Estrené el piso de estudiantes con Carlos
Tras la feria comenzaba la vida normal, mi hermana volvía a la facultad, yo la comenzaba, y al estar en otra ciudad, las ocasiones de coincidir con Carlos cada vez eran mas difíciles.
Tras la feria comenzaba la vida normal, mi hermana volvia a la facultad, yo la comenzaba, y al estar en otra ciudad, las ocasiones de coincidir con Carlos cada vez eran mas difíciles. Mis padres se oponían a que me fuera a vivir con mi novia (decían que no iban a estar pagando piso para follar) y decidieron que lo mejor seria buscar algo de dos habitaciones y compartir piso con mi hermana, de esa forma seria mas económico, con mas confianza y de paso, yo estaría mas controlado.
Total que tras pasar un día entero buscando piso, encontramos algo relativamente nuevo, amueblado, luminoso y cercano a la universidad, por un precio bastante económico, ya al día siguiente mi hermana Yolanda y yo hicimos con nuestra madre la mudanza, con nuestros enseres y de paso, nuestra santa madre, llenó la nevera de comida, para después empezar a darnos los típicos tuppers de estudiante.
Mi ciudad de la capital no está muy bien conectada de forma que si en coche se tardan 45 minutos, en autobús el suplicio se podía elevar a una hora y media fácil, haciendo que te pensaras dos veces ir a casa entre semana con la economía de un estudiante, de forma que cuando volvíamos a casa por norma general era los fines de semana donde estábamos con nuestra familia, amigos y novia quien al final había decidido estudiar en otra ciudad.
Las clases y la vida estudiantil se fue desarrollando con normalidad. Clases de lunes a viernes, jueves por la noche fiesta y el viernes de resaca, o te saltabas las clases o negociabas con el profe darlas a lo largo de la semana para no ir el viernes.
El piso era como estar en casa, sin mis padres pero con mi hermana. Discutíamos, nos arreglábamos comíamos, en fin vida normal.
Paso mas de un mes hasta que recibí un sms en el teléfono que decía ``Como vas? Estás liado?´´ Era Carlos a quien llevaba tiempo sin saber nada de el y tenia ganas de verlo. Era inevitable pensar en el e imaginarme chupándole la polla, el sabor de su lefa o la sensación de presión de mi culo cuando me metía ese rabazo en mi culito.
``No. Estoy libre le contesté. Llámame si quieres que yo no tengo saldo´´ le contesté yo y que a los dos minutos respondió llamándome.
No se me va a olvidar en la vida. Eso era un miércoles, y me preguntó que qué tal nos iba, como llevábamos la convivencia sin padres, y como me encontraba en mi nueva etapa universitaria. También me dijo que al día siguiente tenia una comida de negocios en la capital, y que si me apetecía desayunar con el antes de irse a sus negocios a lo que yo accedí. Quedamos en la cafetería de la facultad a las 11 de la mañana del jueves y cuando yo llegué ya estaba el allí leyendo el periódico en una esquina de la barra, justo debajo del cartel, prohibido jugar a las cartas o dados.
Estuvimos charlando, me estuvo contando cuales eran sus planes de ese día, para qué habia ido a la capital y que si esta tarde no tenia ningún plan, mi madre le había contado por donde estaba el piso, y que había una cafetería cerca de mi piso, y que antes de volver podríamos tomar un café a so de las 6 o 7. A lo que yo, teniendo la tarde libre del jueves pues me pareció bien.
Nos despedimos con un abrazo, y yo me fui a clase y el a sus asuntos. Comí con mi hermana quien me dijo que esa tarde no iba a estar en casa porque se iba de fiesta a eso de las 6, pero yo le dije que me iba a quedar estudiando. No quería que supiera que iba a quedar con Carlos y que hiciera algún tipo de comentario o por vergüenza.
A las 6 se fue Yolanda y yo me quedé esperando la llamada de Carlos. Llamada que no llegaba, y a las 8 decidí darlo por perdido. Se le habrá complicado la tarde´´ pensé. Como siempre, fue justo cuando me hice a la idea de que no lo iba a ver, cuando me llamó por teléfono diciéndome que estaba abajo, que lo disculpase por el retraso, pero que la comida se había alargado mas de la cuenta.
Te bajas?´´ eran ya las 9 de la noche y le dije que que café íbamos a tomar a las 9 de la noche, a lo que contestó rápidamente, ``pues cenamos!´´
Esa misma cafetería era conocida por hacer los mejores bocadillos de la ciudad, desde los tiempos en los que el y mi padre iban a la facultad. Bajé, fuimos andando a la cafetería quien todavía no tenia mucha gente, y sentados en la barra nos comimos cada uno un bocadillo con una cocacola y unas patatillas fritas. Pagada la cuenta, y de vuelta al coche, que estaba aparcado justo en la puerta del bloque, fuimos hablando de nuestras experiencias anteriores (tema que se había obviado anteriormente) y lo complicado que era poder tener encuentros, que a mi me había excitado tanto y estaba tan caliente, que con una decisión que no había tenido nunca antes y dándome igual que los vecinos estuvieran pasando, le dije
``Mi hermana no está. Porque no subes un rato y te muestro el piso y hacemos algo?´´
El siempre había dominado la situación , y q creo que ese ofrecimiento no se lo esperaba porque se puso rojo, y tardó dos segundos en acceder. Saludando a los vecinos que nos cruzamos en el ascensor, subimos hasta nuestro piso. Le enseñe las instalaciones del apartamento, formado por una cocina, salón, un cuarto de baño bastante grande y dos habitaciones amplias con sus camas, armarios y mesas de estudio.
