Estrella y su tanga (capítulo II, versión de Hugo)
En el capítulo II, es Hugo el vecino quién relata la versión de los hechos del primer capítulo y lo que provoca en él encontrar el tanga de Estrella en su ventana.
Capítulo 2( Versión de Hugo)
-Me voy, nos vemos el viernes¡ -esas fueron las últimas palabras que Estrella oyó desde la cama...y sus ojos se cerraron.
-¡Bip! un sonido procedente del móvil, truncó su sueño.Su inconfundible tono del Whatsapp resonó por toda la habitación. Leyó el chat, era de su novio: “Por favor, recoge la ropa tendida, que han dado lluvias.Bs”.
Estrella, estuvo a punto de volver a dormirse, pero se dijo así mismo:
-”Mejor hacerlo ahora”- Era especialista en olvidarse por completo de este tipo de tareas. Se dirigió a la ventana y al recoger la ropa vió tres prendas que no le sonaban: unos vaqueros, camiseta y algo blanco.
-¿Y esto? dijo completamente extrañado cogiendo un tanga blanco de su repisa.Conocía perfectamente la ropa interior de su pareja,sobre todo porque era un gran apasionado de la ropa interior femenina y un tanga así con con un lacito rosa en la parte central,no le habría pasado desapercibido. Inmediatamente miró hacia arriba y vio que dos pisos más arriba había otro pantalón a punto de caerse.
-Es de la pareja del 3º, sin duda-musitó.
-"Voy a subir la ropa cuanto antes,ahora que estoy en racha haciendo favores" pensó.En ese mismo momento volvió a mirar el tanga y, de repente, experimentó una sensación morbosa al tener delante una prenda tan íntima de una vecina.
No pudo resistirse y lo acercó a su nariz.Lógicamente el aroma a suavizante invadía toda la prenda, sin embargo, el tacto le pareció muy sensual y, sin darse prácticamente cuenta, rozó con su lengua la zona central. Por un momento dejó volar su mente , cerró los ojos y se imaginó a su vecina con él puesto y cómo se lo quitaba y volvía a poner. Su cuerpo reaccionó provocándole una tremenda erección,inconscientemente llegó morderse los labios presa de su propia excitación. Acto seguido, mirando para los lados como si de una pequeña travesura se tratara, se sentó en el sofá con el tanga en sus manos.
Como acostumbraba a dormir en boxers,se bajó la goma del mismo, quedó justo debajo de su pene como sujetándolo e ,inconscientemente se empezó a tocar. Sus ojos no dejaban de mirar el tanga. No pudo reprimirse, y lo colocó alrededor de su pene ya muy erecto y siguió moviendo su mano de arriba abajo fuertemente. Cómo otras veces se estaba masturbando,pero esta vez con el tanga de su vecina cubriendo su pene. No lo colocó al azar sino que delicadamente la parte más íntima del mismo, rozaba su glande. Sólo con pensar que esa parte estaría un tiempo después en contacto con el coño de su vecina le provocó una tremenda erección, provocando su inminente corrida.
De repente se dio cuenta de que iba acabar y lo apartó rápidamente. A los pocos segundos, salió disparado el primer chorro de semen,al que siguieron dos menos potentes pero no menos cuantiosos.
- ¡Buff!- se escuchó en el salón-.Cuando recobró un poco la respiración. Cogió rápidamente toda la ropa, y decidió subirla sin pensar más en lo sucedido.
Al llegar al 3ºizquierda, delante justo de la puerta, un remordimiento pasó por su cabeza.
- “Voy a meterlo entre la ropa”- En ese mismo momento observó una pequeña mancha en el tanga seguramente de su líquido preseminal.
- ”¡Mierda, demasiado tarde!” -se dijo- una duda recorrió su conciencia: volver a su piso y lavarlo o dejarlo de nuevo en la repisa.El miedo de encontrarse a otro vecino o que la vecina notara que no era su suavizante hacía que un mar de dudas invadiera su mente.Así que decidió no pensar más, lo limpió rápido con sumo cuidado y lo colocó tal cual. El corazón de Hugo iba tan rápidamente que parecía que se le ibaa salir de su pecho en cualquier momento.
LLamó al timbre.
Esperó, pero nadie contestó.
-"Casi mejor" y resopló, relajándose por momentos.Pero justo cuando se iba a dar la vuelta oyó unos pasos y el ruido de la cerradura.
-¡hola! apareció la vecina con una camiseta larga cubriendo apenas los muslos, algo despeinada, pero irradiando pura sensualidad.
