Esto no es Mío 4

Martina: me vuelvo a Latinoamérica

Liliana: toma mi amor – le dio el vaso a Mariana –

Camila: no se si te gustará esto – me dijo ella y me dio un vaso –

Martina: - tome un sorbo – esta perfecto

Liliana: te gusto?

Mariana: si, esta buenísimo  - beso su mejilla –

Camila: y donde se irán de luna de miel?

Liliana: luna de miel?

Mariana: no tenemos luna de miel

Camila: como que no tienen luna de miel?

Martina: que paso hermanita? Pensé que eras un caballero

Mariana: es por seguridad – me hizo una mueca que jamás hubiera entendido si no supiese lo que se –

Camila: protegerla de que?

Martina: - me adelante – de que no le miren la mujer

Camila: ah, eres celosa?

Liliana: - se rió – un poquito

Mariana: mataría a cualquiera que se le acercara

Camila: - rió – entonces es de familia – me miró –

Martina: - la mire enojada – él te coqueteaba delante de mí

Mariana: segura que no se gustan?

Camila y Martina: no nos gustamos

Mariana: entendimos, entendimos

Liliana: no les creo nada – rió –

Martina: diré la verdad – Camila me miró un poquito, asustada? – ella esta enamorada de mi

Camila: - se cruzo de brazos – sabia que dirías una estupidez – miro a Liliana y Mariana – la verdad es que dice eso para ocultar que esta locamente enamorada de mi

-         Mariana y Liliana, ambas rieron y se miraron haciendo muecas obvias de lo que pensaban –

Mariana: ambas ocultan que están enamoradas

Liliana: si, eso se nota

Martina: ya, ya… cambiemos el tema

Camila: mejor…

Cristina: mi niña – dijo refiriéndose a mi – quiere subir a cantar?

Mariana: a cantar?

Cristina: si, aquí la señorita canta hermoso

Liliana: y tu por que no cantas? – dijo ella haciendo puchero –

Mariana: no se ni bailar ni cantar

Martina: cantar todo lo que quieras, bailar? Con suerte camino

Camila: trajiste la guitarra?

Martina: no, se me quedo en el cuarto

Liliana: así que duermen juntas?

Camila: juntas, juntas no…

Cristina: hija vamos – tomo mi brazo – vamos…

Martina: solo hoy día en la tarde – le grite, provocando la risa de mi hermana y Liliana –

Cristina: tu solo tendrás que cantar

Martina: y quien va a tocar la guitarra?

Cristina: ella – apuntó – se llama Simone

Asentí y subí al escenario, la miré y como buena embaucadora comencé a ver instintivamente cuanto dinero podía tener en promedio ella o su familia, vi la cadena de oro que colgaba de su cuello, la uñeta, el tipo de guitarra, los tacones y hasta el anillo que resplandecía…

Simone: que canción cantarás? – me pregunto –

Martina: esta noche es nuestra y yo… te la dedico a ti

Simone: - me sonrió –  entonces tendremos que cantar las dos

Martina: entonces quien tocará la guitarra?

Simone: él – apuntó a Francis –

Martina: - me acerque a él – háceme un favor gigante? – le pregunte y el asintió, subió al escenario y solo faltaba una cosa –

Francis: que cantarán? – me pregunto –

Simone: - ella se interpuso – Ley de Newton

Francis: cuando ustedes quieran entonces – me guiño el ojo –

Ella tomo un micrófono, yo el otro, comenzó a sonar la guitarra y también así, yo, que era el hombre de la canción… preciosa, ahora que estamos las dos, acompañando el silencio que vino a este encuentro entre tu voz y mi voz – movió su cabello y se adelanto para cantar – quisiera, no equivocar la ocasión, busco palabras perfectas, entre mi conciencia, lo que esta en mi razón – nos miramos – y cuanto mas y mas y mas intento romper el hilo – acaricie su mejilla – miro tus ojos frente a mi, brillando como un caramelo – esquivó mi caricia – y quiero dejar, de ser, estar y pido a Dios que se pare el tiempo – tomo mi camiseta – entonces suspiras – me jala de la camiseta – te toco – acerco mi cara a la suya – y muero – me aleje yo de ella – solo quiero mirarte y olvidar el pasado, reducir el espacio entre tu piel y mis manos, no digas lo siento no existe lamento… - la acerque a mi – quiero todo, todo para mi – ella giro su cara para cantarle al publico sin despegarse de mi – te confieso que quise y no pude olvidarme de tu dulce sonrisa y tus pequeños detalles, llegado el momento, no existe lamento – giro su cara hacía mi – y quiero todo, todo para mi – tarareamos juntas y luego me empujo – propongo – me gire hacía ella – que? – Me miro – una tregua entre tu y yo, dejemos atrás la batalla – comenzó a caminar hacía mi – colguemos las armas y bandera pal corazón, mira… seguro, seguro… que no saldrá bien la ecuación, por que el amor no es perfecto y es que lo perfecto no le agrada a la pasión – nos tomamos las manos – y cuanto mas y mas y mas intento romper el hielo – acerque mi cara a la suya para acariciarnos – pierdo la gravedad y siento por segundos que me caigo al suelo – ella se gira obligándome a abrazarla por la espalda – y siento que es verdad y que la ley de newton no se equivoca – le canto en el oído – no se equivoca – la giro – por que suspiras – se acera – te toco – gira su cabeza otra vez esquivándome – y muero – comencé a cantarle con mis labios pegados en su cara – solo quiero mirarte y olvidar el pasado, reducir el espacio entre tu piel y mis manos, no digas lo siento, no existe lamento, quiero todo, todo para mi – me alejo sin soltar mi mano – te confieso que quise y no pude olvidarme, de tu dulce sonrisa y tus pequeños detalles, llegado el momento, no existe el lamento – me acerco a ella – y quiero todo, todo para mi – bailamos sobre el escenario, el publico gritaba y aplaudía, solo usábamos su micrófono y ella sonreía – todo, todo, todo… - nos miramos – todo, todo para mi – ella siguió y cuando termino me miro para tomar mi mano y saludar al público –

Mire a Camila y ella ya no aplaudía tan a gusto como las otras veces, Liliana aplaudía feliz, mientras que Mariana me miraba con cara de regaño por mi falta de respeto… bajamos del escenario y antes de que aquella niña se perdiera tome su mano y la jale

Martina: no recuerdo tu nombre…

Simone: Simone… fue un gusto cantar contigo

Martina: te aseguro que el placer fue mío – dije mirando su cuello para determinar el valor del collar –

Simone: estas sola? – pregunto ella –

Camila: no – dijo ella apareciendo atrás de mi –

Simone: perdón, no sabía que tenía novia

Camila: que no somos novias coño – dijo ella agotada de la afirmación incorrecta –

Simone: entonces?

