Esto no es Mío 5

Eres una oveja asustada con disfraz de Loba ~ M ♥

Camila: mientes – dijo ahogando su llanto – MIENTES!

Martina: - la tome de los hombros – sea como sea, no podemos estar juntas

Camila: por que tu hermana es una asesina y tu padre también? Y como Liliana?

Martina: Camila yo me he acostado con tantas mujeres que ni te imaginas – se giro – y solo para robarles – apunte a la chequera – aguantarías cada noche que no llegue a dormir solo por amor?

Camila: no tienes por que seguir haciéndolo – me tomo y junto su frente con la mía –

Martina: yo jamás te he pedido nada – la aleje – no me pidas que deje lo único que se hacer

Camila: sabes cantar – tomo mi mano insistentemente –

Martina: eso no da dinero – me zafe enojada –

Camila: no lo necesitas, no lo necesitamos – me abrazo queriendo besarme –

Martina: - corrí mi rostro – lo que yo no necesito es amor…

Salí de la casa y quise perder el orgullo en ese instante pero no me afloje, camine en dirección a la casa de mi hermana y en la primera esquina que me vi perdida de su mirada y su amor, me arrodille para dejar desfallecer mi alma en lagrimas de azufre que el demonio dentro de mi soltaba al morir por el desconsuelo de la falta de querer seguir con esto… un auto se detiene frente a mi es Liliana y Mariana, la primera se acerca a mi y sin preguntas ni reproches me ayude a ponerme de pie mientras que Mariana cargaba mis maletas y las subía al auto, el llanto ceso en cuanto me vi en la compañía de alguien mas, pero mis ojos no conseguían consuelo y la tristeza emanaba de ellos… llegamos a su casa y una pequeña niña se acerco a mi… Sofía…

Sofía: - estiro los brazos para que la tomara, por lo que la alce – penas de amor? – pregunto enseguida –

Martina: - asentí –

Sofía: a mi hermana también le paso – dijo por Liliana – pero después todo se arreglo, por que así es el amor, no? Las cosas parecen perdidas pero luego todo se arregla

Mariana: lo dices por lo de nosotras con tu hermana? – le pregunto mientras la cargaba –

Sofía: por ustedes, por mamá

Liliana: pero es diferente mi amor

Sofía: no, no lo es – me miro – acaso no la amas?

Martina: - mire al suelo –

Sofía: supongo que eres como Mariana, y ella solo llora por Liliana

Mariana: no digas eso, yo no lloro

Sofía: si, si lo haces y es por que amas a mi hermana verdad?

Mariana: verdad

Sofía: entonces tu solo lloras por una mujer a la cual amas o no?

Martina: - levante ambos hombros en señal de no saber –

Sofía: - llevo sus manos a los ojos ofuscada por mi respuesta – si, la amas… por que no te das cuenta – pataleo para que Mariana la soltara y cuando la dejo libre ella corrió para seguir jugando –

Liliana: aun estoy con la duda, la amas?

Martina: no se, quizás

Mariana: y que ha pasado?

Martina: que no puedo… no puedo correr con ella por el mundo haciendo lo que hago, no puedo

Liliana: y tu no lo dejarás?

Martina: no, es lo que hago, es lo que soy

Mariana: y ella se enamoro de ti haciendo lo que haces y siendo quien eres

Martina: no, por que recién hoy se acaba de enterar de la puta ladrona que soy

Liliana: y aun así apostaría mis manos a que quiso detenerte

Martina: - me gire desesperada – si, lo hizo – grite – pero no haré lo mismo que papá – me volví a girar para ver a Mariana – mamá dejo a papá por que no lo soporto, yo no quiero que ella me deje…

Mariana: por eso la estás dejando tu? – me pregunto enojada –

Liliana: tranquilas – suspiro y me fue a calmar – que piensas hacer ahora?

Martina: irme, quiero irme

Mariana: adonde?

Martina: quiero volver a Chile

Liliana: y Camila?

Martina: y Camila que sea feliz, que haga su vida, que me olvide – dije en lagrimas –

Mariana: de verdad es eso lo que quieres?

Martina: si, quiero que sea feliz

Liliana: - me senté sobre el sofá y ella a mi lado – sabes cuantas veces Mariana quiso hacer eso conmigo?... irse y dejar que tuviera una vida normal

Martina: - solo la mire –

Mariana: muchas veces quise hacerlo, pero estamos acá… por que ambas entendimos que la única forma de ser felices era estando juntas, sin importar las consecuencias

Martina: - mire a Mariana – pero tu dejaste tu trabajo y nosotras no trabajamos en lo mismo – mire a Liliana – o acaso tu aguantarías que un día ella saliera a “trabajar” y tu quedarte en la casa sabiendo que ella se esta acostando con otra, por que eso es lo que yo hago, me acuesto con muchas de esas mujeres para sacarles la chequera mientras duermen, las embriago y las hago firmar cuantiosos cheques, las enamoro y me voy a vivir con ellas hasta que me aburro de sus comodidades y luego me voy del país, dime que lo aguantarías y yo voy corriendo a buscar a Camila y hago una vida con ella

Liliana: no, no lo aguantaría  - dijo agachando la mirada –

Martina: ves – me pare del sillón – mi única opción es dejarla…

Mariana: y dejar tu trabajo? O acaso tu trabajo es mas importante que Camila?

