Estrenando Cuñado

Mi hermana y sus escrúpulos me permiten iniciar a mi potente cuñado en delicias sexuales...

Me llamo Andrea soy heterosexual, mido 1.70, curvilinea, pelo castaño muy liberada y fogoza. Comenzando mi relato les comento que siempre supe que mi hermana tenia muchos problemas sexuales y nunca innovó aparte de las tradicionales posturas, quizás esta era una de las razones de que su matrimonio estaba al borde la crisis, me pedía consejos a mí, pero en realidad conociéndola lo reticente y rígida que es en algunos aspectos nunca quise contarle que yo simplemente practicaba todo con mi pareja; ya sean cuantiosas y eternas mamadas recíprocas, penetración anal y algunos calientes variaciones como usos de linternas en primer planos sobre nuestros genitales mientras soy penetrada en una habitación totalmente obscura, o la fricción de su polla sobre mi suave y erectado clítoris hasta terminar ambos recíprocamente y bañándome con sendos, potentes y abundante choros de leche sobre mi palpitante clítoris.

En una ocasión me pidió que fuera a su casa ya que su esposo Fabio había olvidado la llave y ella demoraría en trámites. Yo llegue a su casa, y lo esperé, más bien desganada porque nunca me interesó puesto que me parece un poco idiota y fanfarrón. A la hora estaba viendo en su cama una película muy erótica en el cable cuando Fabio llegó...yo estaba tendida sobre la cama, disimuladamente acariciando mi coño, introduciendo mis dedos en mi húmeda vagina y en mis labios. Este es un habito para mí; me produce muchas oleadas de placer cuando lo hago. Él miró desconcertado, disimulo saludándome mientras yo me reincorporaba, se había dado cuenta de todo y muy turbado me comenzó a hablar de banalidades sin quitar los ojos de mis tetas las cuales por el fragor del momento anterior se veían a través de mi blusa, estaban erguidas y se transparentaban.

Yo por mi parte le miraba de reojo el hinchado bulto el cual a esa altura luchaba por no salirse por el zipper del pantalón, ya se adivinaba un buen ejemplar de unos 20 cm., pensaba que ojalá fuera grueso, obscuro y venoso como a mí me gustan. De sólo pensarlo ya me estaba saboreando y mojando aún más. Su lasciva mirada me calentaba al límite y sin pensarlo más tome su cara entre mis manos y le di un profundo beso penetrándolo con mi lengua, devorándolo con mis labios. Luego al sentir que el correspondía a mi caliente ataque desabotone su camisa comencé a morderle suavemente sus pezones, besando su pecho de hombre joven, perfumado, terso y duro, baje hacia el ombligo mientras él se estiraba suavemente sobre la cama, yo recorría como una obediente esclava su pelvis.

Mi lengua era una vivaz serpiente, iba y venía rodeando la zona aquella que me tenía intrigada con su aroma a limpio, a hombre, y que irradiaba un inusitado calor que podía percibir con mi cara y mis carnosos labios, baje su slip y su sexo asomó como un resorte, su bella e inmensa cabeza brillaba estaba totalmente endurecido, sus venas sobresalían yo no pude resistir más y abrace con mis gruesos labios, muy despacio aquella deliciosa cabeza, pose la punta de mi lengua en el orificio de su glande, lo chupe con ahínco, mientras él se retorciá de placer, ahogado en gemidos. Luego baje penetrando mi boca con aquella caliente mole subía y bajaba, él cadenciosamente movía sus caderas mientras yo tragaba su polla rítmicamente lamiendo y sacudiendo con mi lengua su inmenso glande internamente. Podía percibir como su leche estaba subiendo, espasmos consecutivos se sentian en su inmensa tranca yo aceleraba el ritmo y el gemía más y más.

Ante la evidencia de orgasmo él me detuvo y me dijo "quiero probarte entera, siempre te quise tener... imaginaba que eras toda una puta en la cama" al escuchar estas palabras no pude más que pensar en alargar esta calentura al máximo y sin más preámbulos me senté sobre él, tome su tranca, la pose sobre mi clítoris y comencé un suave masaje entre mi perlita y su suave cabeza, alargando poco a poco el masaje, rozando mi clitoris, mi rosada y jugosa entrada, hasta mi ano suave, muy suave, una y otra vez, acelerando el ritmo, a esas altura yo estaba más que caliente e inundada de mis jugos, en la locura del roce frenético yo me vine una y otra vez, sintiendo espasmos casi eléctricos, mi vagina se contraía una y otra vez como pidiendo ser ensartada por aquella exquisito polla. Yo iba en mi décimo orgasmo cuando decidí darle el premio a tan hermosa tranca lo introduje en la entrada de mi estrecho ano, muy despacio, cabalgando suavemente mientras Fabio totalmente descontrolado, tomó mis caderas y de una embestida hizo que me lo devorara todo. Comenzo un mete y saca enloquecedor gritándome "perra, mi perra caliente, cómeme, se que te gusta...toma mi leche todaaaa". En ese minuto mi ano recibía inmensos trallazos de leche caliente, era tanta que salía de mi orificio, bordeando su pene, él seguía moviéndose lentamente gozando hasta la última embestida, yo tocando mi clitoris, seguía teníendo sendos orgamos.

Luego Fabio me tomo, me abrazó y me confidenció que siempre le atrajo la idea de gozarnos en la cama, que era un sueño estar con una mujer multiorgásmica tan caliente y que se había brindado muchas masturbaciones imaginando mi boca en su pene, y por supuesto su tranca disfrutando de mi generosa y parada cola...Seguidamente, me separé de él le aclaré que sólo fue sexo y que obviamente debía ser prudente y no contar nada a mi hermana ya que en ese sentido he sido muy práctica, amo a mi hombre pero eso no quita gozar de experiencias especiales. Me replicó que obviamente sería así siempre y que podría experimentar con él cuando yo quisiera. Lo único que lamento es que mi hermana teniendo semejante bestia en su cama no lo disfrute. Ojalá el se anime a convencerla y aplique alguna de las rutinas que hemos practicado tan profusamente....

Hombres: si quieren me comentan las consecuencias de mi relato a:

pupperly@latinmail.com