Camila: que viene conmigo, punto – me jalo del brazo –

Martina: que haces?

Camila: camina… - se limito a decir ella –

Martina: - me gire y Simone se despedía –

Mariana: cantas muy bien – me felicito mi hermana cuando llegamos a su lado –

Martina: gracias – mire a Camila que se sentaba enojada –

Liliana: - me abrazo – pensé que no sabias bailar

Martina: - esquive su mirada –

Liliana: ustedes dos son iguales, yo ya se sus secretos – refiriéndose a Mariana – pero ella me los dijo y no me entere así

Martina: y a quien le tengo que contar mis secretos?

Mariana: - paso su brazos sobre mis hombros – a ella – apunto a Camila –

Martina: ella no tiene por que saber

Liliana: y la dejarás así? Enojada y todo?

Martina: no entiendo por que se enoja

Mariana: no sabes o no quieres darte cuenta?

Martina: - puse mis manos en los oídos y fui donde Camila – te han dicho que te ves hermosa enojada?

Camila: te he dicho que te odio?

Martina: si, unas cuantas veces al día

Camila: - se quiso poner de pie pero la detuve –

Martina: puedes sentarte y hablar conmigo

Camila: hablar de que Martina?

Martina: de lo que te pasa, de tu actitud…

Camila: iré a buscarme un trago

Martina: te acompaño – me levante junto con ella –

Ella se fue refunfuñando hacía la bodega, yo la seguí con un sentimiento que me obliga a respirar mas agitada, cuando llegamos ella se volteo enojada hacía mi…

Camila: por que me sigues?

Martina: - me senté en el suelo – por que quiero saber que te pasa

Camila: - se arrodillo en el suelo y me arreglo el pelo – solo estoy cansada

Martina: - la abrace – si, claro… son lindos tus celos

Camila: - me alejo de ella – que celos? A mi me hubiera dado igual si te hubieras ido con ella, es solo que… que estamos con tu hermana y viniste por ella no a buscar mujeres

Martina: enserio? – arquee mi ceja riendo – bueno, entonces le pediré permiso a mi hermana – me puse de pie e intente salir –

Camila: ya, bueno… ganaste, que si le dices a tu hermana se ve que es como tu y te dejará irte con esa… - se limito solo hacer muecas –

Martina: Simone, así se llama

Camila: me vale como se llame…

Martina: - comencé a cantarle – celos de mis ojos cuando miro a otra chica, sientes celos, celos – y a bailar –

Camila: - me empujo – te mataría

Martina: - sonreí – ya lo haces

Camila: - ella se volteo –  a si?

Martina: si – me acerque – de susto cada vez que te veo aparecer – refunfuño y salió de la bodega –

Mariana: y donde esta Camila? – me pregunto al verme aparecer –

Martina: ella salió para acá…

Liliana: aquí no llego – dijo ella abrazada a Mariana –

Martina: ya la vi – dije frunciendo el ceño al verla bailando con un tipo –

Mariana: que harás?

Martina: nada… - me senté –

Liliana: la dejarás que quizás se vaya con él?

Martina: entendí – me levante y camine hacía la pequeña pista de baile –

Simone: - tomo mi brazo en cuanto me vio pasar – ahora estas sola?

Martina: no, estoy contigo – la conduje hasta la pista de baile, junto a Camila –

Simone: - pusieron una melodía romántica por lo que se apego a mi tanto como Camila al tipo ese – me encantan estas canciones así

Martina: si, si… a mi también – le dije sin despegar la mirada de Camila que me veía de reojo –

Simone: - se despego – pasa algo?

Martina: no – dije sin mirarla –

Simone: - si giro para ver que miraba – ah esta ella aquí

Martina: ni siquiera me había dado cuenta – dije sin despegarle la mirada a Camila –

Simone: - se despego totalmente de mi – no estoy para tus jueguitos de sacarle celos –me abofeteo –

Camila: - soltó al tipo y fue a encarar a Simone – pero quien cojones te crees?

Simone: mejor no descuides a  tu noviecita

Camila: mejor no te le vuelvas acercar – dijo empujándola –

Simone: pero que coño… - la empujo también –

Martina: - tome del brazo a Camila y la aleje – camina tu ahora

Camila: pero quien se cree que es?

Martina: tranquila – la abrace para seguir bailando –

Camila: te dolió? – dijo acariciando mi rostro con su frente pegada a la mía bailando lento –

Martina: no…

Camila: se fue? O hace falta que yo la saque – dijo mirando hacía atrás –

Martina: solo quédate aquí conmigo – le dije tomando su rostro para retomar la posición –

Camila: por que te viniste a bailar con ella?

Martina: por la misma razón que tu bailabas con ese tipo

Camila: por diversión?

