Esther y los albañiles 2
El maestro de obras, siguio follandome y me preño con el consentimiento de mi esposo
Hola, soy de nuevo Esther y este es la continuación de mi relato anterior con los albañiles que están haciendo algunos arreglos en nuestra casa, por lo que han desfilado albañiles por todos lados durante ese tiempo, pero a mí me ha llegado a atraer el maestro de la obra, que lo llaman el Burro no es que sea guapo, ni mucho menos, pero tiene un pedazo de polla como su apodo dice de un burro, le he llegado a comentar a mi marido esa atracción que tengo hacia ese maestro de obra, y lo bien que me follo ayer, la veces que me corrí mientras me estaba follando.
Casi siempre estoy sola con el maestro en la casa, pues a la fecha sólo está trabajando él y no hay más albañiles, mi marido siempre está en el trabajo y sólo llega a comer y a la hora de la cena, así que tengo tiempo suficiente para poder follar con el maestro, algunas veces me folla a la entrada y otras cuando se va , casi siempre lo hacemos antes de que empiece a trabajar porque viene recién duchado y la gracia que me hace es que toca el timbre de la puerta con su polla ya fuera del pantalón yo se la cojo y lo meto para dentro y me agacho a chupársela, mientras me doy con los dedos en mi pipa para prepararme y cuando ya la tiene como un palo me doy la vuelta apoyándome me abre la piernas y zas empieza a da en una silla o en la mesa, me ha follado por todas la dependencias de la casa, incluso cuando me pongo a ayudarlo y me pongo culo en pompa, llega por detrás y empieza a darme con su capullo en mi húmedo coño y cuando ya la tiene bien dura me la mete despacio hasta que las paredes de mi coño se acomodan a tal grosor cuando llega hasta el fondo me corro como una perra en celo me vuelve loca la polla del Burro .
Bueno, pues resulta que un sábado mi marido invitó al maestro (el Burro) para hablar algunos puntos que debían ser considerados para que la construcción de nuestra casa se hiciera de la mejor manera, así que el maestro llegó un sábado por la noche a eso de las 10:00 pm. Lo hicimos pasar, pues a mí me interesaba escuchar los puntos a los que se llegaban del acuerdo sobre la obra; así estuvimos hablando por espacio de media hora, cuando mi marido nos invitó una copa, a los que todos sin reprochar aceptamos. Después de acordar todos los puntos, seguimos con charlas triviales, y cada vez más copitas de anís. A medida que pasaba la noche la charla se hacía más amena, y mi esposo ya estaba demostrando que ya le estaban haciendo efecto el anís, en cambio al burro no se le notaba tanto, yo no había bebido tanto como ellos pero si lo suficiente como para sentirme bastante animada, durante la conversación estábamos sentados en los sillones de nuestra sala, yo con mi esposo en uno de los sillones y el maestro estaba sentado frente a nosotros Con el alcohol a mi esposo le empezó a subir un poco la calentura, así que de repente me abrazaba y daba algunos besos delante de nuestro invitado y como ustedes podrán imaginar lo hacía poner bastante nervioso a nuestro invitado, pues como me encontraba sentada frente a él con mis piernas cruzadas y una que otra separación de estas mismas cuando mi marido cogía para darme alguno que otro beso, pues supongo que lo tenían más que nervioso, y si a eso sumábamos la vista de mis pechos cada vez que me agachaba para servir otro trago u ofrecerle la bandeja con galletas que había preparado, eran de imaginar las tremendas ganas que tendría de que mi marido se fuera a dormir y echarme un buen polvo.
Debo decir que yo esperaba que ése sábado mi esposo y yo tuviéramos una muy buena sesión de sexo como acostumbrábamos cada semana o cada quince días, aunque no me importaba me estaba follando el burro por lo que por fuera me vestí muy normalita, con una falta corta, pero sólo arriba de la rodilla, una blusa un tanto escotada, pero no de mal gusto, pero por dentro era yo otra, pues había elegido un conjunto de braguitas que mi marido me había comprado hacía poco, el cual consistía de una braguita tipo tanga de color rosa totalmente transparente, y un sujetador al mismo tono con transparencias que hacían que mis pezones se transparentaran a través de la tela, también elegí unas medias liguero pues sé que a mi esposo le gusta follarme con panty medias puestas o con ligeros y al burro seguro que también, así que decidí por una combinación de ambos y porté un panty liguero en color negro de lycra, por lo que notarán que yo me sentía por dentro muy sexy.