Martina: no tienes dinero para pagar una salida de tu novia, vives acá por que papá te mantiene, acaso nos imaginas trabajando en una oficina o con un puto horario? Respóndeme enserio Mariana, acaso lo imaginas?

Mariana: trabajaría limpiando la mierda de otro si con eso mantuviera a Liliana a mi lado – paso enojada por mi lado – egoísta de mierda…

Martina: - tome mi bolso y la guitarra –

Liliana: a donde irás?

Martina: a buscar un pasaje a Chile y a dormir a un hotel

Liliana: puedes tomar una decisión en frío por favor?

Martina: mis decisión no cambiara, gracias por todo – dije saliendo de ahí –

Liliana: Martina – me grito desde la puerta yo solo me gire – el amor es lo mas importante

No dije nada, ni siquiera le tome el peso a sus palabras, simplemente me fui… camine hasta que encontré un paradero y bueno, preguntando se llega a Roma…

Martina: disculpe señora, donde estamos?

Señora: estamos en el centro de Madrid, cerca del paseo del arte

Martina: aquí pasa algo que me lleve al aeropuerto?

Señora: si, debe estar próximo a pasar

Martina: como cuanto se demorara de aquí al aeropuerto?

Señora: cerca de 40 minutos si no esta muy congestionado

Martina: muchas gracias, de verdad

Señora: no tiene por que agradecer…

Me senté sobre el bolso ni siquiera tenía ganas de tocar la guitarra solo me puse los audiófonos hasta que la mujer toco mi hombro anunciándome que el autobús estaba aquí, lo tome pague los 5 euros que costaba y me senté tranquila… 40 minutos? Con mi cabeza revuelta parecieron dos segundos que no me dejaron decidirme si era lo mejor o no… baje y fui a comprar los tickets para volver a Santiago… la verdad es que no sabia que estaba haciendo, quería volver por Camila pero cuando decidía y daba el primer paso la vida me gritaba que sería imposible el sobrevivir juntas… el avión salía mañana a las 7 de la mañana, y ahora eran exactamente las 2 de la tarde y no sabía donde dejar estas horas que faltaban, el hotel mas próximo que encontré fue el Clement Barajas… Hice el check in de inmediato, la habitación estaba lista una cama matrimonial me hacían sentir un minúsculo pez en una pecera gigante… di millones de vueltas antes de decidirme bajar a comer… ni siquiera pude comer, solo me pedí un café y me fui a la habitación hay estuve en la terraza fumándome un cigarrillo… mi vida entera me la he pasado en hoteles lujosos escapando de mujeres a las cuales nunca ame pero si robé mucho mas que dinero, y ahora? Pareciera que todo me lo han robado a mí… no tengo mas que unos miles de dólares, un bolso con ropa y mi guitarra, nada mas, mis sueños se esfumaron, mi alma se derritió y mi corazón, bueno él, se suicido al dejarla… eran las 3:20 de la mañana cando me despierta el viento que entra por las puertas abiertas del balcón y trae otra vez el aroma de su cabello en aquella danza infernal que la deja presente en mi conciencia, me levante de la cama y me metí a la ducha aun dormida… Salí y baje a tomar un café, hice el check out a las 4:30… me fui en un transporte del hotel el cual me hizo llegar exactamente las 5:05 de la mañana, hice los tramites pertinentes y ya solo faltaba subirme al avión, desde pequeña siempre fui muy solitaria y me encantaba imaginar que mi vida era una película, siempre con coincidencias perfectas que te hacían ser feliz… ahora quiero que ella aparezca por esa puerta y corra a mis brazos rogándome que no me vaya aunque el solo hecho de verla me hará arrepentirme y olvidar todo para simplemente quedar a su lado… pero no paso, y se que es tarde cuando estoy haciendo la cola para entrar al avión y nadie aparece, solo su rostro en mis pensamientos para hacer aun mas difícil esta partida… paso mi ticket, una última mirada hacía atrás y subo al avión, me toca el lado de la ventana… no se ilusionen, nadie apareció… ni siquiera mi mente pudo imaginarse el verla en aquel enorme ventanal del aeropuerto, por que nadie había… cerré mis ojos… y simplemente me fui de España…

