Eva 5

En una cabaña en medio del bosque un leñador me cogía mientras mi esposo tomado dormía sin imaginar que yo gozaba sexualmente

Hola, gracias a sus comentarios me he animado a escribir de nuevo mis experiencias y

deseos

sexuales y para los que no me hayan leído antes les comento que llamo Evelina, soy trigueña, mido 1.50 mts, delgada, pechos medianos talla 34 copa B, pelo quebrado medio largo y negro.

Salimos en una ocasión mi esposo y yo un fin de semana y llegamos al lugar que está en una montaña con bosques y verdes prados además de un riachuelo hermoso, en el lugar hay varias cabañas individuales que rentan y que en realidad son unas cuantas por lo que me parece que mientras menos gente, es más fácil para des cohibirme y tomar confianza para gozar más plenamente del lugar.

Al entrar al lugar que se encuentra cercado todo alrededor, en la entrada hay un recibidor para registrarse y al lado un restaurant, cuando uno se registra, le proporcionan un atado de leña para encender la chimenea que cada cabaña tiene individualmente.

Entramos mi esposo y yo a la cabaña y de inmediato encendió la chimenea porque hacía mucho frio, nos sentamos frente de esta y nos tomamos un drink para calentarnos, cosa que en realidad sobraba ya que de inmediato empezamos a acariciarnos y a besarnos.

Casi de inmediato nos calentamos y empezamos la orgía de sexo sin parar hasta que los dos tuvimos un orgasmo espléndido, ayudado por el lugar tan hermoso.

Mi esposo tenía ganas de tomar y se sirvió otra copa y después de esta, otra y otra hasta que se empezó a emborrachar, por lo que yo le dije que parara de tomar porque ya lo conozco que con tragos es difícil que se le vuelva a parar la verga y que yo quería coger mucho mucho es fin de semana, él no me escucho y siguió tomando hasta que de plano le dio sueño y se durmió.

Yo me puse a ver el televisor aburrida y molesta, después de un tiempo, se terminó la leña y quise despertar a mi esposo para que fuera por más porque el frío se empezaba a sentir de nuevo, pero él estaba demasiado borracho como tan siquiera escucharme.

Me envolví en una frazada que había porque yo continuaba desnuda y me dispuse a esperar que se le pasara la borrachera a él para salir a comer al restaurant y por más leña, empecé a temblar de frío pensando que hacer para disiparlo cuando escuche que tocaban la puerta, con sobresalto pregunté quién era y que deseaba y me contesto ..

-Soy el leñador del lugar y como vi que no sale humo de su chimenea

y hace frío, pues vine a ver si no desean más leña-

Yo agradecí al todos los santos que llegara ese leñador y le dije que si queríamos más leña, por lo que me contestó que en seguida la traía,

Quise despertar una vez más a mi esposo diciéndole lo que pasaba y que en breve regresaría el leñador con el pedido, él se despertó y me dijo que tomara dinero de su cartera y le pagara.

Me dio coraje porque me dejaba a mí lo que debería hacer él y le insistí, oye y si el leñador me quiere violar que hago? Y cínicamente me respondió que no me dejara violar y que mejor le correspondiera voluntariamente.

Me dio más coraje lo que me dijo, pero ni modo, me resigné a esperar al leñador para reavivar la chimenea y quitarme el frío, en esas estaba rumiando mi coraje cuando pensé en lo que me dijo mi esposo y me dije a mi misma, pues ahora y de puro coraje voy a hacer lo que me dijo y me dejaré que ese señor me coja.

Cuando tocó el leñador, me sobresalté por estar en esos pensamientos, pero reaccioné y me envolví bien en la frazada y abrí la puerta, él entró y vi que era un muchacho como de unos 30 años fornido y alto, puso la leña a un lado de la chimenea, le pagué y se dispuso a salir, cuando de pronto se le ocurrió preguntarme si no quería que la encendiera porque ya estaban apagadas las pocas cenizas que quedaban y se dio cuenta que mi esposo estaba dormido.

Yo pensé de inmediato que sola no podría encender el fuego, así que le dije que si me hiciera el favor, por lo que él inició el encendido de la leña y en agradecimiento, le ofrecí una copa mientras seguía intentando encenderla.

Cuando estaba agachado vi que se le marcaba bajo el pantalón una verga que prometía un buen tamaño ya que se le notaba un gran bulto y pensé que si así se le veía en reposo, de qué tamaño sería cuando se le parara.

Empezamos a platicar y me preguntó quién era la persona que dormía a lo que yo le contesté que era un “amigo” que había tomado de más y que estaba borracho, me contestó que era un tonto al desperdiciar la compañía de una mujer tan bella como yo y que prefería dormir que estar conmigo.