Bueno, pues volviendo al relato, debo decirles que con el paso del tiempo y las copas de anís, mi esposo pasó a un estado de total borrachera, lo que me llevó a tomar la determinación de acostarlo y después dar por terminada la reunión, le dije esto al burro quien de inmediato comprendió la situación y se ofreció para ayudarme a acostar a mi esposo pues era imposible que yo sola lo pudiera llevar hasta la cama. Tomamos entre los dos a mi esposo y lo llevamos hasta el dormitorio, lo dejamos tendido sobre la cama y me ayudó a acomodarlo para meterlo dentro de la cama, Con mi preocupación de ese momento de poder acostar a mi esposo no me había dado cuenta que el burro había resultado tan beneficiado con todos los movimientos que había tenido que hacer, pues mi falda se había subido a mi cintura y sin duda pudo apreciar muy bien los poco segundos en que pudo ver mi tanga, y el panty liguero pues de inmediato me bajé la falda y eso sin contar la vista de mis pechos cuando estaba agachada tapando a mi esposo, también me di cuenta que estaba embaladísimo.
Luego que terminamos de acostar, llegamos al salón, pero antes le ofrecí una última copa.
Más que reacción lo que pasó a él fue una especie de transformación, pues de inmediato me apretó contra su cuerpo y pegó nuevamente sus labios a los míos transformándose en un verdadero pulpo, diciéndome mira Esther como me tienes, y sus manos empezaron rápidamente a recorrer mi cuerpo y tocarme por todos lados, mientras nuestras bocas permanecían pegadas en un largo beso muy suave, pero a la vez muy sensual.
Yo en mi interior pensaba que ese era el momento que tanto estaba yo deseando y que no iba a desaprovecharlo y estaba deseando tener esa gran polla dentro de mí, aunque ya que había planeado tener sexo con mi esposo esa noche, pues como él ya estaba fuera de combate, y ayudada a que ya tenía el consentimiento de mi marido para poder hacer lo que más me complaciera con nuestro maestro estrella, y viendo que iba vestida para la batalla, pues no dudé en dejarme hacer por él todo lo que ambos queríamos para saciar la calentura que de vez en cuando nos da a las mujeres cachondas, un buen pollón dentro. Yo respondí a sus caricias con mis gemidos, lo que indicaba que esa noche algo más que lo que estábamos haciendo en la puerta de la casa iba a suceder; me encontraba ya bastante excitada con el alcohol y las caricias de nuestro ahora “amigo” que de inmediato lo llevé al sillón de la sala para continuar lo que ya habíamos empezado y donde tantas veces habíamos follado ya. Yo seguía gimiendo mientras habría su camisa y seguía besándolo, era indescriptible la calentura que me dio el sentir sus manos ásperas pero cuidadas de un trabajador que sabe cuidar su cuerpo, el sentir esos pechos varoniles llenos de músculos rígidos generados por amplias jornadas de trabajo, ese cuerpo de hombre rudo, y esa gran polla, pero a la vez de un hombre que sabe cuidar su apariencia física, así luego pasé mi mano por sobre su pantalón y encontré su polla totalmente tiesa, él recorría mi espalda con sus manos y entre la raja del culo me rozaba con su poderosa polla ,mis gemidos empezaron a ser más fuertes, entonces pensé que mi esposo podría llegar a oírnos y eso me excitó mucho, pero supongo que él que desconoce de nuestro acuerdo entre mi esposo y yo, se puso un tanto nervioso pues hizo el mismo comentario que yo había pensado, así que lo cojo de la mano y lo llevé a uno de los dormitorios que aún estaban en obra, ahí mi marido con toda intención había colocado un catre por si alguna vez se presentaba el momento es ésa zona de la casa, cuan agradecida estuve por su preocupación de ponerme todo a la mano para que yo gozara como una loca ya fuera esa noche o en algún otro día.
