¿Esto es una iniciacion? (4)

Sigue mi fin de semana en casa de Julia.

¿Esto es una iniciación? (4)

No se cuanto tiempo pasó pero no creo que fuera demasiado tiempo cuando el ruido de la puerta al abrirse me despertó. Era Julia vestida con un conjunto negro y medias y con un plato en la mano. Lo puso en el suelo y me desató.

Come algo como un buen perrito –me dijo.

Señora, me gustaría ir antes al servicio –dije pidiendo permiso.

Ponte a cuatro patas y usa esto. Luego come todo lo que hay en el plato como un buen perro. –me dijo dándome un cuenco para que orinase en él.

Yo me arrodille y me puse a cuatro patas. Ella me colocó el cuenco debajo de mi y me agarró la polla dirigiéndola hacia el cuenco. Yo empecé a orinar en el cuenco mientras mi dueña me sujetaba la polla. Cuando terminé de orinar me soltó la polla y me empujo la cabeza hacia el plato. Yo empecé a comer agachando la cabeza y note como ella me acariciaba el culo mientras comía. Yo lamía el plato como un perro, era un puré de verduras y ella me separaba las nalgas y me masajeaba la polla. Después note como me puso un dedo en el ano e hizo algo de presión. Me había lubricado bien con saliva y su dedo se metió un poco. Yo me moví hacia delante y gemí. Me terminé el pure mientras ella metía su dedo dentro de mi una y otra vez con una mano y con la otra me masturbaba la polla. Después ella me agarró y me llevó a la cama, me tumbó y se sentó en mi cara igual que hizo Úrsula poco tiempo antes. Restregó su coño por mi cara mientras yo sacaba la lengua para lamer toda su coño.

Cuando tuvo un orgasmo con mi lengua se quito de encima y se tumbó, me dio el consolador de la mesilla y me dijo que lo usase en su coño pero que antes lo lubricase bien con mi saliva. Yo me lo metí en mi boca y luego lo introduje en su coño. Lo metía y lo sacaba moviéndolo en forma circular. Ella gemía y se estremecía. Después ella me tumbo en la cama y se puso encima de mi. Me cabalgó durante un buen rato. No se había quitado el sujetador y yo me deleitaba viendo su cara de placer junto a ese canalillo que tenía y esas tetas dentro del encaje negro que subían y bajaban. Al poco tiempo ella se apoyó en mi pecho y vi como gemía y como se contorsionaba de placer.

Después se echó encima de mi, me beso mientras sacaba mi polla de su coño para meterla de nuevo completamente. Mi polla se escurría por toda su vagina y el placer era tan grande que tarde poco en terminar. Ella se movía al ritmo de mis chorros de semen salían disparados dentro de su coño. Después fue bajando el ritmo hasta que salió la ultima gota de semen. Se tumbó a mi lado un rato para descansar y me dijo:

Prepárame un buen baño con el agua calentita, y me avisas cuando este preparado.

Si señora ahora mismo – dije yo mientras me levantaba y me dirigía hacia el baño.

Cuando estuvo preparado me acerque a la habitación y avise. Ella se levanto y señaló el cuenco en el que había orinado diciéndome que me lo llevara al cuarto de baño. Yo lo cogí y lo lleve con cuidado para no derramar nada. Cuando llegue ella ya estaba metida en el baño. Antes de dejar el cuenco me dijo que metiera la cabeza. Yo la mire extrañado pero debía hacer lo que ella decía , debía confiar en ella así que metí la cabeza en mi orina ya fría, durante unos unos segundos. Al sacar la cabeza me dijo que lo tirara al retrete y luego metiera la cabeza en el agua para comerla el coño. Yo obedecí como siempre y al salir a respirar me agarró y me metió en la bañera con ella. Me coloque detrás de ella. Ella sentada entre mis piernas y yo la acariciaba los pechos y mis manos se escurrían por debajo del agua para tocar el coño levemente. Mis labios besaban su cuello y ella parecía estar de acuerdo en que yo la mimase así en el baño.

Después de un buen rato en la bañera nos enjabonamos enteros y luego nos duchamos juntos. Aun mojados nos fuimos a la cama y empezamos a follar como un par de enamorados durante toda la noche. Esa noche todo fue romántico. Muchos mimos, caricias, besos y abrazos hasta muy de madrugada. Hicimos varias veces el amor y al final de la noche se durmió en mis brazos. Fue algo extraño pero la verdad es que me sentí muy bien al saber que una mujer tan madura y tan dominante parecía tener algo de corazón y necesitar sentirse querida. La última mirada que tuve antes de dormir fue de esa preciosa mujer durmiendo sobre mi pecho.

Ese sábado fue muy especial y me unió mucho a Julia, tanto que empecé a medio enamorarme de ella aun cuando la edad sería un impedimento. El día siguiente sería algo distinto y mucho mas morboso.

Si queréis enviarme algún comentario o hablar conmigo de alguna cosa mi dirección de correo es eles_critor@hotmail.com