Santiago de Chile me daba la bienvenida, siempre vuelvo a este lugar bajo la angustia de sentirme sola en el mundo, pero la verdad es que no quiero estar en santiago… quiero llegar a Valparaíso… esta a 2 horas 40 de viaje, a las 20:30 sale el bus para mi suerte llego a las 20:00… compre otro ticket, lleve la guitarra conmigo sobre el bus y comenzamos el viaje… era bueno escuchar ese acento a mi lado, ya no quiero nada que me la recuerde, ni siquiera ese aroma que acaba de pasar por mi lado impregnado en una mujer a la cual me veo en la obligación de mirar, ella me mira y sonreímos algo se me hace familiar y solo atino a acomodarme en mi asiento, mi trasero ya no tenía forma por lo que tuve que pararme, no aguantaba mas el asiento… necesitaba un cigarro mis manos ya sudaban, de verdad lo necesitaba… de pronto el bus hace un movimiento brusco y todo los que íbamos de pie acabamos en el suelo, esperen, todos, menos yo… acabe arriba de la chica, me pare de inmediato…

Martina: perdón – dije avergonzada –

Chica: no hay problema – recogió la guitarra –

Martina: gracias – mire hacía el otro lado para esquivarla –

Chica: me llamo Emilia – estiro su mano –

Martina: - la mire y le estire mi mano – Martina

Emilia: Martina – no soltaba mi mano – fumadora verdad?

Martina: - retire mi mano – si, como lo sabes?

Emilia: mi padre tenía tu olor – sonrió – debes fumar mucho

Martina: solo lo necesario

Emilia: eres de Santiago?

Martina: no – mire otra vez hacía otra parte –

Emilia: y entonces de donde eres Martina?

Martina: de ninguna parte en realidad

Emilia: - me miro sin entender – y cual es el lugar que puedes llamar hogar?

Martina: Ese lugar ya no existe… - le sonreí a media boca – y tu de donde eres? – cambie el tema –

Emilia: yo soy de Valparaíso

Martina: enserio? – pregunte ansiosa – entonces tu me puedes ayudar? – coloque cara de preocupación –

Emilia: que necesitas? – pregunto ella –

Martina: un hotel, pensión, posada, me da igual…

Emilia: yo tengo un lugar perfecto para eso – la miré buscando respuestas – vivo con unas amigas, no creo que les importe que tu vengas unos días

Martina: no, en realidad muchos ovarios juntos, me ponen nerviosa

Emilia: - rió – son simpáticas, por lo menos deja que te las presente

Martina: y donde van a estar?

Emilia: me van a estar esperando en la casa, anda, y conócelas…

Martina: no, de verdad, gracias

Emilia: di que si – me sonrió –

Martina: nunca te dijeron no es no?

Emilia: - frunció el ceño aun divertida – no estoy acostumbrada a que me digan que no

Martina: acostúmbrate, no soy tan fácil

Emilia: no, eres bien arisca al parecer, pero dale, acompáñame, no pierdes nada

Martina: - quede pensativa –  solo si me prometes que si me siento incomoda, dejarás que me vaya

Emilia: - coloco la misma cara que yo para luego reír – lo prometo

Pasaron quince minutos aun faltaba mucho viaje cuando su compañero de asiento se puso de pie ya que se bajaría, me miro y se corrió ofreciéndome el asiento, me quede unos minutos mas de pie por si alguien necesitaba el asiento y luego me senté yo

Emilia: hasta para tomar asiento eres difícil?

Martina: - le sonreí –

Emilia: y como es eso de que no eres de ninguna parte?

Martina: viajo – la mire – mucho…

Emilia: y te gusta eso?

Martina: - lo pensé – soy como un marino

Emilia: con una mujer en cada puerto? – me interrumpió –

Martina: un caballero no tiene memoria – le sonreí –

Emilia: pero lo que yo veo aquí no es un caballero – coloco sus piernas sobre el asiento y me miro – es una princesa

Martina: - esquive su mirada intimidante – y con cuantas amigas vives?

Emilia: somos 4 en total… La Elisa, la Anto y la Marisol y yo - me guiño el ojo -

Martina: y que estabas haciendo en Santiago?

Emilia: visitaba a mi familia - corrió un mechón de mi cabello para dejar mi rostro a su vista - y tu que haces para sobrevivir?

Martina: - esquive su caricia - canto y toco la guitarra

Emilia: cantas? - se irguió en el asiento entusiasmada, yo asentí - sabes hace cuanto tiempo estábamos buscando alguien que cante?

Martina: - quede pensativa - harto?