Recuerdo que le dije, ``puedo ofrecerte algo de beber, o prefieres que te la chupe directamente´´ mientras estaba de pie en el salón, a lo que el contesto que prefería que se la comiera como la ultima vez.
Estaba tan caliente que me dirigí a el y empecé a desabrocharle el pantalón bajándoselo junto con la ropa interior hasta quitársela junto con los zapatos y las medias de ejecutivo y cuando elevé la vista pude volver a contemplar ese gran rabo.
Uff como me gusta´´ le dije mientras lo agarraba y lo olia. ``lo echaba mucho de menos´´ añadí, y pasando mi lengua desde la parte baja de esas pelotas enormes, subiendo por su morcillón falo, hasta llegar a su punta, me la meti en la boca, como si fuera la última vez que me iba a comer esa grandiosa polla.
Teniamos la luz encendida y había oscurecido. El piso estaba en un residencial que daba a un patio de vecinos, y Carlos se percató, que justo los vecino de enfrente, habían llegado a casa y que podrían vernos, y me pidió continuar en un sitio mas privado, a lo que yo, que aun seguía vestido pero con la camiseta húmeda de la baba que se me había caído mientras le chupaba la polla, me lo llevé a mi habitación, caliente, no solo porque estuviera el sino porque sentía que era yo el que manejaba la situación y sentía que Carlos era vulnerable en mi territorio.
Mi habitación tenia un armario justo detrás de la puerta de entrada, dejando espacio para una cama que estaba pegaba a lo largo a la pared. Llegados a la habitación Carlos se creció y empujándome sobre la cama, me quito el pantalón que llevaba, mientras yo me quitaba la camiseta y tirándose encima de mi, me quito el calzoncillo, pasando su boca por mi polla durísima, a la cual le pegó dos o tres chupetones con mucha presión, y subiendo su boca por mi barriga, y mi pecho, llegó hasta mi boca donde me dio un beso, llenando mi boca con su lengua, sensación que no me gustó tanto como esperaba y que el se dio cuenta, cambiando rápidamente de asunto.
Se quitó de encima para quitarse la camisa mientras yo contemplaba su esbelto cuerpo y esa polla enorme cuyas pelotas estaban diseñadas a juego. Grandes y hermosas.
Carlos me dio la vuelta y ofreciéndole mi ano empezó a escupir en el, intercambiando y jugando con sus dedos, su lengua para dilatarme.
Tras un largo rato jugueteando y dejándome de rodillas en la cama, de cara a la pared, Carlos se puso de pie, quedando mi culo, a la altura de su polla, que fue introdciendo a modo de juego. Entraba y salía, entraba y salía, poco a poco, con la fuerza y delicadeza que le caracteriza, mientrasa notaba que había un punto en el que sentía como sus pelotas ya estaban golpeando mi perineo. Para aquel momento, yo ya estaba gritando, gimiendo de placer y diciéndole en voz alta a Carlos que me daban igual los vecinos que siguiera follandome fuerte.
Agarrándome de las caderas me apretaba contra el notando esa gran polla en mi interior, y no quería que acabase, pero noté que en un momento, paró, y agarrándose la polla, me dijo, ``que malo me tienes cabrón, cuanto me gusta tu culo hijo de puta´´
``Vamos a cambiar de postura´´ propuso a lo que yo le dije como quieres que me ponga
Y en un rápido movimiento el se tumbo en la cama, acomodándose la espalda con la almohada contra la pared, me dijo, ``ven siéntate encima de espaldas a mi.´´ Me senté encima de el, metiéndome todo su rabo por el culo, hasta el fondo, quería tenerlo todo dentro y agarraba sus bola y me las apretaba contra mi, mientras le pedía que me la metiera toda.
Como ya sabéis, no tengo un gran conocimiento de movimiento, pero en esa ocasión solo quería saltar, sentir como esa polla salía casi entera de mi, para volver a metérmela entera con fuerza. Ufff
Seguía saltando sobre esa polla cuando, justo escucho pasos cerca de mi habitación, se enciende la luz y a al segundo vemos como mi hermana abre la puerta, viendo una imagen digna (según sus palabras) de una película porno. Trate de quitarme de encima pero la polla de Carlos estaba tan dura y tan dentro de mi que me resulto imposible y justo en ese momento se mezclo en el ambiente el hola chicos´´ de mi hermana, roja como un tomate de camino a su habitación, con el
me corro´´ de Carlos quien ni siquiera hizo el esfuerzo de ocultarse, quitarme, sino todo lo contrario metiéndome con mas fuerza su polla para preñarme, y que aun sacándola seguía corriéndose en mis pelotas.
POniendose de pie, agarró mi camiseta para limparse la polla los huevos y el pubis y luego abriendo mi culete (aun con la puerta abierta), contemplando como estaba salpicado de lefa, se quedo mirando mientras limpiaba como su leche salía de mu culete en un hilito.
Me pidió que saliera al salón a recoger sus pantalones y sus calzoncillos, y me puse el pantalón del chándal, fui, comprobando que mi hermana tenia su dormitorio cerrado. Carlos se fue al baño, se aseo un poco, y saliendo totalmente vestido del baño se despidió de mi con un abrazo en la puerta, diciéndome que por favor hablase con mi hermana que no se podía enterar nadie, a lo que le contesté que ella ya lo sabia, y que me llamará mañana que le contaba con mas detalle.
Cerré la puerta, y andando por el pasillo como si estuviera flotando llegue al salón donde estaba mi hermana diciéndome…
``Buena follada te ha dado´´