Martina: si, si… todo muy divertido

Camila: - sonrió – no dejabas de mirarme

Martina: tu tampoco

Camila: era porque tu no dejabas de hacerlo

Martina: lo mismo digo

Camila: tramposa

Martina: preciosa

Camila: hermosa

Martina: te quiero – se me salió con su mirada pegada a mis ojos –

Camila: y yo a ti – me respondió para luego abrazarme –

Aparecieron Mariana y Liliana a nuestro lado, Liliana la llevaba obligada ya que a Marianita no le gusta mover el bote, pero bueno, ella siempre hace caso y se fue a bailar lento con Liliana, eran las 1:45 de la mañana y nosotras seguíamos bailando lentos, de vez en cuando mirábamos hacía el lado y éramos espectadoras de sus besos, luego nos mirábamos y nos esquivábamos por completo para no sucumbir a la magia del momento, mi mamá estaba por cerrar por lo que nos tuvimos que ir

Mariana: que harán ahora?

Martina: ir a dormir y a ver a nuestro hijo

Liliana: su que?

Camila: a nuestro cachorro… es un perrito que encontramos

Mariana: - respiro – yo pensé que era tía

Martina: no, no podría – dije mirando mis dedos –

Camila: - golpeo mi mano – deja eso

Liliana: - reía a carcajadas – espero verlas otra vez

Camila: y nosotras a ustedes

Mariana: - puso su brazo sobre mis hombros y me alejo de ellas – tenemos que juntarnos, solas… salgamos un día y dejemos a las mujeres en la casa

Liliana: escuche eso – dijo desde allá –

Mariana: mierda – susurro – mi amor, es para que ustedes descansen

Camila: - me miro – con ella no podrás portarte mal o sino le caen a hostias

Liliana: no, si ella se porta bien

Martina: te tienen de los ovarios – le susurre –

Mariana: cállate o me retara – dijo en el mismo tono –

Camila: cuando piensan salir? Para que nosotras preparemos algo obvio

Liliana: no pensarán que van a salir ustedes y nosotras nos quedaremos en la casa

Mariana: nos salió el tiro por la culata

Martina: todo por tu culpa

Mariana: es Liliana y su oído biónico

Camila: y entonces? Cuando?

Martina: mañana?

Mariana: mañana? Si, mañana – dijo ella –

Liliana: entonces mañana saldremos nosotras de compras

Mariana: que ustedes que?, Liliana no hay dinero

Martina: ¡Ay! Mujer, déjalas… Cuñadita, Camila… yo pago su salida

Camila: que tu que?

Liliana: enserio? – miro a Mariana – por que no eres tan linda como tu hermana

Mariana: - hizo puchero –

Liliana: ya mi amor, si era mentira – la abrazo –

Camila: - se acerco a mi – y tu de adonde sacas dinero? Se supone que trabajas en bares

Martina: y me prostituyo, algún problema?

Camila: si, que no se si mientes o me dices la verdad

Martina: como soy mala, te dejo con la duda

Camila: - golpeo mi hombro y se giro enojada –

Martina: niñita chillona

Camila: te ignoro – dijo en la misma posición –

Mariana: si ustedes no están enamoradas, muy pronto lo estarán – ambas con Camila nos miramos –

-         Jamás – dijimos ambas –

Liliana: - rió – entonces mañana nos vemos?

Camila: por supuesto… total acá paga ella – me mira despreciándome –

Mariana: muchas gracias, tu no sabes como gasta – miro a Liliana de reojo –

Liliana: te escuche – dijo ella –

Martina: como lo hace? – le dije susurrándole –

Camila: es mujer, todas podemos

Yo no puedo – dijimos con Mariana –

Son iguales – dijeron ellas dos al mismo tiempo –

Martina: mejor nos vamos – dije mirando a Camila –

Liliana: nosotras igual mi amor

Mariana: - me miro – mañana nos vemos?

Martina: - asentí – te paso a buscar a tu casa

Liliana: y en que irás?

Martina: Camila me llevará y así te pasa a buscar a ti también

Camila: buena idea – miro dentro de mi oreja – y no se te fundió el cerebro

Mariana: por que siempre tienen que pelear?

Liliana: por que tienen que ser tan malas con la otra

Martina: es ella – la apunte –

Camila: me carga cuando te haces la victima

Martina: - me puse frente a ella – odio cuando te haces la madura, cuando tu comienzas todo

Camila: entienden por que no podemos estar juntas?, si no nos soportamos ni como amigas

Martina: lo dices como si eso nos separara – me gire – jamás estaría contigo aunque me cayeras bien

Camila: ni siquiera pienses que tienes una posibilidad – dijo caminando hacía Liliana – cuídate, si?

Liliana: ustedes igual, no peleen tanto

Martina: - me acerque a ella para despedirme – déjala, así se saca la frustración, ya que no puede de otra forma

Mariana: - me pego – no seas irrespetuosa con la señorita

Martina: no he dicho nada de Liliana, no veo ninguna señorita mas

Mariana: - volvió a pegarme en el brazo –

Camila: déjala, ya se va arrepentir

Martina: a si tu?... mira como tiemblo

Camila: ya temblaras Martina, ya lo harás – se subió al auto –

Martina: - me subí rápido antes de que se marchara sin mi, abrí la ventanilla para despedirme –

Camila: - me ignoraba –

Martina: - la mire fijamente –

Camila: odio que me miren

Martina: ya ni se puede mirar a la princesa

Camila: - me miro – hace unos minutos ni siquiera era una señorita y ahora soy una princesa otra vez, decídete – otra vez pegaba la mirada a la carretera -

Martina: - mire hacía el ventanal luego de suspirar por su actitud –

Llegamos a la casa y ella no me dirigió la palabra, paso directo hacía la habitación, yo me quede sentada un rato en el sofá y me quede dormida, hasta que siento la puerta abrirse y cuando veo es Cristina la que me mira desconcertada

Cristina: que haces durmiendo aquí?

Martina: solo me quede dormida – dije refregándome los ojos –

Cristina: y Camila donde esta?