Emilia: demasiado, es que también tenía que ser bonita, así como tu

Martina: me reí, lo siento soy solista, no me gusta cantar con nadie - mentí -

Emilia: ninguna de nosotras canta

Martina: ah - suspire agotada -

Emilia: llegarás a dormir verdad?

Martina: - asentí -

Emilia: y como son tus papás?

Martina: - mi padre un asesino, mi madre una enamorada de él, pensé - como son todos los papás, supongo

Emilia: mi mamá casi se muere cuando le dije que me iría de casa y tengo 22 mi padre por otro lado no me hablo en dos semanas cuando pensó que estaba de novia con un chico - rió - tuve que decirle que era lesbiana

Martina: y que te dije?

Emilia: el prefiere una mujer a un hombre - me miro divertida - es un poco celoso de otro hombre en mi vida

Martina: es obvio

Emilia: mi novia de ese entonces, no era muy femenina y pensó que era un hombre

Martina: pelo corto y toda la cosa?

Emilia: si - dio vuelta los ojos - yo y mis gustos

Martina: - le sonreí -

Emilia: y tu? no se eres extraña, tienes el pelo largo y todo pero eres bien... no se - pensó bien en sus palabras -

Martina: machorra? si...

Emilia: yo lo hubiera dicho mas lindo, algo así como poco femenina

Martina: pero es lo mismo y me gustan las cosas de frente

Emilia: bueno chica de frente - miro por la ventana - estamos por llegar - dijo feliz -

Martina: menos mal, estoy que me bajo y me voy caminando

Emilia: no tranquila, si ahora caminaremos por los cerros

Martina: que? - suspire - bueno

Emilia: tranquila, no te darás ni cuenta y ya estaremos allá

Martina: - le sonreí y me acomode en mi asiento -

Esquive su mirada el tiempo suficiente como para pensar otra vez en Camila solo que en cuanto lo hice volví a mirar a Emilia que dormitaba a mi lado, fue imposible sonreír, pero tranquilas, que no pasará nada... o eso creía yo...

Martina: - toque su pierna - creo que llegamos - le susurre -

Emilia: - emitió algunos gruñidos y se levanto rápidamente - que bueno

Martina: y donde vives tu? - pregunte mientras bajábamos

Emilia: - miro a su alrededor buscando algo y sonrió - vivimos, en Cerro Alegre - corrió hacía las chicas que gritaban su nombre -

Las vi abrazarse mirarse, a ella modelar a sus amigas reír, y luego todas juntas mirarme para que Emilia estirará la mano y me indicará avanzar...

Emilia: ella es Marisol - dijo por la chica Castaño claro - ella es Elisa - la chica rubia - y ella es Anto - la chica morena - y chicas, ella es Martina

Martina: hola - salude tímidamente, y ellas tres se acercaron a besar mi mejilla -

Elisa: donde la encontraste?

Emilia: - me miro - el destino nos encontró

Martina: y con eso se refiere a que me caí sobre ella en el bus de Santiago a aquí  -las 4 rieron -

Elisa: y como estuvo el viaje - me pregunto -

Martina: llevo cerca de 15 horas viajando - suspire y acomode mi guitarra en el hombro - así que agotador

Anto: y de donde venías?

Martina: de Madrid

Emilia: - Me miro - eso no lo sabía

Marisol: entonces tendremos que llegar a casa rápido para que descanses

Martina: - asentí -

Emilia quiso tomar mi guitarra para ayudarme pero no se lo permití, caminamos un largo trayecto, ellas iban riendo y yo no me podía sacar de la cabeza su imagen, sus lagrimas, sus sollozos  sus palabras esos besos que no nos dimos y que ahora anhelo como un recuerdo soñador que mi mente imagina para consolarme de lo que nunca tuve, yo seguía caminando por el cerro hasta que siento la mano  de Emilia agarrarse de mi ropa un poco cansada

Emilia: o eres sorda o quieres escapar de mi? - pregunto cansada -

Martina: yo creo que soy sorda pero escapar de ti no estaría nada de mal - le sonreí -

Emilia: - me sonrió - la casa esta mas abajo

Martina: lo siento, corriste? - pregunte por su cansancio -

Emilia: por ti? - rió - si - dijo seria -

Martina: - reí - te llevo cargada?

Emilia: tipo princesa? - asentí - lo siento, no creo en los cuentos de hadas

Martina: - pase por su lado - creo que nos llevaremos bien

bajamos las dos un poco el cerro hasta llegar donde estaba su casa, entre y todo era como un piso de estudiantes, casi nada de muebles, guías por todos lados y obvio, nada de comida... Marisol y Anto tomaron mis cosas y las llevaron a una de las habitaciones

Elisa: - se me acerco - quieres ducharte?