Así que apenas entramos y de inmediato coloqué la colchoneta del catre sobre el suelo , él me sujetó de un brazo y me atrajo hacia él, nos besamos mientras él nuevamente demostrando sus habilidades con las mujeres me despojó de mi falda y mi blusa, quedando sólo en esa ropa interior tan cachonda que mi marido me había comprado, luego yo lo empujé sobre la colchoneta y le bajé los pantalones mientras lo besaba y chupaba por todas partes, el apretaba mis pechos muy fuerte lo que aumentaba el volumen de mis gemidos, cuando terminé de bajar su calzoncillo me dediqué a la tarea de recorrer con mi lengua su hermosa polla, pasé mi lengua por los lados, luego lo recorría de la punta hasta los huevos, hasta que por fin la metí en mi boca; esa textura tan suave de su polla en mis labios me produjo una contracción en mi pipa que estuve a punto de correrme, pues el sentir el líquido pre seminal que le humedecía a él por la excitación en la que lo tenía yo.
Seguí chupando y succionando lo que logró que a punto estuviera de correrse en mi boca, por lo que se separó, como la chupas zorruna, vaya tela pues me confesó que quería aguantarme mucho rato, para poderme follar pues nunca había tenido la oportunidad de estar con una mujer tan hermosa y caliente como yo, y tenerme a su servicio y eso que me he follado a muchas señoras casadas, pero nadie me la ha chupado como tú, ni tiene el coño tan apretado como tú, con la veces que te he follado ya y cada vez tengo más ganas, eso me halagó de sobre manera, y le agradecí dicho piropo con un beso muy apasionado que duró como diez minutos, mientras nos besábamos podía sentir su polla rozar mi pipa , después continuó besando mi cuello y hábilmente me volteo para besar mi cuello y mi nuca, y de vez en cuando mis oídos con su legua, metiéndola de forma muy sutil, ahora ya podía sentir su polla rozar mis nalgas y de vez en cuando la empujaba sobre mi culo, debo decir que en ese momento yo ya me encontraba cachonda perdida, entregada al placer que ese hombre me estaba dando, disfrutando centímetro a centímetro su cuerpo, y minuto a minuto cada segundo lo quería grabar en mi memoria, era un momento cachondísimo y eso que ya estábamos hartos de follar.
Entonces él me giró encima de la colchoneta y empezó a dar besos en el resto de mi cuerpo, y se dedicó a chupar mis pechos, yo gemía de placer mientras pegaba su cuerpo al mío, dejando que su cabeza se perdiera entre mis pechos, siguió bajando lentamente, palpando con su lengua cada parte de mi cuerpo hasta llegar a mi ombligo, entonces ahora era yo quien tenía mi primer orgasmo, el cual no contuve, pues esa noche estaba decidida a tener los orgasmos que la pasión requiriera, éste llegó acompañado de un grito que seguramente hubiera despertado a mi esposo si este no hubiera estado durmiendo tan borracho. Empezó a besar los lados de mi coño y tirarme de los pelo, recorría con su lengua los bordes de mis labios, mientras yo le pedía que me lo metiera ,”Fóllame ya que estoy empapada méteme ese pollón divino hasta los cojones” luego levantó mis piernas y empezó lentamente hacer a un lado mi tanga pues se notaba que no quería despojarme de esa ropa, pues supongo lo excitaba más aún, mientras yo seguía esperando que me lo metiera, él pasó su lengua por encima de mis labios vaginales, yo no aguantaba más y llegué a mi segundo orgasmo, esta vez no grité como la vez anterior, pero tomé su cabeza con mis manos y la hundí en mi coño.
