Esther - diario de una pervertida (3)
Esta vez espié a mis padres follando como locos.
Hola de nuevo, después de que mi primo me dejara intrigada, con lo que me contó sobre mi familia y el chantaje de entregarle mi virginidad a cambio de contármelo todo, estuve varias semanas pensándomelo, durante ese tiempo me volví un poco paranoica, y observadora, todo me parecía sospechoso en mi casa. Un día que estaba sola en casa me dedique a registrar el cuarto de mi hermana y sorpresa, descubrí una caja bien oculta en su armario.
El contenido me dejó con la boca abierta, había un montón de artilugios sexuales, me llamó la atención un consolador negro gigante de unos 30 cm. y 9 cm. de grosor, además de cuatro bolas parecidas a las de billar y unidas por una cuerda, había también varias prendas de cuero, una mascara y un látigo. ¿Que pasa que a mi hermana le va el sado? me pregunté. Lo guardé todo y me fui.
Otro día al levantarme, iba a ir a desayunar y escuche a mi padre hablando con mi madre muy bajito, como ya estaba a acecho, me escondí tras la puerta y acerque el oído y esta fue la conversación:
Mi padre le decía a mi madre: hoy toca comer pepino
Ella: Sabes que la niña anda mucho por aquí, últimamente
El: Bueno tú prepárate y si ves la oportunidad me llamas.
Ella; Pero porqué tiene que ser en el sofá
El: Sabes que es mi fantasía
Ella: Bueno pero no te hagas ilusiones, ya sabes que a mi también me encanta pero debemos ser prudentes.
Increíble, algo se estaba cociendo y yo tenía la oportunidad de verlo, recordé a mi primo observando a su madre con Gaspar , tenía que trazar un plan.
Cuando salí al instituto, le dije a mi madre que no volvería a comer, ya que me iba a la casa de una amiga a estudiar, mi hermana tampoco estaría en todo el día ya que se fue con su novio a pescar a Tarifa.
Ese día no fui al instituto, estuve en guardia por los alrededores de mi casa, a eso de la 1 del medio día, mi madre salió a comprar algo y aproveché para entrar en casa sin que nadie me viera (mi padre siempre llegaba a las 2 a almorzar), subí a la parte de arriba y busque el sitio para esconderme y esperé.
Mi madre llegó sobre la una y media con la compra, y se metió en su cuarto, sobre las 2 menos diez, apareció en el salón con un albornoz puesto por debajo se le veía unas medias negras y unos tacones de leopardo.
A las dos en punto sonó el timbre, mi madre miró por la mirilla y abrió la puerta,
Hola señora, soy el fontanero dijo mi padre.
Mi madre: Le estaba esperando, ha llegado tarde y he tenido que arreglar parte de la avería
Mi padre; Pero no me dijo que tenia dos agujeros que había que tapar,
Mi madre; Si pero tuve que hacer una reparación de urgencia.
Mi padre: A ver señora enséñeme la avería para arreglarla definitivamente.
En eso mi madre se va para el sofá, se quita el albornoz y sorpresa vaya ropa que llevaba mi mami, vestía un corpiño negro con ligero a juego con las media de rejilla y lo mejor un tanga negro que a duras penas retenía un pepino que mi madre tenia metido en el coño, se puso a 4 patas sobre el sofá y le dijo a mi padre, ve señor, el problema el que se sale y en esto empezó a meterlo y sacarlo del coño.
Mi padre le dijo, señora ahora mismo lo mas urgente es taponar el otro agujero, no yaya a ser que pierda por ahí. Púes a que espera, vale señora pero tendrá que ayudarme a engrandar el tapón, ya que el que he traído creo que viene pequeño. En eso mi padre se sacó la polla del pantalón y mi madre se apresuró a cogerla con las dos manos y metérsela en la boca para empezar una buena mamada, era una experta (como su hermana Andrea), se la metía hasta la garganta y eso que el tamaño era enorme y sobre todo muy gorda.
Era un espectáculo mi madre dándose duro con el pepino y comiéndole la polla a mi padre. Yo ya tenía un calentón que no podía y empecé a masturbarme. En un momento dado mi padre se la sacó y le dijo "yo creo que con este tamaño ya no se saldrá", acto seguido mi madre se puso a cuatro patas y sin sacarse el pepino, mi padre se la metió por el culo, que previamente ya tenia mi madre preparadito, ahora si que mi madre chillaba de dolor y placer, era increíble las dos troneras que tenia mi madre y las 2 taponadas.
Mi padre le daba duro y mi madre al poco tiempo se corrió gritando como una posesa. El estuvo dándole un poco más hasta que se la sacó , mi madre se sacó también el pepino y se vieron dos túneles negros, entonces mi madre le dijo: cariño dame mi ración de leche y empezó a mamársela de nuevo, al poco mi padre la apartó un poco y se corrió en su boca , mi madre recogía con la mano todo lo que no entraba directamente en su boca y se lo metía ella misma, al final mi padre le dio un beso y se tragaron la lefa entre los dos.
Nada más terminar se metieron en el baño y yo me fui corriendo de mi casa.
Ya iba descubriendo los secretos de mi familia, pero esto no había hecho mas que empezar, púes mi hermana descubrió algo que ya os contaré