Martina: no estaría nada de mal - dije asqueada de mi -

Elisa: buenos, te mostrare como funciona

Emilia: Hola - nos saludo saliendo de su habitación -

Elisa: Hola, iré a mostrarle la ducha a Martina

Emilia: es mi invitada, yo le enseñaré

Martina: podrían enseñarme las dos

Elisa: no te conformas con una?

Martina: - reí -

Emilia: responde Martinita

Martina: mejor voy solita - dije caminando hacía el pasillo -

Emilia: Martina? - dijo -

Martina: - la mire -

Emilia: sabes donde esta el baño?

Martina: no, donde esta?

Marisol: yo la llevo - dijo agarrándome el brazo izquierdo -

Anto: y yo te acompaño - dijo su amiga tomando mi brazo derecho -

Me llevaron ambas a la ducha que estaba en la misma puerta que pensaba entrar si no fuera por Emilia que plantó la duda en mi, volví a la habitación, tome todo lo necesario y volví a la ducha, era refrescante sentir el agua, por fin me sentía en otro mundo, en un mundo sin ella... que triste no? si algo he aprendido en la vida es que nada es para siempre, y que hasta un final feliz, tiene un final en aquella oración... salí vestida para escuchar a las chicas reír en el living, quise pasar desapersibida entre ellas y meterme a la habitación pero Emilia me vio...

Emilia: ven, estamos celebrando

Martina: que celebran? - pregunte desde el pasillo -

Emilia: por la amistad, por mi regreso - me sonrió - y por encontrarte - sus amigas nos molestaron -

Marisol: ELLA! la Dora la exploradora - dijo en un tono gracioso que me hizo reír -

Anto: siéntate y celebra con nosotras - dijo haciéndome un lugar a su lado -

Elisa: - me senté entre la Anto y la Emilia - toma - dijo pasándome una cerveza

Martina: lo siento, trato de no beber

Marisol: y eso por que?

Anto: dale una latita no le hace mal a nadie

Elisa: es solo para compartir -

Emilia: ya déjenla tranquila si no quiere beber

Anto: hablo la salvadora - levanto las manos al cielo -

Elisa: ELLA! la Jebus

Marisol: solo un trago

Martina: no gracias  - dije después de reír - me iré a dormir

Anto: por que tan temprano?

Martina: 15 horas de viaje cansan

Emilia: te indico tu habitación?

Martina: por favor

Ella me llevo y claro, es un piso de estudiantes, hay cerveza pero no hay camas suficientes, entramos a una habitación con una cama de plaza y media

Emilia: aquí duermo yo

Martina: pido el piso - le dije guiñándole un ojo -

Emilia: tranquila mujer - me dio un pequeño golpe en el hombro - duerme conmigo en la cama

Martina: no, de verdad... gracias, ya haz hecho mucho por mi

Emilia: bastante creo, te salve de caer al suelo en el bus, te cedí mi asiento, te presente a mis amigas, te traje a mi casa, te doy alojamiento alcohol y cama, y ahora tendrás que aceptar solo una cosa

Martina: dormir contigo? - pregunte -

Emilia: - asintió - y tranquila no abusare de ti, lo mas probable es que venga a dormir un poco ebria y ahí soy aun mas indefensa

Martina: - reí - que la pases bien

Emilia: entonces aceptas? - asentí - descansa - salió de la puerta no sin antes regalarme un sonrisa -

Me acosté, y volví a pensar en sus preguntas... cual era el sitió que yo reconocía como hogar?, hogar me suena a acogedor, suave, cálido, mamá, amor, Camila... esas fueron las ideas que cruzaron mi mente, mi hogar era ella y yo lo había incendiado con el fuego de la distancia, que quema lento pero no deja rastros, ella me había perdido la pista y yo, yo sabia muy bien donde vivía, con quien, como llegar, pero fui yo quien me fui y en su posición no me perdonaría, por lo tanto, no correré un riesgo innecesario... Ya era tarde cuando unas manos heladas tocaban mi espalda para arroparse con las frazadas que yo tenía, me giro para ver quien es imaginando por un momento que era Camila, pero me encuentro a Emilia, que me miraba con sus grandes ojos y pidiéndome disculpas se acomodo a mi lado

Martina: tomaste mucho?

Emilia: solo un poco - dijo evidentemente ebria -

Martina: hueles a borracha

Emilia: y tu a limpia

Martina: - reí - gracias, supongo

Emilia: mañana saldrás con nosotras?

Martina: a donde quieren ir?

Emilia: cantamos en la calle por dinero

Martina: en la calle?

Emilia: si - me miro - muy indigno para ti princesa?