Yo agradecí el piropo y me empecé a calentar pensando en el tamaño de esa verga y en lo que me dijo mi esposo y que en ese momento quise pensar que me daba “permiso” de coger con otro mientras él estaba borracho.

El señor al fin encendió el fuego y ya se despedía cuando yo pensé en no desaprovechar el momento y me aventuré a decirle que porque no terminaba su copa y tomaba un poco de calor del fuego y mientras platicábamos.

El aceptó y platicaba cosas triviales mientras yo pensaba cómo hacer para seducirlo y se me ocurrió fingir que me tropezaba y me dejé caer al piso saliendo volando por otra parte la frazada, quedando completamente desnuda a la vista de él.

Al verme así por poco y le da un infarto jajaja y se apresuró a ayudarme a sentarme en un silloncito y sin dejar de verme, agarró la frazada y lentamente me la volvió a poner y me dijo

--tenga más cuidado, esta bien?  No se lastimó? --

A lo que aproveche y le dije:

n  Me duele la una pierna izquierda hasta la ingle y no puedo llegar al botiquín de primeros auxilios para buscar que ponerme—

De inmediato fue a él y saco una pomada de no sé qué y me la dio en la mano,

Le dije:

--No me puedo alcanzar a sobar mi pierna porque me duele mucho al agacharme Ud no me puede hacer el favor de ayudarme a poner la pomada y sobarme? –

Sin pensarlo un segundo se hinco ante mi abrió el envase se puso pomada en las dos manos y me empezó a friccionar la pierna desnuda donde yo le indicaba, un tanto cerca de mi vagina, la cual tenía cubierta con la frazada además de toda la parte superior del cuerpo, me frotaba suavemente la pierna y yo le decía:

--Un poco más arribita—

Hasta que llegó a rozar mis labios vaginales por debajo de la frazada, comentándome:

--Tiene Ud una piel muy tersa y suave, es una mujer muy hermosa y sensual--

Agradecí nuevamente el piropo y seguí lamentándome del fingido dolor, el leñador con sus manos ásperas y duras, parecía un ángel sobándome la pierna a todo lo largo por lo que me seguí calentando y yo cuando me caliento, empiezo de inmediato a lubricar en abundancia.

El leñador un poco tonto, creyó que mis flujos eran parte de la pomada que me había aplicado cerca de la vagina y los recogió con su mano y me los untó en la parte inferior de la pierna.

Siguió con el masaje mientras a mí me subía la calentura de tal manera, que “descuidadamente” solté la frazada y resbaló al piso, dejándome desnuda a sus ojos, él intentó caballerosamente recogerla y volver a ponérmela a lo que yo le dije:

--No se preocupe señor gracias, déjela allí para que me pueda sobar mejor mi pierna y mi ingle que me duele mucho—

El tipo no se daba cuenta lo que yo quería y viendo mi cuerpo desnudo de reojo siguió con el masaje en mi pierna hasta que le dije:

--sóbeme por favor aquí y le señale la ingle a un centímetro de mis labios vaginales—

El obedeció fijando su mirada en mi sexo y como autómata me sobaba la ingle.

Al estar viendo mi vagina, notó que el líquido q había visto anteriormente no tenía nada que ver con la pomada, sino que era mi lubricante el que escurría y por muy zonzo que era, se empezó a calentar para continuar sobándome pero ya no la ingle sino los labios vaginales, los cuales, apretaba suavemente y los empezó a separar para tener acceso visual a mi rajita que seguía emanando abundantes líquidos.

El tipo volteó a ver a mi esposo y me pregunto:

--Será que no se despierte su amigo?—

Y le contesté:

--No se preocupe por él, está muy borracho y estoy segura que despertara hasta mañana temprano—

Debido a mis palabras que le sonaron a anuencia de seguir, me acarició las piernas y las abrió lentamente para tener mejor visión y poder seguir su labor de acariciarme a su antojo.

Yo observaba su bulto debajo del pantalon que crecía al ritmo de los latidos de mi corazón, él dejo mi vagina, me puse de pie frente a el y me empezó a acariciar las chiches, apretando mis pezones que estaban a punto de reventar.

Luego subió y me empezó a besar el cuello y la boca a lo q respondi entrelazando nuestras lenguas en un beso que prometia un momento de buen sexo y bajando lentamente de nuevo para acariciar suavemente mis brazos, mis curvas, mis nalgas y mis piernas.

