Estímulo condicionado en una probadora de juguetes

Una chica es contratada como probadora de juguetes sexuales.. En esta primera etapa es usada para reproducir los experimentos de Pavlov pero con otro tipo de estímulo-respuesta.

Estímulo condicionado en una probadora de juguetes sexuales.

Tras una conversación con el que iba a ser su jefe y firmar el contrato de probadora de productos, en este caso, juguetes eróticos, el hombre quiso dejar las cosas muy claras... Al final le dijo:

  • "Quedas contratada... ¿Estás preparada para empezar?"

Gloria no había pensado lo fácil que había conseguido trabajo y mucho menos que empezaría de inmediato, pero ahora, necesitando dinero, no tenía otra opción y con un monosílabo respondió.

  • "Si."

  • "Di, sí, Señor... Y no hables a menos que te lo diga."

  • "Si, Señor."

Se le había adelantado... Pensaba dirigirse a él como Señor, por ser su jefe y tenía que cumplir con lo pactado en el contrato firmado entre ambos... Antes de ir a la entrevista, se había bañado muy a fondo, tratando de prepararse para la prueba que pudiera tener, fuera la que fuera.

  • "Quítate toda la ropa."

Ella obedeció, mirándolo deliberadamente... Cuando ella se paró allí desnuda, él dijo:

  • "Tienes, como dicen, una figura preciosa... A mí me gustan esas tetas y también ese bonito culo... Ahora ponte esto."

Le entregó una gran bolsa de basura de plástico verde con agujeros para el cuello y los brazos.

Ella se lo puso por la cabeza, imaginándose a sí misma como si fuera una pera bailando en un anuncio de televisión... Le vendó los ojos con una máscara.

  • "No debes quitártela", le ordenó.

La cogió de la mano y la llevó afuera... Sus pies descalzos sintieron el cemento caliente, un poco de hierba y luego la alfombra de su coche... Su jefe la sentó en un asiento y le abrochó el cinturón.

El hombre condujo durante un tiempo por una carretera sinuosa, mientras ella escuchaba en silencio los ruidos habituales del tráfico, pero sin tener idea a dónde la estaba llevando.

Cuando le quitó el cinturón y la sacó, fue a través de más cemento y hacia una puerta que sonaba como de hierro... Dentro del edificio, cogieron un ascensor viejo y ruidoso hasta una planta y entraron en una vivienda.

Ella sintió la madera encerada bajo sus pies y olió el humo de un cigarrillo... Alguien más estaba allí... ¿Cuántos?... No lo sabía.

El hombre la dejó de pie, sola... De repente, tiró del plástico, que se rasgó con facilidad, quedando completamente expuesta... Alguien aplaudió suavemente.

El hombre la giró para mostrarla.

  • “Inclínate, ábrete de piernas, flexiónalas y toca tus espinillas.”

Ella obedeció, avergonzada, y sintió un dedo, mojado de lubricante, penetrando en su vagina... Luego, con lubricante fresco, su ano... Sintió que algo se insertaba en su ano y luego un grueso consolador se deslizó dentro de su apretado coño.

Alguien se rió entre dientes... Ella, al fin y al cabo, había aceptado hacer cualquier cosa, así que la llevó a sentarse en un gran sillón cuadrado de madera, como si fuera un sillón de trono... Sus pies colgaban, y el asiento de madera, duro y plano, presionaba la parte posterior de sus muslos y su culo.

La presión hizo que las inserciones que llevaba en ano y coño se metieran un poco más profundo, pero eso no le dolió... Rápidamente, le ataron con cinta adhesiva los antebrazos a los brazos del sillón... Al mover los hombros, pudo aliviar un poco la presión del asiento, pero no valió la pena el esfuerzo, pues estaba bien sujeta en la silla, aunque todavía podía patear sus pies.

Sintió que unas manos levantaron sus pechos y luego que se los lubricaban con algo... Percibió como cilindros de plástico duro o tarros de campana, que se deslizaban sobre sus pechos resbaladizos, primero en el derecho y luego en el izquierdo.

A continuación, escuchó un sonido de ‘ suk-suk-suk’ , y sus pechos fueron succionados profundamente en unos cilindros, hasta que los bordes redondos de plástico presionaron contra su caja torácica.

Sus pezones se hincharon y recordaban la apariencia de un condón en el extremo del receptáculo inflado... No le dolió... De hecho, se estaba poniendo cachonda, pero le preocupaba que sus pechos se deformaran y se hundieran después.

  • "Este dispositivo aún no ha sido aprobado como un aparato de disfrute sexual... Cuando lo esté, se venderá por más de 300 libras... Por supuesto, los efectos serán más dolorosos cuanto más pequeños sean los pechos."

Suk, suk, suk’ , escuchó ella de nuevo.

Gloria sintió sus pechos estirarse para llenar el vacío, hormigueando mientras se llenaban de sangre.

  • "Los ensayos han demostrado que, si le hacemos esto a tu pareja durante ocho horas al día, todos los días, sus pechos crecerán al menos un tamaño bastante apreciable en unas semanas y estarán más firmes” dijo el hombre a otra persona que estaba allí.

  • “Si siguiéramos dándole este tratamiento a Gloria, mi probadora de juguetes sexuales, con el tiempo, podríamos hacer de ella una vaca lechera... Por ahora, dejaremos que lleve este novedoso sujetador a la vista de todos... Parece que le gusta, ¿verdad?”, dijo entre risas de gente.