Martina: - reí - para nada

Emilia: si, necesito que te aprendas una canción

Martina: cual? - pregunte -

Emilia: Joya del Pacifico pero la versión de Joe Vasconcellos

Martina: ah, si, la conozco

Emilia: esa, tu cantarás

Martina: y tu que harás?

Emilia: yo - dijo acomodándose mas cerca - bailare para ti - suspiro -

Martina: - me di vuelta - hasta mañana Emilia

Emilia: Adiós

No dormí pensando en que me abrazaría pero ella tampoco intento abrazarme ni nada, la sentí darse vuelta y pude recién conciliar el sueño... Eran no se, las 10 de la mañana cuando un rayo de sol me pego en la cara y me obligo a despertar para darme cuenta que estábamos las dos de frente con las manos casi entrelazadas, y simplemente para encontrarme con su mirada hipnotizante penetrarme por completo, no dije nada, hay me quede por los siguientes 2 minutos hasta que ella me sonrió

Emilia: buenos días

Martina: Hola - le dije imitando su sonrisa -

Emilia: las niñas deben dormir aun, tienes hambre?

Martina: - mis tripas sonaron delatándome - yo no, pero ellas si - dije mirando mi estomago -

Emilia: ven, te preparare algo - dijo levantándose

Me levante atrás de ella sin percatarme que estaba con una polera larga que dejaba ver sus muslos y un poco mas... La seguí hasta la cocina y sin ser capaz de controlar mis instintos simplemente la mire, me dio una buena taza de café mientras tostaba pan, se sentó frente a mi en la mesa y se recostó sobre ella

Martina: bebieron mucho anoche?

Emilia: lo suficiente como para que ahora me duela la cabeza

Martina: entonces fue harto

Emilia: - levanto su mirada y apoyo su cabeza con sus manos al poner sus codos sobre la mesa - no bebes?

Martina: no, la última vez que bebí... - volví otra vez a verla en mi mente - fue con mi hermana, hace unos días... pero no debo tomar

Emilia: como es eso de que no debes? te lo impide tu religión? - se recostó sobre la silla sonriente -

Martina: estuve en el doble A (Alcohólicos Anónimos)

Emilia: perdón no sabia - acaricio mi mano que estaba sobre la mesa -

Martina: fue hace ya tiempo, nada de que preocuparse, pero trato de mantenerme lejos de la tentación

Emilia: - al verme un poco incomoda, quito su mano - y de que otras tentaciones tienes que estar alejada?

Martina: - sonreí - sexo, drogas, alcohol... - le guiñe el ojo -

Emilia: ósea no hay mucha diversión en tu vida

Martina: lo dices como si recorrer el mundo no bastara para ser feliz

Emilia: feliz y completa? - pregunto -

Martina: - la quede mirando, pensando mi respuesta, pero no encontré ninguna -

Emilia: - al ver mi nula contra parte, cambió el tema - y cual es el lugar mas lindo que haz visitado?

Martina: han habido tantos - me recosté sobre la silla - pero me encantaría volver mil veces mas a Perú

Emilia: por que?

Martina: su gente, su comida, sus lugares, Machu-Pichu - dije emocionada - fantástico, un paraíso

Emilia: y el peor?

Martina: ninguno, de todos he aprendido, he conocido gente increíble... no me  arrepiento de ningún viaje - otra vez ella entraba en mi memoria para martillarla un poco con su recuerdo -

Emilia: haz roto muchos corazones? - me interrumpió antes de que pudiese responder - no me digas que un caballero no tiene memoria

Martina: - sonreí sabiendo que me había quitado las palabras de la boca - unos cuantos... mujeres que me deben haber olvidado -

Emilia: - negó con la cabeza al no poder responder por el café que aun tenía en su boca sin tragar - no creo, eres casi inolvidable aunque sea de lejos y solo de vista

Martina: es la guitarra no soy yo

Emilia: muchas fans?

Martina: - reí - ninguna

Emilia: entonces yo seré la primera, seré tu Groupie

Martina: quieres tener sexo conmigo?

Emilia: - rió casi tirando su café - no, esto es un escalón mas abajo o mas alto que el sexo - quedo pensativa - no lo se

Martina: entonces me perdí del significado de Groupie

Emilia: no se refiere a sexo, sino a enamorarse - me miro otra vez, estaba cohibida y ella lo notaba -

Elisa: buenos días - dijo saliendo en ropa interior y estirando los brazos -

Emilia: Hola, bonita

Martina: - levante mi mano para saludarla, estaba terminando mi café -

Marisol: Hola, Hola, Hola - dijo -

Anto: a que huele? - pregunto Anto que aparecía atrás de Marisol -

Emilia: cresta, el pan - se levanto de la silla y fue a la cocina -

Habían dejado de ser pan hace media hora, ahora eran solo carbón, tuvo que tirarlo aunque de mala gana obedeciendo a las niñas, ella ya lo estaba raspando para comérselo, ellas estaban casi desnudas y no es que me calienten, pero si me incomoda, salí a fumar un cigarrillo mientras ellas se vestían y arreglaban para salir, de pronto su voz en mi oreja me hace toser por el humo que intente inhalar