--Está Ud. deliciosa, hermosa—

Me decía emocionado, me daba vueltas para verme detenidamente, sin parar de acariciar mi cuerpo completo, entonces se hincó quedando mi vulva a la altura de su cara, me abrió las piernas empezó a darme una mamada divina.

Luego empezó a lamer mis muslos, las ingles y para concluir nuevamente en mis labios vaginales que mordisqueaba suave y amorosamente para luego lamer todo lo largo de mi rajita y a mamar mi clítoris bien paradito por un buen rato que parecia estallar por lo cachonda que estaba, lamia y succionaba la cabecita q asomaba por el glande como queriendo ver quien le proporcionaba tanto placer.

Subió y se dedicó a masajear y a chupar mis enrojecidos e hinchados pezones por un laaaargo tiempo, mientras yo le sobaba la verga por encima del pantalon, me cachondeaba y chupaba tan delicioso y con tanta lujuria pero a la vez con ternura que no soporté mas y me convulsioné soltando mi primer orgasmo que me hizo temblar de pies a cabeza, exclamando:

--Hagggg me vengo, me estoy viniendo delicioso papi--

Cuando terminé de venirme, me hinque, le abrí la bragueta y le meti mi mano para sacarle la verga del pantalon para verla, palparla, sentir su dureza y dejar de imaginar de que tamaño seria ese trozo de carne cruda que desde hacía rato tanto se me antojara.

Al quedar fuera, yo no podía creer lo que veía, le medía más de 20 centímetros parecía la verga de un burro porque estaba gruesa y cabezona, tanto que me empezó a dar miedo que me fuera a desgarrar la vagina, pero era tal mi impresión y calentura, que deje el miedo a un lado, la empuñe y la aprete fuertemente con las dos manos para sentir nuevamente su dureza.

Le  palpitaba aceleradamente, se la pele jalando el prepucio hacia atrás y le empecé a hacer una chaqueta lentamente, vi que le salian gotitas de lubricante que más bien parecían chorros y por un momento pensé que ya se estaba viniendo.

Le baje los pantalones para verla completa y al acariciarle los huevos, note que estaban duros e intui que estaban llenos de leche  por lo que engolosinada por sacarla y saborearla, le empecé a lamer el lubricante que le escurria de la descomunal cabeza y empece a chuparle el pito con fuerza por lo que siguió creciendo unos 5 centímetros más.

Yo ya no pensaba más que en seguir comiéndomela y apretarla fuerte para impedir que se me escapara de las manos, el tipo bramaba como un toro y resoplaba por tanta excitación al sentir como se la estaba mamando.

De pronto me levanto como si fuera una pluma y me colocó suavemente sobre una alfombra que se encontraba cerca, me abrió las piernas y se colocó frente a mí con el propósito de metérmela ya.

Yo me dejé y esperaba ansiosamente empezar a sentir dentro de mi esa verga descomunal que amenazaba con romperme, acerco la enorme cabeza a la entrada de mi coño y empezó a empujar lentamente restregandola a lo largo de mi pepa y dándole golpecitos a mi clítoris para recoger mis flujos y facilitar la penetracion que ya era inminente.

Yo sentí que me entró la cabeza y creí que me iba a matar cuando entrara el largo y grueso tronco, pero no me importaba y empecé a suplicarle:

--Métemela toda, hazme tuya mi amor, déjame gozar tu tranca y goza mi vulva que anhela sentir esa descomunal verga, no esperes más y empújamela hasta el fondo bombéame más hasta que entre toda, hayyy que rico me coges--

Él siguió empujando lentamente porque era tan gruesa que mi estrecho coñito se la apretaba demasiado y se la lastimaba, así que metiendo y sacando la cabeza se mezclaban nuestros lubricantes para facilitar la penetracion hasta que de pronto….

Dio un brusco empujón y me metio la mitad, haciendo que yo pegara un grito mezclado de dolor y placer, él volteó a ver a mi esposo si había despertado, pero al no ser así, siguió en su labor de cogerme.

Yo me contorsionaba de dolor pero pudo más mi calentura, así que aprovechando mis sentidos y conocimientos del sexo, no perdí más tiempo, lo abracé con mis piernas y lo atraje de un solo movimiento hacia mí y me entró al fin casi toda esa tranca completa, chocando la gran cabeza con mi matriz ocasionando que nuevamente yo gritara de dolor.