- Soy Hugo,el vecino del primero - la boca seca impedía hablar con normalidad. Reaccionó y añadió:
- Creo que esta ropa debe ser vuestra. El aire tormentoso ha hecho de las suyas esta noche y ha ido a parar a mi ventana.
-¡Anda,pues sí!Ni me había dado cuenta, qué despiste.¡Jo,muchas gracias¡¿Sabes?menos mal, me encantan estos pantalones y pensaba ponermélos ahora mismo. Además quedan genial sin plancharlos, porque tengo estropeada la plancha y mi novio no está estos días, que es un manitas para estas cosas.
- Ha habido suerte- interrumpió el vecino, ya con un aire más sosegado, y sonrió sin perder detalle de la inusual “vestimenta” de la vecina.
- A mi no me gusta nada planchar y según nuestro reparto de tareas es mi novia quién lo hace, así que aplicaré tu estilo y buscaré prendas como las tuyas que queden bien sin planchar. Los dos se echaron a reír.
-Bueno que vaya bien con las amigas.
-¡Chao!
-¡Chao!- y los dos se despidieron mirándose a los ojos.
Bajó las escaleras nervioso. Al llegar a casa,limpió los abundantes restos del suelo y se fue a la calle.
Estuvo toda la mañana pensando en su vecinita, primero nervioso por si hubiera descubierto su travesura, pero seguidamente lleno de morbo por saber que cualquier día estaría llevando ése tanga con el que había disfrutado tanto.
Pasó la mañana rápida, comió en un restaurante de menú y volvió a eso de las 5 a casa. Hacía mal tiempo y decidió aprovechar la tarde leyendo y viendo capítulos de series. De camino a casa , un pensamiento recorrió su mente” Igual me levanto mañana y tengo otra sorpresa” Una sonrisilla pícara apareció en su rostro.
Después de estar viendo un par de capítulos, de una nueva serie que le habían recomendado unos amigos. Se asomó a la ventana porque parecía que caían gotas y vio algo blanco en su repisa.Ojos como platos,respiración agitada y corazón a mil: era de nuevo el tanga de la vecina.
Abrió la ventana y lo cogió rápidamente. Casi como hacía unas horas repitió la misma acción y lo acercó a su nariz, esperando encontrar de nuevo el olor a suavizante. Sin embargo,notó un aroma muy especial muy femenino, un aroma íntimo, embriagador pero a la vez suave, dulce. Lo miró detenidamente, observando algunas manchas amarillentas y blancas.No pudo más, y siguió aspirando ese aroma que lo tenía cautivado.Bajó su mano y nada más acariciar su entrepierna,su polla se puso muy dura. Embriagado por la excitación, pasó la punta de la lengua por el medio del tanga y, un sabor intenso, penetrante, llenó su boca.
No pudo aguantar la excitación y directamente se empezó a masturbar frenéticamente, muy fuerte como si le fuera la vida en ello.
De repente paró,su propia excitación, le hizo pensar:”y si lo ha dejado caer y no es casualidad. Se habrá dado cuenta de lo que he hecho con el tanga” suspiró de puro morbo. Volvió a mirarlo con detalle y a olerlo por todos los lados.Observó de nuevo las manchas más amarillentas, lo cual dedujo que podían ser de pis y eso le excitó todavía más.No podía parar de tocarse fuertemente y de imaginar a su vecina bajándose el tanguita y en cómo después de hacer pis unas gotillas caían en ellas. La visión de los labios vaginales de su vecina mojados por sus propios flujos, por gotas de pis y cubierto por la tela que había estado en contacto con su polla hizo que alcanzara el clímax entre jadeos prominentes. Preso de su propia excitación y deseo, limpió su polla con el tanga,y los últimos borbotones de semen caliente aparecieron en escena.
Hugo se sentó, le temblaban las piernas tras su orgasmo.A continuación, se asomó a la ventana:había luz en el tercero izquierda.
-"Tengo que hacerlo"se dijo así mismo-Ahora o nunca. Se levantó, cogió el tanga, lo puso en el bolsillo de su chaqueta de cuero y salió del piso.Un deseo hasta ahora desconocido para él movía sus piernas irremediablemente hacia el 3ºIzq.
-”¿Me abrirá?”- pensó justo antes de apoyar su mano temblorosa en el timbre….
Nota: Estaría encantado de recibir propuestas en mi correo ( escritor769@gmail.com ) acerca del posible desenlace para escribir varios finales con mi toque morboso en cada uno de ellos.