Martina: dormida, es mejor que duerma acá para no despertarla

Cristina: no, no, vamos a despertarla – camino hacía su habitación –

Martina: no – tome su brazo – déjela descansar, yo prefiero dormir aquí, por favor

Cristina: - suspiro resignada – bueno, bueno… déjame traerte unas frazadas por lo menos

Martina: - asentí –

Cristina: - se fue y en un minuto volvió con las frazadas – estas segura? – me dijo aun sosteniendo las frazadas –

Martina: si, muy segura

Cristina: bueno – dejo las frazadas sobre el sofá – que pases unas buenas noches

Martina: usted también, descanse – beso mi frente y se fue a dormir –

Acomodaba mis frazadas lista para dormir cuando la puerta de la habitación se abre, pensé que era Cristina que me insistiría nuevamente que me fuera acostar con Camila, pero no, era ella quien se asomaba por el pasillo en ropa interior…

Camila: vas a dormir aquí?

Martina: - me giro al escuchar su voz – no quería despertarte al entrar

Camila: te pregunte otra cosa

Martina: - me quede un poco embobada con su lencería – si

Camila: mañana saldremos temprano?

Martina: como tu quieras – dije girándome –

Camila: bueno, entonces yo te despertaré – se giro para irse –

Martina: Camila – se volteó – yo mañana me voy a un hotel

Camila: pero… - la interrumpí –

Martina: me vuelvo a Latinoamérica

Camila: y tu hermana? Y tu papá?

Martina: vendré a visitarlos, pero este no es mi lugar…

Camila: - agacho la cabeza – es por nuestras peleas?

Martina: - me acerque – no, es por que no se quedarme en un solo lugar, te aseguro que nuestras peleas han sido lo que me han mantenido aquí

Camila: entonces…? Por que no te quedas un tiempo mas, tu sabes que con mamá no tenemos problemas con que te quedes aquí

Martina: ya te dije, no es por nadie… solo por mi

Camila: coño… - rió sarcásticamente – si que eres egoísta

Martina: - suspire y quise acostarme en el sillón –

Camila: pensé que te quedarías… - me sonrió con rabia –

Martina: lo lamento – me acomode en el sillón y me gire para dormir –

Camila: tu también… - intento irse –

Martina: yo también que? – le pregunte sin entender nada –

Camila: tu también fuiste lo mejor que me ha pasado – entro a la habitación –

Quizás la vida me de la oportunidad de ser feliz y yo no sepa aprovecharlo, siempre fui como una niña en medio de un campo intentando atrapar mariposas con las manos sin conseguirlo, y ahora, ahora que esta ella me aterra por completo estar a dos centímetros de su piel y sentir esa necesidad de agarrarle la mano y no soltársela mas, ella es lo opuesto a mi, esa pieza del rompecabezas que hace que el paisaje este completo, ella es la chica que quiero conmigo recorriendo el mundo y en cada fotografía, pero hay algo que nos separa y que ahora no me dejan dormir y viendo por la ventana el amanecer la culpa de mis mentiras, me dice bueno días Martina…

Cristina: despierta tan temprano?

Martina: si… - le dije imitando una sonrisa –

Cristina: - se acerco a mi y me miro a los ojos – parece que nos has dormido nada

Martina: - agache la mirada –

Camila: - salió de la habitación – bueno días mamá – me miro sorprendida – buenos días Martina – dijo con otro tono de voz –

Martina: buenos días

Camila: me iré a duchar para que salgamos

Martina: - asentí para luego verla entrar al baño –

Cristina: tendrán que desayunar solas, por que yo me tengo que ir a la cafetería

Martina: sin desayunar?

Cristina: allá me como algo – me guiño el ojo y salió –

Podía sentir el agua de la duchar correr, imaginarme su cuerpo empapado y a ella con los ojos cerrados recibiendo aquella cascada artificial recorrerla por completo, no se si fue mi mala suerte o que pero al acercarme a la puerta ella abre la puerta pegando un salto que la hizo soltar la toalla, me gire y ella avergonzada también se giro y recogió la toalla para luego regañarme

Camila: pero que cojones hacías acá afuera?

Martina: - mentí – yo también me quería duchar y te quería preguntar cuanto te faltaba

Camila: pues coño, solo tenías que esperar unos minutos antes de dártelas de espía

Martina: si, si, lo siento

Camila: - paso por mi lado – me iré a vestir

Martina: y yo a duchar

Me metí al baño con el corazón en la boca, comencé a desvestirme sin pensar en que no tenía ropa ni mucho menos toalla para secarme, estaba acabada, me duche sin importarme las consecuencias a futuro, simplemente disfrute aquel lugar que ella había pisado antes como si siguiera aquí un poco de su fragancia aun dando vueltas por la ducha que empaña los vidrios y me deja ver una escritura que resalta… en el vidrio de la ducha nada mas ni nada menos… que mi nombre, sonrío complacida y detengo el agua, acaricio mi nombre solo para sentir los fragmentos de su ausencia yéndose como la escritura del cristal, salgo de la ducha y me niego por unos segundos a salir desnuda, pero nuestra relación es de mentira, no es mas que… un juego… Salgo desnuda y me dirijo a la habitación, sabía que cara pondría ella al verme desnuda y de frente el problema era que yo no sabía que ella también lo estaba, así que la sorpresa fue enorme al encontrarnos las dos frente a frente desnudas e inmóviles…

Camila: que haces? – dijo avergonzada –

Martina: se me olvido la toalla

Camila: - paso por mi lado ahora riendo – o te matan las ganas de verme el culo?