Metió su lengua muy adentro de mi coño y siguió chupando mi pipa, recorría lentamente de mi pipa hacia mi culo pasando por ese puente que los separa a ambos, yo sentía morir de tanto gusto que me estaba dando ese hombre tan rudo y yo le pedía que lo hiciera un poco más rápido, para poder llegar a mi tercer orgasmo, mi pipa se encontraba totalmente hinchada, y cada vez que él chupaba yo me retorcía de placer, mi chocho se encontraba totalmente mojado, llegó a meter la puta de su lengua en mi culito, eso fue lo que originó mi siguiente orgasmo, acompañado de un gemido, apreté mis piernas aprisionando su cabeza contra mi chocho, le tiré de los pelos, gritaba de pasión, lo empujé hacia arriba para que quedara encima de mí y separé mis piernas para que pudiera metérmela, pero él sabía muy bien lo que hacía y entonces empezó a pasar su pollón por encima de mi chocho rozándola suavemente, mi desesperación por sentirlo dentro de mí era tanta que entonces le di vuelta quedando ahora yo encima, y me senté sobre él, dejando que su polla se metiera completamente dentro de mí, sentí un alivio tal al sentir que ya tenía ese pollón follandome y luego de cabalgar un rato mientras su polla entraba y salía de mi cuerpo y sus manos amasaban mis pechos, de momento acariciaba mis pecho con una mano y con la otra se dedicaba a acariciarme las nalgas, cuando me percaté un dedo de su mano estaba abriéndose camino por mi culo, eso fue el clímax total, pude sentir como los dos terminaríamos al mismo tiempo de corrernos ,” joder burro me has inundado de leche como me has llenado la matriz sentía su espermas quemándome por dentro peleándose con mi óvulos seguro que esa leche tan espesa me estaba preñando seguro de esta vez no me escapaba que gusto Dios mío”, y se lo dije “ Burro me has preñado, a lo que me contestó mejor así ya tenemos algo en común y no tendré que venir a escondidas a follarte, a lo que le dije que mi esposo lo sabia ya la folladas que me estaba dando.
Nos quedamos tendidos un rato sobre la colchoneta, habíamos estado casi una hora y media teniendo sexo exquisito, y él todavía tenía que volver a su casa, así que nos levantamos, nos acariciamos, me contempló de pies a cabeza, que buena estas cabrona se levantó, se puso a mi lado yo sentada y él de pie, se la limpie chupándosela y con todo eso me trague alguna leche que le quedaba en su gran polla, luego nuevamente nos besamos y acariciamos, se notaba que él no quería retirarse hasta que comprendió que era hora de irse, y que desde luego íbamos a follar al dia siguiente pues la obra de construcción continuaría, así que nos vestimos, dándome de vez en cuando unas palmadas en mi culo, mientras yo me ponía mi falda y mi blusa, claro estaba que le había gustado demasiado, pero ya habría tiempo de sobra para podernos follar nuevamente, así que lo acompañé a la puerta, esta vez la despedida fue un simple beso en la mejilla, señal más que suficiente para que él comprendiera que eso significaba que lo nuestro no había acabado ahí.
Luego que él se fue, me metí a la ducha para luego ir a dormir al lado de mi esposo, cual sería mi sorpresa de encontrármelo a él con la polla completamente tiesa y casi en sus cinco sentidos y completamente despierto, de inmediato comprendí que fingir la borrachera había sido sólo una treta para que me quedara con nuestro maestro a solas y ocurriera lo que debía ocurrir, él me contó que nos espió casi todo el tiempo y que su excitación fue tal que se masturbó y corrió en tres veces , desde luego comprendió que yo estaría ya a esas alturas demasiado cansada y más cuando me dijo que lo veía normal con el pedazo de polla que me había metido el burro, así que no hizo por follame, sólo hablamos de lo acontecido, solo le dije Victor creo que me ha dejado preñada, y él dijo pues no pasa nada, otro más y asi podras seguir follando con él aunque termina la obra, le dije Victor te amo, y no quedamos durmiendo.
Al dia siguiente cuando llego el maestro de obra hizo lo mismo llego y cuando toco a la puerta hizo igual con la polla fuera del pantalón, mi esposo se escondio detras de la puerta, yo se la coji y lo meti para dentro, y cuando me agache para chuparsela y vio a Victor mi marido, se quedo de piedra, a lo que mi esposo contesto, no te preocupes seguir y follar teneis mi permiso, además seguro que las has preñado, y tendreis un crio, no te preocupes por tu familia le pondremos mi apellidosy tu follatela todo lo que quieras es una hembre muy ardiente y yo no tengo la polla que ella necsita, me dio un beso en la rente y se marcho.
El resultado fué que efectivamente quede embarazada del Burro,y seguimos follando despues de terminar la obra,a veces tardaba un par de días en venir y con más ganas lo cojia para follar, aunque follaba tambien con Victor mi esposo, y habia días que incluso llegaba del trabajo mi esposo y nos pillaba en plena faena y me follaba mi esposo el culo que es el agujero más estreño, el coño e entraba holguera jaja.