Emilia: quiero escucharte cantar

Martina: Joya del Pacifico? - asintió -

Emilia: para ver como se te escucha

Le sonreí y entre por mi guitarra y guarde la cámara en mi bolsillo, una quemada mas a mi cigarro y lo tiré, acomode mi guitarra y comencé... Ella comenzó con las palmas imitando el sonido mas carnavalesco de la canción y me dio el vamos... Eres un arco iris, de múltiples colores tu Valparaíso, puerto principal, - Emilia comenzó a bailar - tus mujeres... son blancas margaritas, todas ellas arrancadas de tu mar, Al mirarte de playa ancha lindo puerto... allí se ven las naves, al salir y al entrar, el marino te canta esta canción, yo sin ti no vivo puerto de mi amor... - comenzó a bailar mas cerca de mi -Del cerro los placeres yo me pase al barón me vine al cordillera en busca de tu amor - sus braos me atrapaban y soltaban al instante para embriagarme con el sentimiento que ella quisiera - te fuiste al cerro alegre y yo... siempre detrás, porteña buena moza no me hagas sufrir mas, la plaza de la victoria es un centro social, o avenida Pedro Montt, como tu no hay otra igual, mas yo quisiera cantarte con todito el corazón, torpedera de mi ensueño Valparaíso de mi amor... - este fue el minuto donde las chicas llegaron e imitarón el baile de Emilia, la cual empezaba a envolverme con sus encantos exoticos de desconocida - En mis primeros años, yo quise descubrir, la historia de tus cerros, jugando al volantín... como las mariposas, que vuelan entre las rosas yo recorrí tus cerros hasta el ultimo confín, Yo me aleje de ti puerto querido, y al retornar de nuevo... te vuelvo a contemplar, la joya del pacifico te llaman los marinos, y yo te llamo encanto... como viña del mar, Del cerro los placeres yo me pase al barón, me vine al cordillera en busca de tu amor, te fuiste al cerro alegre y yo... siempre detrás

porteña buena moza no me hagas sufrir mas,  la plaza de la victoria es un centro social, o avenida Pedro Montt, como tu no hay otra igual, mas yo quisiera cantarte con todito el corazón, torpedera de mi ensueño Valparaíso de mi amor... Con todo mi corazón...hasta el ultimo confín, con todo mi corazón...yo te vengo a contemplar, con todo mi corazón...Valparaíso de mi amor, con todo mi corazón...como tu no hay otra igual, con todo mi corazón...Valparaíso de mi amor, con todo mi corazón...Valparaíso de mi amor! - gritaron las 4 y yo las deje en aquel solo, para terminar y soltar la guitarra de un lado y guiñarle el ojo a Emilia que disimulando nuestra coquetería abrazo a sus amigas -

Marisol: con esta cantante, ganaremos mucho dinero

Martina: ósea que solo quieren utilizarme para el dinero?

Anto: un poco - me engancho con su brazo por el cuello - mentira

Elisa: - la alejo - la asfixias mujer - me sonrió y casi creí que me robaría un beso cuando miro mis labios -

Emilia: si, si... que lindo canta - dijo alejándola - iremos a cantar, plaza Aníbal Pinto o Plaza el Descanso?

Martina: lo preguntas como si lo conociera

Emilia: por eso te pregunto, déjate llevar - me sonrió -

Martina: entonces es obvio...

Anto: nos vamos a la plaza el Descanso

asentí y caminamos hasta allá en aquella plaza por estos días transcurrida, saque mi cámara y quise tomar una foto del lugar pero apareció Emilia, estaba ahí en aquel lugar descansando y no pude evitar, sacarle una foto, sonreí para mis adentros y continuamos, comencé a tocar la guitarra, a cantar la gente nos dejaba dinero y volvimos a casa luego de un rato donde nuestra complicidad fue descubierta por nuestros sentidos

Elisa: algo para tomar... - rogo sedienta -

Marisol: compremos algo, si? - nos miro con Emilia -

Anto: no, yo hoy paso

Emilia: no podemos, mañana tenemos clases

Fruncieron todas el ceño recordando lo que mañana tenían que hacer, yo por mi parte ya pensaba en irme de su casa, un hotel sería fantástico, extraño la soledad, o quizás otra clase de compañía

Emilia: en que piensas?

Martina: en que quiero irme a un hotel - le dije seria -

Emilia: por que te quieres ir?

Martina: este no es mi lugar

Emilia: te sientes incomoda?