Martina: - me gire y la nalguee – he visto mejores

Camila: de verdad? – me miro de pies a cabeza -  pues yo no había visto tetas tan lindas – dijo mirándome mientras yo me sonrojaba – ni tampoco una lesbiana tan nerviosa

Martina: no es por nervios, es que me calientas

Camila: a si? – dijo acercándose –

Martina: - me voltee y camine hacía mi bolso –

Su respiración en mi nuca, sus pechos en mi espalda y sus muslos en mis glúteos me hacían sonreír y esperar deseosa su siguiente jugada, siento sus manos en mis caderas que subían por mi cintura, su respiración ahora detrás de mi oreja me hacían cerrar los ojos y sentir como sus manos grandes atrapaban mis pechos, me recosté sobre ella para poder sentirla aun mas, masajeaba con devoción mientras mordía el lóbulo de mi oreja y chupaba mi cuello, me gire, quedamos frente a frente nuestros pechos se unían sus brazos se enredaban en mi cuello y mis manos atrapaban su trasero para besarnos, pero otra vez el teléfono cambiaba de rumbo este acto deseoso que nunca se lograba concretar… nos miramos y reímos un instante para luego ver el reconocedor de llamadas, otra vez su mamá…

Martina: que paso ahora? – pregunte cuando ella colgó –

Camila: tu hermana y Mariana nos esperan en la cafetería

Martina: no quedamos en que nosotras las iríamos a buscar

Camila: lo sé, para mi también es raro

Martina: entonces vámonos rápido

Camila: lastima – dijo ella con un sonrisa coqueta –

Martina: te quedaste con ganas de mi?

Camila: crees que no me di cuenta que lo estabas disfrutando?

Martina: - reí – no tanto como tu, por cierto, eres suave tocando y si bien las mujeres lo son, las primeras veces son un poco toscas, así que como conclusión esta no es tu primera vez

Camila: no, no lo es – rió y salió de la habitación –

Martina: enserio? – Pregunte un poco decepcionada –

Camila: - volvió solo al marco de la puerta – que sepa como tocar a una mujer – se acerca a mi – no significa que haya estado antes con una – beso mi mejilla – eres la primera mujer que toco

Martina: y que deseas con tanta pasión? – bese su mejilla –

Camila: puede ser – besa la comisura de mis labios y se va de la habitación –

Respire hondo y seguí con mi tarea de vestirme… nos juntamos en el living y salimos apuradas, con miradas juguetonas llegamos a la cafetería donde en una de las mesas que estaban afuera se encontraban Mariana y Liliana… bajamos del auto y la primera que nos vio fue Liliana la que se puso de pie para saludarnos desde lejos, como de costumbre Camila tomo mi mano y caminamos juntas hacía donde estaban…

Mariana: por fin están juntas? – pregunto mirando nuestras manos –

Camila: - soltó mi mano – es solo una mala costumbre

Liliana: - miró a Mariana y rió – nos vamos? – le pregunto a Camila –

Camila: por supuesto

Liliana: nos vemos luego mi amor – beso sus labios –

Camila: tu la iras a dejar a la casa? – le pregunto a Mariana –

Mariana: - asintió – te la devolveré sana y salva

Camila: me parece – arreglo un mechón de mi cabello, tomo mi rostro y beso mi frente – cuídate

Martina: tu también – la abrace – que la pases bien

Liliana: tranquilas, solo serán unas horas

Martina: que? por que dices eso?

Mariana: pareciera que vas a la guerra y la dejas preñada

Martina: cállate

Camila: nos vamos? – le pregunto a Liliana –

Liliana: si, si, si…

Se fueron en el auto de Camila, camino a no se donde y nosotras nos subimos al auto de Mariana, me llevo a un restaurante y nos sentamos afuera ya que el día estaba calido… y ahora si empezaba el juego verdadero, las preguntas, el querer saber de mi vida y quien éramos en realidad…

Martina: no me he podido sacar de la cabeza lo que dijiste

Mariana: - me miro sin saber a lo que me refería –

Martina: como es eso de que eres un sicario?

Mariana: no creo que necesite mucha explicación o si?

Martina: no me refiero a eso, papá lo sabe?

Mariana: - asintió mientras tomaba otro bocado de su filete –

Martina: y? no te dijo nada? – ahora era yo quien comía con dificultad –

Mariana: papá también lo es… - dijo ella como si nada –

Martina: - solté mi tenedor – como? Papá también es una sicario?

Joan: si, hija – dijo el apareciendo desde atrás –

Mariana: perdón, se me olvido decirte que esta seria una tarde familiar

Martina: - me descoloque un poco – no, es genial – dije sentándome otra vez luego de saludarlo – me pueden explicar todo esto?

Joan: para que lo entiendas todo, debes saber el principio

Martina: y cual es?

Joan: tu madre y yo nos conocimos en otoño, recuerdo bien como crujían las hojas aquel día cuando ella corría por el parque como siempre, yo la había visto por ahí corriendo ya que era nuestro territorio, y por supuesto no era el único que la veía – reímos los tres – ella era una mujer muy hermosa – tomo nuestras manos – como ustedes, se parecen mucho a ella – ambas sonreímos agachando la mirada – bueno yo empecé a coquetearle, a enamorarla, otros lo intentaron pero yo termine casándome con ella, estábamos tan enamorados que ella acepto lo que yo hacía, pensé que mi trabajo nunca afectaría a mi familia, pero me cegué… ella termino lavando mi ropa con sangre, termino esperándome cuando tenía alguna misión y peor que eso, termino sucumbiendo a las amenazas y se fue… ella tenía que irse – apretó la mano de mariana – o hubieras muerto al igual que ella – apretó la mía ahora – y tu jamás hubieses nacido

Martina: por que no lo dejaste?

Mariana: - Mariana se recostó sobre la silla – dejarlo? Es imposible… cuando estas en esto, solo la muerte es tu ticket de salida

Martina: ósea que ustedes siguen en esto? Y que dice Liliana? Liliana es uno de ustedes?

Mariana: nuestra relación con Liliana nació por esto y casi acaba también – le hizo gestos a Joan el cual levanto las cejas de igual forma – yo no sigo matando personas, solo estoy escapando de ellos y si es necesario matar a alguien para protegernos, lo haré de eso no hay duda, pero ya no soy una asesina

Martina: y usted? – le pregunte a mi padre –

Joan: - colocó sus codos sobre la mesa – yo soy un lobo viejo, tengo costumbres y quiera o no reconocerlo delate de ti – suspiro – me encanta mi trabajo

Martina: como que disfruta su trabajo? – no podía creer sus palabras –

Joan: no somos diferentes Martina… tu enamoras mujeres para robarles

Martina: es diferente, yo no mato a nadie

Joan: no, solo les rompes el corazón y las dejas en banca rota

Martina: lo cual es muy diferente a lo que ustedes hacen – me recosté sobre la silla –

Joan: hija – tomó mi mano que estaba aun sobre la mesa – tu mamá te protegió de esto tanto tiempo que no lo puedes concebir

Mariana: la vida nos eligió para ser quienes somos, también necesite esa adrenalina, ese poder… como tu – se acerco a mi silla –

Martina: no es lo mismo – insistí – yo no mato gente

Mariana: y no lo harías si estuviera en riesgo Camila, o Liliana? O yo y papá? Acaso no harías nada? – se acerco a mi oído – no harías nada Martina?

