Estoy sola, por fin puedo ser mujer!

Una nena, aprovechando su soledad decide sentarse frente a su computador y junto a su consolador sentirse como toda una putita.

Estoy sola, por fin puedo ser mujer!

Una nena, aprovechando su soledad decide sentarse frente a su computador y junto a su consolador sentirse como toda una putita.

Al momento de escribir estas líneas tengo mi pequeño culito virgen completamente adolorido, mi pene derramado en semen al igual que mis tangas hilo dental y pidiendo a gritos que la penetración que acabo de tener no fuera como consecuencia de un consolador, sino que fuera un pene real que me hiciera sentir como toda una mujercita, como la mujercita que soy y siempre he querido ser.

Hoy en la mañana me desperté muy contenta, mis padres se irían de viaje por un mes, situación que definitivamente aprovecharía para poderme sentir como toda la mujercita que soy. Juanita volvería como tantas veces lo había hecho en la intimidad, pero esta vez lo haría de forma total, sintiéndome como la mujer que siempre he querido ser.

Una vez habiendo dejado a mis padres en el aeropuerto conduje a casa con muchos nervios queriendo tener en mi cuerpo las lindas prendas de mi madre (afortunadamente ella es muy joven y usa ropa muy provocativa). Al llegar a casa me desnude completamente y completamente desnuda y teniendo todo el tiempo del mundo decidí depilar la totalidad de mi cuerpo. Usando una maquina de afeitar así como una crema para depilar removí cada uno de los pelos que pudiera haber en mi cuerpo. Primero depile mis pies, mis piernas, mi cola, el poco pelo que hubiera en mi pecho, mis axilas y obviamente mi penecito que de la excitación moría de ganas de estallar. Mi cuerpo quedo precioso, afortunadamente soy un poco flaca por lo cual podría llegar a pasar por toda una mujercita Una vez terminado esto procedí a pintar las uñas de mis pies de un color rojo intenso y mis uñas de un rosa tenue, la verdad me sentía como toda una putita ardiente y con ganas de entregar mi culito.

Una vez terminado esto procedí a vestirme, me puse un conjunto de ropa interior negro divino de encaje que con mi pubis depilado se veía francamente divino. Sumado a ello mi madre tenia un liguero divino que con las medias que me puse parecía toda una putica (soy una putica?) . Luego me pues una falda negra larga acompañada de una correa muy grande y muy femenina, además de unas botas de 12 cm y una blusa de color blanco, la verdad arriba me veía como toda una señorita, pero debajo de esta ropa ya saben ustedes como me sentía. Procedí a maquillarme, mucha base en mi cara, labial rojo intenso y sombras en los ojos de color verde que hacían resaltar mis ojos del mismo color. Ahora debía buscar la forma perfecta para sentirme como toda una putica que soy.

Encendí mi computador y entre a Todo relatos, después de haber leído muchos relatos y haber sentido un grado de excitación total decidí continuar observando fotos de transexuales, envidiándolos y queriendo sentirme como ellas. Tome el consolador de 20 por 4 que había comprado de manera clandestina en algún sex-shop de esta ciudad y procedí a empezar metiendo dos de mis deditos untados con crema. Uhmmm que rico me sentía, me sentía bien, me sentía como una nena, me sentía caliente. Luego de unos minutos de haberlo hecho decidí meter de un solo trancazo mi consolador. Ayyyy Que dolor, el que tengo en mi culito, siento mucho dolor, pero siento placer, estoy arrodillada y metiendo hasta el fondo mi consolador. Como puedo me quito mis botas. Se que probablemente nunca este con un hombre, pero en este momento lo deseo con toda mi alma, desearía que el consolador que tengo en mi culito sea el pene de un hombre y desearía sentir su sudor en mi cuerpo. Rasgo mi falda, me siento caliente. Cada vez me lo meto más rápido, lo siento más dentro de mi. Siento que mi pene en poco tiempo va a estallar, voy a tener semen para saciar mi sed! Mas rápido, mas rápido, mucho mas rápido. Siento dolor, siento placer, me siento bien. Estalle, de mi pene salio todo mi semen y como toda una perrita que soy la metí en mis labios, la tome toda, sacie mi sed.

En este momento tengo mi pequeño culito virgen completamente adolorido, mi pene derramado en semen al igual que mis tangas hilo dental y pidiendo a gritos que la penetración que acabo de tener no fuera como consecuencia de un consolador, sino que fuera un pene real que me hiciera sentir como toda una mujercita, como la mujercita que soy y siempre he querido ser. Creo que hoy di mi primer paso para conseguir esto.

Si te gusto mi relato escríbeme a jmtravesti@yahoo.com.mx . Un beso para todas ustedes y salud (con un vaso lleno de semen)