Martina: no, solo fuera de lugar

Emilia: - entramos a la casa - yo no te he pedido que te vayas

Martina: y yo no te culpo por mi adiós - me acerque por la espalda - solo que no puedo ni quiero estar aquí

Emilia: es por mi? - se giro para dejarme sus labios a mi merced -

Martina: es mi culpa...

Emilia: - me llevo tomada de la mano hasta la habitación que anoche compartimos - explícame, explícame que no entiendo

Martina: nada que decir, nada que entender

Emilia: por favor - miro mis manos o tal vez simplemente agacho la mirada, no lo se - de que escapas

Martina: de nada

Emilia: por que te viniste de Madrid?

Martina: por la misma razón que me voy de tu lado, por que no pertenezco aquí

Emilia: existe otra mujer?

Martina: no, no es una mujer - es una princesa, pensé -

Emilia: entonces? que pasa? he visto como me miras, como juegas conmigo, anoche no dormí viéndote

Martina: - me levante abrumada de sus confesiones - no te confundas - me acerque a ella enojada - no te enamores

Emilia: - se levanto - tal vez sea un capricho, pero hay algo en ti que me hace decirte todo esto

Martina: yo no soy ni para ti, ni para nadie, no te confundas - dije enojada otra vez -

Emilia: sabes lo que creo en verdad? - se acerco y tomo mis manos - que eres una oveja asustada con piel de loba

Martina: - zafe mis manos - ni oveja, ni loba, ni nada... gracias por todo - tome mi guitarra y ella mis manos -

Emilia: no se quien eres, no se quienes son tus padres mucho menos esa chica que te presiona el pecho con solo recordarla, lo que se es que no puedo dejar de mirarte - tomo mi rostro entre sus manos - júrame que no sientes nada por mi y te dejo ir

Martina: no siento nada por ti, te lo juro - saque sus manos y su rostro de enfrente de mi -

Emilia: no te creo - tomo mi brazo - no te creo nada

Martina: - me acerque enojada - si en algún puto momento de esta puta vida te llego a querer, va a ser a mi manera - tenía su rostro a dos milímetros de mi - y eso, no te va a gustar...

Emilia: lo acepto - dijo otra vez aprisionándome - lo acepto... a tu manera

Martina: - saque sus brazos de mi camiseta - no dije que sintiera algo por ti, solo te di a entender que si alguna vez se me pasara por la mente tu imagen, te haría la mujer mas infeliz del mundo

Emilia: como puedes decir eso, si no somos nada y solo viéndote soy completamente feliz

Martina: - salí de la habitación y me dirigí a la puerta donde otra vez me detuvo - déjame en paz

Emilia: no puedo - dijo soltándome como si de verdad no supiera que estaba haciendo - no se que me pasa contigo

Martina: se llama calentura yo también la he sentido

Saque mi brazo y salí, camine cerro abajo en busca de algún lugar donde estar... Después de caminar mucho y preguntar también llegue al Hotel Ultramar, el hotel mas cercano a aquel cerro... lo único tedioso era tener que esperar aquella hora que faltaba para hacer el check in a la habitación, por mientras decidí comer algo, aunque al pasar por el bar me vi tentada por aquel pasado oscuro que hoy sale a la luz por mis poros...

Barman: que desea señorita

Martina: un whisky con hielo, por favor

Barman: enseguida

Creo que iba por el quinto cuando siento la mano de alguien en mi hombro, giro para ver a Camila por dos segundos y luego volver aquella imagen nítida que me hacía reconocer a Emilia

Emilia: son las 4 de la tarde y tu en este estado - dijo decepcionada -

Martina: me se cuidar sola - dije con un tono de  voz que me delataba -

Emilia: vamos a tu habitación

Martina: no, no quiero - zafe mi brazo - yo llegaré luego sola

Emilia: CA-MI-NA - me dijo enojada -

Martina: ya, ya, ya... solo por que me encanta que me manden

Llegamos a mi habitación y me tiró sobre la cama ya que yo venía en un estado miserable, me regañaba mientras me quitaba la ropa para acostarme, no se como fue pero ella estaba sobre mi y yo besaba su cuello, la lamía con pasión con deseo... ella abajo mío se dejaba tocar y emitía quejidos que me tenían en el cielo, me separe un segundo para verla sonreírme con maldad

Emilia: dime que me quieres, dímelo

Martina: - me volví abalanzar en su cuello, cerré los ojos y confesé - Te amo, Te amo... Camila...

• Lo borre y volví a subir, lo lamento

• GRACIAS por comentar, leer, valorar y por los emails...

• Muchas partes dedicadas a nosotras (NO TE ILUSIONES JAJAJA, TU SABES) M ♥