Martina: - me puse de pie un poco alterada y nerviosa – no lo se, no tengo idea…

Joan: siéntate hija – dijo el con su voz tranquilizadora –

Martina: podemos cambiar el tema? – dije alejando mi plato por las nauseas que sentía en este momento –

Joan: cuéntanos como trabajas… y no hablo de tu gran carrera de cantante en bares – rió –

Martina: - suspire y me senté -  conozco mujeres, ojala mayores…

Mariana: - me interrumpió – que tan mayores? – Pregunto con un poco de asco –

Martina: cincuentonas, son mis favoritas – me cruce de piernas, estilo macho recio – y bueno, las enamoro, no son besos ni sexo, es compañía, confianza… es un trabajo conlleva tiempo, es a largo plazo pero con muchos beneficios

Mariana: pero te acuestas con ellas?

Martina: bueno, eso depende de ellas y por supuesto si son lindas, por que no

Mariana: te haz enamorado alguna vez?

Martina: - reí – jamás

Joan: y no te encariñas?

Martina: es un objetivo y lo que hago una farsa, si no olvido eso todo esta bien

Joan: sangre fría

Mariana: te suena familiar? – miro a Joan –

Martina: no me gusta lo que insinúan, no es lo mismo

Joan: pero muy parecido, continúa

Martina: eso, es… bueno luego ellas firman unos cuantos papeles, por el amor y confianza que sienten conmigo y me largo

Joan: así como así y ellas no te han buscado? Es muy arriesgado…

Martina: por que creen que soy una trotamundos?

Mariana: - afirmaron con la cabeza entendiendo – y como las escoges? De donde las sacas?

Martina: bueno, hay es cuando entra mi trabajo de cantante en un bar, solo una mujer sola iría a un lugar de esos… luego solo hay que mirar detenidamente sus joyas y sabes quienes son

Joan: y si están con su marido?

Martina: aun mas fácil, solo hay que mirar las llaves del auto y sabrás todo

Mariana: y no te da miedo que te descubran?

Martina: no, por que son personajes los que tengo que hacer, y esos personajes mueren en cuanto me voy a otro país, por lo que no puedo sentir miedo por algo que no he hecho

Joan: y ahora que personaje estas siendo?

Martina: ahora – pensé – por primera vez en mucho, mucho tiempo, soy simplemente Martina…

Mariana: me alegra escucharlo – dio pequeños golpecitos sobre mi hombro –

Joan: y la chica con la que fuiste a la boda… quien es?

Martina: Camila?... nadie una amiga – dije un poco nerviosa, tomando un sorbo de mi jugo de piña –

Mariana: te lo dije, esta enamoradísima

Martina: eso no es verdad – dije enfadada –

Joan: - tomo mi mentón – de verdad que es solo una amiga? – quise responderle, pero coloco su dedo índice sobre mis labios – solo te lo preguntaré una vez y espero que no le mientas a tu padre…

Martina: - agache la mirada – bueno, no tengo idea que clase de relación tenemos a veces la odio y quisiera apretarle el cuello hasta que se le salieran los ojos y otras la quiero lo suficiente como para querer estar cada segundo del día con ella

Mariana: - se acerco con su silla, curiosa – y han…? – comenzó hacer gestos –

Joan: Mariana – golpeo sus manos – por favor, soy su padre

Martina: - tape mi cara de vergüenza – no, ni siquiera la he besado

Mariana: eso es enserio? – se recostó sobre la silla – por que no?

Martina: tengo miedo…

Mariana: miedo a que?

Martina: Mariana, nuestra relación es como un juego y es lo único que nos mantiene juntas, ese juego que se irá a la mierda si oso pasar al siguiente nivel con otra intención

Mariana: yo creo que a ella también le gustas

Martina: de eso ni tu ni yo estamos seguras… pero y tu como va todo con Liliana?

Mariana: - cruzo sus piernas de la misma forma que yo lo hacía – Liliana?... ella es simplemente perfecta – me miro – que estarán haciendo ese par en este momento

Joan: no quiero ni pensarlo – respondió él –

Camila:

Fuimos directamente de compras, de cada tienda nos llevábamos algo aprovechando que Martina pagaba todo, la verdad aun me pregunto de donde sacará el dinero, ni siquiera ella se compra ropa o algo… pero se ofreció a pagarnos sin siquiera una leve insinuación de petición de nuestra parte, Martina… como defino nuestra relación? Es como intentar dar a luz arriba de una montaña rusa, lo digo enserio y saben por que? por que nadie lo intentaría, yo no lo intentaría y mucho menos ella… los juegos están bien, los acercamientos y morreos sin concretar están bien, pero que va a pasar el día en que el teléfono no nos interrumpa cuando estoy a milímetros de su boca? No quiero ni pensarlo, tal vez me abalance sobre ella y le haga el amor con locura dejando que me recorra por completo o quizás la abofetee y salga corriendo solo por el nerviosismo, de una u otra forma romperíamos nuestra “relación”, todo se acabaría y ella se iría con una victoria en sus manos por que entregarme es darle a entender que la amo, y no la amo… no la amo, no la amo verdad?