Gloria se dio cuenta de que estaba sentada, completamente desnuda, frente a gente... ¿Cuántas personas había?... ¿No lo sabía?... Con sus pechos grandes siendo succionados, terminarían siendo aún mucho más grandes si alguien no liberaba el vacío... No era doloroso, pero sí vergonzoso, y pareció excitarla un poco, a pesar de no quererlo.

De pronto, escuchó el Bolero de Ravel sonando... La música comenzó suave y fue aumentado durante quince o veinte minutos... A medida que aumentaba el volumen, podía sentir un hormigueo en su coño.

Moviendo sus piernas, se dio cuenta que el consolador que tenía colocado dentro de su vagina, vibraba y estaba recibiendo estimulaciones eléctricas al compás de la música.

Sin embargo, de momento, sus pechos eran su principal preocupación, al sentirlos estirados y deformados por el vacío de los cilindros de plástico, pero, a medida que pasaban los minutos, la música se hacía más fuerte y la corriente que transmitía el consolador  se hacía más fuerte, haciendo que las paredes de su vagina se contrajeran cada vez con más fuerza.

  • "Además del estirados de pechos, también vendemos un adaptador en forma de grueso consolador y los electrodos para convertir cualquier potente sistema de audio en un estimulador genital... La intensidad de la corriente eléctrica depende del ajuste del volumen de audio... Se puede elegir entrenar a su esclava con una canción en particular y con el tiempo aprenderá a correrse con sólo escucharla, incluso sin la electricidad.”

“Observen el efecto en este tema, que por primera vez escucha mi probadora de juguetes sexuales y vean como reaccionará.”

Gloria se encontró retorciéndose en la silla y sus pies temblaron en el aire mientras las contracciones corrían a través de su cuerpo... Su pelvis se balanceaba, raspando el extremo cableado de la sonda del coño contra el asiento de madera mientras recibía la corriente.

‘¡Aaah... Aaah... Aaah!’, gruñía, mientras su útero parecía rebotar dentro de ella con cada impacto eléctrico.

Alguien se rió, pero ella no se dio cuenta... No podía evitar moverse de esa forma... Desde sus pezones hinchados hasta su vagina retorcida, oleadas de sensaciones la invadieron... Trató de luchar contra eso, pero, a medida que aumentaba el volumen de la música, se puso a gritar:

  • "¡Aaaah... Aaaah... Aaaah... Aaaah... Aaaah... Aaaah!”

Y se corrió estremeciendo su cuerpo de manera muy visible.

Después de este orgasmo tan estremecedor, se dio cuenta de que la música se había detenido.

Ella se quedó quieta sintiéndose completamente violada, sudando y respirando con dificultad... La corrida que tuvo había sido brutal.

  • "Mi probadora de juguetes sexuales habló sin que nadie le hablara contraviniendo mis órdenes... ¿No creéis que es necesario que le aplique un pequeño castigo?", dijo su jefe a la gente que había allí.

De repente, una fuerte descarga eléctrica le atravesó el ano, provocando calambres en los intestinos y a través de las paredes de la vagina, lo que hizo que ella tratase de saltar de la silla.

  • "¡Aaaaaah... Aaaaaah... Aaaaaah!", gritó de forma totalmente enloquecida.

Y luego se dio cuenta de que además de los gritos, había tenido un orgasmo brutal... Se había corrido de nuevo... Estaba toda mojada.”

  • "¡Golfa viciosa!" dijo el jefe al darse cuenta.

Y volvió a aplicar la electricidad, pero esta vez dándole una serie de pulsos cortos.

Gloria se sacudió en su silla mientras cada pulso le parecía que le arrancaban las entrañas, hasta que tuvo de nuevo, un orgasmo tan fuerte que se desmayó momentáneamente... Al despertar, oyó a su Jefe decir:

  • "Los franceses llaman a esto ‘ la pequeña muerte’ ... No hay ningún daño en ello... Puede que más tarde se sienta un poco dolorida por el ejercicio desacostumbrado de sus músculos vaginales, pero si se sigue haciéndole esto, al final la mujer se volverá mucho más receptiva... De hecho he comprobado que tan pronto como le meto el grueso consolador en el coño, se corre, pensando en las descargas que le tengo que darle para conseguirlo.”

“Esta experiencia esta basada en los experimentos de Pavlov, en el que el estimulo condicionado era la comida... Tocaban la campana y le daban de comer al perro que segregaba saliva como respuesta... Luego con sólo tocar la campana, sin mostrarle la comida, el animal segregaba saliva en abundancia.”

“Nuestra esclava, en este caso mi probadora de juguetes sexuales, aprenderá que con sólo meterle el grueso consolador dentro del coño, debe correrse y lo hará de inmediato... Habrá aprendido, aunque esto lleve un tiempo de practica... Y resultará la mar de excitante para ella y para nosotros, haciéndoselo.”

“Tenemos varios modelos, desde los básicos hasta los de lujo, incluidos algunos estimuladores controlados por una aplicación de móvil... Otros modelos se usan como si fueran un tampón, para que puedas excitar a tu esclava, sumisa, amiga, mujer, en cualquier lugar... Son muy divertido en un restaurante, por ejemplo."

Gloria, allí sentada, se preguntaba qué seguiría a continuación... Pero pronto lo supo... Volvió a escuchar los primeros compases de Bolero de Ravel... Ella aprendería rápido a correrse para que no la mortificara su jefe con todo tipo de descargas eléctricas.

Su trabajo como probadora de juguetes sexuales no había hecho más que empezar y le gustaba... Sabía que al final acabaría siendo muy follada por todos sus agujeros... Su jefe era extremadamente golfo y vicioso.

F I N