernas... aún entretenida en saborear mi orgasmo... la verdad... es que me importaba un pimiento... muy poco... más bien el pimiento me importaría... ¡Con el hambre que tengo!... ummm... – Niña, me has dejado fuera de mí, le digo. Déjame ahora a mí... quiero tocarte, besarte... comerte... Aysss... Ella apoya su cabeza en mi barriga y me mira... – Pues... lo siento amor... ya es hora de recoger todo... dentro de un rato nos volvemos... pero... esto... si quieres... podría seguir... en mi casa... Me quedo mirándola... sinceramente la propuesta más que pensarla está ya aceptada... UMM COMERRRR... sus pechos… sus labiosss… su almejitaaa aussss…¡QUE GANASS DE COMERR!.

Continuará?