Liliana: Camila sal del probador – me grito Liliana haciéndome volver a la realidad –

Camila: ya voy, estas preparada? – le pregunte solo sacando mi cabeza –

Liliana: por supuesto que si

Salí y tenía puesto un vestido rojo mas arriba de la rodilla con un escote corazón que dejaba ver un poco mis pechos, mire a Liliana la cual aplaudía

Liliana: hermosa, definitivamente si Martina te ve así se muere

Camila: y si Mariana te viera así?

Liliana: me rogaría que me lo saque – se cruzo de brazos – es un poco celosa

Camila: los celos demuestran que te quiere o no?

Liliana: si, lo sé… y como es Martina contigo?

Camila: lo preguntas como si fuéramos pareja – dije mientras le daba la espalda para mirarme al espejo –

Liliana: lo serán, es obvio…

Camila: - la mire – por mi parte es un poco obvio, ella es la única que no se da cuenta que me confunde, que me atrae… no se…

Liliana: por que no le dices?

Camila: decírselo sería perder contra ella, y yo no voy a ceder, además es obvio que a ella no le importa mucho

Liliana: lo dices por que tu no ves como te mira, como cierra los ojos cuando besas su frente, o mira tu mano cuando la entrelazas con la de ella, ella tiene que ser así – me dijo –

Camila: por que? escapa del amor o de algo mas?

Liliana: eso no es algo que yo tenga que decirte

Camila: entonces hay algo mas, hay otra mujer? – negó con la cabeza – entonces?

Liliana: cuando sepas la verdad – acaricio mi rostro – tendrás que elegir entre tu vida, esto – apunto el lugar y el vestido – o ella

Camila: que es tan grave que tenga que dejar mi vida por ella?

Liliana: esa no es la pregunta – me dijo mientras yo entraba otra vez al probador – la pregunta es… si dejarías todo por ella

Estaba sacándome la ropa y escuche su pregunta, me miré un instante al espejo y a mi misma directo a los ojos, no tengo idea que responder, por que no se a que me enfrento verdaderamente… Pero de pronto algo se ilumina en mi cabeza, no es el tiempo sino la calidad de el y su compañía, son nuestros juegos y mis acercamientos incontrolables hacía ella, la conozco y a la vez no se quien es, la amo y quisiera matarla… pero lo que de verdad siento es que ahora quiero correr a sus brazos y besarla, si eso es lo que deseo… besarla

Camila: la elijo a ella

Liliana: bienvenida al club que cayó en las redes de las Hermanitas “M”…

Camila: me rindo, me rindo… quiero gritárselo en la cara

Liliana: entonces vamos antes de que te arrepientas

Camila: si, si… vamos – dije saliendo de los probadores –

Liliana: - me detuvo riendo – no crees que es mejor que te vistas?

Camila: - me tape con las manos – espérame un minuto

Martina:

Papá ya se había marchado, por “trabajo”, ni siquiera puedo imaginarlo en esa posición, estábamos tomando un jugo ambas de piña cuando veo que en la mesa del frente esta Simone, con una mujer un tanto mayor, supongo que es su madre, sus collares, veo las llaves del auto, el celular, los tacones finos que usan ambas, creo que un poco de adrenalina no le viene mal a nadie y que mas da, mañana es muy probable que me largue de aquí y necesito un dinero extra…

Mariana: Martina mujer, háceme caso

Martina: ah? Si, si

Mariana: pero que ves tanto? – se giro para ver a Simone –

Martina: me tienes que ayudar

Mariana: a que? – miro mi cara de plan – no, sea lo que sea, no

Martina: vamos, necesito que distraigas a Simone

Mariana: quien mierda es Simone?

Martina: la chica joven, necesito que ella se fije en ti y no en mi

Mariana: a si, si, muy linda tu, no?

Martina: es que la conozco, necesito que tu te acerques primero

Mariana: estas loca, Liliana me mata

Martina: primero, no te la vas a follar ni nada y segundo – le pegue en el hombro – Liliana no esta acá

Mariana: y que quieres que haga? – dijo mirando para los lados –

Martina: que le tires el jugo encima

Mariana: a si? como no, y me llevo una bofetada de regalo, verdad?

Martina: que acaso no tienes encantos? Mujer vamos, conquístala

Mariana: encantos? Encantos? Liliana me va a dar unos cuantos encantos por el culo si se entera – me dijo mientras yo la empujaba para que se colocara de pie – no se por que te hago caso

Martina: por favor hermana, necesito dinero

Mariana: te pasa por ser tan “Caritativa” con esas dos – avanzo -

Martina: en realidad soy un poco ambiciosa – pensé y la vi avanzar –

Llego por su lado y fingió un tropiezo, por lo que su trago se dio vuelta sobre la blusa de Simone, esta se puso de pie y comenzó a gritarle a Mariana…

Simone: pero que cojones… que acaso no tienes ojos?... Dios

Mariana: lo siento – levanto su mentón – acaso nos conocemos?

Simone: no lo creo – dijo ella zafándome –

Mariana: claro, supongo que alguien como tu, jamás estaría en un lugar como el mío – avanzo –

Simone: - la detuvo – que lugar sería ese?

Mariana: yo voy a bares y a ti no se si te dejarán salir mucho del cielo – le sonrió –

Simone: - negó con la cabeza con una sonrisa dibujada – creo que te conozco

Mariana: a si? y de donde?

Simone: del bar “Índigo”, o estoy equivocada y te confundo con alguien?

Mariana: me debes haber visto…

Martina: pero tal vez la estés confundiendo conmigo – dije yo acercándome –

Simone: - coloco sus manos en la cintura – mamá, ella es la chica de la novia que me saco del bar

Señora: ah! Pero si es bien mona – dijo ella mirándome –

Martina: gracias – le sonreí – pero no podría compararme a su belleza, cual es su nombre?

Señora: Estela, mucho gusto – estiro su mano –

Martina: no sabe lo que dice, el gusto es mío – dije tomando su mano y acariciándole con la otra –

Mariana: - acaricie su rostro – te puedo invitar un jugo?