Al sentir el tipo que ya me había penetrado con su verga casi hasta el fondo, empezó a moverse y en el mete y saca yo sentía como sus enormes bolas campaneaban y golpeaban mis nalgas, cosa que me hacía sentir llegar al paraíso, gozando cada embestida de ese toro-burro que ya sin miramientos me cogía frenéticamente

Yo permanecía inmóvil y no participaba mucho en la acción porque me dolía hasta la espina dorsal, me picaba constantemente la matriz ya que mi conducto vaginal era más pequeño que la verga de ese animal que seguía cogiéndome imparablemente, entre mi dolor y gozo, me empecé a venir con orgasmos continuos, uno tras otro, y sin contarlos pienso que fueron alrededor de siete u ocho, hasta que el macho garañón bufó y dijo entre dientes:

--Ahhh que panocha tan apretada tienes y que rica, me vengoooo—

Y empezó a descargar su semen dentro de mi coño.

Eran tan potentes y continuos sus disparos que senti que me lleno completamente por dentro y al sentir tanta cantidad de leche de macho fluyendo dentro de mí, me vine de nuevo soltando un violento orgasmo mucho más intenso que los anteriores junto con un grito ensordecedor que se oyó a kilómetros de distancia jajaja.

Mi esposo se despertó al oírme y sin voltear me preguntó:

--que te pasa?—

Y le conteste…

--Nada, vuélvete a dormir, me estoy masturbando y me acabo de venir—

Como ya me conocía que me encanta masturbarme, no contestó nada y se volvió a dormir.

El leñador, se espantó de esto y de un solo movimiento me saco la verga del coño, haciendo que por la presión de semen dentro de mí, explotara hacia afuera, salpicandome la cara y los pechos dejándome completamente bañada.

Yo aproveché que estaba afuera para acariciarla y admirar nuevamente todo ese trozo de carne cruda que momentos antes estuvo dentro de mí y me había dado el mejor orgasmo de toda mi vida, lamía y recogia los restos de semen q la cubrian y besaba la cabeza dándole las gracias por tanto placer.

El tipo intento incorporarse, pero no lo dejé y lo detuve agarrándolo de los huevos y le dije…

--Amigo, no es posible que te hayas cansado y no puedas seguir cogiéndome, estoy segura que ese enorme par huevos guardan aún bastante lechita y “YO LA QUIER TODA”, no te dejaré ir hasta que te los vacíe por completo, yo quiero seguir cogiendo más con esa verga y seguirla gozando hasta dejarte los huevos secos, vacíos --

No cabía en mí el hecho de pensar dejar pasar esa única oportunidad de mi vida de tener para mí sola una verga de esas dimensiones y estaba dispuesta a seguir gozando con ella pasara lo que pasara, por lo que ahora yo tomé la iniciativa.

Lo empuje y cayó de espaldas en la alfombra, me senté en su estómago, me puse en cuclillas de frente a el y me abri con los dedos los labios de la pepa para clavarme de nuevo la enorme cabeza que ya de nuevo se había hinchado.

Poco a poco me fui sentando a lo largo del grueso tronco hasta que pude soportar sin lastimarme la matriz, una vez adentro el largo máximo soportable empecé a cabalgarla, levantándome para sacarla casi toda y luego para clavármela bruscamente, gozando a mi placer toda esa larga y gruesa verga, mientras el me succionaba con locura los pezones y me apretaba las chiches con las dos manos, hasta que al fin no pude soportar mas y me vine de nueva cuenta exclamando

--Ahhhhh me vengo, se me está saliendo la vida por el coño, que ricoooo—

Al ver que yo lo me estaba viniendo, el leñador exclamo a su vez:

--Uffff también me estoy viniendoooo, que rico y delicioso me haces sentir, coges como una Reyna—

Descargó lo último que le quedaba de leche, efectuando disparos potentes que golpeaban sin piedad mi útero y yo apretaba al máximo los labios de mi vagina para ordeñarlo y sacarle hasta la última gota de los huevos.

Con el coño escurriendo de leche, ya no podía seguir cogiendo aunque quería más y no tuve fuerzas para detener al leñador que se levantó a duras penas, se vistió y salió de la cabaña no sin antes besarme apasionadamente los labios y decirme…

--Te agradezco mucho que te hayas entregado a mí y haberme dado tanto placer, jamás había tenido una experiencia similar y mucho menos con una mujer tan fogosa, caliente y bella como tú, que tan sólo con sentir tu tersa piel en mis manos por poco y me provoca un orgasmo--

A la mañana siguiente se despertó mi esposo y me quiso coger, pero yo estaba completamente exhausta y me dolía el coño de tanto coger con ese descomunal pito así que lo rechacé diciéndole que estaba enojada con él por haberse emborrachado y dejarme sola toda la tarde y noche y que por “ su culpa ” me la habia pasado sola y me había aburrido mucho jejeje.