Estoy enamorada de mi primo

Soy una mujer de 46 años, casada y amo profundamente a mi esposo. Y tengo un primo a quien también amo.

ENERO 5 DE 2005

Desde hace unos 4 años he mantenido una relación sentimental y sexual con mi primo Alberto, a lo largo de este tiempo, nos hemos visto casi todas las semanas incluso ahora que el vive en otra ciudad debido a un traslado que le hizo su empresa; pero no obstante esa distancia, cada vez que viene a Bogotá por motivos de trabajo, nos encontramos para hacer el amor.

Lo gracioso de esta relación es que mi esposo sabe de mis aventuras con Alberto e incluso la fecha y hora de nuestra cita y normalmente cuando regreso a casa le cuento todo lo que hice en mi cita y luego nos hacemos el amor con pasión, pero Alberto no sabe que mi marido conoce nuestra relación y por lo tanto él se mantiene nervioso cada vez que suena mi teléfono o teme que algún día mi esposo nos encuentre en la cama.

Hoy como en las demás ocasiones en que viene a esta ciudad, me reuní con ALBERTO en su oficina, al llegar yo y antes de subir al piso donde está ubicada su oficina, le marqué a JESUS al celular tal como habíamos quedado y el me pidió que dejara el celular encendido para escucharnos a mi y a Alberto, al principio le dije que no por temor a que mi primo se diera cuenta y se dañara nuestra relación, pero luego terminé guardando encendido el celular en su estuche y subí hasta su oficina él me abrió la puerta y al entrar cerró la puerta detrás de nosotros y nos dimos un beso largo en la boca, durante el cual nuestras lenguas juguetearon y entrelazaron, una vez concluido el saludo apasionado, nos deseamos mutuamente un feliz y próspero año 2005; luego nos sentamos en un sofá grande que hay frente a su escritorio y estuvimos en principio hablando de cosas sin trascendencia relacionadas con su esposa y sus hijas, mi tía y mis otros primos, hasta que yo le pregunté sobre su fantasía, aquella que desde hace algún tiempo estaba esperando que me contara y permanentemente había callado; parece que lo sorprendí de nuevo con la pregunta, porque se quedó pensando un momento, pero luego me dijo que ya sabía cual era y que lo que le gustaría conmigo era hacer el amor en una piscina; dado que a mí me fascina follar dentro del agua, le dije que me gustaría cumplírsela y entonces le sugerí que pasáramos solos los dos un fin de semana en su finca del Carmen, ya que allí se podría cumplir su fantasía, cosa que le agradó mucho y me prometió cuadrar su trabajo y asuntos familiares para podernos ir en Febrero para allá y gozar de nuestros cuerpos no solo en la piscina sino en todos los rincones de la casa.

Dicho esto y encontrándose muy húmeda mi concha por lo excitada que estaba, comencé a desvestirlo y a besarlo en su boca, cara, cuello, pecho y una vez que le quité el pantalón tome su verga con mis labios metiéndola en mi boca para saborear esa herramienta que tanto placer me ha dado en otras ocasiones, la lamí por todo su tronco y chupé su glande hasta casi hacerlo correrse con mi lengua, me detuve en ese momento y poniéndome de pie empecé a desvestirme yo, mientras que el me miraba con cara de lujuria y deseo, nos colocamos entonces en tal forma que nuestros sexos quedaran cerca de nuestras bocas y así estuvimos un largo rato é chupando y lamiendo mi clítoris mientras que yo le daba una espectacular mamada, de esta forma me corrí 2 veces sin permitir que el llegara, puesto que quería que lo hiciera en mi coño; luego le pedí que se recostara sobre el sofá y me senté sobre él moviéndome despacio hacia arriba y abajo, haciendo que se verga entrara toda, lo cual fue muy fácil por lo húmeda que estaba mi concha y así tuve un tercer orgasmo.

Cambiamos nuevamente de posición y yo dándole la espalda me agache apoyando mis manos y cabeza en el espaldar del sofá y ofreciéndole mi culo para que me ensartara con su verga, el me penetró por detrás y se estuvo moviendo así un poco pero al ver que yo no me corría rápidamente, se retiró y se sentó en el sofá a la vez que me invitaba a que lo cabalgara con su cosa metida dentro de mí, en esta posición yo trataba de hundir su estaca en mi vagina, al mismo tiempo que el subía su pelvis con lo que la penetración era más profunda, entre gemidos no tardé en venirme encima de él, yo me retiré y sentándome a su lado y una vez más empecé a subirlo nuevamente con la boca, veía como cada vez su verga se ponía más dura y gruesa hasta que en un momento empezó a gritar que se iba a correr, yo entonces aumente los movimientos de mi cabeza y la fuerza con la cual le chupaba el pene, hasta que emitió un grito fuerte y cerrando los ojos empezó a convulsionar su cuerpo mientras que grandes chorros de su leche empezaban a salir de su glande, los cuales cayeron en mis labios, barbilla y mi pecho.

Nos quedamos entonces recostados en el sofá descansando durante un buen rato, durante el cual le pregunté entonces cuantos días se quedaría en Bogotá y me dijo que hasta el viernes pues se iban de paseo con la esposa y los niños, pero que antes de irse le gustaría que nos viéramos nuevamente, por supuesto ante la oportunidad le propuse que nos encontráramos al día siguiente, pero debido a que tiene el día copado, me propuso vernos el viernes en la mañana, es decir pasado mañana, como casi siempre lo hemos hecho en su oficina, le propuse ir a otro sitio como por ejemplo mi apto o preferiblemente un motel, pero no aceptó ya que debía hacer unas cosas en la oficina y el vernos allí le permitía ganar tiempo; yo acepté pero con la condición de que en otra ocasión fuéramos a un motel o a mi apto.

Nos vestimos entonces pero antes de hacerlo el me limpió con amor el pecho y mi cara con una toalla húmeda, luego nos fumamos un cigarrillo y nos despedimos con otro beso largo en la boca y quedamos de vernos el viernes a las 9 en su oficina.

P.D.: Para mi esposo: Amor espero que te guste el relato y como comenzó este nuevo año en lo que a nuestra vida sexual se refiere y también espero que esta noche tu y yo hagamos el amor pues te amo y me haces falta