Simone: no – me sonrió – me gustan los tragos fuertes

Mariana: entonces que sea lo que tu quieras – me acerque –

Simone: creo que a tu amiga, le gustar las mayores – giro su rostro, para dejar los labios de Mariana a unos centímetros –

Mariana: es mi hermana, y si… tenemos gustitos diferentes – le sonreí –

Simone: mamá, iremos a tomar algo a la barra

Estela: bueno hija, yo me quedo aquí bien acompañada

Martina: cuídate hermana – le guiñe el ojo, ella me miro con cara de querer matarme – y Estela, que haces aquí?

Estela: nada, solo tomaba desayuno con mi hija cuando apareciste

Martina: aun no me lo creo, eres su madre

Estela: me contó lo que sucedió anoche, acaso no era tu novia aquella mujer?

Martina: no, fue una chica de la noche… no es mi tipo – me acerque – a mi me gustan no se, mas experimentadas

Estela: a, si?... – se recostó sobre la mesa dejándome ver su escote –

Martina: - coloque mi codo sobre la mesa para acariciarla – no me gustan las mujeres mayores – me acerque para tener mejor acceso a su cartera – me gustas, tu

Estela: pero yo soy una mujer mayor

Martina: - coloque su mano sobre mi pierna – y me tienes totalmente perdida en tus ojos – me acerque – en tu tacto – acerque mas su mano a mi entrepierna, mientras ella se acercaba y yo pasaba mi mano por la espalda hasta su cartera –

Simone: así que hermanas?

Mariana: si, ella es la menor

Simone: eso significa que tu tienes mas experiencia

Mariana: - me acerque – eso significa que yo siempre soy mejor en todo

Simone: tienes novia? – esquivaba mis besos, GRACIAS DIOS! –

Mariana: no estoy aquí para hablar de mi, sino de ti… tienes pareja?

Simone: no – dijo echándose hacía atrás para prender un cigarrillo –

Mariana: esto te hace mal – le quite el cigarrillo de la boca y lo fume –

Simone: ya estoy grandecita – me agarro de la camiseta y me tiro donde ella para tirarme el humo en la boca y comenzar acercarse –

Liliana: Que mierda estas haciendo? – dijo ella junto a la mesa –

Mariana: - me gire – Lily

Liliana: - se dio vuelta – al auto – me miro – AHORA!

Mariana: - fui corriendo atrás de ella –

Estaba a punto de besarla, mi mano ya tenía su chequera y era lo único que me importaba, pero veo pasar a Liliana delante de mi y cuando me doy vuelta ahí esta Camila, mirándome totalmente decepcionada, me coloco de pie y voy donde ella

Martina: no se supone que deberían estar de compras? – dije preocupada –

Camila: no se supone que tu deberías estar con tu hermana y no con esa señora – coloco cara de asco – podría ser tu madre

Martina: no es lo que te imaginas Camila – lleve mis manos a la cabeza cuando vi pasar a Liliana y a Mariana corriendo atrás de ella –

Camila: aquí – nos apunto a ambas – nadie le debe explicaciones a nadie, pero tu hermana – levanto las cejas – tendrá que pagar por el perdón

Martina: es todo mi culpa – corrí hacía el auto de Liliana – yo te lo puedo explicar – le dije abriendo la puerta –

Liliana: no, acá mi esposa es tu hermana, no tu… ella me debe las explicaciones

Mariana: tranquila, yo lo arreglare – dijo ella –

Liliana: JÁ, ni creas que vas a salir librada de esto tú tampoco – me miro –

Martina: ella dijo que no tenía por que darle explicaciones

Liliana: y tu crees eso? Que ella no se merece explicaciones? – la mire y ella estaba dando vueltas mordiendo sus labios como si estuviera controlando su llanto y rabia –

Liliana cerró la puerta del auto y arrancó Simone se me acercó

Simone: ustedes son un par de mentirosas

Estela: - me agarro y me beso – que estés bien – ambas se fueron riendo pasando por el lado de Camila –

Martina: Cami, yo – ella caminó hacía el auto –

Camila: no me digas nada

Me subí al carro y ella miraba por el espejo de su lado, al parecer las lagrimas la abrumaban y por primera vez, la culpa a mi… Ella no quería explicaciones y yo tampoco sabía que decir, llegamos a la casa y ella se dirigió a la habitación esperando que yo no la siguiera, pero esta vez sería diferente…

Martina: déjame explicarte

Camila: no quiero – se coloco las manos en los oídos – no quiero escucharte Martina

Martina: bueno – comencé arreglar mis cosas –

Camila: ahora me dirás que te vas para que yo te ruegue que te quedes toda la vida a mi lado, por que aunque hayamos pasado dos horas lejos, me faltaba el aire sin ti, por eso tuve que volver, para decirte que te extrañaba, que te amaba… - me grito para luego colocarse a llorar –

Martina: - me subí sobre la cama para abrazarla – que tu que?

Camila: que yo soy una imbecil

Martina: no, no… por que volviste por mi?

Camila: por que te amo Martina

Martina: - baje de la cama y le tire la chequera sobre la cama – tu no me amas a mi, sino a la persona que yo quise mostrarte, y esa no soy yo

Camila: entonces quien eres?

Martina: soy una embaucadora y ladrona, hija de una buena mujer y un asesino, hermana de un sicario… mi familia y yo… somos lo que tu solo ves en películas… - me di vuelta tomando mi bolso – ni tu ni yo nos merecemos este dolor –

Camila: - se levanto de la cama y tomo mi brazo – dime que no me amas y te dejo ir

Martina: - me gire – Camila… - mire sus ojos y le mentí – yo no puedo amar a nadie, mucho menos… a ti

Continuara...

• Gracias por las visitas, comentarios, emails, valoraciones... todo, todo, todo... ojala les haya gustado, perdón por la demora, acá en Chile estamos de Fiestas Patrias y tuvimos casi toda la semana libre, así que todo mi tiempo fue ocupado en fiestas con los amigos... jajaja... Un saludo, desde El Sur de Chile ♥ V/S